El diario granadino EL CORREO (1913-1934), fué fundado por quien fuera su Director, Carlos Rocha Avellán y es sobre todo recordado por haber dado acogida a las publicaciones literarias del Movimiento de Vanguardia, "Rincón de Vanguardia" y "Página de Vanguardia", a cargo de Pablo Antonio Cuadra Cardenal y Octavio Rocha Bustamante, hijo éste último de don Carlos y padre de Luis Rocha Urtecho, quien, junto con su nieto Luis Javier Espinoza Rocha, retoman hoy "El Correo Nicaragüense"; un blog pluralista, que agradece la reproducción de su contenido.

lunes, 27 de abril de 2015

Hace un siglo llegó Darío a Guatemala



Repentinamente, lo que ha frenado a Proust se convierte en su impulso, de pronto aquello que lo ha detenido es lo que lo empuja; nada pueden darle las ideas, con las que ha coqueteado por años, comparado con lo que le ofrece la ficción.


La primera vez que Rubén Darío llegó a Guatemala, el 30 de junio de 1890, a los 23 años, fue por circunstancias inesperadas, se vio obligado a salir solo y de prisa de El Salvador, ante el golpe de Estado del general Carlos Ezeta contra el presidente Francisco Menéndez, unionista y protector del joven poeta, al día siguiente día de su matrimonio civil con Rafaela Contreras, el 21 de junio. El 11 de febrero del siguiente año se efectuó el matrimonio eclesiástico en la capilla del Sagrario de la Catedral Metropolitana.

La segunda y última vez que regresó, procedente de New York, fue hace un siglo, el 20 de abril de 1915. Permaneció en el país, bajo protección del presidente Manuel Estrada Cabrera, hasta noviembre, cuando su esposa Rosario Murillo –cuya relación fue distante y tormentosa desde el matrimonio (1893) que no pudo deshacer, después de la muerte de Rafaela (1891)–, lo llevó a Nicaragua, en donde murió el domingo 6 de febrero de 1916 en León. 

El Diario de Centro-América, el 22 de abril de 1915 destacó su llegada: “Como saben nuestros lectores antenoche ingresó a esta Capital el poeta Rubén Darío. Gran número de personas entre intelectuales, estudiantes, profesionales y periodistas, le acordaron un recibimiento cordial en la Estación. En el momento en que bajaba del carro-salón, se adelantó el teniente coronel don Eliseo Martínez, edecán del Sr. Presidente Constitucional de la República y en nombre de éste le dio un saludo de bienvenida, invitándole a ocupar un landó, que lo condujo al Hotel Imperial, donde fue instalado en un lujoso apartamento que de antemano se le había preparado. Al retirarse el teniente coronel Martínez, Darío le rogó significara al Sr. Estrada Cabrera su profundo agradecimiento por todas las atenciones con que le distinguía”. Agregó: “Aquí viví hace 24 años. De aquella fecha a la de hoy, la ciudad ha progresado muchísimo por lo poco que he visto: elegantes construcciones, la vida del trabajo que vibra, nos hace reconocer que aquí el músculo se ejercita y el cerebro piensa”.

En el Hotel Imperial (9a. calle, 7-64, zona 1), muchos querían ver y saludar al reconocido poeta. Entre ellos el joven Miguel Ángel Asturias (1899 -1974) de 16 años, quien años después escribió El Señor Presidente, primero como cuento (1924; Los mendigos políticos) y después como novela (1946). En el relato, el Premio Nobel de Literatura 1967 (centenario del nacimiento de Rubén Darío), escribe sobre los carteles que llaman a la reelección lo que “despertó el entusiasmo de cuantos se encontraban en la cantina; hubo vivas, aplausos, gritos, y a pedido de todos habló un desguachipado de melena negra y ojos talcosos. –¡Patriotas mi pensamiento es de Poeta, de ciudadano mi lengua patria!...” y se extiende en elogios a Estrada. “Millares piensan que puede ser Chocano. Es posible también que puede ser Darío (“viejo, feo, gordo y triste”, Autorretrato a su hermana Lola, 1904)… Darío no iba por las calles haciendo propaganda política entusiasta y lo más probable es que Asturias esté pensando en algún poeta guatemalteco. Tal vez sea inspirado en Máximo Soto Hall, poeta y novelista adicto al dictador, director de El Guatemalteco…. Al utilizar otros calificativos como “el prohombre de Nitche, el Superúnico”, suena a Chocano, poeta con inclinaciones fascistas, pero también a Soto. Cuando lo relaciona como el autor de Nocturno en Do Mayor al Superúnico, Darío escribió Sinfonía en gris mayor”. (Asturias; El Señor Presidente, Edición Centenario). En la novela histórica, entre ficción y realidad, es posible que el autor no se refiera a uno de ellos, sino que conjugue en el anónimo personaje, su percepción de varios, incluso la impresión que pudo causarle Darío de admiración y rechazo por los calificativos y poemas con los que se refirió al gobernante autoritario.

En la entrevista que el poeta concedió dijo: “Yo he sido siempre sincero partidario de la paz. La idea de la matanza y el exterminio, la de pueblos y razas que se odian y acometen, conturban mi espíritu… en París… me encontraba, cuando estalló la guerra. Naturalmente la empresa editora deMundial interrumpió sus trabajos, como los interrumpieron también muchísimas otras de distinto género. Los que laboraban ya con el cerebro, ya con el músculo, fuéronse camino de la guerra, a ofrendar sus vidas (…/…). En Noviembre llegué a Nueva York. Bajo los auspicios de la Hispanic Society of America y de la Sociedad Geográfica leí mi poema Pax, con una generosidad que nunca agradeceré bastante, (…/…). Estuve gravemente enfermo de pulmonía en Nueva York,… Como hijo de estas tierras centroamericanas, sentí satisfacción cuando en países extranjeros oí voces de elogio merecido (…/…). La labor del señor Estrada Cabrera es bastante conocida (…/…). Se sabe que él es un brillante impulsor de la instrucción popular: se sabe que él protege a la niñez, auxilia al desvalido y estimula a la juventud: se sabe que para tal objeto creó las Escuelas Prácticas, fundó asilos, estableció rentas fijas para los hospitales, instituyó academias y dio seguro apoyo a las escuelas profesionales, tanto la de Medicina y Farmacia, como la de abogados y notariado. La institución de la Fiestas de Minerva, dedicadas a la niñez y a la juventud estudiosa, honra al Gobernante guatemalteco”. La entrevista concluyó: “Muy pronto el gran poeta hará una visita de cortesía al señor Lic. Estrada Cabrera, Presidente Constitucional de la República, con el objeto de expresarle de viva voz su agradecimiento por las atenciones con que le ha honrado y de tener la satisfacción de tratarle personalmente”. El Museo y Archivo Rubén Darío (León) conserva un sofá que Estrada le regaló en su visita. Darío escribió los poemas Mater Admirabilis, referido a la madre del gobernante, y Palas Athenea, para las Minervalias de 1915.

Su permanencia en Guatemala, del 20 de abril al 23 de noviembre, fue incómoda y humillante desde el punto de vista personal, sin recursos, agravada su salud, obligado a expresarse con simpatía por el gobernante que pagaba sus gastos y preparaba su tercer mandato. En New York fue persuadido por Soto Hall, e influenciado por amigos como José Santos Chocano, escritor peruano y colaborado de Estrada, y el cronista Enrique Gómez Carrillo, para viajar a Guatemala. El astuto político saldó viejas deudas, aprovechó su prestigio para su propósito reeleccionista; las críticas del poeta por el papel que desempeñó en el derrocamiento del presidente nicaragüense Zelaya (1909), fueron cobradas con creces.




Managua, 18/4/2015

La palabra que perdura



Por: Alejandro Serrano Caldera


La muerte de Eduardo Galeano y de Gunter Grass el pasado 13 de abril, ambos en su momento relacionados con Nicaragua y la revolución, representa la pérdida de dos de los escritores más significativos de nuestro tiempo.

Desde diferentes perspectivas y enfoques y a partir de sus propios puntos de vista, han dejado una profunda huella en la historia contemporánea de la literatura y el pensamiento crítico.

Las venas abiertas de América Latina (1971) de Eduardo Galeano, al igual que Los condenados de la tierra(1961), de Franz Fanon, con el célebre prólogo de Jean Paul Sartre, marcaron toda una época en América Latina y el mundo.

Mucho impacto produjeron también otras de sus obras como Días y noches de amor y de guerra ; Memoria del fuego ; Ventana sobre Sandino ; Voces de nuestro tiempo , para mencionar algunas de ellas. Pero sin duda Las venas abiertas de América Latina , posteriormente objeto de su propia crítica, fue la obra paradigmática de la conciencia libertaria de amplios sectores de latinoamericanos, que vieron en ella el referente histórico de la lucha contra toda forma de colonialismo y de imperialismo, cuya censura moral a los sistemas de dominación quedó forjada en aquella frase dramática e irónica: “Combata la pobreza, mate un mendigo”.

Gunter Grass, Premio Nobel de literatura en 1999, ha sido un referente mundial de su tiempo y circunstancia, independientemente de que se estuviera de acuerdo con la crítica mordaz de sus libros y de que se compartiera o no el fondo y forma de sus escritos. Sus libros fueron y son objeto de un debate ético y político de sus contenidos explícitos o implícitos.

Alemania, su país, la Segunda Guerra Mundial y los horrores del nazismo, son la raíz ética de sus libros y escritos, principalmente del más importante, o al menos del más conocido, El tambor de hojalata , llevado posteriormente a la pantalla, en el que se plantea el rechazo a una serie de arquetipos morales y sociales, a través de la vida de Oskar, el niño del tambor, quien no quiere crecer, y por tanto se resiste a ser un adulto, asumiendo así una actitud de rechazo a sus padres.

Mi siglo , es otra de sus obras fundamentales en las que narra año con año los acontecimientos del siglo XX.

Más allá de las coincidencias o diferencias que puedan existir con todo o parte de la obra de estos autores y de la permanencia o no de todas o algunas de sus críticas, persiste a través de sus palabras y sus ideas el compromiso de la lucha por la libertad, la dignidad y la justicia en un mundo, el actual, en el que pese a los cambios políticos y transformaciones tecnológicas y de otra índole, continúan, por una parte, los atropellos del sistema, mientras por la otra, pervive la conciencia moral dispuesta a reivindicar los valores y principios fundamentales a la dignidad del ser humano.

Las palabras y las ideas de estos escritores cuestionan una realidad inhumana, y ellas mismas desde su universo gráfico y conceptual, permanecen como una expresión que reclama esos valores imperecederos de humanidad.

Sus escritos nos recuerdan que es cada vez más necesaria la propuesta de un humanismo para este tiempo desgarrado y de una racionalidad crítica que sustituya a la razón instrumental que prevalece y que pretende gobernar la historia.

