El diario granadino EL CORREO (1913-1934), fué fundado por quien fuera su Director, Carlos Rocha Avellán y es sobre todo recordado por haber dado acogida a las publicaciones literarias del Movimiento de Vanguardia, "Rincón de Vanguardia" y "Página de Vanguardia", a cargo de Pablo Antonio Cuadra Cardenal y Octavio Rocha Bustamante, hijo éste último de don Carlos y padre de Luis Rocha Urtecho, quien, junto con su nieto Luis Javier Espinoza Rocha, retoman hoy "El Correo Nicaragüense"; un blog pluralista, que agradece la reproducción de su contenido.

martes, 30 de noviembre de 2010

Valientes Matagalpinas contra la Violencia.


La Lucha, Por Nuestro Derecho a la igualdad de oportunidades, por que pare el Maltrato y el Feminicidio, por la Restitución del Aborto Terapeutico, es de las Mujeres, sino los defendemos Nosotras NADIE LO HARÁ.

Elimolina.

El fin anunciado del Estado de Derecho

La fuente de la cual se desprende tanto derroche de prepotencia e imposiciones por sobre la Constitución y todo el orden jurídico nacional, con el fin de lograr la reelección de Daniel Ortega, es la enorme cantidad de dinero emanado de la cooperación exterior, en primer lugar, de Venezuela, destinada a la campaña electoral del ya bastante próximo 2011. La suma calculada es no menos de un mil quinientos millones de córdobas. Difícil precisar la cantidad, pero en todo caso, no es menor a lo que podría utilizar, y talvez sea mucho más. Cuanto sea, lo seguro es que nadie en nuestro país posee tanto dinero para gastarlo a manos llenas, buscando la conservación y ampliación de su poder político y económico
Onofre Guevara López

El anuncio extraoficial del primer secretario de la Asamblea Nacional, Wilfredo Navarro, sobre que la reunión final del actual período legislativo será próximo 5 de diciembre, indica que no habrá reforma constitucional ni la elección de los funcionarios que operan de facto en los poderes Electoral y el Judicial, ni en la Contraloría y la Comisión de Derechos Humanos. Este anuncio tiene una intención mucho más dramática que lo sugerido por las simples palabras de Navarro, pues ha dicho a nación, nada menos, que funcionará bajo un Estado de facto, al margen de todo derecho, bajo la voluntad dictatorial de Daniel Ortega, de inscribirse como candidato burlando la prohibición constitucional.

Sencillamente, se trata de un golpe de Estado. Y de ello se derivarán, por lo pronto, cuatro situaciones: 1) que siendo Navarro el primer secretario del pacto en la junta directiva de la Asamblea Nacional, se trata de una decisión anticonstitucional compartida por Ortega y Alemán; 2) que logrado ese tipo de “consenso” bipartito, Ortega se habrá impuesto por sobre el orden constitucional, con la complicidad del PLC; 3) que las otras representaciones parlamentarias perdieron la capacidad de influir en el curso de los acontecimientos políticos y legales; y 4) que se abrirá un proceso político al margen de los pactistas, con la libertad de las fuerzas antidictatoriales para abrir cualquier camino en defensa de la Constitución y la legalidad del país.

Dos de esas primeras cuatro posibles situaciones serían controladas por Ortega, con las fuerzas políticas, económicas y burocráticas del poder que controla, más el refuerzo de Alemán, su cómplice principal. La tercera situación será responsabilidad de los sectores de oposición parlamentaria, cuya mayoría acostumbra actuar con veleidades y oportunismos. Y la cuarta situación, dependerá de las fuerzas de oposición, obligadas a construir una coalición amplia, ahora apenas en proceso germinal.

Eso significa, la amenaza de que el país seguirá gobernado, casi sin solución de continuidad en su historia, con métodos personalistas dictatoriales de fuerzas políticas corrompidas en el ejercicio del poder, de una u otra corriente ideológica, pero identificadas en su desenfrenada ambición de poder, de dinero fácil y del disfrute privilegiado del mismo. Dentro de esas fuerzas, el orteguismo que opera a la sombra del sandinismo oficial, se ha convertido en la determinante no por su número, sino por la característica de operar con una disciplina, más como una fuerza militar, que como una fuerza política ideológica.

Pero su capacidad operativa, y cautiva como fuerza electoral, no es tan unitaria en lo ideológico como se ha supuesto. El orteguismo, que sigue cobijado bajo el nombre del FSLN, no funciona como partido político, sino como fuerza de choque con disciplina militar en distintos frentes, con una composición social heterogénea en su mayoría amalgamada con el incentivo económico, o por medio de toda clase de prebendas que emanan de un poder absoluto, sin el control institucional.

Los ministros y altos funcionarios estatales forman la primera fila, con los súper salarios, pese a lo cual no son éstos los que ofrecen las mejores posibilidades de enriquecimiento, si no las posibilidades de hacer negocios lucrativos con el tráfico de influencias. La posibilidad de hacerse de un ingreso familiar amplio y fabuloso, empleando a toda la parentela en cargos de todos los niveles y salarios, aunque no todos sus miembros sean aptos para desempeñarlos cabalmente.

Luego, vienen los funcionarios intermedios, menores y operadores políticos dentro de las instituciones, oficinas estatales y municipales. De este hecho han surgido dos fenómenos negativos desde inicios de 2007: miles de personas de ambos sexos, no orteguistas, despedidas de todo el Estado, como no lo había hecho ninguno de los gobiernos neoliberales anteriores; y la entrega masiva del carné del Frente entre viejos y nuevos empleados –hasta llegar a un millón, según el orteguismo—, unos obligados por el terror a quedar en el desempleo, y otros por el afán de incorporarse a un trabajo, después de un largo y doloroso período sin trabajo ni ingresos formales. Su fin: tenerlos como potenciales votos cautivos, y aunque no tengan la seguridad de lograrlo, les serán útiles para montar el fraude.

