El diario granadino EL CORREO (1913-1934), fué fundado por quien fuera su Director, Carlos Rocha Avellán y es sobre todo recordado por haber dado acogida a las publicaciones literarias del Movimiento de Vanguardia, "Rincón de Vanguardia" y "Página de Vanguardia", a cargo de Pablo Antonio Cuadra Cardenal y Octavio Rocha Bustamante, hijo éste último de don Carlos y padre de Luis Rocha Urtecho, quien, junto con su nieto Luis Javier Espinoza Rocha, retoman hoy "El Correo Nicaragüense"; un blog pluralista, que agradece la reproducción de su contenido.

lunes, 29 de septiembre de 2014

Salamanca, sede del VI Premio Internacional de Poesía “Gastón Baquero”



La figura del notable poeta cubano Gastón Baquero (1914-1997), de quien este año se celebra el primer centenario de su nacimiento, adquiere mayor dimensión con el premio que lleva su nombre, el cual se fallará en nuestra ciudad el próximo 17 de octubre y que ha sido convocado por la madrileña editorial Verbum, dirigida por el poeta y filósofo cubano Pío E. Serrano, y por la Sociedad de Estudios Literarios y Humanísticos de Salamanca (SELIH), presidida por Alfredo Pérez Alencart, poeta, profesor de la Usal y colaborador de Salamanca al Día RTV.

La edición de este premio cuenta con la colaboración, en cuanto al lugar del fallo, de la Fundación Salamanca Ciudad de Cultura y Saberes. Recordemos que esta Fundación es la organizadora del XVII Encuentro de Poetas Iberoamericanos, que este año (el 15 y 16 de octubre) se dedica al poeta cubano fallecido en España. El pintor Miguel Elías, profesor de la Universidad de Salamanca, realizará un retrato del poeta premiado.

BASES DEL PREMIO GASTÓN BAQUERO

1º La Editorial Verbum y la Sociedad de Estudios Literarios y Humanísticos de Salamanca (SELIH) convocan al Premio Internacional de Poesía “Gastón Baquero”, en el que podrán participar autores españoles e hispanoamericanos, cuyas obras, escritas en castellano, sean inéditas y no hayan sido premiadas en otros certámenes.

2º Los libros, con absoluta libertad temática y formal, tendrán una extensión comprendida entre los 400 y 1000 versos o líneas, bien entendido que el texto impreso no tendrá menos de 60 ni más de 100 páginas, en folio A4, a doble espacio y por una sola cara, cuartillas de 30 líneas y 60 caracteres por línea. Las obras se presentarán por correo electrónico en un mismo archivo la ficha del autor y el poemario.

3º No se admitirán libros presentados bajo seudónimo.

4º El premio consistirá en:

a) La publicación del libro en la Editorial Verbum de Madrid.

b) La entrega al ganador de 25 ejemplares del libro publicado.

c) La entrega de diploma acreditativo del Premio Internacional de Poesía “Gastón Baquero”.

d) Tres obras de arte de reconocidos artistas internacionales: Un retrato del poeta ganador, realizado especialmente por el pintor Miguel Elías (España), profesor de la Universidad de Salamanca. Y dos grabados: uno de Luis Cabrera Hernández (Cuba), artista y profesor de la Escuela de Grabado de la Casa de la Moneda de España; y otro de Sylvain Mâlet, pintor francés residente en Madrid. Ambos participaron en el homenaje que la Cátedra de Poética Fray Luis de León tributó a Baquero, el año 1993 y en Salamanca.

e) Invitación a participar en el XVIII Encuentro de Poetas Iberoamericanos (Salamanca, octubre de 2015). La invitación incluye los gastos de estancia.

f) Traducción del libro ganador al portugués y divulgación en revistas digitales de Brasil y Portugal. Un poema del libro también se traducirá a quince idiomas del mundo (inglés, chino, árabe, búlgaro, francés, ruso, italiano, japonés, croata, quechua, rumano, indonesio…).

5º El plazo de presentación de los trabajos comenzará al día siguiente de la publicación de las bases y finalizará el día 30 de septiembre de 2014. Las obras serán enviadas al correo electrónico: editorialverbum@gmail.com, consignando en el asunto: VI Premio Internacional de Poesía “Gastón Baquero”.


6º El Jurado estará integrado por cuatro autores de reconocido prestigio y un representante de Editorial Verbum, quienes podrán declarar desierto el Premio y otorgar tantas menciones como estimen conveniente otorgar.


7º El fallo se hará público en Salamanca, el 17 de octubre de 2014, tras la celebración del XVII Encuentro de Poetas Iberoamericanos, dedicado al Centenario de Gastón Baquero. La entrega del Premio se efectuará a finales de diciembre de 2014, durante un acto en el que se presentará el libro editado y al que habrá de asistir el autor si reside en España.


8º Los originales no premiados serán destruidos. Solo en caso de interesar a la Editorial para su publicación, los finalistas serán contactados y consultados al respecto.

9º Los poetas que hayan obtenido el Premio Internacional de Poesía “Gastón Baquero” en anteriores convocatorias no podrán volver a presentarse.

10º El hecho de concurrir a este Premio implica la total aceptación de sus bases.


Editorial Verbum y Sociedad de Estudios Literarios y Humanísticos de Salamanca (SELIH)

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ELOGIO DE LA POESÍA



Juan Manuel Roca

Texto presentado y leído en la ceremonia de entrega del 

Doctorado Honoris Causa, 

por la Universidad Nacional de Colombia. 

Bogotá, septiembre 25, 2014



Buenas tardes. Quiero manifestar mi gratitud hacia el Consejo Superior Universitario de la Universidad Nacional de Colombia por esta distinción en la que se habla, entre otras cosas, “de un reconocimiento a una vida dedicada a la poesía”. Que una Universidad valore, más allá de que esto recaiga en mí, el ámbito de la lírica, me resulta a todas luces alentador, cuando en muchos espacios de la vida académica se minusvalida todo lo que no sea pragmático o fácilmente comprobable. La poesía, que según Saint John Perse, es “el pensamiento desinteresado” no suele ser llamada con frecuencia al festejo académico ya que no pocas veces se ve como una religión sin feligreses. Por lo menos, estos reconocimientos escasean para mi escindida generación.

Mi generación ha oído y recibido más nombres que una pila bautismal. Para seguir en el juego nominal, que parece el de las muñecas rusas que tienen adentro otras que a su vez contienen una más, he propuesto para ella el nombre de Poetas del inxilio, en razón de que sus obras aparecen y se consolidan en los años de mayor desplazamiento en Colombia.