Ese humanismo de nuestro tiempo exige recobrar la unidad fracturada entre la vida y la razón, y colocar por encima de la utilidad, el enriquecimiento y el beneficio, los valores de la solidaridad y la ética. Debe buscarse la síntesis entre la razón y la vida.

Esto nos lleva a replantear el concepto mismo de desarrollo, el que trasciende de un contenido estrictamente económico a una dimensión ética y social que incluye, además, la participación de todos los sectores, principalmente los menos favorecidos, en los beneficios materiales, culturales y espirituales de la sociedad, lo cual exige una clara participación de todos en la construcción de un sistema capaz de realizar la justicia social.

Es este un momento en el que es necesario luchar por alcanzar la síntesis entre vida, razón y ética, a fin de restaurar la unidad fracturada y devolver a las personas su plenitud como seres integrales y, por lo mismo, a la vez racionales e intuitivos.

Por todo ello es imperativa la construcción de una ética de los valores fundada en el respeto a la dignidad humana y acorde con los desafíos planteados por el mundo contemporáneo, a partir de la cual se haga posible la preservación de la identidad histórica y la pervivencia y acción recíproca de las múltiples expresiones históricas y sociales.

Un pensamiento crítico y una conducta de solidaridad que conduzcan a la construcción de un concepto y una práctica de universalidad provenientes del reconocimiento y diálogo de las culturas y de la unidad en la diversidad.

Para ello hay que sustituir el juego de una sola imagen y de espejos múltiples, por un concepto y práctica de integración y acción recíproca intercultural. No podemos aceptar ser los espejos en que se multiplica la imagen del poder que se mira en ellos como Narciso en el estanque.

Es importante reivindicar el reconocimiento del otro y reafirmar la identidad, planteando el diálogo, la alteridad, la solidaridad y el respeto de las diferencias, como condición necesaria de convivencia de las sociedades en la historia.

Creo que este mensaje de resistencia moral contra toda forma de dominación y explotación constituye la arquitectura de palabras y conceptos de la obra de estos dos escritores en la que se reafirman, de acuerdo a la forma particular de cada uno de ellos, valores como el respeto, la solidaridad, la interculturalidad, la dignidad, la libertad y la justicia. Las ideas son parte de la realidad y las palabras sostienen la historia y el mundo material, pues como dice el escritor venezolano Arturo Uslar Pietri, “Las piedras mueren si no las acompañan las palabras. Eso tan frágil, tan aparentemente fugaz, ese sonido que se lleva el viento, esa voz humana que parece de tan corto alcance, es el más grande instrumento de perduración que conoce el hombre”.

El autor es jurista y filósofo nicaragüense.

Sobrevivientes en el tiempo

Manlio Argueta

Necesitamos reconstruirnos para sentirnos orgullosos de ser ciudadanos frente al mundo, disfrutar el derecho al bienestar social sin abusos ni tragedias.


La semana antepasada una misión cultural de El Salvador fue invitada por la Universidad de Boston, bajo coordinación del Dr. James Iffland. El motivo: celebrar el 80.º aniversario del nacimiento de Roque Dalton. Foco central: la película de la austríaca Tina Leisch “Roque Dalton: fusilemos la noche”, seguida de un foro excepcional por celebrarse en una gran ciudad de Estados Unidos, la más cultural e histórica, centro de la revolución americana para liberarse del imperio inglés. Ahora se considera la ciudad de mayor proyección educativa de Estados Unidos, con grandes centros mundiales de educación superior: Boston.

Desde allá recordamos la poesía viva de un poeta sobreviviente. Porque con Dalton la poesía salvadoreña palpita como un fosforito de luz cuyo resplandor atrae a todo un auditorio de cultura global.

Además de las actividades universitarias, fue emotivo encontrarse con un grupo de adolescentes latinoamericanos en East Boston High School, situada en un sector de habla hispana. Aquí tuvimos la experiencia incomparable de intercambiar conocimiento con muchachos, donde más del 50 % son salvadoreños.

Llegamos a despedir un invierno de grandes nevadas, y al inicio de una primavera aún indecisa; sin embargo, los jóvenes fueron calurosos, bajo la orientación de sus maestros, siempre atentos al desarrollo emocional de sus estudiantes que participaban en la charla literaria. Se cerró con un sorpresivo pastel de cumpleaños y bocadillos salvadoreños. Con su entusiasmo, estos adolescentes nos mostraron ser la mejor expresión como agregados culturales ad honórem de El Salvador. Muchachos con quienes tenemos grandes deudas. Y con sus familias. Por el beneficio económico que nos producen después de enfrentarse a la muerte para cruzar las fronteras. Su educación actual es semillero de futuros aportes al desarrollo de El Salvador.

De las veces que he visitado Boston, las dos últimas han sido las más gratas, pues se nos dio la oportunidad de visitar este centro escolar y luego presentarnos con adultos en la casa de la cultura salvadoreña. Todo con apoyo de la Universidad de Boston y de nuestro consulado, en permanente contacto con la comunidad emigrante donde se alojan casi 100,000 salvadoreños.

Este abril la misión cultural llevó a los estudiantes la poesía de Dalton, y a la delegación le permitió reparar que los jóvenes conocen de una cultura continental sin olvidar la propia. Casi todos son sobrevivientes de la exclusión y la violencia, los que aún esperan un futuro mejor que les permita aportar con la educación recibida. De nuestra parte expusimos que los salvadoreños no son de ninguna manera los olvidados. Su diáspora es explicable por las limitaciones económicas y la tragedia de una histórica violencia institucional.

Los jóvenes salvadoreños de la High School nos hicieron confirmar que la búsqueda del bienestar social no se limita a los que vivimos en El Salvador. De ahí proviene su entusiasmo de integrarse al futuro nacional y conocer de cerca una actividad poética que conmemoraba el 80.º cumpleaños del poeta Roque Dalton. También nos hicieron reflexionar sobre otros sobrevivientes con su obra literaria, a quienes mantenemos lejanos como si continuáramos temiendo a la palabra literaria. Caso de la voz creativa de Francisco Gavidia, de Alberto Masferrer, de Oswaldo Escobar Velado, para citar algunos.

Visitar a estos estudiantes de la diáspora es hacerles saber que existen; aún más, nos permite a nosotros conocer que existimos. Esto parecería una perogrullada si no fuera porque de pronto puede asaltarnos la muerte violenta. Ningún salvadoreño es ajeno a la muerte violenta. Por eso es importante promover la vida de los sobrevivientes dentro y fuera de las fronteras. Salvadoreños todos, pese a la distancia que pareciera separarnos en el tiempo y en la geografía.

Acercarnos con el mensaje artístico repercute a favor de una sociedad pacífica y sin arrogancias. Sin privilegios ilegítimos. La promoción del arte fortalece las acciones que previenen la violencia. La metáfora y los signos artísticos y culturales contribuyen a consolidar una sociedad equitativa, incluyente y segura. Para eso se hace necesario invertir en el sistema cultural y educativo, sin dejarnos aprisionar por las incomprensibles sobriedades en el gasto público. No olvidamos que la democratización implica combatir las corruptelas que no se limitan a apropiarse del dinero público, sino en manejar una organización estatal con transparencia.

Necesitamos reconstruirnos para sentirnos orgullosos de ser ciudadanos frente al mundo, disfrutar el derecho al bienestar social sin abusos ni tragedias.

En fin, hablar de sobrevivientes me hace recordar al poeta T. S. Elliot cuando califica a abril como el “mes más cruel”. Sí, ha sido cruel con Eduardo Galeano, autor de esa especie de Biblia laica latinoamericana, “Las venas abiertas de América Latina”. Más de una vez compartimos mesa literaria en otros países. “Hay obras como si a uno lo invitaran a morir”, decía Galeano refiriéndose a la gran divulgación de la obra mencionada, en detrimento de sus otras producciones literarias. En verdad, un artista ama a todos los hijos que pare.

Y fue implacable abril con el premio Nobel Günter Grass, autor de la obra maestra “El tambor de hojalata”, que nos dio el personaje mágico de Óscar Mazerath, el niño que a los tres años decide no crecer. Su tambor destructivo ofrece una simbología del poder militar hitleriano. Grass, él mismo protagonista y víctima del militarismo nazi, demuestra cómo la poesía puede destacar desde las atrocidades. Y esto no es metafórico: en la Segunda Guerra Mundial hubo 55 millones de fallecidos y 35 millones de mutilados. Fueron muertos 6 millones de judíos, 27 millones de rusos y soviéticos (10 millones de ellos civiles). Además de los aliados estadounidenses y europeos. Y Alemania, con su superioridad racial y poderío militar, fue la causa primera de esa furia destructiva.

Abril también ha sido cruel con tantos salvadoreños que nos hacen pensar que muchos sobreviven por la gracia de Dios.

Nota. El viaje a Boston no costó ni un solo dólar en viáticos del erario público. Ni los otros viajes de los que hablo. En absoluto



domingo, 26 de abril de 2015

Teodoro Petkoff, el ganador ausente de los Premios Ortega y Gasset






Después de 83 años de vida, Teodoro Petkoff sigue en sus trece. Celebra de buena gana el Premio Ortega y Gasset a la Trayectoria Periodística que le ha sido concedido por EL PAÍS, del que se enteró este jueves por la tarde en Caracas. Pero está seguro de que no podrá asistir a la ceremonia de entrega del galardón, el próximo 6 de mayo en la capital española -con todo y el nexo que siente con España, donde un tío suyo, Luben Petkoff, cayó luchando en las filas de las Brigadas Internacionales durante la Guerra Civil de 1936-39-. "Es que no le voy a pedir permiso a Diosdado Cabello para viajar", jura sin aspavientos, mientras hace referencia al poderoso presidente de la Asamblea Nacional, ex teniente del Ejército y número dos del chavismo en el poder.