En los lugares inferiores de la pirámide orteguista, está incorporada una masa de gente pobre conquistada con pequeñas prebendas para ocuparla como activistas y propagandistas del culto a la personalidad de Daniel, y participantes en las concentraciones públicas progubernamentales. Entre esta masa popular, han quedado una buena cantidad de humildes sandinistas de sincera militancia –aunque no de carné—, con un historial de lucha durante las insurrecciones, como colaboradores con los combatientes populares. No pocos de ellos arriesgaron sus vidas y la seguridad de sus familias durante los años de resistencia popular a la dictadura, entre ellos las madres y padres de mártires de la revolución.

Esta composición humana y social que forma parte de la base del orteguismo, no está unida por convicción ideológica, sino por fidelidad a la causa sandinista original, fuertemente motivada por razones sentimentales. Son personas sinceras y sencillas que no han perdido la esperanza de tener una patria libre y progresista, y aún no han logrado distinguir entre el engaño de los líderes orteguistas enriquecidos en el poder y su proyecto de perpetuarse en el mismo, indefinidamente. Quizás esta gente sea la única reserva moral de que dispone el orteguismo.

La fuente de la cual se desprende tanto derroche de prepotencia e imposiciones por sobre la Constitución y todo el orden jurídico nacional, con el fin de lograr la reelección de Daniel Ortega, es la enorme cantidad de dinero emanado de la cooperación exterior, en primer lugar, de Venezuela, destinada a la campaña electoral del ya bastante próximo 2011. La suma calculada es no menos de un mil quinientos millones de córdobas. Difícil precisar la cantidad, pero en todo caso, no es menor a lo que podría utilizar, y talvez sea mucho más. Cuanto sea, lo seguro es que nadie en nuestro país posee tanto dinero para gastarlo a manos llenas, buscando la conservación y ampliación de su poder político y económico.

Quienes colaboran con este dinero desde el exterior para la imposición indefinida del orteguismo en el poder, por estar engañados con su discurso demagógico, o por la afinidad política de amor al poder y al enriquecimiento, nunca serán vistos a través de la historia como autores de un gesto de solidaridad con el pueblo nicaragüense, sino como cooperadores necesarios del delito de lesa patria y lesa democracia.

Pero aún habrán de contar con la decisión de lucha del pueblo nicaragüense por la constitucionalidad y sus derechos democráticos.

LOA A LA DIALÉCTICA

Con paso firme se pasea hoy la injusticia.
Los opresores se disponen a dominar otros diez mil años más.
La violencia garantiza: "Todo seguirá igual".
No se oye otra voz que la de los dominadores,
y en el mercado grita la explotación: "Ahora es cuando empiezo".
Y entre los oprimidos, muchos dicen ahora:
"Jamás se logrará lo que queremos".

Quien aún esté vivo no diga "jamás".
Lo firme no es firme.
Todo no seguirá igual.
Cuando hayan hablado los que dominan,
hablarán los dominados.
¿Quién puede atreverse a decir "jamás"?
¿De quién depende que siga la opresión?
De nosotros.
¿De quién que se acabe?
De nosotros también.

¡Que se levante aquel que está abatido.
¡Aquel que está perdido que combata!
¿Quién podrá detener al que conoce su condición?
Pues los vencidos de hoy son los vencedores de mañana
y el jamás se convierte en hoy mismo.

BERTOLT BRECHT (1932)
(Traducido del original por el profesor Vicente Romano)

De lo real maravilloso

Julio María Sanguinetti/infolatam | 29/11/2010

“…Si hoy Alejo (Carpentier) llegara a Haití, después de la crisis política de 2004 que llevara a la intervención de Naciones Unidas, del terremoto de enero de 2010, del huracán Tomas y ahora del cólera, seguramente no encontraría por ningún lado lo maravilloso. Aun en los recónditos repliegues mágicos del vudú o de su música afroantillana, difícil es ver algo más que una realidad de miseria, enfermedad y desorden. El terremoto dejó 230.000 muertos y el huracán volteó lo que quedaba en pie. Buenos edificios de justicia y escuelas hoy son ruinas y pese a sus universidades, la población se arrastra en el más bajo nivel educativo. Francia otorgó 40 becas para jueces o abogados del Estado y de 238 candidatos presentados, ninguno pasó la prueba mínima… Ocurre que la élite ilustrada emigró y solo el heroico esfuerzo de algunos pocos empresarios mantiene en funcionamiento un país cuya exportación es casi exclusivamente de textiles y cuya agricultura no pasa de una producción de subsistencia luego de una salvaje deforestación.
La comisión que preside Clinton ha reunido fondos y procura generar trabajo, principio de todas las cosas. Apenas ha logrado reflotar alguna maquila de ropa y poco más. Hay empresarios coreanos que proyectan inversiones, pero la falta de garantías todavía demora su empeño. El hecho es que el 80% de la población malvive desempleada o subempleada, en un país con el ingreso per cápita más bajo de la región, unos 770 dólares.
Si el drama haitiano ha conmovido esta vez al mundo, a quien más preocupa, obviamente, es a la República Dominicana, que comparte el territorio de la isla de Santo Domingo, con unos dos tercios para los hispanoparlantes. En la historia, sin embargo, existe un periodo -1822-1844- en el que Haití dominó el este de la isla, dejando una secuela de resentimientos que la población dominicana no oculta. El Gobierno de Leonel Fernández, el más prestigioso gobernante de toda la región, ha llevado adelante con empeño una política de acercamiento, al punto de visitar a su colega Préval al día siguiente del terremoto, pero hubo de hacerlo sin anuncio para evitar reacciones que podían ser impensadas. Ya le tocó vivirlo cuando cumpliendo la única visita de Estado de un presidente dominicano en toda la historia, fue ametrallado el palacio por grupos que se supone vinculados al narcotráfico. Ni esta plaga falta en la tragedia.
La pregunta de todos los días es: ¿la mentada ayuda humanitaria llegó? Arriba razonablemente y con ella es que se atiende a un millón de haitianos que viven en carpas, con disposición de comida y agua potable. ¿Y la reconstrucción? Esto sí es difícil. No hay un Estado organizado con capacidad para administrar esos fondos. La población, por su parte, no siempre colabora, como se ha visto estos días, con la reacción airada ante las tropas nepalesas de Naciones Unidas, a las que se atribuye haber traído el cólera. Nada está probado, pero cualquier prejuicio o rumor se instala fácilmente en gente angustiada y maltratada, que solo ha vivido inestabilidad política o autoritarismos tan crueles como el de los Duvalier, que recién en 1986 cayeron, luego de 29 años de dominio absoluto. Lo que vino después tampoco resultó auspicioso, al punto de que Préval es el único presidente que terminó su mandato.
Hoy, estamos ante la extraña paradoja de que en medio de esta tragedia, todos se preparan para que el próximo domingo 28 se elija un nuevo presidente y un nuevo Congreso. La campaña puede decirse que es lo más normal de lo que allí se observa y ojalá sirva para recomponer en algo la estructura de este Estado desvertebrado y anómico”.