El inxilio es una suerte de exilio interior, un despojo de núcleos humanos, de familias desplazadas a las que les han usurpado sus tierras. Quienes padecen el drama del exilio interior saben que muchos de estos generadores de expulsión -paramilitarismo, guerrilla, violencia estatal y paraestatal-, han sido atrapados por el negocio de la guerra y por los políticos venales.

También la poesía ha sido desplazada de los medios impresos con contadas excepciones y, más aún, de los grandes sellos editoriales. Así que inxiliada en su propia búsqueda, esta generación sabe que el desplazamiento humano es el mayor drama colombiano actual.

El inxilio quizá tenga unos rasgos de enajenación y de expolio peor que el de quienes tienen que exiliarse. Es la pérdida del país dentro del país mismo, tener que habitar en la periferia como un único territorio posible, sentirse ciudadano de ninguna parte, exiliado de sí mismo, pertenecer a un no-lugar.

Colombia es uno de los países con más número de desarraigados en el mundo. En 2013 se señala la cifra de 230 mil personas entre hombres, mujeres y niños obligados a abandonar sus tierras. Mi generación ha asistido de manera dolorosa a ese inmenso desalojo. Y no pocas veces lo registra en sus poemas. Naturalmente, el desplazamiento que da nacimiento al inxilio colectivo no es privativo de estos tiempos y podríamos remontarnos a la violencia de los años cincuenta, pero nunca este drama ha sido más cruento que a partir de los años en los que esta generación se ha venido expresando. No es un capricho. En aras de señalar un período de nuestra historia, el nombre de Poetas del Inxilio podría ser una forma sencilla de recordar nuestro drama colectivo. Quizá sea cierto lo que afirma el más citado de los poetas argentinos: “la realidad no es verbal”. Pero aún así, creo que hay que nombrar a los desplazados internos una y otra vez, hasta que se acaben la guerra y el desarraigo.

La poesía se mueve en los terrenos de la duda, en algo que avasalla todos los géneros artísticos hasta el punto de poder señalar que donde no hay poesía difícilmente hay arte, desde la plástica y la cinematografía hasta la narrativa y la dramaturgia. Y es que esta anómala forma del pensar que nunca ha debido escindirse de manera radical de la filosofía, parece que más que escribirse, sucede.

He sido cauto a la hora de señalarle un papel mesiánico a la poesía y a pedirle de manera irrestricta una utilidad inmediata. Pero como soy de la creencia de que es algo más que un género literario, que es más bien una forma de andar por el mundo, de respirar al unísono con los demás, me resulta impensable que no atendamos aún sin un “deber ser” programático a nuestra historia, que en nuestro caso está atravesada por una suma interminable de violencias. Por un absurdo temor a la ambigüedad, a las verdades que no pertenecen al orden de lo inmediatamente comprobable, por la falta de rigor científico y otros aparatos del concepto lógico, algunos le enrostran a la poesía una falta de tratos con la realidad en otra forma de violencia cultural, de imposición. Creo, con Raúl Gustavo Aguirre, que “lo inexpresable también forma parte de la realidad del hombre”.

Aimé Césaire, un poeta que se sentía torturado y humillado en cada hombre o mujer torturados o humillados, se asumía como víctima pensando que somos parte los unos de los otros y que no vivimos en un mundo abstracto, enajenados de la realidad. Es poco probable que haya un pensamiento de orden filosófico que no se pregunte por lo que nos sucede en los demás, en sus alegrías y desvelos. Lo mismo ocurre con la más alta poesía.

Pensar que hay miles de estrellas muertas en el cielo que nos siguen alumbrando conduce a pensar en los cientos de poetas muertos que aún nos siguen, de la misma manera, alumbrando.

La sola imaginación es subversiva y casi sin premeditación se vuelve una suerte de resistencia espiritual. Ahora, es bien sabido, como decía César Fernández Moreno, que como no se ha podido poetizar la política se ha politizado la poética. Y hay ejemplos de grandes poetas que se manifiestan políticamente en sus versos sin perder de vista su alto rigor estético, como René Char, César Vallejo, Yannis Ritsos, Carl Sandburg, Osip Maldestam, Vladimir Holan, Anna Ajmátova, Nelly Sachs, Bertolt Brecht, Paul Celan y tantos otros que no cabrían en esta página. Si hago este breve listado, es solo porque generalmente y de manera maliciosa, desde la orilla de los manieristas sólo se recuerda a los malos poetas políticos, que también son legión, y de esa forma despachan y rehúyen el asunto de una necesaria impureza lírica que también hace parte de la vida.

En cuanto al poder transformador de la palabra, el mejor ejemplo lo encontré en una cárcel de Chile, donde un preso me expresó el más alto elogio de la poesía que haya escuchado. Allí, en un lugar que parece negar de entrada la libertad, me contó que todas las noches se escapaba de su celda y saltaba los cuatro muros cardinales mientras leía los poemas místicos de San Juan de la Cruz.

A lo mejor podría haber sido otro poeta el que leyera, pero el efecto de transformación del ánimo y por tanto de la realidad, podrían haber sido los mismos. El reo chileno me hizo dudar de algo que siempre he afirmado en contra de los mesianismos, aquello de que intentar cambiar la realidad con poesía es como intentar descarrilar un tren atravesándole una rosa en la carrilera. Una condena al fracaso. El hombre enjaulado volaba encima de los muros sin que le aplicaran la ley de fuga, gracias a la voz de un remoto poeta.

Y vuelvo al territorio de la duda. En poesía una verdad mal dicha fácilmente se vuelve mentira mientras que una ficción bien lograda puede volverse para siempre verdadera, como Hamlet, Sherezada o Moby Dick, y digna como ese personaje del coronel que no tenía quien le escribiera y que no usaba sombrero para no tener que quitárselo ante nadie, según la magnífica novela de García Márquez. No le basta con las verdades fácilmente compartibles y arrulladoras, pues al igual que la filosofía su territorio de exploración natural está en la duda. La poesía se pregunta cómo andar al mismo tiempo en dos orillas de la realidad, en medio de lo que Simone Weil llama “una comunidad ciega”, una aturdida comunidad dividida entre la realidad y el deseo.

A cada rato, cuando se habla de la utilidad de la poesía en un medio de naturaleza violenta como el nuestro, se acude una y otra vez a una pregunta del romántico alemán: “¿para qué la poesía en tiempos de penuria?” Creo que es mejor cambiar, invertir la pregunta y decir ¿para qué la poesía en tiempos que no sean de penuria? ¿Como simple adorno? ¿Como manierismo? ¿Como un mero esteticismo? De ser cierto que la poesía no tiene sentido en tiempos de penuria nunca se habría escrito, pues todos los tiempos del hombre han sido de penuria.