No le voy a pedir permiso a Diosdado Cabello para viajar a Madrid"
Cabello, némesis de la prensa libre en Venezuela, demandó por un pretexto nimio a Petkoff, director, y a todos los miembros de la Junta Directiva del diario Tal Cual, por presuntos delitos contra su honor. Y aunque el juicio prosigue lentamente -desde noviembre pasado el juzgado no hace ninguna diligencia, promovida su titular a un cargo del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ)-, la magistrada que lleva el caso dictó contra Petkoff y sus socios del periódico un régimen de presentación semanal, con prohibición de salida del país.
A través de sus abogados, Petkoff podría solicitar a la corte un permiso especial para viajar a Madrid. Pero lo dicho: "No lo voy a hacer. Sería como legitimar la conculcación de mi derecho al libre tránsito que se me ha impuesto".
Así que no se le verá por Madrid. Sería el segundo ganador del Ortega y Gasset que no puede acudir a la entrega, después de la cubana Yoani Sánchez en 2008. Petkoff no sabe todavía a quién le va a pedir que recoja el premio. Lo único que tiene seguro es que él no irá. Menos ahora, que Cabello amenaza con presentar otra demanda por difamación no solo contra Tal Cual, sino contra el diario El Nacional de Caracas y el agregador de noticias lapatilla.com
Pero el ex ministro de Economía (1996-98, con el presidente Rafael Caldera) y ex comandante guerrillero (a comienzos de los años 60, como líder de la Juventud Comunista) se aferra a "un mexicanismo", dice, que lo acompañó en todas las mutaciones que experimentó: "No me voy a achicopalar". No en balde es el mismo hombre que no se dejó arredrar cuando el secretario general del Partido Comunista soviético, Leonid Brezhnev, desde Moscú lo excomulgó del marxismo mundial, o el militante de 31 años de edad que anudó una ristra de sábanas para descolgarse del séptimo piso del Hospital Militar de Caracas en 1963 y así escapar de sus custodios.


Hombre de acción y pensamiento, políglota, economista, le encuentra cierta gracia a que, a estas alturas de su tránsito vital, se le otorgue un reconocimiento por su ejercicio periodístico, al que solo le entró hace 17 años cuando el editor Miguel Ángel Capriles L. le ofreció la dirección del vespertino El Mundo. "No vacilé ni un instante", confiesa hoyPetkoff, atrincherado en los 70 metros de superficie de su modesto apartamento en Colinas de Bello Monte, una zona de clase media en el sureste de Caracas. Duró casi un año en el puesto. Con su garra característica, trasladada a través de sus titulares y editoriales, le dio respiración artificial al vespertino, que hasta entonces parecía morir de mengua; pero a la vez empezó a irritar al chavismo, recién llegado al poder. Hugo Chávez y su principal operador político, José Vicente Rangel, pidieron su cabeza.
Por eso, Petkoff se confiesa consciente de que "este premio no es para mí, sino para los 15 años de Tal Cual y para los muchachos que me ayudaron a hacerlo". Tal Cual fue la criatura que inventó tras su salida forzosa de El Mundo. Un diario que nacía con todos los astros en contra: precario apoyo financiero, una plantilla corta y joven, circulación vespertina y, vaya blasfemia, la intención de abrir todos los días la tapa del diario con un texto editorial, no informativo, del propio Petkoff. La fórmula funcionó: si bien siempre mantuvo un techo bajo en las cifras de tiraje, se convirtió en un medio muy influyente. A la vez, empezó a servir de vivero de nuevos talentos periodísticos que despuntaban en el rotativo y luego iban a dar a las redacciones de los diarios más grandes y encorsetados del mercado venezolano.
"Ese es un motivo de gran satisfacción", confiesa, "pues se consolidó durante 15 años un proyecto periodístico serio, que nadie se atrevería a decir que fuera un pasquín". El cerco que poco a poco le fue tendiendo el oficialismo -para el que Petkoff representa una suerte de Bestia negra- a veces dio lugar a episodios desternillantes de burla a la censura. En 2007, por ejemplo, el organismo oficial de protección a la infancia multó con un equivalente de 20.000 dólares al diario, que poco antes había publicado una columna del humorista Laureano Márquez en el que este se dirigía a Rosinés, la hija menor del presidente Chávez. En ese trance, el carisma de la cabecera periodística y de su director suplieron lo que escaseaba por vía financiera: recaudaron el monto de la multa mediante una colecta pública, un logro sin precedentes en la industria editorial venezolana y que desde entonces tampoco se ha repetido.


Este premio no es para mí, sino para los 15 años de 'Tal Cual' y para los muchachos que me ayudaron a hacerlo"

Al final los personeros del chavismo consiguieron doblegar a Tal Cual y a Petkoff, pero solo a medias. El diario dejó de circular en marzo pasado: ahora pasa un proceso de reingeniería para, haciendo oportunidad de la crisis, transformarse en un semanario en línea, con nueva identidad gráfica y nuevos contenidos.
Teodoro -como es conocido por los venezolanos, sus bigotes y lentes convertidos en icono de la cultura popular-, por su parte, algo restringido por los achaques de la salud y, sin duda, por las interdicciones de la justicia, persevera. Asegura El Catire -rubio en castellano criollo de Venezuela-, hijo de una pareja de inmigrantes del Este de Europa -ingeniero búlgaro, el padre; médico polaca, la madre-, que estará presente en la venidera campaña para las elecciones parlamentarias, unos comicios en los que la autodenominada revolución bolivariana se juega su continuidad.
"No voy a ser candidato a nada, pero ayudaré en la medida de mis posibilidades a los amigos que se lancen", dice, y luego suelta una frase que sonará como una amenaza para sus adversarios, y como una ráfaga de esperanza para quienes le veneran: "Yo no puedo dejar de ser lo que soy".

Tres rasgos esenciales de Rubén Darío



Rubén Darío fue consciente de lo que estaba destinado a ser y perseveró para lograrlo. Cuando Nicaragua aún alumbraba sus noches con candiles, ese faro luminoso salió de León a la Managua provinciana, y de cara al porvenir se agenció los complementos iniciales


De la profusa compilación de ensayos publicados por Ernesto Mejía Sánchez en El nicaragüense Rubén Darío, acentúo tres rasgos que, según mi criterio, fueron esenciales en la personalidad de quien en su breve y agitado vivir fue: poeta, narrador, diplomático, periodista, ensayista, editor, director de diarios y revistas, conferenciante, traductor, íntimo, masón, mundano y profano. Esos rasgos son: conciencia de sí, perseverancia y elegancia.

Rubén Darío fue consciente de lo que estaba destinado a ser y perseveró para lograrlo. Cuando Nicaragua aún alumbraba sus noches con candiles, ese faro luminoso salió de León a la Managua provinciana, y de cara al porvenir se agenció los complementos iniciales. No fue casual que trabajara en la Biblioteca Nacional, que estudiara los clásicos, y aprendiera inglés y francés. El genio se estaba cultivando. Pronto la Patria le quedó chiquita. Con apenas 15 años (1882), viajó a El Salvador, donde recibió honores literarios y del gobierno de Rafael Zaldívar, escribió la Oda a Bolívar, y compartió con los cuscatlecos lo aprendido de Víctor Hugo, iniciando el magisterio literario que compartiría toda su vida. Ese viaje preludió los horizontes que abriría después.

En 1885, el Gral. Juan J. Cañas, poeta y diplomático salvadoreño, lo urgió a marcharse a Chile.A nado -le dijo- aunque te ahogues en el camino. Y lo hizo al año siguiente. Entonces Chile, y no otro país de nuestra América, ofrecía las mejores condiciones intelectuales y culturales para que desarrollara a plenitud sus colosales facultades. Lo vimos desembarcar en Valparaíso y cuidar su apariencia para relacionarse con la elite sociocultural chilena. De esa vivencia escribió:la impresión que guardo de Santiago en aquel tiempo se reduciría a vivir de arenques y cerveza en una casa alemana, para poder vestir elegantemente, como correspondía a mis amistades aristocráticas. Fue Cónsul General de Colombia en Argentina, escribió en La Nación, y desde el otro lado del Atlántico los clarividentes vieron su estrella poética levantándose en el horizonte. 

Aventuro la hipótesis que esa conciencia del inicio y continuidad de su obra la expresó en 1888, cuando, con solo 21 años, publicó Azul…, título sucedido de puntos suspensivos –inusual en un libro-, que significan pauta transitoria, secuencia y consecuencia en el tiempo y en el espacio. Su elegancia está en su verbo, sus versos, su prosa y su vestir, coherente, armónico, consecuente. En 1889, volvió por dos meses a Nicaragua y renovó su idilio con Rosario Murillo. Se estableció en El Salvador y fundó el periódico La Unión. En 1890 se casó con Rafaela Contreras, a quien debido a un golpe militar abandonó ese mismo día. Se refugió en Guatemala, fundó El Correo de la Tarde en 1981, y ejerció el periodismo en Costa Rica. 

A los 25 años ya goza de reconocimiento internacional. En 1892, el polígrafo, político y erudito español, Marcelino Meléndez Pelayo (1856-1912), refiriéndose a él proclamó: una nueva generación literaria ha aparecido en la América Central, y por lo menos uno de sus poetas ha mostrado serlo de verdad. Ese año, con motivo de los 4 siglos del descubrimiento, viajó a España en la mitad de su vida, iniciando así su cosmopolitismo. 

La vida lo agredió donde más duele. Enviudó a los 25 años; fue casado con artimañas con su inevitable garza morena, y ese mismo año perdió a su primer hijo. Mas sobrevivió, perseveró en lo iniciado y mantuvo una sed de ilusiones infinita. Su genio padeció los embates de las miserias humanas y su fragilidad espiritual se conmovió a extremos inimaginables. Una vez más perseveró, permaneció en Europa y continuó su pródiga creación. Mis escasos recursos, que apenas me bastaban como Rubén Darío, han tenido que emplearse en todo este tiempo, en sostener el decoro del Ministro de Nicaragua ante su Majestad Católica, he tenido que mal vender una edición de Páginas Escogidas, y mi piano, para poder hacer frente a la situación… Ytuvo que ser así, porque fuera de ese entorno sucumbiría de manera irremediable. 

Se relacionó y fue reconocido por la intelectualidad de entonces. Fundó en París dos revistas hispanoamericanas: Mundial Magazine y Elegancias. Viajó por Europa y parte de África, y compartió con reyes, reinas, príncipes, duques y marqueses. Y con el horror de la literatura, y loco de crepúsculo y de aurora, intentó hacer de su alma pura, una estrella, una fuente sonora.Es curioso que Darío escribiera de manera surrealista antes que Apollinaire acuñara el término en 1917; y que lo hiciera sobre metamorfosis, antes que Kafka escribiera su memorable novela en 1915: A la estatua nacían de repente en el muslo viril, patas de chivo y dos cuernos de sátiro en la frente. Fue consciente hasta el final de lo difícil de su tarea, mas no hubo arrepentimiento alguno.

Él encarnó el Arte... ¡Y si hubo áspera hiel en mi existencia, melificó toda acritud el Arte!

Ahuacalí, Managua

Septiembre 2014

http://www.confidencial.com.ni/articulo/21545/tres-rasgos-esenciales-de-ruben-dario

Sant Jordi (San Jorge), la rosa y el libro

(Enviado por Joaquim Rabella)

Libros y rosas invaden el 23 de abril las calles de Catalunya en una de las festividades catalanas más significativas y entrañables. Todo el mundo compara y libros, en miles de tenderetes que se extienden por todas las calles

Los hombres regalan libros y rosas a sus madres, mujeres, novias y amigas. Todas las mujeres lucen este día una rosa. Es algo realmente impresionante salir a la calle y ver tal espectáculo cívico. Los catalanes en el exterior recordamos mucho este día.