El barrio lo definen sus gentes

*Vale la pena vivir, las memorias de Norberto Herrera.
Guillermo Rothschuh | 28/11/2010

A inicios de los años setenta, Hans Magnus Enzensberger, escribió Elementos para una teoría de los medios de comunicación, (Anagrama 1972), cuyo contenido se convertiría rápidamente en un discurso clásico. Critica el pensamiento de izquierda, por la manera en que el Estado aprisiona los medios, debido a la vacuidad de sus cuestionamientos y la incapacidad de usarlos correctamente. El señalamiento más severo lo dirige contra la dirigencia de las revueltas estudiantiles ocurridas en París, en mayo de 1968. Les echa en cara que en vez de acudir a las radios para movilizar a todos los sectores involucrados en la revuelta, más bien utilizaron las imprentas de La Sorbona, prueba irrebatible que no conocían la capacidad movilizativa de las ondas hertzianas. En ese mismo texto Enzensberger dedica la parte final a valorar la importancia del género testimonial.
Memoria, literatura y tiempo, se conjugan en las vivencias de Norberto Herrera Zúniga. Las formas narrativas de Vale la pena vivir, (Nov. 2010) son orales. Herrera Zúniga adopta la oralidad como eje articulador de su discurso. Vale la pena vivir, abre las puertas estableciendo las raíces genealógicas de la familia Herrera Zúniga. Devela y revela la importancia que tiene la vida de su abuelo materno para toda su familia. Los datos del general Camilo Herrera Córdoba, se pierden en los memoriales del tiempo. Un romántico que hacía llevar un piano de dos colas, todas las semanas santas de Jinotepe a La Conquista, para escuchar desde su hamaca, los valses inspirados de su mujer, bajo frondosas ramas de árboles centenarios. La veracidad del antecedente no importa, pertenece a la leyenda familiar.
También resulta digno recordar que el general Camilo Zúniga Córdoba peleó al lado de las huestes liberales comandadas por el General José Santos Zelaya. Como la mayoría de los combatientes de la época murió de una fiebre intestinal, según acredita el libro de defunciones del Registro Civil de Jinotepe y no tirado en su hamaca escuchando los valses de amor de Mamaría; lejos del bullicio de la gente y el estruendo de la fusilería. Estas revelaciones constituyen preciosa materia prima para que Norberto escriba una novela que recree las andanzas de su abuelo. Norberto puede recuperar estos pasajes novelables de la vida de su abuelo, desde el ámbito embrujador de la ficción. Mentiras verdaderas las denomina Sergio Ramírez, la verdad de las mentiras les llama Mario Vargas Llosa.
En Vale la pena vivir hay dos capítulos que fagocitaron mi interés. La manera en que describe la fundación y desarrollo del barrio Los Ángeles y su paso por la radiodifusión. La antropología asigna cada vez más importancia al estudio del barrio, al comprobar que articula las señas de identidad de sus habitantes. El barrio viene a ser el entorno primigenio que nos conecta con el mundo. Por mucho que los globalizados se desgañiten diciendo que no importa saber de dónde venimos, olvidan que la memoria es fundamental para el trazado de nuestra propia identidad. Las primeras señas de identidad de las ciudades se forjan en la fragua del barrio. En este vasto universo, la radio se encarga de guiarnos por el laberinto caótico y desmesurado de la ciudad. La música modela nuestra educación sentimental. Nos enseña a querer y olvidar, a reír y llorar, alimenta nuestras pasiones y emociones. El paso de Norberto por la radio fue decisivo para convertirse en un auténtico melómano. En tono nostálgico afirma que Perfidia del chiapaneco Alberto Domínguez Borrás es su canción predilecta.
En la radio Norberto tendió el lazo sentimental que le ata con la música. Los registros musicales poseen el ritmo y la cadencia para expresar los sentimientos más sublimes o desgarradores por la mujer amada o por el amor que nos dejó plantados. Julio Jaramillo, Olimpo Cárdenas, Elvis Presley, Frank Sinatra, Celia Cruz, Benny Moré, Lucho Gatica, Roberto Carlos, forman parte de la galería de sus consagrados. Me pregunto ¿qué dirá esta música a los jóvenes? Es probable que muy poco o nada, como a sus hijos y a los hijos de nuestros hijos, la música que estremece hoy sus entrañas, no digan nada. Los gustos cambian, pero la música que consuela, hace vibrar y agita nuestros corazones, continuará ahí, imperturbable al paso del tiempo.
La nomenclatura de la vieja Managua, identificando barrios y calles con una numeración que permitiera orientarnos con certeza, en una ciudad cuyos límites estrechos imposibilitaban perdernos, no alcanza el valor y trascendencia que otorgan los pobladores a los sitios de referencia nacidos de su invención. La familia Herrera Zúniga dirá para siempre que son originarios del barrio Los Ángeles y que la dirección de su casa quedaba de donde la Nicolasa Sevilla, dos cuadras y media a la montaña. Recuperar los nombres de los fundadores del barrio Los Ángeles, ha sido un acto de justicia de parte de Norberto. Evocar la pulpería de los Almendarez, significa destacar formas de aprovisionamiento todavía prevalecientes, locus exaltado por Jesús Martín Barbero, para subrayar que los grandes almacenes y supermercados no han podido aniquilar viejas formas de compra y venta realizadas todavía por los pobres en las grandes urbes.
La cantina del Negro Williams sigue viva en la memoria de los capitalinos, como también continúa viva en sus recuerdos la comidería de Chico Tobal. En ese territorio vivía Rafael Gastón Pérez, Oreja de burro, tres personajes emblemáticos sin cuyos registros, la historia de Managua sería incompleta. La evocación de Norberto acerca del cajón de aserrín que ponía el Negro Williams al pie de la barra y el mango celeque que ponía de boca a sus parroquianos, me recuerda la cantina del Gato Abraham. Siendo estudiante, los viernes por la tarde me apeaba del bus frente a este sitio apacible, cuando antes del terremoto me venía directamente de la UCA al Cine Darío para presenciar alguna película. Sus pobladores abrían de par en par sus batientes, dejando ver el aserrín regado por todo el local, para que después de enjuagarse lanzaran sobre el piso el escupitajo con que sellaban su hombría. El barrio lo definen sus gentes, sobre todo las más populares y conocidas. A todos ellos rinde tributo en Vale la pena vivir, Norberto Herrera Zúniga, cuya complicidad con sus evocaciones, recuerdos y memorias, nace de mi identificación con la Calle Palo Solo, atalaya desde la que descubrí el mundo y seguiré viéndole para siempre. Nos hermanamos en el culto que dispensamos a nuestro barrio. Norberto seguirá evocando hasta el final de sus días al barrio Los Ángeles y yo a la Calle Palo Solo.