Un aparente escollo para la poesía tiene que ver con la crisis de la palabra, en particular por su constante manoseo. La palabra es la primera baja en una crisis social: para qué el vocablo pan si no remplaza al pan, para que la palabra libertad si tantas veces está en los labios de los carceleros. Sin embargo esto, antes de crearle un desaliento obliga al poeta a buscar la palabra justa en el inmenso pajar del lenguaje y a habitar de nuevo las palabras que el mal uso ha ido volviendo huecas, calcáreas. Es paradójico, hasta la libertad en el poema resulta tantas veces contradictoria por el hecho mismo de querer fijarla en palabras. Como es paradójico que estando la poesía construida con vocablos aspire al silencio.

La poesía, y tomo acá su nombre de manera genérica para toda creación artística, como un epicentro de todas las artes, parece recordarnos que resulta tan precaria, tan irrisoria la llamada realidad (y “realidad” es una palabra que al decir de Vladimir Nabokov siempre debería ir entre comillas) que a cada momento tenemos que inventarla. Esto hace que la poesía no sea tan lejana de la ciencia, no obstante sus búsquedas se den en diferentes estadios del pensar, en diferentes gabinetes de la imaginación. (Aldo Pellegrini, dixit).

Lo que hace más rica y diversa a la poesía escrita es que las verdades estéticas que se agolpan en la interpretación de la lírica nunca han podido, a pesar de credos y de manifiestos cerrados, del aluvión interpretativo, imponer un sentido único a la expresión creadora. Que no tenga nunca el rango de fórmula matemática, sino que el sentido de lo impersonal y de lo abierto la visiten, hace que la poesía resida más allá del poema, aún en los linderos del lenguaje, en los bordes de la palabra que se calla.

Previene René Menard sobre “dos clases de poetas sin porvenir: los que protestan por el Paraíso Perdido y los que prometen una Edad de Oro. Los primeros lisonjean sueños que el hombre persigue desde su madurez; los segundos seducen hasta el momento en que demuestran su espíritu de tiranía”. Habla el mismo Menard de “los poetas ideólogos” para quienes “el fanatismo o la esterilidad son su refugio”. La poesía es algo más que un catálogo de ideas. Los francotiradores del inmediatismo político veían mal a Rubén Darío porque cruzaba en medio de gallineros en Managua pero los imaginaba cisnes, veía indígenas chorotegas sin dientes pero creía que eran princesas de una corte de Versalles, con lo cual también condenarían a cualquier caballero de triste figura capaz de trocar, como todo gran poeta, molinos en gigantes, mujeres de espléndida fealdad en arquetipos de belleza. “La verdadera poesía no consuela de nada”, decía René Menard.

Aunque el poeta sabe que, más temprano que tarde, será como todos los hombres victimizado por la realidad, le opone la palabra al nombrarla, tiene clara conciencia de que pastorear lo real, domesticar lo real para sumergirse en zonas de significado mitológico, es una función devoradora. Ese “cambiar la vida”, la vieja divisa de Rimbaud, cada vez parece asistirlo menos. Pero es su aspiración el encuentro con la esencia, la búsqueda de una ética ligada a la belleza superior lo que lo pone en contacto con la eterna fugacidad, con lo que huye llevando en sí jirones de otras realidades más complejas. Realidades que, al cambio feroz de los días y aún de los milenios, exigen particularmente unos nuevos tratos con el lenguaje.

La poesía se parece, en su calidad invasora, a la araña que sube por la escoba que la barre: pone un contrapunto a la razón. Y es en esa satanización de lo poético en aras de la realidad que pregonan los tiempos y que pregonan las sociedades hipnotizadas por el miedo a pensar, donde -de nuevo la araña trepa a la escoba- le queda a la poesía su antigua y renovada condición de resistencia. De ese centro brota el hombre negado a la clonación o al autismo. Es ahí, en el reino paradojal, donde la poesía expulsada de la República de Platón, que en nuestro caso podría ser la República de Plutón, tiene un reino de individuos insumisos.

Ser poeta en un país salvaje es elegir una larga cuarentena, guardar como un talismán la palabra más breve y, por momentos, la más bella. Esa que en Colombia parece olvidada, la rotunda voz que casi nadie dice, que casi nadie oye, las dos letras que conforman la palabra no.

Nunca antes la poesía y el poeta -y no hablo desde la ideología- tiene mayores estímulos para diferenciarse del país que no desea suyo. No es un deber ser, no es algo programático, pero qué necesario es enfatizar la distancia frente al crimen, no tanto por sentirnos más buenos como por sentirnos lejos de los pases hipnóticos de la muerte espiritual y del gregarismo tribal frente a la nada.

Libertad y poesía son dos palabras siamesas: la una conduce a la otra y difícilmente se pueden separar para que tengan vidas escindidas. A no ser que al enunciarse se trate de una falsa libertad, como la que está casi siempre en labios de carceleros y liberticidas, de una parte, y de la impostación poética, de otra.

Esas dos palabras, esos dos conceptos por los cuales han corrido verdaderos mares de tinta, me parece que han sido muy bien definidos por una dupla de escritores de talantes afines y de percepciones cercanas al anarquismo. Albert Camus, que decía que la libertad es el derecho a no mentir, y Henri David Thoreau, quien afirmaba que la poesía es la salud del lenguaje.

Lo contrario, la servidumbre intelectual del poeta y la docilidad del ciudadano, no es otra cosa que la práctica de una voraz autofagia, una forma de devorarse a sí mismo. Es la muerte del que disiente, el destierro del outsider, el exilio del fuera de lugar o del perpetuo insatisfecho. En realidad, más que en un exilio, el outsider vive ahora su periferia, el convertirse en extranjero en su propia tierra, muchas veces hasta el extremo de verse arrinconado en los límites del lenguaje. Todo por saber que la poesía puede llegar a convertirse en un territorio autónomo, algo así como la banda sonora de la desobediencia. Por supuesto que ejercer ese derecho a no mentir es castigado de una y mil maneras por bedeles y comisarios.

La idea orwelliana de que “si la libertad significa algo es el derecho a decir a los demás lo que no quieren oir”, en sociedades ensimismadas por el unanimismo conduce hasta al extremo de poner en riesgo la vida del ejercitante. Del que se atreve a decir, a pesar de todo, lo indecible.

Cuando John Donne afirma que nadie puede dormir en la carreta que lo conduce de la cárcel al patíbulo, podría estar hablando también del poeta. El poeta es el que canta en medio de las encrucijadas, el insomne frente al destino colectivo que no obstante hace del sueño su irremplazable alimento. A lo largo de mi vida de escribano no he intentado otra cosa que ejercer la libertad y con ella la independencia. Libertad de culto, de ideología, de fortuna, de banderas y esteticismos. La libertad de ejercer la imaginación sin pagar aduanas, sin el soberano permiso de nadie.