La celebración de la fiesta de la rosa en Sant Jordi se remonta al siglo XV en Barcelona, aunque, alrededor del mes de abril, en tiempos de los romanos ya se celebraba una fiesta floral dedicada a la diosa Flora.

Hay que recordar que San Jorge, Jordi, Geoges, Xopxe ... es patron de Catalunya, Aragón, Inglaterra, Etiopía. México, Grecia, Rusia, Portugal, Georgia, Bulgaria y ... San Jorge en Rivas, entre otros lugares

El Día del Libro se celebró por primera vez el 7 de octubre de 1926, en la librería Catalonia de Barcelona. La idea original fue del escritor valenciano afincado en Barcelona Vicent Clavel Andrés, que lo propuso en la Cámara Oficial del Libro de Barcelona. Poco después, en 1930, se cambió la fecha por el 23 de abril para conmemorar que ese mismo día murieron los escritores Miguel de Cervantes y William Shakespeare. Más adelante la fiesta se extendió a toda España y luego a todo el mundo. En 1995 la UNESCO declaró el dia 23 de abril Dia del libro y del derecho de autor.

(¿Murieron Cervantes y Shakespeare el mismo día? No. Aunque es frecuente ver escrito que ambos murieron el 23 de abril de 1616. Cervantes murió en realidad el 22 pero fue enterrado el 23. Hay que tener en cuenta que el 23 de abril de 1616 en Inglaterra, regido por el calendario juliano, tuvo lugar diez días después de que en España, regido por el gregoriano. Así pues, Cervantes murió diez días antes que Shakespeare).

La Epopeya de Sandino por un maestro de la crónica



Por Jorge Boccanera




La biografía escrita por el periodista Gregorio Selser, Sandino. General de hombres libres, que relata en forma excepcional la vida del líder nicaragüense que rechazó la ocupación de marines norteamericanos de su patria a inicios de 1930, tiene un raro privilegio: el de ser el primero de una extensa nómina de títulos y el de haberse convertido en un clásico desde su primera edición en Buenos Aires, en 1955.




que acaba de ser reeditado por el sello Peña Lillo/ Ediciones Continente, viene a llenar un espacio de desmemoria respecto a la figura de Selser –nacido en Buenos Aires en 1922 y fallecido en México en 1991- intelectual lúcido, pionero del periodismo de investigación y maestro de la crónica destacado en la indagación histórica del continente. 

El periodista argentino fue más allá del mero acopio de información, en un armado singular que cruza el relato, el testimonio, la anécdota, la entrevista y la historia, en un texto coral al que concurren voces que transmiten un tono que se desdobla en los eufemismos del discurso del afán expansionista y por otro lado un aliento de entrega y convicción.

Entre el periodismo y la narrativa, los resultados de su investigación exhaustiva brindan una trama, que resulta de un modo singular de clasificar la información: como si “abriera” cada dato para evidenciar mejor aquello que expone; se podría decir, entonces, que su estilo se resume en un ejercicio de asociar, de vincular y de contextualizar. 

Si bien la epopeya de Sandino (1895-1934) ocupa un breve lapso de tiempo en la historia latinoamericana -desde su alzamiento en 1926 con un puñado de hombres hasta su asesinato en 1934 a manos del jefe de la Guardia Nacional Somoza García, “Tacho”, el día que entra a Managua a firmar un acuerdo de paz- su lucha victoriosa rubricó para siempre su consigna incanjeable de “Patria y Libertad”.

Nacido en Niquinohomo (su padre se llamaba Gregorio, como Selser), el “General” pasó por distintos oficios, incluso fue operario petrolero en México, tierra de donde regresó a su país a fundar con 30 años de edad el Ejército Defensor de la Soberanía de Nicaragua y hacer frente nada menos que a las fuerzas de tierra, mar y aire de los Estados Unidos. 

Por las páginas de Sandino. General de hombres libres va ese “pequeño ejército loco” (como denominó la poeta Gabriela Mistral a las fuerzas nicaragüenses que resistieron la ocupación), que va generando admiración y apoyo entre las fuerzas democráticas latinoamericanas, tanto como de cierta prensa de Estados Unidos e incluso de algunos legisladores de ese país que no acuerdan con una guerra no declarada por su gobierno e impulsada por las compañías petroleras. 

Siempre apoyado en el marco socio político de la época, Selser relata con maestría el lapso en que el líder nicaragüense lleva la pelea a su terreno –la selva-, se convierte en el hombre más buscado por los marines norteamericanos (hubo incluso deserciones de soldados que se pasaron al bando de Sandino) y engrosa con campesinos su ejército; pero además distribuye sus ideas en proclamas que envía a líderes de otros países, se casa con la telegrafista Blanca Araúz y echa a los invasores en 1933. 

En una entrevista cuenta Selser –autodidacta y hombre que pasó por distintos oficios antes del periodismo en el diario La Prensa- que en su juventud desarmaba y armaba relojes, y al final le quedaban piezas que no encajaban; quizá un poco de ese ejercicio de relojería trasladó a su trabajo como investigador periodístico.

El autor desglosa los ejes de tal o cual asunto y muestra al lector el mecanismo interior de una diplomacia grosera, los engranajes de las multinacionales y, tras la carátula y el dial del aparato, una geopolítica pensada por estrategas militares; todo esto medio siglo antes de que apareciera WikiLeaks. 

Así, pone al descubierto la entretela de los discursos políticos, los pliegues ocultos de un accionar desembozado que se mueve entre un tono de advertencia y una acción hostil, esas intervenciones militares que Selser llama, sin tapujos, “la democracia a palos” y las “operaciones encubiertas”. 

Se refiere, justamente, a los intereses que se mueven entre bambalinas en esta biografía: ni más ni menos que los intereses de compañías petroleras –la Standard Oil de Estados Unidos y la holando-inglesa Royal Ducht Shell- que por esos años buscaban presionar al gobierno mexicano para lograr exención de impuestos y tierras con recursos a perpetuidad. 

El gobierno de Estados Unidos presionó al de México argumentando una supuesta pretensión de llevar el “comunismo” al istmo centroamericano, lo que le daba pie a proteger la seguridad de sus ciudadanos e intereses el istmo, por los medios que fuera, vigilando además puntos estratégicos como el Canal de Panamá y la Compañía de Tránsito interoceánico a través de Nicaragua.

En medio del humo y las ruinas de la guerra, flotan palabras camufladas, términos que se mueven con pasos de felino; son eufemismos que mal disimulan el afán de poder que Selser evidenció como una “variada gama de expresiones expansionistas, imperialistas, hegemonistas”. 

La extensa obra de Selser –a quien el lingüista Noam Chomsky calificó como un “individuo excepcional”- se completó entre otros títulos, con: El Guatemalazo, El Pequeño Ejército Loco, Nicaragua de Walter a Somoza, El Rapto de Panamá”, Reagan, de El Salvador a las Malvinas y Honduras, República Alquilada.

La vigencia de sus libros indica que se adelantó a su tiempo investigando temas que son de actualidad: la narco política, la manipulación de los medios monopólicos, el canal interoceánico, la restauración conservadora en Estados Unidos, el poder en manos de las multinacionales y la geopolítica impulsada tras bambalinas por estrategas militares.

Y aunque su modestia lo llevó a auto calificarse en el prólogo de uno de sus libros como mero “recopilador”, es sabido que también él era una especie de “pequeño ejército loco” trabajando codo a codo con su esposa Marta Ventura; el cronista que portaba un enorme portafolios lleno de papeles que recortaba y guardaba en bolsas, y trabajaba apenas munido de su máquina de escribir, libros, diarios, tijera y cola de pegar.

miércoles, 22 de abril de 2015

El chanchito con la margarita en el hocico. Una memoria de Eduardo Galeano



Ricardo Bada

13 ABRIL, 2015




Nos conocimos personalmente en Septiembre 1976, en un simposio sobre América Latina que se celebraba en Sprendlingen, Alemania, las vísperas de la feria del libro de Fráncfort de aquel año, feria que por primera vez en su larga historia iba a tener un centro de gravedad temático, el cual se enunciaba así: “Latinoamérica, un continente por descubrir”.

Gracias a esa invitación, Eduardo y Helena, su esposa, habían logrado escapar de la Argentina, donde él dirigía la redacción de la revista Crisis y estaba amenazado de muerte por la AAA, de lúgubre recuerdo. Lo dejó relatado en un texto de aquellos días:
“Suena el teléfono y pego un respingo. Miro el reloj. Nueve y media de la noche. ¿Atiendo, no atiendo? Atiendo. Es el comando José Rucci, de la Alianza Anticomunista Argentina.
— A ustedes los vamos a matar, hijos de puta.
— El horario de amenazas, señor, es de seis a ocho —contesto.
Cuelgo y me felicito. Estoy orgulloso de mí. Pero quiero levantarme y no puedo; tengo piernas de trapo”.

Habían logrado escapar de la trampa mortal que era Buenos Aires en aquellos tiempos de plomo, pero eso era todo. No tenían adónde ir. La invitación al simposio incluía asimismo la asistencia a la feria del libro en Fráncfort, que comenzaba dos días después, y ahí concluía el compromiso de los alemanes con él. En aquellas noches de Sprendlingen, durante las pausas y a renglón seguido de las ponencias y los debates, platicamos todo lo platicable acerca de la situación y las posibles salidas a ella.

Yo regresé a Colonia por un solo día (porque tenía entradas para un concierto de la orquesta del Concertgebouw, de Ámsterdam, dirigida por Bernard Haitink, en la Sala Beethoven de Bonn, justamente ese 15 de Septiembre que era el día–puente entre el simposio y la feria), y al volver a encontrarnos en Fráncfort les dije, a Helena y Eduardo, que lo había conversado con mi esposa y que cuando terminara la muestra podían venir conmigo a nuestra casa, podían hospedarse en ella hasta que encontraran una salida estable, laboral y domiciliar.

Así fue como llegaron a este apartamento y se quedaron en él casi un mes, compartiendo las primeras semanas de su exilio con mi familia. Nuestros tres hijos aún eran pequeños, estaban fascinados con ellos, y se dio además la circunstancia de que la mayor, Rebeca, cumplió en ese entonces sus 9 años, y Eduardo, que era un dibujante formidable, le regaló un poster pintado por él, felicitándola por su aniversario y firmándolo con su característico chanchito con una margarita en el hocico, bajo el cual podía verse a una chanchita en la misma tesitura y que firmaba Helena.