Café sobrepasa la barrera de los U$200

*La baja productiva, combinada con el alza en los precios, implicará mantener el mismo nivel de ingresos
Iván Olivares | 28/11/2010

La cosecha cafetalera 2010 – 2011, traerá dulces y amargas noticias al sector, lo que no será impedimento para que al terminar de vender toda la producción del año, vuelvan a disfrutar tanto como lo están haciendo ahora.
La buena noticia es que el café ha alcanzado cotas de $221 dólares por quintal, “y algunas de las grandes empresas exportadoras del país, apuestan que llegará hasta los $240”, dijo Raúl Adolfo Amador, analista financiero internacional del puesto de bolsa Invercasa, entidad que monitorea de forma constante los precios de los comodities.
Juan Ramón Obregón, Secretario Ejecutivo de la Comisión Nacional del Café, (Conacafe), revisa todos los días esos mismos indicadores, y ha comprobado con satisfacción, cómo los contratos de venta de café en los grandes mercados internacionales del grano, han oscilado entre los $209 y los $220 el quintal.
Ese incremento es reflejo de la disminución que sufrieron los inventarios mundiales, que quedaron por debajo del mínimo de riesgo a causa de la caída de la cosecha de naciones altamente productivas como Colombia, Brasil y Vietnam, afectadas por el clima y diversos factores locales.
Dado que la demanda de café no cesa de crecer, la baja en la oferta indujo una subida en el precio, que ya supera en 25% al del año pasado.
Año de vacas flacas
Pero Obregón –igual que el resto del gremio cafetalero- también es conocedor de la mala noticia: el presente ciclo corresponde a lo que se llama “año bajo”, o la parte baja del ciclo bianual del cultivo, lo que en el caso de Nicaragua significa que, después de producir 2,028,000 quintales, ahora se espera una cosecha un 20% menor.
“Esperamos producir entre 1.6 y 1.7 millones de quintales, si el clima no nos afecta demasiado”, aseguró Obregón, añadiendo que Nicaragua obtiene buenos precios por su grano, debido a que “entre el 90 y el 95% de nuestra cosecha anual tiene calidad exportable”.
La baja productiva, combinada con el alza en los precios, implicará repetir los ingresos del presente ciclo, con sólo que se cumpla la parte más baja de la previsión actual, y se venda al precio más bajo obtenido hasta ahora: $201, con lo que obtendrían los mismos $320 millones con que esperan cerrar el 2010, siendo que hasta octubre pasado ya se contaban ingresos por $301.99 millones, según el Centro de Trámites de las Exportaciones, (CETREX).
Café genera 250,000 empleos, y salarios por C$864 millones
Este año, la naturaleza golpeó duro al sector agrícola, que tuvo que lidiar con precipitaciones que superaron todos los récords históricos del país, y afectaron los rendimientos productivos de la mayor parte de los rubros, que sufrieron exceso de humedad.
A la par, las lluvias destrozaron los caminos productivos, por lo que los gremios pidieron al gobierno que ordenara su reparación, y aunque no se destinaron todos los fondos que se solicitaban, al final el Ministerio de Transporte e Infraestructura recibió recursos que le permitieron seleccionar las vías en las que las reparaciones son más urgentes y provechosas.
Obregón explicó que las alcaldías también hicieron sus propias inversiones en reparación de caminos, y que hasta los mismos productores privados tuvieron que destinar parte de sus ganancias de años anteriores, para mejorar el acceso a sus fincas.
Todo ese movimiento servirá para magnificar la generación de empleos (unos 250,000 cortadores en el momento pico del corte), así como la dinamización de la economía en las zonas cafetaleras, que recibirán el desembolso de unos C$864 millones, en concepto de pago por corte.

El proceso del calentamiento global se remonta al siglo XIX.