Soy de la idea de que mientras persista la imaginación, la capacidad de fabular más allá de la espesa nata de la uniformidad y el gregarismo, mientras la poesía sea arena y no aceite en las maquinarias ideológicas y cerradas de un mundo sin matices, el hastío, el miedo y la miseria, ese trípode en el que se monta la visión del mundo actual, no extenderá del todo su aire espeso, el agujero negro de la satisfacción y el aturdimiento colectivo que tanto exaltan los tartufos.

Creo en los poetas de la intemperie, en los que no sufren la claustrofobia de su mundo intimista, en los que tienen al mismo tiempo que muchas reflexiones y lecturas, un tramado de calles, de retículas y trazados por los que transitan los hombres.

Que la poesía es una religión sin feligreses se nos repite a cada tanto en los medios y en los bufetes, invocando la inutilidad y llamando al desaliento, y tras manifestarlo corren a reunirse y a hablar en el esperanto de la tontería y los lugares comunes, en una religión cuyo único dios tiránico es el embotamiento de los sentidos, la pérdida irreparable del sentido de la individualidad creativa y la aventura.

Quisiera repetir con René Char que “en todas nuestras comidas en común invitamos a la libertad a sentarse”. Y agregar en consenso con el poeta que “el lugar permanece vacío pero el cubierto está puesto”. A esto conduce la mejor poesía.

Para Alfredo Molano

Encuentro Mundial de Movimientos Populares. El Papa Francisco cambia los interlocutores de la Iglesia.



Es la primera vez en la historia de la Iglesia que un Papa convoca a líderes de movimientos sociales para un encuentro de tres días. No se trata de una simple audiencia protocolar, como la que monitereé en 1980 en São Paulo, al llevar un grupo de sindicalistas, entre los cuales estaban Lula y Olívio Dutra, para un encuentro con Juan Pablo II, en la capilla del colegio Santo Américo.

Por Frei Betto

Líderes de movimientos populares de varios países tendrán un encuentro con el Papa Francisco en los próximos días 27, 28 y 29 de octubre, en Roma. De Brasil estarán presentes Joáo Pedro Stédile, por el MST y la Vía Campesina, además de representantes de la Central de Movimientos Populares, Levante Popular de Juventud, Coordinación Nacional de Entidades Negras, Central Única de los Trabajadores, Movimientos de Mujeres Campesinas y un indígena del Pueblo Terena.

La carta de invitación está firmada por Stédile y por Juan Grabois, que representa al Movimientos de los Trabajadores Excluídos y la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular, de Argentina.

El evento es una derivación del simposio Las emergencias de los excluídos, realizado en diciembre de 2013, en el Vaticano, donde Stédile y Grabois participaron.

Denominado Encuentro Mundial de Movimientos Populares, contará además con la participación de 30 obispos “de distintas religiones”, que mantienen fuertes vínculos con el trabajo social y los movimientos populares.

El evento es resultado de la articulación del Consejo Pontificio de Justicia y Paz, presidido por el cardenal ganés Peter Turkson, con diversas organizaciones populares. Tiene como objetivos analizar el pensamento social de Francisco; elaborar una sínteses de a visión de los movimentos populares en torno a las causa de la creciente desigualdad social y del aumento de la exclusión en el mundo; proponer alternativas populares para “enfrentar los problemas que el capitalismo financeiro y las transnacionales imponen a los pobres, con la perspectiva de construir una sociedad global con justicia social, a partir de la realidad de los trabajadores excluídos”, según expresa la invitación. En resumen, se trata de “discutir la relación de los movimientos populares con la iglesia y cómo avanzar en ese sentido”.

Entre los paneles y talleres previstos se destacan: “Exclusión social y desigualdad”, “Desigualdad social a la luz del documento Alegría del evangelio”, “Doctrina social de la iglesia”, “Medio ambiente y cambios climáticos”, “Movimientos por la paz” y “Articulación de la Iglesia y los Movimientos Populares”.

Es la primera vez en la historia de la Iglesia que un Papa convoca a líderes de movimientos sociales para un encuentro de tres días. No se trata de una simple audiencia protocolar, como la que monitereé en 1980 en São Paulo, al llevar un grupo de sindicalistas, entre los cuales estaban Lula y Olívio Dutra, para un encuentro con Juan Pablo II, en la capillo del colegio Santo Américo.

Hay algo inédito en esa iniciativa: anteriormente los Papas, para debatir la coyuntura internacional, convocaban banqueros, empresarios, hombres de negocio. Francisco, coherente con su opción por los pobres, quiere escuchar a aquellos que los representan, lo cual es un cambio significativo en las características de los interlocutores de la Iglesia Católica.

En su documento Alegría del evangelio (noviembre 2013), Francisco considera el capitalismo intrínsecamente injusto: “En tanto no se elimina la exclusión y la desigualdad dentro de la sociedad y entre los diversos pueblos será imposible erradicar la violencia. Ésto no sucede sólo porque la desigualdad social provoca la reacción violenta de quienes son excluídos del sistema, sino porque el sistema social y económico es injusto desde su raíz. (59)



FUENTE: BRASIL DE FATO

miércoles, 24 de septiembre de 2014

Richard Dawkins: “No eduquen a los niños en dioses ni hadas”

 


Cuenta que de niño ya se daba cuenta de que Papá Noel era un señor disfrazado que se llamaba Sam. Al británico Richard Dawkins (Nairobi, 1941) no le basta haber llegado a la conclusión de que no hay Dios: quiere que todo el mundo lo entienda así. Sostiene alta la bandera del escepticismo este biólogo (zoólogo) de la Universidad de Oxford, estudioso de Charles Darwin, que saltó al primer plano cuando escribió en El gen egoísta (1976) que no somos más que vehículos de los genes, máquinas programadas para que ellos sean casi inmortales. “El cuerpo del animal no es más que un repositorio temporal”.
Desde entonces Dawkins es un exitoso divulgador científico y ensayista, habitual de los platós de televisión (ha producido documentales, al estilo de su admirado Carl Sagan). Lleva tiempo animando la polémica, también en las redes sociales, donde dispara y le disparan. Considera su misión combatir dogmas religiosos, supersticiones y seudociencias. En 2006 publicó El espejismo de Dios, un libro que aspira desde la primera página a conseguir que el lector pierda la mucha o poca fe que le quedara, un arrebatado e irónico texto que pretende desmontar uno a uno los argumentos del cristianismo y las demás creencias religiosas. En Evolución. El mayor espectáculo sobre la tierra, de 2009, Dawkins explica con lucidez a cualquier profano las pruebas abrumadoras de que ha sido la selección natural la que moldeó y sigue moldeando nuestra realidad. Da así la batalla contra el creacionismo, la idea de que el mundo se hizo en seis días y el hombre convivió con los dinosaurios, que trata de colarse en el sistema educativo de EE UU de la mano de sectores de la derecha como el Tea Party.