Poco después partieron rumbo a Barcelona, desde donde le ofrecían a Eduardo un puesto como asesor en Laia, el valeroso sello editorial de Alfonso Carlos Comín. Pero la relación se mantuvo porque en nuestra redacción de la Radio Deutsche Welle, y hasta que se estabilizase su situación en España, le habíamos pedido una colaboración regular; y así, semana tras semana, me iban llegando sus manuscritos mercenarios, siempre acompañados de una hojita aparte en la que nos enviaba recuerdos con el chanchito en mil y una variaciones que algún día habría que editar como se merecen.

Luego la vida hizo que nos encontrásemos un par de veces más. En el Congreso (que bauticé como Etílico) de la Lengua Española, en Las Palmas de Gran Canaria, Mayo/Junio 1979, donde Eduardo y Manuel Scorza eran los grandes agitadores, Juan Carlos Onetti el presidente invisible encerrado en su cuarto del hotel, y Juan Rulfo fumaba en algún rincón, con un vaso de whisky en la otra mano y siempre tratando de pasar desapercibido.

Otra vez fue un año más tarde, en el friísimo invierno de 1980, en Rotterdam, con ocasión del 4.º Tribunal Russell contra la opresión a los pueblos indígenas en América. En una de las pausas, de repente, me preguntó si Delft quedaba cerca de Rotterdam, y cuando le dije que todo lo más un ¼ de hora en tren, enseguida quiso que fuésemos allá, quería conocer la ciudad de Vermeer y, de ser todavía posible, ver en vivo la famosa vista que pintó su más famoso hijo. “La ciudad sí te la enseño, Eduardo, pero para aquella vista tendrás que seguir conformándote con el cuadro”, le dije, mientras tiritábamos en la estación esperando el tren.

Hubo un encuentro más, años después, de nuevo en la feria del libro de Fráncfort, y el último lo tuvimos el 8 de enero del 2002 en el Café Brasileiro de Montevideo, donde era parroquiano de toda la vida y se citaba con los amigos. Estaban también mi esposa y Helena, recordamos aquellos días que pasaron en nuestra casa, y nos despedimos con una de las bromas que solía gastarles siempre a costa de que Helena hacía hincapié en que su nombre se escribía con H, no era el Elena español. La broma fue que les entregué un ejemplar de un libro mío recién publicado, y al abrirlo y ver la dedicatoria, “Para Elena…”, Helena puso el grito en el cielo, pero Eduardo la calmó:“Seguí leyendo”. La dedicatoria completa decía “Para Elena y Heduardo, y así queda todo en la familia”.

A sabiendas de que no he dedicado una sola palabra acerca de la obra de Eduardo. De ella es de la que con toda seguridad hablará todo el mundo, y con mejores plumas. Sólo quisiera decir, eso sí, que me siento súper orgulloso de haber sido su amigo y de que me dedicase su agradecimiento expreso por un texto del Inca Garcilaso que le descubrí para el primer volumen de su Memoria del fuego. Y además deseo añadir un homenaje que no me será posible rendírselo a mucha gente. Cuando me envió, dedicado, un ejemplar de su única novela, La canción de nosotros, después de leerla le escribí una carta implacable en que la destripaba, y él me contestó a vuelta de correo: “Escribir lo que me has escrito es algo que sólo puede hacerlo un buen amigo”. Lo que siempre fuimos, a pesar de aquella carta. Eso sí, de las docenas que recibí de él, esa fue la única que no firmó con su chanchito con la margarita en el hocico. Eduardo no se lo quería creer, hasta que se lo demostré con un facsímil.



Ricardo Bada
Escritor y periodista, residente en Alemania desde 1963. Editor en ese país de la obra periodística de García Márquez y los libros de viaje de Cela, y autor de Don Enrique, la única antología integral en castellano de la obra de Heinrich Böll.

Tomado de: http://www.nexos.com.mx/?p=24648, y publicado aquí con la autorización de su autor.

GALEANO: NICARAGUA, ÉTICA Y DIGNIDAD



El martes 14 de abril muchos nicaragüenses nos levantamos anonadados, al saber que dos grandes escritores, el alemán Günter Grass, y el uruguayo Eduardo Galeano, habían fallecido el día anterior lunes 13 de abril de este 2015. Günter Grass, premios Nobel y Príncipe de Asturias en 1999, años antes había estado en Nicaragua expresando una solidaridad tan sencilla y fraterna, que parecía imposible que tras su espeso bigote se camuflaran para el futuro tan sendos premios. Hoy, su inolvidable “Tambor de Hojalata” se escucha en el mundo. Es un redoble fúnebre, que como las campanas de Hemingway parecen repicar por él y por nosotros.

Eduardo me toca más de cerca por diversas y parecidas razones en las que Cuba y Nicaragua nos unieron y nos unen. Por ejemplo ese prurito de no callar ni mentir ante la realidad, ni aceptar la distorsión de los auténticos ideales revolucionarios. Sobre Cuba escribió: “Yo soy uno más de los que creemos que se puede quererla sin mentir ni callar.” Y sobre este nuestro país, que tanto amó, la frase más lapidaria y justa que he leído, la dedicó a quienes hoy pretenden, disfrazados de sandinistas, usufructuar el sacrificio de los que sí murieron por la patria: “Tiempo de derrumbamiento y perplejidad, tiempo de grandes dudas y certezas chiquitas. Pero quizá no sea tan chiquita esta certeza cuando nacen desde adentro, cuando crecen desde abajo los grandes procesos de cambio no terminan en su lado jodido. Nicaragua, pongamos por caso, que viene de una década de asombrosa grandeza, ¿podrá olvidar lo que aprendió en materia de dignidad y democracia? ¿Termina el sandinismo en algunos dirigentes que no han sabido estar a la altura de su propia gesta, y se han quedado con autos y casas y otros bienes públicos? Seguramente el sandinismo es bastante más que esos sandinistas que habían sido capaces de perder la vida en la guerra y en la paz no han sido capaces de perder las cosas.”

Estas referencias de Galeano a Cuba y Nicaragua se encuentran en un artículo, “A pesar de los pesares” (probablemente escrito a finales de 1991 y, con toda seguridad, publicado el 31/03/92 en “El País”, España), y éste a su vez en el libro “SER COMO ELLOS y otros artículos”, Siglo XXI de España, 1992, y en la edición de bolsillo del 2006. Pero lo que más me apasiona de su referencia a Nicaragua, es la diferenciación filosófica que Galeano establece entre vida, que representa sacrificio, espiritualidad, dignidad, veracidad, heroicidad y llegar hasta las últimas consecuencias para no dilapidar ese tesoro moral y ético que es todo lo anterior, y cosas como sinónimo de lo puramente material, codicia, arrogancia, poder, tiranía otra vez, nepotismo, perpetuación y corrupción. Todos sabemos que a estas alturas, dentro del seudo-sandinismo, no se trata de únicamente no perder las cosas, sino de acaparar más cosas, en nombre de una Nicaragua Cristiana, porque en ellas proliferan los judas; Socialista, porque ejército y policía han sido ”socializados” para apoyar de cualquier manera la monarquía; y Solidaria, en la medida que solidaridad signifique promiscuidad. Por eso estamos, como dice Galeano, en un “Tiempo de derrumbamiento y perplejidad”.

Me pregunto si a esta partida de Eduardo Galeano se le puede llamar “fallecimiento”, y me encuentro con la respuesta de que toda su obra es vida, en el sentido que le he dado aquí a esa fundamentación moral y ética de la existencia, que él como nadie supo hacer. Su vida y su obra. Helena Villagra, su vida, y él mismo su propia obra. Por las venas abiertas de Eduardo Galeano, siempre fluirá la sangre de toda América Latina.



LUIS ROCHA





“Extremadura”, Masatepe, 18-04-15.

sábado, 18 de abril de 2015

A pesar de los pesares



América Latina ya no es una amenaza. Por tanto, ha dejado de existir. Rara vez las fábricas universales de opinión pública se dignan echarnos alguna ojeada. Y sin embargo Cuba, que tampoco amenaza a nadie, es todavía una obsesión universal.No le perdonan que siga estando, que maltrecha y todo siga siendo. Esa islita sometida a feroz estado de sitio, condenada al exterminio por hambre, se niega a dar el brazo a torcer. ¿Por dignidad nacional? No, no, nos explican los entendidos: por vocación suicida. Con la pala en alto, los enterradores esperan. Tanta demora los irrita. Al este de Europa han hecho un trabajo rápido y total, contratados por los propios cadáveres, y ahora están ansiosos por arrojar tierra sin flores sobre esta porfiada dictadura roja que se niega a aceptar su destino. Los enterradores ya tienen preparada la maldición fúnebre. No para decir que la revolución cubana ha muerto de muerte matada: para decir que ha muerto porque morir quería.

Entre los más impacientes, entre los más furiosos, están los arrepentidos. Ayer han confundido al estalinismo con el socialismo y hoy tienen huellas que borrar, un pasado que expiar: las mentiras que dijeron, las verdades que callaron. En el nuevo orden mundial, los burócratas se hacen empresarios y los censores se vuelven campeones de la libertad de expresión.

Nunca he confundido a Cuba con el paraíso. ¿Por qué voy a confundirla, ahora, con el infierno?

Yo soy uno más entre los que creemos que se puede quererla sin mentir ni callar.

El bloqueo de Haití, anunciado con bombos y platillos en nombre de la democracia herida, fue un fugaz espectáculo. No duró nada. Terminó mucho antes del regreso de Aristide. No podía durar: en democracia o en dictadura, hay 50 empresas norteamericanas que sacan el jugo a esa mano de obra baratísima.

En cambio, el bloqueo contra Cuba se ha multiplicado con los años. ¿Un asunto bilateral? Así dicen; pero nadie ignora que el bloqueo norteamericano implica, hoy por hoy, el bloqueo universal. A Cuba se le niega el pan y la sal y todo lo demás. Y también implica, aun que lo ignoren muchos, la negación del derecho a la autodeterminación.

El cerco asfixiante tendido en torno a Cuba es una forma de intervención, la más feroz, la más eficaz, en sus asuntos internos. Genera desesperación, estimula la represión, desalienta la libertad. Bien lo saben los bloqueadores.

Ya no hay Unión Soviética. Ya no se puede cambiar, a precios justos azúcar por petróleo.

Cuba queda condenada al desamparo. El bloqueo multiplica el canibalismo de un mercado internacional que paga nada y cobra todo. Acorralada, Cuba apuesta al turismo. Y se corre el peligro de que resulte peor el remedio que la enfermedad.

Cotidiana contradicción: los turistas extranjeros disfrutan de una isla dentro de la isla, donde para ellos hay lo que para los cubanos falta. Se reabren viejas heridas de la memoria. Hay bronca popular, bronca justa, en esta patria que había sido colonia, y había sido putero, y había sido garito.