Desde la Revolución Industrial la temperatura media se ha elevado 0,8 grados centígrados sobre los niveles preindustriales.
por EFE - 29/11/2010 –

Desde la segunda mitad del siglo XIX la temperatura media de la Tierra ha subido más de 0,74 grados y en los próximos cien años se espera un aumento de entre 1,8 y 4 grados.
La temperatura incluso podría subir en 6,4 grados, según el cuarto y último informe de evaluación del Grupo Intergubernamental de expertos en Cambio Climático (IPCC) de la ONU publicado en 2007, que advierte del peligro que supondría cualquier calentamiento por encima de los dos grados.
El proceso de calentamiento de la Tierra es lento y se remonta al siglo XIX.
Desde la Revolución Industrial se ha producido un aumento aproximado de un 25% en la concentración atmosférica de Dióxido de Carbono (CO2), un 19% de óxidos nitrosos, un 100% de metano y más de un 200% de Clorofluorocarbonos (CFC), causantes del llamado "efecto invernadero".
Desde entonces, la temperatura media se ha elevado 0,8 grados centígrados sobre los niveles preindustriales y los expertos advierten de que si suben las temperaturas globales por encima de la variabilidad natural del clima será imposible detener y evitar consecuencias en ocasiones catastróficas y sobre todo desconocidas.
El cuarto informe del IPCC, presentado en Valencia (España) en noviembre de 2007, afirma que el cambio climático es un fenómeno "inequívoco" y que algunos de sus efectos son ya irreversibles.
El IPCC cita como ejemplos el aumento de las muertes durante las olas de calor, la extensión de las enfermedades tropicales, las amenazas a los hábitats indígenas y el riesgo creciente de incendios forestales, así como la desaparición de muchos sistemas biológicos.
El informe destaca zonas y ecosistemas vulnerables, como los arrecifes de coral, los polos, la tundra, los bosques boreales y las regiones del sur de Europa, entre ellas España, país para el que las predicciones auguran para 2020 más olas de calor, incendios y una reducción considerable de los recursos hídricos.
De este fenómeno, "inequívoco" según el IPCC, es responsable la actividad humana, y serán más vulnerables las naciones en desarrollo, que sufrirán sus efectos de forma más desproporcionada.
En esos países se intensificarán los ciclones tropicales, los daños causados por los vientos, las lluvias torrenciales y las inundaciones, según el informe del IPCC.
Se agravará la actual escasez de agua en muchas regiones del sudeste asiático y África, y aumentará la propagación de diversas enfermedades como la malaria, el dengue, la fiebre amarilla y el cólera, especialmente en Asia, África y América Latina.
Algunos países de Latinoamérica sufrirán una mayor pérdida de producción agrícola por el cambio climático, al tiempo que otros verán incrementar sus cosechas.
En Oceanía, varias poblaciones costeras estarán en peligro por la subida del nivel del mar y las fuertes tormentas; sin embargo, si la temperatura no sube más de dos grados, algunas zonas del sur de Australia y Nueva Zelanda se beneficiarán por la disminución de las heladas, se alargarán las estaciones agrícolas y disminuirá la demanda energética.
Especialmente vulnerables serán las pequeñas islas a las que el IPCC dedica un capítulo aparte. En ellas, la subida del nivel del mar pondrá en peligro los recursos naturales, así como las infraestructuras para la supervivencia de las comunidades isleñas y sus atractivos turísticos.
El IPCC recomienda que en 2020 las emisiones se reduzcan entre un 25 y un 40% respecto a 1990 para evitar que las temperaturas suban más de 2 grados, lo que podría tener consecuencias catastróficas para el planeta.

Rosa Bernheim Salinas

lunes, 29 de noviembre de 2010

¿Por qué el cólera es menos letal en Haití con los médicos cubanos?

haiti-colera-cuba_06371Familia, amigos, compañeros:


Unas cuantas semanas han pasado desde la última vez que les conté lo que ocurría en Haití, su preocupación permanente merece el esfuerzo de alargar esta noche y escribir, trataré de ser lo más gráfico posible.

Las condiciones higiénicos sanitarias de la población, el bajo nivel cultural, el escaso acceso a fuentes de agua segura, así como la inadecuada disposición de residuales líquidos generan condiciones para que la enfermedad produzca gran número de casos y además con el paso del tiempo se convierta en endémica, o sea año tras año reporte un número determinado de casos. Las dificultades con la accesibilidad a los servicios de salud generan que las personas no lleguen a consulta incrementando sobremanera el número de fallecidos por esta situación.

El Ministerio de Salud Pública de Haití reporta 69 776 casos de cólera con 1603 fallecidos para una letalidad de 2,3%. En tanto que la Brigada Médica Cubana (BMC) en Haití ha visto 25 521 pacientes de cólera en los 36 puntos dispersos por la geografía de Haití, con 235 fallecidos y una tasa de letalidad de 0,99%. Forman parte de este magnánimo esfuerzo 436 colaboradores que accionan directamente en la atención a los pacientes con cólera, incluyendo 75 egresados de la Escuela Latinoamericana de Medicina (ELAM).

¿Qué traducen los datos de la BMC? El primer significado es que de cada 100 pacientes que atiende la BMC fallece menos de uno, cifra que se considera adecuada en el plano internacional en el manejo de cualquier epidemia de cólera. Seguramente se preguntarán en qué radica la diferencia respecto a las cifras reportadas por el MSPP, no se apuren. La letalidad es el parámetro fundamental mediante el cual se mide el resultado de las acciones de salud en momentos en que la epidemia ha logrado expandirse, ya no es preciso dirigir las fuerzas a enfrentar la enfermedad, sino que es momento de salvar la mayor cantidad de vidas posibles.

¿Cómo se hace?, se preguntarán. Existen dos medidas fundamentales: educación sanitaria y atención médica temprana. Ambas cosas constituyen ejes principal en el trabajo de la BMC, prueba de ellos son los más de 150 90 personas participantes en las diversas dinámicas realizadas en coordinación con líderes comunitarios y religiosos. La educación sanitaria enfatiza en la importancia de acudir a puestos de salud ante los primeros síntomas de enfermedad.

Para la atención médica de alta calidad la BMC utilizó una fórmula infalible: capacitar a todo su personal, pues aquellos que pertenecían a unidades ubicadas en sitios donde no se reportaba la transmisión del cólera eran trasladados a zonas de alta propagación, de ese modo refuerzan el trabajo en las diferentes posiciones y se capacitan en el manejo de los casos.