MÁS IN

A sus 73 años, Dawkins ha encontrado el momento de mirar atrás y abordar sus memorias. Una curiosidad insaciable es el título de la primera parte de su autobiografía, editada por Tusquets. En ella explica cómo llegó a ser quien es desde que nació en Kenia de una familia británica de tradición técnica y científica y empleada del Imperio, lo que le llevó por varios países africanos antes de regresar a Inglaterra cuando tenía ocho años. Sabemos de su visión de la rígida escuela de los años cincuenta, del matonismo de otros y de su tartamudez, de su paso por las universidades de Oxford, clave en su carrera, y Berkeley, donde vivió la explosión hippy. Y conocemos los muchos nombres que cree importantes en su vida: los de sus ancestros y familiares, los de profesores y compañeros de clase, los autores que le influyeron. Y terminamos con la publicación de El gen egoísta. Habrá que esperar a la segunda parte de las memorias para entender su faceta de activista ateo, la que le llevó en el año 2009 a contratar publicidad en los autobuses de Londres con el lema: “Probablemente no hay Dios. Deja de preocuparte y disfruta de la vida”.
Recibe en su domicilio, un caserón tradicional en Oxford con un amplio salón lleno de luz por los ventanales en los dos extremos, donde puede percibirse cierto aroma del colonialismo que marcó su infancia. Grandes tallas de madera de animales, máscaras, jarapas de estilo étnico sobre los sofás. Un piano, un lienzo en su atril. Libros, algún cráneo en la estantería. Dos perros pequeños y de pelo muy largo se alegran de la visita y saltan a menudo sobre los periodistas; al entrevistado parece relajarle acariciar a alguna de sus mascotas. De entrada se niega a posar para la fotógrafa, lo que tiene por costumbre, pero no la ignora y en más de una ocasión parece estar pendiente del objetivo de su cámara.

La tribu y sus dioses

Estamos a horas del referéndum que decidirá si Escocia se independiza, y desata un efecto dominó en Europa, o permanece en el Reino Unido. Pero Dawkins, apasionado en los temas de los que quiere hablar, sabe escaparse de aquellos que prefiere evitar.
—Vivimos tensiones nacionalistas en Escocia, en Cataluña, en Ucrania... ¿Observa un regreso a la tribu?
—Podemos decir que el nacionalismo en esos lugares es una forma de tribalismo. Uno se preguntaría por qué no van a algo más pequeño aún, como Cornualles o Gales. Las ciencias sociales son complicadas, la política lo es... Como biólogo no soy la persona adecuada para responder.

El nacionalismo es una forma de tribalismo. Uno se preguntaría por qué no van a algo más pequeño aún, como Cornualles o Gales
—Le pregunto como biólogo, ensayista y activista. Ha escrito que la religión está en el centro de muchos conflictos actuales, como el de Siria e Irak, Palestina o Ucrania; antes en Yugoslavia o Irlanda. ¿No lucharán por la tierra más que por su idea de Dios?
—No creo que los conflictos estén motivados única y directamente por la religión. Por ejemplo, en Irlanda del Norte es entre católicos y protestantes, pero no creo que las personas que ponían una bomba estuviesen pensando en el dogma de la transustanciación. Lo que hace la religión es poner una etiqueta: en Irlanda del Norte se identifican como católicos y protestantes a pesar de que hablan el mismo idioma y tienen el mismo color. Te identifica hasta el nombre: si te llamas Patrick seguramente eres católico, si William eres protestante. Eso se convierte en la tribu: hay dos tribus en Irlanda del Norte. Y ha sido así durante siglos.
—Cuenta en su libro que era una persona muy religiosa, anglicana, cuando tenía 13 años. ¿Qué pasó? ¿Fue Darwin?
—Desde que yo tenía unos nueve años me di cuenta de que existían distintas religiones: el budismo, el islam, el hinduismo, el politeísmo de los griegos, los vikingos… Cualquier niño pensaba que solo la suya era la que estaba en lo cierto. Yo estaba preparado para ser antirreligioso. No sé cómo me mantuve en el cristianismo, debió ser influencia de la escuela. Pero sí, fue Darwin y fue el darwinismo el que nos salvó de todo eso. Cuando tenía unos 15 años.
—Usted no es un agnóstico, sino un ateo militante. ¿Por qué es necesario movilizarse contra la religión?
—Eso depende de su definición. Agnóstico significa “no sé”. Una definición que yo apoyo dice que es quien no tiene creencias positivas en un dios. El ateo siente una creencia positiva de que no hay Dios. Yo no tengo esa creencia. Lo que tengo es una ausencia de cualquier razón para creer en Dios, como tampoco en las hadas. Como científico, me conmueve la belleza del mundo y del universo. Como educador, veo perverso que a los niños se les eduque en falsedades cuando la verdad es tan hermosa.
—¿Y el ateísmo no puede ser también dogmático o intolerante?
—Siempre hay que argumentar tu causa, no callar a la gente. Durante siglos, hemos aceptado que no puedes criticar la religión. Hacerlo parece intolerante pero no lo es.

Educando escépticos

En un pasaje de su libro, Dawkins se muestra contrario a la forma en que la mayoría de familias inculcan explicaciones mágicas a sus niños. “No puedo evitar preguntarme si una dieta de cuentos de hadas repletos de encantamientos y milagros, hombres invisibles incluidos, es dañina desde un punto de vista educativo”, escribe. “¿Por qué los adultos promueven la credulidad de los niños? ¿Es realmente un error tan descabellado plantearles a los niños que creen en Papá Noel un pequeño y simple juego de preguntas y respuestas que les haga pensar? ¿Cuántas chimeneas tendría que visitar en una noche? No se trata de decirles que Papá Noel no existe, sino de fomentar el intachable hábito del cuestionamiento escéptico”. Él asume que eso es impopular: “Siempre que planteo esta cuestión me echan a patadas de los sitios por querer interferir en la magia de la infancia”.
Su escepticismo no se dirige solo contra la religión: también contra la superstición y las seudociencias (astrología, videncia, tarot o ufología), a las que dedicó su ensayo Destejiendo el arco iris (1998). Es más prudente sobre la llamada medicina alternativa: si se prueba su eficacia deja de ser alternativa. Pero no es el caso de la homeopatía: “Es interesante: con el método de doble ciego [ni el paciente ni el investigador saben cuál es el fármaco y cuál el placebo] no hay diferencias. Ambos son placebo”.
En su libro, Dawkins critica el modelo educativo según el cual el profesor dicta la lección a los alumnos, que la memorizan, en vez de incentivar sus habilidades para instruirse e investigar por su cuenta. “De estudiante, una vez se me olvidó llevar bolígrafo y yo era entonces demasiado tímido para pedir uno a mi compañera sentada al lado. Así que simplemente me senté y escuché, y cuando llegué a casa me di cuenta de que es una forma mejor de aprender. El propósito del profesor no debe ser impartir información sino inspirar a las personas”.