Penosa situación, sin duda; que por ser cubana, se mira con lupa. Pero ¿quién puede tirar la primera piedra? ¿No se consideran normales, en toda América Latina, los privilegios del turismo extranjero? Y, peor, ¿no se considera normal la sistemática guerra contra los pobres, desde el mortal muro que separa a los que tienen hambre de los que tienen miedo?

¿En Cuba hay privilegios? ¿Privilegios del turismo y también, en cierta medida, privilegios del poder? Sin duda. Pero el hecho es que no existe sociedad más igualitaria en América. Se reparte la pobreza: no hay leche, es verdad, pero la leche no falta a los niños ni a los viejos. La comida es poca, y no hay jabones, y el bloqueo no explica por arte de magia todas las escaseces; pero en plena crisis sigue habiendo escuelas y hospitales para todos, lo que no resulta fácil de imaginar en un continente donde tantísima gente no tiene otro maestro que la calle, ni más médico que la muerte.

La pobreza se reparte, digo, y se comparte: Cuba sigue siendo el país más solidario del mundo. Recientemente, por poner un ejemplo, Cuba fue el único país que abrió las puertas a los haitianos fugitivos del hambre y de la dictadura militar, que en cambio fueron expulsados de Estados Unidos.

Tiempo de derrumbamiento y perplejidad; tiempo de grandes dudas y certezas chiquitas.

Pero quizá no sea tan chiquita esta certeza: cuando nacen desde adentro, cuando crecen desde abajo, los grandes procesos de cambio no terminan en su lado jodido.

Nicaragua, pongamos por caso, que viene de una década de asombrosa grandeza, ¿podrá olvidar lo que aprendió en materia de dignidad y justicia y democracia? ¿Termina el sandinismo en algunos dirigentes que no han sabido estar a la altura de su propia gesta, y se han quedado con autos y casas y otros bienes públicos? Seguramente el sandinismo es bastante más que esos sandinistas que habían sido capaces de perder la vida en la guerra y en la paz no han sido capaces de perder las cosas.

La revolución cubana vive una creciente tensión entre las energías de cambio que ella contiene y sus petrificadas estructuras de poder.

Los jóvenes, y no sólo los jóvenes, exigen más democracia. No un modelo impuesto desde afuera, prefabricado por quienes desprestigian a la democracia usándola como coartada de la injusticia social y la humillación nacional. La expresión real, no formal, de la voluntad popular, quiere encontrar su propio camino. A la cubana. Desde adentro, desde abajo.

Pero la liberación plena de esas energías de cambio no parece posible mientras Cuba continúe sometida a estado de sitio. El acoso exterior alimenta las peores tendencias del poder: las que interpretan toda contradicción como un posible acto de conspiración, y no como la simple prueba de que está viva la vida.

Se juzga a Cuba como si no estuviera padeciendo, desde hace más de 30 años, una continua situación de emergencia. Astuto enemigo, sin duda, que condena las consecuencias de sus propios actos.

Yo estoy contra la pena de muerte. En cualquier lugar. En Cuba, también. Pero ¿se pueden repudiar los fusilamientos en Cuba sin repudiar, a la vez, el cerco que niega a Cuba la libertad de elegir y la obliga a vivir en vilo?

Sí, se puede. Al fin y al cabo, a Cuba le dictan cursos de derechos humanos quienes silban y miran para otro lado cuando la pena de muerte se aplica en otros lugares de América. Y no se aplica de vez en cuando, sino de manera sistemática: achicharrando negros en las sillas eléctricas de Estados Unidos, masacrando indios en las sierras de Guatemala, acribillando niños en las calles de Brasil.

Y por lamentables que hayan sido los fusilamientos en Cuba, al fin y al cabo, ¿deja por ellos de ser admirable la porfiada valentía de esta isla minúscula, condenada a la soledad, en un mundo donde el servilismo es alta virtud o prueba de talento? ¿Un mundo. donde quien no se vende se alquila?

Eduardo Galeano es escritor uruguayo.

Eduardo Galeano




por Rubén Blades

Le conocí a través de la lectura de sus obras. Me pareció un escritor sólido, con una nueva perspectiva de la historia, un romántico en una era en la que el cinismo crece cuando vemos que la gente parece no estar dispuesta a cambiar, con hechos, lo que critica con palabras. Honesto en su posición como intelectual y valiente en su auto-crítica. Sus análisis y artículos de opinión lograron ilustrar -y también molestar- a corrientes de derechas e izquierdas, y eso de alguna manera resulta una prueba de su objetividad, una cualidad sorprendente en un medio tan intrínsecamente subjetivo como lo es el periodismo, no importa cuanto se discuta lo contrario.
Galeano fue un cronista de América, y más que político, su argumento siempre me pareció sustentado en una identificación con el ser humano y no con doctrinas ideológicas. "Memorias de Fuego" enaltece nuestro presente, recordando un pasado lleno de imágenes e historias que aunque parezcan cuentos, fueron reales. La ternura de muchas escenas, la terrible realidad que a veces es descrita, el orgullo que inspiran hechos de heroísmo y de ingenio, la cruda descripción de injusticias y de corrupciones, la ausencia de juicios viciados por el panfleto, todo contribuye a crear una visión de la vida americana que no se fundamenta en posturas políticas, ni en nacionalismos mal entendidos y peor aplicados. Galeano escribió acerca de UNA América, de la gente que ha vivido, vive y que continuara viviendo su búsqueda constante, envueltos, iluminados y enredados, tratando de hallarle sentido a una existencia cuya explicación al final posiblemente solo dependerá de nuestros actos y sus resultados. Cada libro rebosa anécdotas describiendo la magia del entorno contradictorio que en nuestras tierras define la posibilidad de nuestras vidas. Me sorprendía constantemente, aún después de que la edad me hiciera difícil las sorpresas y esa es una de las cosas por las que le estaré siempre infinitamente agradecido.
Lamento no haber podido conversar con él alguna vez, y lamento que no tengamos la posibilidad de leer nuevas obras de su autoría. Independientemente de banderías políticas, Eduardo Galeano fue un escritor que provocaba leerlo, perspicaz, lapidario, erudito. Otro más de los indispensables que se nos muda al "otro barrio", un lugar que cada vez se va nutriendo mas de la clase de gente que aun necesitamos por acá, en este "Sub-D" de abuelas y dictadores, de santos y pecadores, alucinado y glorioso.

Rubén Blades
13 de Abril, 2015

ASOCIACIÓN CULTURAL SAN RAFAEL DEL SUR ASISTE A PRESENTACIÓN DE LIBRO “MATAGALPA Y SUS GENTES” DEL HISTORIADOR NORTEÑO EDDY KÜHL EN “AUDITORIUM PABLO ANTONIO CUADRA “ DE HISPAMER



El miércoles 15 de los corrientes en un acto de cultura que comenzó a las 6.30 PM con un lleno total, se presentó en Managua, en el “Auditorium Pablo Antonio Cuadra” de Hispamer, el libro de historia “MATAGALPA Y SUS GENTES” del historiador Eddy Kühl Arauz (1940) miembro de la Academia de Geografía y de Historia de Nicaragua.


La presentación del libro estuvo a cargo de los intelectuales Douglas Stuart Howey, antropólogo y ex Director del Instituto Eliseo Picado de Matagalpa en donde estudió parte de la secundaria Carlos Fonseca, Poeta y escritora matagalpina Marianela Corriols y la doctora María Elsa Vogel quienes desde distintos ángulos comentaron el valor literario, histórico y contenido social de la obra. El libro en sus 512 páginas está compuesto de cuatro partes: 1 Datos históricos de Matagalpa; 2 La migración extranjera en Matagalpa; 3 Anécdotas y leyendas de Matagalpa y 4 Familias de Matagalpa, las que explicó breve y amenamente el escritor como es todo el contenido de dicha obra.



Entre la selecta concurrencia intelectual al evento, se contó con la presencia de numerosos miembros de la Academia de Geografía y de Historia de Nicaragua fundada en 1934, de la Academia de la Lengua y demás personalidades del mundo cultural de Nicaragua. Podemos señalar al Dr. Alejandro Serrano Caldera y señora, ex Alcalde de Managua Dionisio Marenco, historiador Roberto Sánchez Ramírez y un grupo numeroso de reconocidos intelectuales y artistas nicaragüenses que sería largo de mencionar.



El Dr. Manuel Gutiérrez Hurtado Presidente de nuestra Asociación y señora representó en el evento a nuestra naciente institución cultural y al departir en la recepción posterior informó a algunos asistentes interesados sobre el tema los objetivos, organización y actividades que nos hemos propuesto realizar como institución promotora de la cultura en San Rafael del Sur y resto del país. El historiador y escritor Eddy Kühl expresó su deseo de colaborar en el futuro con nuestra asociación de cultura.

LA SANDÍA



Cual si de pronto se entreabriera el día

despidiendo una intensa llamarada,

por el acero fúlgido rasgada

mostró su carne roja la sandía.



Carmín incandescente parecía

la larga y deslumbrante cuchillada,

como boca encendida y desatada

en frescos borbotones de alegría.



Tajada tras tajada, señalando

las fue el hábil cuchillo separando,

vivas a la ilusión como ningunas.



Las separó la mano de repente,

y de improviso decoró la fuente

un círculo de rojas medias lunas.

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(Salvador Rueda, España)

lunes, 13 de abril de 2015


En Panamá el Imperialismo sufrió una descomunal paliza



por Carlos Aznárez


(Resumen Latinoamericano)




Para Míster Obama la Cumbre panameña se transformó en un abismo. O en otras palabras: el tiro le salió por la culata. Dentro de su estilo prepotente habitual el Imperio supuso que amenazando a Venezuela, el resto de los países se sometería a su mandato y como estuvo ocurriendo durante décadas (cuando se imponía la doctrina del “patio trasero”) aceptarían sin chistar la reconvención de Washington. Ocurrió todo lo contrario y si faltaba poner la guinda en la torta, Panamá fue el escenario que dejó las cosas bien en claro.





Latinoamérica y el Caribe sermonearon otra vez al Tío Sam, lo pusieron en evidencia como no ocurría desde el 2005 en Mar del Plata, cuando ese Comandante Eterno de los condenados de la tierra, le gritó a Bush en pleno rostro, que al ALCA se lo meta donde le quepa.


Sin embargo, esta victoria de los pueblos en la Cumbre panameña adquiere incluso mayor importancia, ya que se produce precisamente en un momento de peligrosa ofensiva estadounidense sobre el continente. Al mismo tiempo que la IV Flota navega en nuestros ríos, las bases militares pululan por donde se mire, y los planes de injerencia abundan en nuestros países con forma de buitres, escuchas telefónicas, espionaje de alto nivel, y maniobras militares encubiertas. A pesar de ello, o mejor dicho, en función de enfrentar estas acechanzas, algunos gobiernos y pueblos concurrieron a Panamá con discursos y acciones de una dignidad apabullante.