¿Por qué la diferencia?, se preguntarán entonces. En primer lugar la permanencia ininterrumpida durante más de 12 años, lo cual genera en la población una empatía y confianza que no existe con otras formas de cooperación. Otro factor es la presencia en los 10 departamentos, incluyendo comunas recónditas del interior del país, así como asentamientos de desplazados en Puerto Príncipe.

El humanismo, la preocupación genuina por el bienestar humano genera la tal conciencia que permite el resultado. Sumado a ello, la experiencia de prácticamente 50 años de acción internacionalista.

Existe en esta experiencia un nuevo elemento: jóvenes nacidos con esa concepción solidaria de Cuba, procedentes de sitios pobres del continente y el mundo, se han hecho médicos y con ello humanistas, solidarios, verdaderos guardianes de la salud y la vida.

Ser joven tiene eso de sentir la convicción de que uno vive momentos determinantes para la historia de la humanidad. Al mismo tiempo la vorágine del día a día no permite interiorizar la importancia de la acción: materializar el sueño de que jóvenes humildes de América Latina sean capaces de brindar asistencia médica a quienes la necesiten en cualquier sitio del mundo.

Haití es resultado de políticas imperialistas impuestas hace más de un siglo, castigo ejemplarizante para el primer rebelde del continente.

Peligra el mundo bajo la égida de ese imperialismo que en su fase final arremete con furia contra la vida humana, atenta contra el medio ambiente, todos los equilibrios se rompen, impera la sinrazón, desesperados en su afán de supervivencia engendran desde su esencia la destrucción de la especie.

Todo joven es por añadidura antiimperialista, quien ama la libertad, quien sueña con la paz del mundo aborrece el desquiciado engranaje que conlleva la muerte de lo pequeño y diverso en manos de gigantes alimentados, a su vez, de cada diminuto fragmento de humanidad.

En cada joven renace el sentir “nuestroamericano”, en nuestras manos está el futuro, en nuestra acción consecuente el bienestar colectivo, en la lucha imperecedera encontraremos resultados. Solo la unidad nos permitirá vencer.

Cada escenario es importante, desde Haití como miembros de esta Brigada Médica y en cualquier recóndito lugar la lucha es una sola, una nueva visión del mundo y la vida impera en nuestro continente.

Esta experiencia nos hace portadores de ejemplo, propagadores de amor, sanadores de almas desoladas, amantes fieles de la naturaleza, seguidores de la dignidad humana, respetuosos de la bondad sincera, estudiosos de todas las esencias, meticulosos investigadores del comportamiento humano.

Con Haití, con Latinoamérica, con los pueblos del tercer mundo, con Cuba solidaria y el ALBA: VENCEREMOS.

Un abrazo,

Emiliano

(Emiliano Mariscal es médico argentino graduado en Cuba, perteneciente a la Brigada Médica Cubana Henry Reeve, en Haití)

Siete días sin muertos por cólera


Ayer expliqué que en Haití habían fallecido 1 523 personas como consecuencia del cólera y a su vez las medidas adoptadas por el Partido y el Gobierno de Cuba.

No pensaba escribir hoy una palabra sobre el problema. Desisto sin embargo de esa idea, para elaborar una breve Reflexión sobre el tema.

La Doctora Lea Guido, representante de la OPS-OMS en Cuba, -en este momento representante de ambas organizaciones en los dos países y persona de gran experiencia-, declaró en la tarde de hoy que en las condiciones actuales de Haití se esperaba que la epidemia afectara a 400 mil personas.

Por otro lado, el Viceministro de Salud de Cuba y Jefe de la Misión Médica Cubana, el embajador de nuestro país en Haití y otros compañeros de la Misión, han estado reunidos todo el día con el presidente René Preval, la Doctora Lea Guido, el Ministro de Salud haitiano y otros funcionarios de Cuba y Haití, elaborando las medidas que se aplicarán con urgencia.

La misión médica cubana atiende 37 centros que enfrentan la epidemia, donde han atendido hasta hoy 26 040 personas afectadas por el cólera, a los que se adicionarán de inmediato, con la Brigada “Henry Reeve”, 12 centros más (para un total de 49) con 1 100 nuevas camas, en casas de campaña diseñadas y elaboradas para esos fines en Noruega y otros países, ya adquiridas con los fondos para enfrentar el terremoto, entregados a Cuba por Venezuela para la reconstrucción del sistema de salud en Haití.

Al anochecer de hoy llegó una noticia alentadora del Doctor Somarriba: durante los últimos 7 días no se ha producido un solo fallecimiento por cólera en los centros atendidos por la misión médica cubana. Tal índice sería imposible mantenerlo, ya que otros factores pueden incidir en ese resultado, pero ofrece una idea muy reconfortante sobre la experiencia adquirida, los métodos adecuados y el grado de consagración alcanzados.

Nos complace igualmente que el presidente René Preval, cuyo mandato finaliza el próximo 16 de enero, haya tomado la decisión de convertir la lucha contra la epidemia en la actividad más importante de su vida, la cual legará al pueblo de Haití y al Gobierno que lo suceda.

Fidel Castro Ruz

Noviembre 27 de 2010

9 y 56 p.m.

Unámonos para combatir la pobreza

* Las buenas instituciones no solo favorecen la inversión y el crecimiento, sino también la democracia, el bienestar y la seguridad ciudadana.

Carlos G. Muñiz B *


Luego de caer más del 50 por ciento en la década de los 1980‘s, nuestro ingreso por habitante ha crecido a una tasa promedio anual del 2.2 por ciento desde 1994. Sin embargo este crecimiento ha sido insuficiente. Nuestro ingreso por habitante es inferior al de 1977 y apenas 30 por ciento del promedio del resto de Centroamérica; el 45 por ciento de los nicaragüenses viven en condiciones de pobreza y el 10 por ciento en pobreza extrema.

