Max Marambio, amigo personal de Fidel Castro, se exilió en Cuba tras la muerte del presidente chileno. Desde el año pasado se encuentra huido de la justicia cubana, que le ha impuesto 20 años de prisión
Un sonado caso de corrupción en Cuba ha acabado con una condena de 15 años de cárcel para Alejandro Roca Iglesias, quien fuera ministro de la Industria Alimenticia en la isla durante tres décadas, y con 20 años de privación de libertad para el ciudadano chileno Max Marambio, ex jefe de la escolta de Salvador Allende. Marambio, amigo personal de Fidel Castro, se encuentra huido de la justicia cubana desde el año pasado. Ambos fueron acusados de cohecho, estafa y otros delitos económicos en el mayor escándalo de corruptelas políticas en las altas esferas que se ha hecho público desde que Raúl Castro relevó a su hermano en la presidencia.
Roca, de 75 años, fue miembro del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y ejerció el cargo de ministro entre 1980 y marzo de 2009, cuando fue destituido junto con otros altos cargos del Gobierno, incluidos el antiguo vicepresidente Carlos Lage y el ex canciller Felipe Pérez Roque, aunque sus casos no están relacionados. Roca era la contraparte cubana de Marambio, de 63 años, dueño de la empresa de Alimentos Río Zaza -de propiedad mixta con el Estado- que contaba con dos plantas de producción en la isla y comercializaba zumos, leche y otros alimentos envasados, con una facturación anual de millones de dólares.
Roca -que tiene un hijo que desde hace años trabaja en Chile en una de las empresas de Marambio- está acusado de favorecer al empresario y de comprar a su consorcio productos sobrevalorados, causando un grave perjuicio a la economía cubana. El caso tiene miga abundante y afluentes políticos, tanto por la larga trayectoria de Roca como por el pasado de Marambio y su vieja amistad con Fidel Castro. Bajo su tutela, Marambio fue formado por los servicios de la inteligencia cubana en los años sesenta y llegó a convertirse en el jefe de la escolta y el GAP (Grupo de Amigos del Presidente) de Salvador Allende. Tras su muerte se exilió en Cuba, donde siguió vinculado al espionaje y trabajó con Patricio y Toni de la Guardia (fusilado en 1989).
Durante la apertura económica de los años noventa -y siempre bajo el ala protectora de Castro- se convirtió en un próspero hombre de negocios y levantó ING (International Network Group), un conglomerado empresarial que llegó a facturar decenas de millones de dólares en negocios relacionados con Cuba. En el momento de su caída en desgracia, Marambio también era socio del Instituto de Aeronaútica Civil de Cuba (IACC) en la agencia turística Sol y Son, que cada año mueve decenas de miles de visitantes hacia la isla.
El IACC fue dirigido durante dos décadas por el general de división Rogelio Acevedo, unhistórico que durante la lucha de la Sierra Maestra combatió a las órdenes del Che Guevara. Su esposa, Ofelia Liptak, era directora comercial de la empresa mixta Río Zaza de Marambio. Coincidiendo con el encausamiento del empresario, las autoridades realizaron una auditoría en Sol y Son que encontró "graves irregularidades", incluidos pagos de sobornos, malversación de fondos y desvió de recursos al exterior. Varios directivos de la agencia fueron detenidos, Liptak investigada y el general Acevedo destituido, aunque este caso siempre se mantuvo en la más absoluta opacidad y nunca se informó si hubo juicios y condenas. Marambio, residente en Chile, se ha negado a regresar a Cuba desde que se inició el proceso judicial.
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