Richard Dawkins. / CARMEN VALIÑO

Quemándose en las redes

Dawkins es un pertinaz usuario de Twitter (@RichardDawkins), donde se esfuerza en ser provocador y en replicar o retuitear mensajes de otros usuarios. Ha pisado más de un charco. “Twitter es un sitio extraño porque hay mucha gente que grita. Si vas por la calle, un borracho o un tonto te pueden insultar. En Internet tienes un multiplicador de ese efecto. Hay que tener caparazón”. Él lo tiene, sin duda.
—¿Se ha arrepentido de algún tuit?
—Sí, porque son fácilmente malinterpretados. A veces veo que lo pude evitar.
Uno de sus mensajes desató una tormenta: “La violación en una cita está mal. La violación por un extraño es peor. Si usted piensa que esto es una aprobación de la violación en una cita, váyase a aprender cómo pensar”, escribió en 140 caracteres.
—En un país como el suyo, conmocionado por escándalos de abusos sexuales, esa frase parece una falta de sensibilidad hacia las víctimas.
—Creo que es estúpido negar que hay diferentes grados de crímenes sexuales. Hay gente que por motivos emocionales quiere que todos los crímenes sean considerados del mismo nivel. Es como si alguien te roba la cartera y piensas que es lo mismo que robar un banco a punta de pistola. Son delitos ambos, pero uno más grave que esto. ¿No le parece así?
—Me parece que cualquier violación tiene efectos graves a largo plazo.
—Yo también lo creo.
—Y me cuesta pensar en un grado moderado o leve de violación.
—No dejaré que se escape con esto. Está acompañado por muchos estúpidos en Twitter. Cuando uno dice que algo es peor que otra cosa, no lo está aprobando.
El tuitero Dawkins también ofendió a muchos cuando alguien le pidió consejo sobre qué hacer si el hijo que esperaba fuera a tener síndrome de Down. “Aborte e inténtelo otra vez. Sería inmoral traerlo al mundo si tiene elección”, respondió.
—¿De verdad cree una obligación moral el aborto en caso de síndrome de Down?
—Yo dije que personalmente me parecía inmoral tenerlo. No que fuera una regla universal, pero sí lo es para mí y para el 90% de mujeres que lo haría en esa circunstancia. ¿Sabe lo que les sucede? Mueren muy jóvenes, tienen terribles enfermedades, deficiencia mental. Creo que cuando el feto no está suficientemente desarrollado, y no tiene un sistema nervioso, es mejor abortar. Me han bombardeado en Twitter enviándome fotografías de niños con Down y diciéndome: quiere usted matar a mi hijo. Claro que no quiero matar a su hijo, sino detener la posibilidad de que vengan más niños como él al mundo cuando no son más que un renacuajo.

Ética de ciencia ficción

Cuando se le pregunta por dilemas éticos que podrán surgir en el futuro, Dawkins admite el juego aunque avisa de que entramos en el terreno de la ciencia ficción. La cacareada vida artificial en que trabaja el genetista Craig Venter le deja frío. “Creo que estoy en lo correcto cuando digo que solo está intentando crear nuevas versiones de una bacteria que ya existe. Como las bacterias se reproducen o clonan tan rápidamente, si las empleas para algo útil, como por ejemplo convertir un despojo cárnico en petróleo, estás haciendo un bien real”.
—¿Y le preocuparía la clonación de humanos?
—Un escenario como el de Un mundo feliz, de Huxley, con esas líneas de producción de miles de copias de seres humanos idénticos creados para ser jardineros o cualquier trabajo me horroriza, porque soy un producto del siglo XX y eso es muy lejano al mundo al que estoy acostumbrado, a mis valores. Si alguien me quisiera clonar a mí me interesaría mucho, tendría mucha curiosidad, pero no quisiera que mi clon fuera el primero porque iba a ser víctima de una horrible publicidad.
En un programa de televisión se propuso a Dawkins un experimento que no llegó a ser viable. Pretendían aislar su genoma y enterrarlo en el panteón de su familia, ante las cámaras, con el objetivo de que alguien lo recupere y resucite dentro de, pongamos, mil años. Era una excusa para debatir sobre la clonación, y le preguntaron a Dawkins si su clon del futuro sería él. “Por supuesto que no sería yo. Es como si preguntas a dos gemelos idénticos si son dos personas o si uno es persona y el otro zombi. Otra cosa que iban a pedirme es que escribiera consejos para mi clon, para que, ya que iba a tener los mismos genes, no cometa los mismos errores que yo”.

Estaría muy interesado en una clonación, pero no sería bueno para mi clon ser el primero y tener esa horrible publicidad
—En su libro usted cuestiona el concepto de identidad personal, dado que las células que tenemos no son las que estaban al nacer. Entonces solo somos la memoria.
—Es una cuestión interesante para la filosofía. Imagine que usted pudiera hacer una réplica perfecta de su cuerpo, no un clon en sentido genético sino una copia de cada átomo. Esto no se puede hacer científicamente, pero sí filosóficamente. Probablemente la réplica tendría su cuerpo, todos sus recuerdos, los mismos pensamientos. ¿Cuál de los dos sería usted? Pero una vez que están ahí, se empezarían a separar, tendrían nuevas experiencias y entonces ¿cuál eres? Son cuestiones que no se pueden responder de una manera experimental pero que son filosóficamente fascinantes.
—Sostiene Stephen Hawking que la filosofía ha muerto, porque ahora es la ciencia la que da las respuestas.
—No creo que la filosofía haya muerto, sí que ha perdido terreno.
—Usted ha escrito que la Segunda Guerra Mundial no habría ocurrido si el padre de Hitler hubiera estornudado en un momento determinado. Y en otro capítulo apunta que en otro siglo usted habría sido un clérigo. ¿Somos azar hasta ese punto? ¿Es usted escéptico o ateo debido al azar?
—La realidad depende de detalles muy pequeños. Sabemos que todos los mamíferos vienen de un individuo que existía en la época de los dinosaurios. Si ese pequeño mamífero hubiera muerto antes de reproducirse, quizás también estarían aquí los mamíferos pero serían completamente distintos. Quizás ese mamífero sobrevivió por un estornudo del dinosaurio. Respecto al ejemplo de Hitler, cada uno de nosotros cobramos existencia porque uno entre muchos millones de espermatozoides fertilizó el óvulo. El movimiento más ligero mientras sus abuelos estaban copulando, que un perro ladrara y perdieran la concentración o se movieran, haría que el resultado hubiera sido otro. De ahí que diga que con un estornudo años antes no habría habido guerra. Y ninguno de nosotros existiría ahora si no hubiera existido Adolf Hitler.
Una curiosidad insaciable. Los años de formación de un científico en África y Oxford. Richard Dawkins. Traducción de Ambrosio García Leal. Tusquets. Barcelona, 2014. 311 páginas. 21 euros (en digital, 12,34 euros).