Por lo tanto los nicaragüenses, y nuestros gobernantes en particular, debemos darle mayor prioridad a ejecutar políticas que:

1) aumenten la inversión privada y la productividad a fin de acelerar el crecimiento y reducir la pobreza;

2) hagan que el crecimiento sea compartido más rápidamente por los pobres; y

3) consoliden la estabilidad macroeconómica que es otro requisito para reducir la pobreza.

Para ser exitosas, estas políticas deben ejecutarse integralmente. Desde los 1990s, los gobiernos han incorporado algunos de sus elementos en sus programas, pero su ejecución ha sido insuficiente, limitada por la coyuntura política, y a veces inconsequente. Por ejemplo, durante la administración actual se ha deteriorado aún más la institucionalidad del país lo que va en contra de la reducción de la pobreza.

También deben tener continuidad, lo que requiere un Consenso que trascienda, en lo fundamental, los cambios de gobierno. Si los nicaragüenses nos unimos para defender cívicamente nuestra soberanía territorial, también debemos hacerlo para reducir la pobreza. El éxito de Chile muestra la importancia de la continuidad de políticas acertadas.

Nuestro bajo crecimiento se debe principalmente a que nuestra competitividad/ productividad es muy baja. La productividad, o sea la eficiencia en el uso de los recursos de un país, es el factor clave de su desarrollo ya que determina tanto el nivel de la inversión como su rendimiento, y por ende su crecimiento, como los salarios reales.

El Foro Económico Mundial reporta que el 80 por ciento de los 139 países analizados, incluyendo el resto de Centroamérica, son más competitivos que nosotros. Las causas de nuestra baja productividad son varias pero, en nuestra etapa de desarrollo, las más importantes son nuestras deficiencias institucionales y de infraestructura, y la baja calidad de la educación, particularmente la primaria. En segundo lugar están limitaciones en la competencia, la migración de personal calificado, la falta de financiamiento de largo plazo, y la baja absorción de tecnología.

Para crecer, necesitamos, por lo tanto, resolver estos problemas, y, particularmente, los más cruciales. Los nicaragüenses estamos conscientes de la importancia de mejorar nuestra infraestructura y la educación pero no suficientemente conscientes de la necesidad de acabar con nuestras deficiencias institucionales como la: corrupción, falta de balance entre los poderes del estado, falta de seguridad jurídica, politización de la justicia y el poder electoral, y falta de transparencia. Asimismo debemos mejorar la capacidad del estado para cumplir sus funciones y la calidad del gasto público. Estos esfuerzos deben ser liderados por las autoridades que el pueblo elija, pero requieren el respaldo de todos los nicaragüenses. Según el Fondo Monetario Internacional si alcanzáramos el nivel de institucionalidad de Chile elevaríamos nuestro crecimiento anual entre 2 y 4 porciento.

Aunque el crecimiento es el factor clave para reducir la pobreza, su impacto depende de la situación de cada país. En Nicaragua, el crecimiento ha tenido un impacto muy directo en la reducción de la pobreza extrema pero menor en la pobreza general. Según el Banco Mundial (BM), cada 1 por ciento de crecimiento por habitante baja la pobreza extrema 1.1 por ciento, pero la pobreza general solo ½ por ciento.

Debemos, por lo tanto, dotar más rápidamente a nuestros pobres con los activos que les permitan aprovechar mejor los beneficios del crecimiento. Aquí dejo que ellos hablen por sí mismos escuchando las “Voces de los Pobres” que reporta el BM en su informe sobre la pobreza en Nicaragua. No sorprende que nos digan que sus principales necesidades son: agua potable (14%); caminos y puentes (12%); oportunidades productivas—herramientas, insumos, crédito, ganado, mercados locales y centros de distribución (12%): centros de salud (10%); vivienda (8%); electricidad (5%); escuelas (6%) y centros vocacionales (5%).

Asimismo, debemos mejorar la asignación del gasto social. Según el BM, en el 2005 sólo el 45 por ciento del mismo beneficiaba a los pobres. Más aun, aunque este gasto mejoraba en general la distribución del ingreso, algunos gastos como los subsidios universitarios lo empeoraban. La asignación del gasto social no debe tener criterios partidistas.

Para reducir la pobreza también debemos consolidar la estabilidad macroeconómica. Los nicaragüenses padecimos hiperinflación durante los 1980s, pero desde entonces las políticas macroeconómicas se han fortalecido y hemos logrado reducir la inflación considerablemente.

Sin embargo, la inflación anual permanece relativamente alta (7-8 por ciento) por lo que debemos consolidar estas políticas para que continúe bajando. Para ello debemos: controlar el déficit fiscal; manejar eficientemente las empresas públicas; garantizar la solvencia del INSS; respaldar las políticas del BCN para mantener la estabilidad del córdoba; y respaldar las políticas de la SiBOIF para continuar mejorando la supervisión bancaria.

La ejecución integral y continua de estas políticas no solo traería beneficios económicos y sociales sino que también contribuiría a consolidar nuestra democracia. Las buenas instituciones no sólo favorecen la inversión y el crecimiento, sino también la democracia, y el bienestar y seguridad ciudadana. Asimismo, mayor educación y menor pobreza llevan a una democracia más representativa, lo que mejora la calidad de las políticas ya que hace que los políticos respondan mejor a las necesidades de los ciudadanos. En fin, se genera un círculo virtuoso entre crecimiento, reducción de la pobreza, y democracia.