La presencia de Raúl Castro con sus 56 años de Revolución Socialista en la mochila, sentándose nuevamente a una mesa de la que Cuba se retirara hace 35 años, y mostrando que el tiempo no pasa para quienes mantienen en alto los principios, se convirtió en el momento de mayor contenido antiimperialista. Un Raúl (y un Fidel allá en la Isla) enfrentando muy diplomáticamente a un Obama empequeñecido. Desde la otra punta de la mesa, tuvo que escuchar en cuerpo presente (aún no se había fugado) que el bloqueo criminal por él impulsado, sigue causando dolor y muerte al pueblo cubano, que ya es hora de que se levante sin condiciones y que además devuelvan, los piratas de la barra y las estrellas, ese territorio usurpado llamado Guantánamo. Pero sobre todo, el presidente cubano reiteró (en el discurso más aplaudido de la Cumbre) su defensa irrestricta de la agredida Venezuela, arrojando por la borda esas falaces dudas de que en base a la doctrina yanqui del “garrote y la zanahoria”, creada indudablemente para dividir a los pueblos, Cuba iba a dar un paso al costado en su rebeldía. No conocen quienes así piensan, lo que siempre ha significado para el gobierno y el pueblo cubano la solidaridad internacionalista y militante.





En este mismo terreno reconfortó a propios y extraños volver a comprobar el nivel de concientización política y humana que mostraron los componentes de la delegación cubana asumiendo como propia la representación de todos los que no tuvieron posibilidades de participar en la Cumbre. Diciendo con voz clara y precisa que con los mercenarios y cómplices del terrorismo anti-cubano no se podía ni se debía dialogar.


Hacía décadas que Cuba no actuaba en estos tinglados montados con felonía por la OEA y gratificó comprobar que los jóvenes cubanos tienen la Revolución a flor de labio y no se dejan amedrentar por triquiñuelas burocráticas. Detrás de ellos, unidos como en una piña, los integrantes de la delegación venezolana también pusieron a parir a los que pretendían hacer una Cumbre cariñosa con la derecha regional.





Fue un lujo también escuchar en el encuentro de presidentes a un Nicolás Maduro que no dejó nada sin decir, que se “encabronó” para reclamarle a Obama que saque sus narices de la política interna venezolana, recordándole que 14 millones de firmas exigiendo que "anule el decreto ya” no son pocas razones para demostrarle que sus amenazas han caído en el ridículo, que deje de actuar como un referente de la oposición escuálida y que atienda las miserias generadas por el capitalismo en su propio país.


Un Rafael Correa que no quiso dejar pasar la ocasión para espetarle a Obama que “nuestros pueblos nunca más aceptarán la tutela, la injerencia, ni la intervención” y que "llegó la hora de la segunda y definitiva independencia" de América Latina.


Un Evo Morales, que de manera inhabitual en él prefirió leer su discurso precisamente para no olvidarse ningún punto ni ninguna coma en el relato de tropelías cometidas por los Estados Unidos contra el Tercer Mundo. “Deje de usar el miedo, las políticas de terror, los condicionamientos de toda naturaleza, deje de comportarse como imperio”, sentenció el líder indígena boliviano.





Frente a este embate conjunto de presidentes que representan a sus pueblos, Obama prefirió retirar su cuerpo de la mesa y no escuchar las verdades que le arrojaban como dardos. Fue tan burdo en su descortesía protocolar que la propia presidenta Cristina Kirchner ironizó sobre el tema, señalando: “No sé si estará presente el presidente Obama o si se habrá retirado, no alcanzo a ver, tendría que ponerme los anteojos y no tengo ganas, no está. No importa, alguien se lo contará”.





Pero si faltaba algo, la estocada más filosa contra el discurso imperial sobrevino en ese ámbito de la diplomacia de los pueblos que fue la Cumbre paralela llevada a cabo en el Paraninfo de la Universidad panameña. Allí donde se recordó con memoria fértil y no poco dolor a las miles de víctimas del bombardeo e invasión norteamericana de 1989, a los que también homenajeó el presidente Maduro concurriendo junto con familiares y militantes panameños al histórico y combativo barrio de Los Chorrillos.


La Cumbre de los Pueblos fue el escenario real de lo que ocurre en el continente. Allí se habló de independencia, de soberanía, de luchas contra la megamineria y los agrotóxicos, de la maldad que significa el bloqueo de cinco décadas a Cuba o el sojuzgamiento imperial a Puerto Rico.


También se pudo escuchar, ya más en familia, a Evo, Correa, Maduro, compartiendo en un ida y vuelta sin pelos en la lengua, lo importante que había resultado esta Cumbre para propinarle una descomunal paliza a los señores de Washington. Por supuesto que aquí sí hubo declaración final de fuerte contenido antiimperialista y por la paz, lo que lamentablemente no ocurrió en la Cumbre oficial por maniobras concesivas con el Imperio, que indudablemente, de haberse producido iba a salir doblemente magullado.





Lo dicho, Obama y su representación de un Imperio que no es invencible, quedaron patéticamente expuestos en Panamá. Podrán inventarse todas las teorías y mentiras que deseen (para eso siempre cuentan con los medios corporativos que cubrieron la Cumbre al gusto de sus amos), intentarán incluso autoconvencerse de que son ciertos sus propias palabras, de que “las relación EEUU-Latinoamérica es la mejor en décadas”, pero no engañan a nadie. Más aún: seguramente en los próximos meses se profundizarán las iniciativas de acercamiento con Cuba e inclusive con Venezuela, producto del cambio de tácticas del Imperio frente a estas palizas que está sufriendo en la batalla de ideas, más la bronca movilizada de nuestros pueblos.


Obama y sus muchachos intentarán minimizar las averías sufridas en su vehículo blindado (y artillado) en el choque contra el rejuvenecido tren latinoamericano, pero los hechos hablan más que las palabras. Esta vez perdieron, digan lo que digan. Ahora falta ir con todo hacia adelante para que levanten el bloqueo a Cuba y anulen el decreto amenazador contra Venezuela. Es lo que nos deben entre tantas agresiones producidas.


Por otra parte, la alegría de hoy no significa que haya que bajar la guardia: el Imperio y el capitalismo son perversos por definición y volverán a pasar al ataque, pero repito: objetivamente Panamá se convirtió coyunturalmente en la tumba de su prepotencia y del discurso injerencista. Por segunda vez en estos últimos diez años, se le pudo decir al Imperio que “América se respeta”, y eso no es poca cosa.


Un párrafo final para la movilización popular latinoamericana que acompañó esta patriada: allí están las numerosas Tribunas Antiimperialistas que se realizaron en varios países en coincidencia con el evento panameño. En Brasil, en El Salvador, en México, y hasta en Europa. O aquí nomás, este pasado viernes en Buenos Aires, donde diversas organizaciones populares argentinas acamparon durante horas frente a la embajada yanqui, repudiaron al Imperio USA y al británico, se solidarizaron con Venezuela Bolivariana y Cuba, y entre gritos y consignas le prendieron fuego a una bandera norteamericana, simbolizando en ese gesto toda la descomunal bronca que suscita el accionar de Obama y sus acólitos.

CULMINÓ UNA CUMBRE HISTÓRICA América Latina y el Caribe exigen a EEUU respetar soberanía de los pueblos



Caracas , 11 Abr. AVN.- Durante sus intervenciones en la VII Cumbre de las Américas, realizada en Panamá, países de la región latinoamericana y caribeña, como Brasil, Argentina, Nicaragua, Bolivia y Trinidad y Tobago exigieron al Gobierno de Estados Unidos respetar la soberanía de los pueblos, así como también condenaron la orden ejecutiva emitida por el presidente estadounidense, Barack Obama, en la que declara a Venezuela como una "amenaza" para su seguridad nacional y política exterior.

En su intervención, el presidente de Ecuador, Rafael Correa, ratificó que la orden ejecutiva contra Venezuela viola el derecho internacional, particularmente el articulo 3 de la Carta de la Organización de Estados Américanos (OEA).

"La respuesta de la región ha sido contundente, rechazando la orden ejecutiva y pidiendo su retiro. Nuestros pueblos nunca más aceptarán la tutela, la injerencia y la intervención, su memoria está lacerada por los abusos y la violencia del pasado", expresó.

Correa manifestó que tal como lo ha hecho recientemente con Venezuela, el Gobierno de EEUU continúa con ilegales intervenciones a América Latina, por lo que señaló que la región se encuentra frente al más importante escenario: la segunda independencia, la definitiva.

"Llegó la hora de la segunda y definitivamente independencia para nuestra América", recalcó en esta cumbre a la que asistieron 35 naciones del continente.

Contra las naciones progresistas

Al participar en esta plenaria, la presidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, cuestionó las agresiones y presiones del imperio norteamericano en contra de naciones progresistas de América Latina.

"¿Por qué se combate y se tilda de populista a los Gobiernos de América del Sur que tienen los mayores logros en materia de derechos humanos? y ¿por qué se apoya aquellos Gobiernos que plantean políticas neoliberales y excluyen a los ciudadanos?", cuestionó.

Rechazó y exigió la derogación del decreto ejecutivo firmado por el presidente Barack Obama en contra Venezuela.

"Cuando escuché la noticia de la firma de un decreto en donde se declara a la hermana República Bolivariana de Venezuela como una amenaza para la seguridad de Estados Unidos de Norteamericana, dije que debe haber un error (...), lo primero que hice fue reírme porque resulta absolutamente inverosímil, casi rayando en lo ridículo, no solamente que Venezuela sea una amenaza, sino cualquier país de nuestro continente pueda resultar una amenaza para la mayor potencia del mundo", señaló ante la sesión, que había sido abandonada por el mandatario norteamericano.

La Presidenta argentina advirtió sobre la puesta en marcha de nuevos tipos de intervención, llamados "golpes suaves" , "que utilizan medios de comunicación internacionales, que son más sutiles y más sofisticados, pero no por eso no dejan de tener intervenciones, que vienen organizaciones no gubernamentales (ONG), que nadie sabe quien financia, y que curiosamente trabajan para aquellos gobiernos que más han hecho por la desestabilización social".

Contra el decreto ejecutivo de Estados Unidos sobre Venezuela, también expresaron su rechazo El Salvador, San Vicente y las Granadinas y Antigua y Barbuda.

Asimismo, el presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, manifestó que el decreto norteamericano sobre la nación bolivariana rompió el consenso que llevaría a una declaración final en la VII Cumbre de las Américas.