lunes, 22 de septiembre de 2014

Paz en sus casas, paz en sus corazones, paz en su Nación, el Papa celebra la Santa Misa en Tirana

(RV).- (Con audio. Actualizado) El Pueblo de Dios que peregrina en Albania abrazó con gran cordialidad al Sucesor de Pedro, con aún vivo el recuerdo de la visita de otro Romano Pontífice: San Juan Pablo II en 1993. La algarabía y emoción que despertó el Papa argentino fue la misma de aquel entonces, la mañana de este domingo, durante el trayecto que llevó a Francisco en papamóbil desde el Palacio Presidencial hasta la plaza Madre Teresa de Tirana, donde se celebra la Santa Misa.

"También yo hoy vengo entre ustedes, a esta plaza, dedicada a una humilde y gran hija de esta tierra, la beata Madre Teresa de Calcuta, trayéndoles un saludo de paz en sus casas, paz en sus corazones, paz en su Nación", fue el saludo del Pontífice al iniciar su homilía.

(GM, RC - RV)





Texto completo de la homilía del Santo Padre:

El Evangelio que hemos escuchado nos dice que Jesús, además de llamar a los Doce Apóstoles, llamó a otros setenta y dos discípulos y los envió a anunciar el Reino de Dios en los pueblos y ciudades (cf.Lc 10, 1-9. 17-20). Él vino a traer al mundo el amor de Dios y quiere que se difunda por medio de la comunión y de la fraternidad. Por eso constituyó enseguida una comunidad de discípulos, una comunidad misionera, y los preparó para la misión, para “ir”. El método misionero es claro y sencillo: los discípulos van a las casas y su anuncio comienza con un saludo lleno de significado: «Paz a esta casa» (v. 5). No es sólo un saludo, es también un don: la paz. Queridos hermanos y hermanas de Albania, también yo vengo hoy entre ustedes a esta plaza dedicada a una humilde y gran hija de esta tierra, la beata Madre Teresa de Calcuta, para repetirles ese saludo: paz en sus casas, paz en sus corazones, paz en su Nación. ¡Paz!

En la misión de los setenta y dos discípulos se refleja la experiencia misionera de la comunidad cristiana de todos los tiempos: El Señor resucitado y vivo envía no sólo a los Doce, sino también a toda la Iglesia, envía a todo bautizado a anunciar el Evangelio a todos los pueblos. A través de los siglos, no siempre ha sido bien acogido el anuncio de paz de los mensajeros de Jesús; a veces les han cerrado las puertas. Hasta hace poco, también las puertas de su País estaban cerradas, cerradas con los cerrojos de la prohibición y las exigencias de un sistema que negaba a Dios e impedía la libertad religiosa. Los que tenían miedo a la verdad y a la libertad hacían todo lo posible para desterrar a Dios del corazón del hombre y excluir a Cristo y a la Iglesia de la historia de su País, si bien había sido uno de los primeros en recibir la luz del Evangelio. En la segunda lectura que hemos escuchado se mencionaba a Iliria que, en tiempos del apóstol Pablo, incluía el territorio de la actual Albania.

Pensando en aquellos decenios de atroces sufrimientos y de durísimas persecuciones contra católicos, ortodoxos y musulmanes, podemos decir que Albania ha sido una tierra de mártires: muchos obispos, sacerdotes, religiosos, fieles laicos, ministros de otras religiones, pagaron con la vida su fidelidad. No faltaron pruebas de gran valor y coherencia en la confesión de la fe. ¡Fueron muchos los cristianos que no se doblegaron ante la amenaza, sino que se mantuvieron sin vacilación en el camino emprendido! Me acerco espiritualmente a aquel muro del cementerio de Escútari, lugar-símbolo del martirio de los católicos, donde fueron fusilados, y con emoción ofrezco las flores de la oración y del recuerdo agradecido e imperecedero. El Señor ha estado a su lado, queridos hermanos y hermanas, para sostenerlos; Él los ha guiado y consolado, y los ha llevado sobre alas de águila, como hizo con el antiguo pueblo de Israel, como hemos escuchado en la Primera lectura (cfr. Primera Lectura). El águila, representada en la bandera de su País, los invita a tener esperanza, a poner siempre su confianza en Dios, que nunca defrauda, sino que está siempre a nuestro lado, especialmente en los momentos difíciles.

Hoy las puertas de Albania se han abierto y está madurando un tiempo de nuevo protagonismo para todos los miembros del pueblo de Dios: todo bautizado tiene un lugar y una tarea que desarrollar en la Iglesia y en la sociedad. Que todos se sientan llamados a comprometerse generosamente en el anuncio del Evangelio y en el testimonio de la caridad; a reforzar los vínculos de solidaridad para promover condiciones de vida más justas y fraternas para todos. Hoy he venido para darles gracias por su testimonio, y también he venido para animarlos a hacer crecer la esperanza dentro de ustedes y a su alrededor. No olviden el águila. El águila no olvida el nido, vuela alto. ¡Vuelen alto! ¡Vayan hacia arriba! He venido a involucrar a las nuevas generaciones; a nutrirse asiduamente de la Palabra de Dios abriendo sus corazones a Cristo, a Dios, al Evangelio, al encuentro con Dios, al encuentro entre ustedes como ya lo hacen y con el cual dan testimonio a toda Europa.

En espíritu de comunión con los obispos, sacerdotes, personas consagradas y fieles laicos, los animo a impulsar la acción pastoral, que es una acción de servicio, y a seguir buscando nuevas formas de presencia de la Iglesia en la sociedad. En particular, me dirijo a los jóvenes. ¡Había tantos en el camino del aeropuerto! ¡Este es un pueblo joven! Muy joven. Y donde hay juventud hay esperanza. Escuchen a Dios, adoren a Dios y ámense entre ustedes como pueblo, como hermanos.

Iglesia que vives en esta tierra de Albania, gracias por todo el ejemplo de tu fidelidad. No se olviden del nido, de su historia lejana, también en las pruebas; no olviden las heridas, pero no se venguen. Vayan hacia adelante trabajando sobre la esperanza de un futuro grande. Muchos de tus hijos e hijas han sufrido, incluso hasta el sacrificio de la vida. Que su testimonio sostenga tus pasos de hoy y tus pasos de mañana en el camino del amor, en el camino de la libertad, en el camino de la justicia y sobre todo en el camino de la paz. Así sea.

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domingo, 21 de septiembre de 2014

RECONOCIMIENTO A LA MUJER HOMENAJE



Desde hace poco más de un mes, un grupo de “incondicionales del Amor”, como se dieron en llamar, organizaron un acto cultural que se adelantaba en uno a los 50 años de casados de Mercedes y yo, y que, gracias a la fraterna convocatoria del Centro Nicaragüense de Escritores, se celebrará en su sede (del Hotel Seminole 2 c. al sur) el propio día de Nuestra Señora de las Mercedes, miércoles 24 de septiembre, a las 6:30.p.m. Se trata de la lectura de una rigurosa selección de poemas –publicados la mayoría e inéditos otros- desde nuestro noviazgo como primavera, hasta éste otoño esplendoroso. Ediciones ANAMÁ se ha sumado y tendrá para esa emblemática fecha un pequeño breviario con ese contenido “uxórico”, matrimonial, con el título de ALEGORÍA DE NUESTRO OTOÑO, y dos antiguas compañeras nuestras, las poetas María Elsa Vogl y Vidaluz Meneses, sostendrán un diálogo, introductorio a la lectura: Mi breve recorrido poético en el amor conyugal.



Este es por lo tanto un alegoría y exaltación a todo amor de pareja y a su tan difícil perdurabilidad, y en el contexto del peligro que significa escribir sobre este tema, de no perder el equilibro necesario para no caer en el vacío. Pues como dice José Coronel Urtecho, ésta es “una difícil y peligrosa poesía doméstica”, pues “No todo el mundo puede, en el momento dado reconocer a su mujer y casarse con ella.” Yo solo quiero agregar que quienes asistan lo que presenciarán no será un homenaje a Mercedes mi mujer, sino el reconocimiento de este cronista a quien con toda su vida me ha homenajeado sin yo merecerlo. De ahí el subtítulo del breviario: Porque inmerecidas han sido tus Mercedes.



LUIS ROCHA



“Extremadura”, Masatepe, 18-09-14.

Chiquito, pero bendecido



Onofre Guevara López

Como país, siempre hemos sido objeto de bendiciones que nos han colmado de jamaqueos terráqueos, tsunamis y furiosos desórdenes eólicos, pero nunca el cielo nos había bendecido con un meteorito, sino hasta ahora, gracias al comandante Daniel y a la compañera Rosario. Pero como nunca faltan los enemigos de la felicidad del pueblo, unos están desconfiando de que ese “fragmento de cuerpo celeste” caído el sábado por la noche en predios cercanos al aeropuerto, sea un meteorito, y otros quieren quitarnos esa bendición, rebuscando pruebas de meteoritos anteriores en diferentes hoyos del territorio nacional.

Les molesta la alegría de quienes vivimos bonito, y por eso nos quieren amargar este fascinante momento histórico en que los y las arro@bas nicaragüenses (o sea, nosotros y nosotras) estamos “sonando en todas las páginas internacionales”. Bueno, eso de que “sonamos en todas las páginas internacionales” es solo un decir, pues solo sonamos por la Internet y la televisión, porque los medios escritos aún no saben cómo ponerles audio a sus páginas.

Aclarado eso, aseguramos que sectores de la derecha están negando lo del meteorito y otros creen que es solo una hipótesis, porque no comprenden el grandioso significado de su caída en un país tan chiquito como el nuestro, pero bendecido y prosperado. Con su malsano sentimiento, solo pretenden restarles méritos al comandante Daniel y a la compañera Rosario. ¡Mezquinos que son!

Se atreven a negarles sus méritos, porque sus gobiernos neoliberales nunca fueron bendecidos con la caída de un meteorito. Muy pronto se amargarán mucho más, cuando del extranjero vengan los científicos solidarios –aunque no sean socialistas— a realizar las investigaciones, con las cuales determinarán que fue gracias a Dios y la Virgen santísima que nos cayó esa bendición del cielo.

Junto al milagro cósmico con que hemos sido bendecidos, ha ocurrido –en el silencio de la santidad propia de los verdaderos milagros—, una demostración de que nuestra fe en los árboles de lata no es una vanidad, pues están salvando a mucha gente de las rayerías aterrorizantes que con los inviernos son atraídas por esos odiosos árboles de palo que solo nos quitan el calor del Sol con su sombra. De esos árboles de palo nunca emanará ninguna luz, como no sea en invierno cuando se les acercan las quiebraplatas o los hachones con sus luces intermitentes.

Por dicha, y gracias a la sociedad del comandante Daniel y la compañera Rosario con el dios Eolo el que, sin sus malacrianzas huracanadas caribeñas, ya comenzó a proveernos de energía eléctrica, y pronto esos árboles de palo ya no servirán ni para leña.

La milagrosa caída del meteorito en nuestra amada patria, también está siendo envidiada por los países imperialistas, los cuales, para poder oír sonar y sentir temblar la tierra, requieren explosionar sus artificiales artefactos de guerra. La misma NASA, nos quiere negar el milagro del meteorito, bajo la suposición de que, habiendo caído en predios cercanos a nuestra fuerza aérea, podría haberse tratado de una explosión de dinamitas. (Dejaría de ser la agencia de fenómenos extraterrestres imperiales).

Pero, por las bondadosas intersecciones de las vírgenes de El Carmen, el Rosario y de Cuapa, Dios nos concederá la gracia de que sea escuchada la petición de ayuda que el señor Wilfried Strauch, ha hecho al Instituto de Geociencia de Alemania, la cual, para envidia de la NASA, podrá comprobar que lo caído cerca del aeropuerto fue un meteorito, y no de otra cosa.

¿Por qué motivos necesitamos que nos haga esa gracia del Señor?

Primero, porque así se confirmará que en verdad hemos sido bendecidos por Él con el meteorito que ahora saludamos y celebramos con la alegría, la felicidad y el amor que por designios divinos nos sobran, y hasta somos capaces de prodigarlos a todo el mundo. Y segundo, para poder evitar una posible y trágica confusión de nuestro cariño por un meteorito, con los desagradables flatos del meteorismo.

Fea confusión que nada digna de una bendición divina sería, porque el meteorito nos vino directamente del cielo, en tanto, el meteorismo es un término médico mundano creado para referirse… ¡a la acumulación de gases en el intestino!

Benditos y benditas seamos todos y todas, ustedes y ustedas. Amén.

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Paráfrasis

Como Chocolatito dice que Dios lo ha bendecido con lo que “no le ha dado a nadie”: tres coronas mundiales, la despanzurrada de 40 oponentes y 34 victorias por la vía del sueño forzado, está sugiriendo que al Dios de los otros boxeadores… ¡no le gusta sudar en el gimnasio!