"Quién provoca? EEUU, ¿Quién le hace daño a esta cumbre? EEUU, ¿Por qué no hay declaración de la cumbre? por EEUU (...) ¿Quién le hace daño a esta cumbre? EEUU, el tema político, y ¿donde está el corazón del tema político? en el decreto y entonces este decreto lo que vino fue a matar la posibilidad de una resolución", lamentó Ortega.

Añadió que el decreto de Obama contra la soberanía de Venezuela representa un golpe para toda América.

Sin declaración final

Por su parte, el presidente boliviano, Evo Morales, lamentó que en esta cumbre no se haya logrado una declaración final entre las 35 naciones que participaron en el encuentro, por la negativa del gobierno de Estados Unidos a firmar un documento que expone nuevas propuestas para el desarrollo de las naciones de América y el Caribe con la unión de esfuerzos.

"No es posible que el Gobierno de Estados Unidos deje a este encuentro sin una resolución porque no aceptan, por ejemplo, la transferencia de tecnología sin condicionamientos para los países de menor grado en desarrollo científico de nuestra América", criticó.

Asimismo, denunció que el mandatario estadounidense tampoco estuvo de acuerdo con el respeto de principios y de responsabilidades comunes para combatir el cambio climático.

El reconocimiento de la salud como un derecho humano fundamental para los pueblos, también fue otro punto por el que Barack Obama se negó a firmar la resolución final de la Cumbre de las Américas.

Morales indicó que el gobierno norteamericano, igualmente, se opuso a garantizar "el acceso amplio, seguro y confiable a las nuevas tecnologías de información y comunicación, respetando el derecho a la privacidad".

Sobre este punto, el presidente de Cuba, Raúl Castro, durante su intervención en la Cumbre, coincidió con Morales y recalcó que es necesario que se democratice en toda la región el acceso a las tecnologías y a Internet.

"No puede aceptarse que menos de una decena de emporios, principalmente norteamericanos, determinen lo que se lee, ve o escucha en el planeta. Internet debe tener una gobernanza internacional, democrática y participativa, en especial en la generación de contenidos. Es inaceptable la militarización del ciberespacio y el empleo encubierto e ilegal de sistemas informáticos para agredir a otros Estados. No dejaremos que se nos deslumbre ni colonice otra vez", resaltó el mandatario cubano.

Entretanto, Morales lamentó que Estados Unidos y Canadá rechazaran el apoyo dado a Venezuela por las otras 33 naciones que participaron en la Cumbre, ante el decreto emitido en marzo pasado por la Casa Blanca que atenta contra la soberanía de la nación bolivariana.

Esta es la segunda vez, luego de la Cumbre realizada en 2012 en Cartagena, Colombia, que la Cumbre de las Américas culmina sin una declaración final, pues solamente habrá una declaración "institucional" que formulará el propio presidente panameño, Juan Carlos Valera.

33 de los 35 países del hemisferio

De igual forma, en esta cumbre la primera ministra de Trinidad y Tobago, Kamla Persad-Bissessar, pidió la derogatoria del decreto contra Venezuela que ha sido rechazado por 33 de los 35 naciones presentes en la Cumbre de las Américas, siendo las únicas excepciones a esa postura en el hemisferio Estados Unidos y Canadá.

Solicitó que "colectivamente alcemos nuevamente nuestras voces individualmente como naciones de la región contra esta orden ejecutiva. Estamos con usted por su soberanía, su autodeterminación y el derecho a que su pueblo sea regido como ellos quieran y pido a todos aquí que hagamos lo que nos toca hacer en este momento, hagamos lo posible para que se elimine esta orden".

Como aporte en la cumbre, Persad-Bissessar ofreció a Trinidad y Tobago como un nuevo espacio para la secretaría del Tratado de Armas, con el propósito de luchar por la seguridad de los pueblo de la región, por lo que exhortó a todos los países presentes a considerar este importante ofrecimiento.

Con respecto a la participación de Cuba, por primera vez de Cuba en esta cumbre, dijo: "Me parece que estamos bendecidos por ser testigos de un momento histórico como este. La invitación de nuestro colega, el presidente Raúl Castro por primera vez, es algo que los que estamos aquí en la mesa hemos abogado por esa causa, esa causa de Cuba para que sea admitida a la familia de la Cumbre de las Áméricas. La presencia de Cuba aquí es testimonio de un hecho que no solamente hemos pasado como una página importante en los libros de nuestra historia, sino que también es la importancia del diálogo".

Durante sus intervenciones en esta cumbre, los presidentes de Guatemala, Otto Pérez Molina; de Honduras, Juan Orlando Hernández, y de Perú, Ollanta Humala, celebraron el restablecimiento de relaciones entre Cuba y Estados Unidos.

"Es un paso importante hacia un cambio importante para las relaciones en nuestra América", expresó el presidente de Guatemala.





AVN 11/04/2015

Venezuela exige al Gobierno de EEUU respeto a la libre autodeterminación de los pueblos



Caracas, 11 Abr. AVN.- El presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro, exigió este sábadp al Gobierno de Estados Unidos cesar su política de injerencia y, por consiguiente, respetar los principios de justicia, del derecho internacional y de la libre determinación de los pueblos, establecidos en la Carta de las Naciones Unidas.

Durante su intervención en la Cumbre de las Américas, celebrado en Panamá y en el que participan 35 jefes de Estados y de Gobierno del hemisferio, el mandatario venezolano demandó a su par estadounidense, Barack Obama, seguir cuatro líneas dirigidas a restablecer las relaciones entre ambas naciones.

En primer lugar, reconocer la independencia y soberanía de Venezuela y la Revolución Bolivariana y socialista; en segundo, derogar la Orden Ejecutiva firmada por Obama el pasado 9 de marzo y en la que se señala a Venezuela como "una amenaza inusual y extraordinaria" para la seguridad del país del norte y con lo que pretende socavar la independencia, soberanía y autodeterminación del país latinoamericano.

El jefe de Estado venezolano indicó que dicha derogación debe hacerse por la vía diplomática y así "quitar la amenaza" que se cierne contra Venezuela y su pueblo.

El tercer punto -indicó Maduro- tiene que ver con la necesidad de que el Gobierno de Barack Obama desmonte la maquinaria de guerra psicológica, política, económica y militar activada, con el apoyo de agentes internos, en Venezuela, y cuyo fin es acabar con el proyecto revolucionario venezolano y con los logros sociales alcanzados en los últimos 16 años.

Maduro denunció que esa guerra se ha puesto en marcha desde la Embajada de Estados Unidos en Venezuela.

"Estados Unidos tiene que desmontar la maquinaria de guerra en que se ha convertido la embajada de Estados Unidos en nuestro país", exigió.

En cuarto lugar, el mandatario pidió que se tomen las medidas legales para detener el plan conspirativo contra Venezuela que desde Miami y Nueva York instruye a la extrema derecha venezolana. Este plan -recordó- fue denunciado y desmontado oportunamente por el Ejecutivo a principios de este año.

Maduro rememoró que este plan, que contemplaba su asesinato y ataques en actos públicos en los que participaba el pueblo venezolano, fue dictado vía Skype por Carlos Osuna, uno de los financistas de la intentona golpista, quien vive en Nueva York.

"¿Es legal que alguien dicte el decreto y que no pase nada? (...) Venezuela está bajo una agresión, bajo una amenaza, que debe ser desmontada. Nosotros queremos paz y queremos conversar con el Gobierno de Estados Unidos estos punto y otros que nos lleven a construir una relación civilizada, una relación que de verdad nos permitan avanzar", reiteró.

Eduardo Galeano, la pluma en el corazón



Llegué a pensar que nunca moriría tal ha sido y es mi devoción por él. Creía que era sencillamente inmortal, al igual que su obra. Recuerdo en esta hora cuando lo conocí, en casa del comandante sandinista Tomás Borge, un día de julio de 1987 en la ciudad de Managua. Entrevisté a ambos para la publicación de un libro sobre la figura del Che Guevara. Tener ante mí, sujeto a mi interrogatorio, al autor de “Las venas abiertas de América Latina” (1971) fue un lujo. Y recuerdo sus respuestas mucho más inteligentes que mis preguntas. Mago de las palabras que nos ha dejado el maravilloso monumento que es “Memorias del fuego” (1982-1986), Eduardo Galeano era incapaz de transmitir una idea o un sentimiento si primero no lo veía cerrando los ojos. Escribía con imágenes con ese estilo único sentipensante que hacía pasar cada palabra por la razón y por el corazón. Capturador de historias de vida, inventor de sintaxis y de fábulas, Eduardo era emoción hecha literatura y uno de los escritores más integrales de la historia americana.


Eduardo Germán María Hughes Galeano, nació en Montevideo el 3 de septiembre de 1940, en el seno de una familia de clase alta y ascendencia italiana. Ganador de numerosos premios e investido numerosas veces doctor honoris causa, su verdadero orgullo era el saber que su obra era y es leída en más de veinte idiomas por una juventud deseosa de crear un mundo nuevo. Precisamente en próximos días verá la luz su última obra experimental “Mujeres”. Referente mundial de los movimientos alterglobalización ha sido un animador incansable de los movimientos sociales alternativos en quienes se inspiró para decir: La utopía está en el horizonte. Camino dos pasos, ella se aleja dos pasos y el horizonte se corre diez pasos más allá. ¿Entonces para qué sirve la utopía? Para eso, sirve para caminar.


Su obra, amplia y siempre celebrada por sus innumerable seguidores son más de cuarenta libros y cientos y cientos de artículos. Muy conocidos son: Vagamundo (1973), Días y noches de amor y de guerra (1978), El libro de los abrazos (1989), Las palabras andantes (1993) El fútbol a sol y sombra (1995). Por cierto que era un futbolero impenitente, “el fútbol es la única religión que tiene ateos” escribió. Hubiera querido ser futbolista pero reconoce que nunca pudo entenderse con la pelota, “era un pata dura terrible”. Con su muerte el fútbol uruguayo llora a uno de los suyos, el mismo que dijo: “Todos los uruguayos nacemos gritando gol y por eso hay tanto ruido en las maternidades, hay un estrépito tremendo”.


Si en Julio Cortázar encontramos un inaudito imaginario, en García Márquez el realismo mágico y en Mario Benedetti la poesía en todos sus secretos, en Eduardo Galeano encontramos un diálogo permanente con la realidad del mundo y sus actores. Su literatura siempre sentida era un retrato de la vida latinoamericana, contribuyendo a las luchas libertarias de los pueblos dando a conocer sus pobrezas y sus derrotas, pero también sus alegrías y victorias. Su arma secreta, escribir y hablar –hablaba como escribía- cuidando las palabras de tal manera que nos conquistaba por la hermosura de su peculiar prosa.





Iosu Perales