* Director de Funides. Este escrito recoge las opiniones personales del autor

PALABRAS DE MONICA BALTODANO EN LA PRESENTACION DE LA TRILOGIA


MEMORIAS DE LA LUCHA SANDINISTA-


10 de noviembre 2010


Quisimos recordar con algunas imágenes aquellas jornadas y especialmente, con sus voces y retratos, a 6 de nuestros entrevistados, que ya no están más con nosotros:

Armando Amador: Historiador, estudioso de Sandino, dirigente obrero y del PTN, escritor. Murió el 26 de enero de 2005

Heriberto Rodríguez: campesino, fundador del FSLN, correo en la guerrilla de Raudales, combatiente de la guerrilla de Julio Alonso Leclaire de 1959, en la guerrilla de Raití-Bocay en 1963, en los preparativos de Pancasán y luego, en la lucha insurreccional. Atormentado por las condiciones de absoluta pobreza en las que vivía, se suicida, el 15 de Agosto del 2003;

José Gregorio Olivas: campesino de Totogalpa que se vinculó a la Legión del Caribe y que trabajó muchos años en las bananeras de la United Fruit Company en Honduras, Guatemala, Panamá, Colombia y Costa Rica. En este último país se incorpora al intento anti-somocista que lidera el General nicaragüense Alfredo Noguera Gómez, en 1944. Muere el 3 de octubre del 2008;

Luís Gaitán (Esteban). Fue uno de los jefes intermedios del trabajo político organizativo del FSLN en Managua. Murió el 12 de Abril de 2009. Tenía 54 años.

… y dos entrañables amigos y hermanos, los comandantes guerrilleros:

William Ramírez, Aureliano, maestro, periodista, dirigente sandinista. Estuvo en la montaña y en la ciudad y fue miembro del Estado Mayor del Frente Interno. Muere el 10 de Marzo del 2003

Y, Julio Ramos Argüello, el Trece. General de Brigada, jefe de la Unidad de combate General Pedro Altamirano y miembro del Estado Mayor que dirigió la insurrección de Estelí y otros importantes poblados del Norte. Muere el 8 de noviembre del 2008, a los 53 años.

Más recientemente, también falleció Alfredo Sánchez Alegría, quien nos dio su testimonio sobre el ataque al Cuartel de Masaya en 1977.

Agradecemos la presencia de los familiares, hijos, nietos, viudas, hermanos, de estos entrañables compañeros y pedimos para ellos un gran aplauso.

Me han concedido 20 minutos para 20 años de historia. De tal suerte – mis estimados amigos - que si quieren hacerse una idea del contenido de esta obra - debo advertirles - que solo les quedará un camino: ¡compren la trilogía y léanla!

Cuando hace más de once años comencé – desde radio la Primerísima - este empeño de recuperación de la memoria histórica, nunca pensé que habría una noche como esta, con la privilegiada presencia de todos ustedes.


Les saludo a todos juntos, porque son tantos los amigos, las personalidades, los cariños aquí concentrados que mencionarlos a cada uno sería todo mi discursos. Agradezco la presencia de todos ustedes con profunda emoción.


Cuando inicie este esfuerzo, nunca pensé que me pasaría inicialmente casi tres años haciendo entrevistas. Tampoco imaginé que aquellos diálogos, con tantos compañeros y compañeras de lucha, muchos de ellos verdaderos héroes nicaragüenses, concluirían con esta trilogía que hoy presentamos


Tampoco sospeché que el imperativo moral de trasmitir y publicar únicamente la verdad histórica, me conducirían durante 10 años por los vericuetos de la historia, reconstruyendo y verificando hechos, fechas, eventos, combates, encuentros y desencuentros de revolucionarios y patriotas nicaragüenses


En este dilatado y apasionante proceso de trabajo me di tempranamente cuenta que yo no estaba interesada, ni quería escribir MI historia. “Entre todos” fue el nombre que escogí para mi programa de radio porque mi perspectiva y convicción acerca de esa etapa, es que. Todos y Todas fueron, y deben seguir siendo, el sujeto activo de la historia. Porque entre todos fue y entre todos será, cuando se trata de las grandes transformaciones de la Historia.


El programa de radio se convirtió en un ejercicio de reconstrucción en la que, el entrevistado, yo, y sobre todo la audiencia, participaba en vivo y en directo, con sus precisiones y vivencias, como testigos directos, en un esfuerzo colectivo de reconstrucción histórica.


Luego vino la fase más compleja y la más dilatada: ordenar, diseccionar, separar lo secundario de cada testimonio; investigar, verificar datos y hechos con nuevas entrevistas, a los mismos compañeros, o localizando a otros testigos directos o consultando fuentes escritas, periódicos, revistas y documentos de la época. Arduo trabajo de novel historiadora.


Muchas interrogantes me acicateaban: Solo menciono algunas:


¿Cuál fue la motivación que en definitiva condujo a Carlos Fonseca, prácticamente ciego y sin condiciones físicas, a tomar el rumbo a la montaña que le condujo a la muerte?


¿Cuáles fueron las causas profundas de la división del FSLN?


¿Que explica, después de años de terror y resignación, el incontrolable torrente insurreccional de las masas en la ofensiva final?


¿Cómo fue posible que aquellos muchachos y muchachas -extinguieran de una sola vez - como si se tratase de un cataclismo- las instituciones militares, políticas y económicas de la Dictadura?


Cómo fue posible que convicciones, ideales, valores y ética sandinista fueran más poderosos y letales, que las balas, la represión y el autoritarismo de la dictadura?


Quienes, en definitiva, fueron los principales actores de esa historia?


Fue aquello una revuelta ordinaria o una revolución verdadera?



Hoy, por fin, podemos presentar con gran satisfacción y bajo el prestigioso sello editorial del IHNCA el resultado de este arduo trabajo. Y como decía el profesor Edelberto Torres Rivas, a quien agradecemos su presencia, palabras, observaciones y críticas, esta es una historia comprometida con la búsqueda de una sociedad más justa. Y ya que en este momento no es posible resumirla, permítanme sí, el abuso de algunas breves reflexiones.


Hay quienes afirman que en Nicaragua no ocurrió ninguna Revolución. Otros aseveran que la Revolución fracasó, otros que sigue viva y que lo actualmente vivimos es una continuidad de aquella.


Soy parte de los que afirman que aquí se produjo una revolución, UNA REVOLUCION VERDADERA que tuvo sus efectos y su tiempo. Los cambios que entonces pudo propiciar determinan su esencia, su naturaleza. Sus alcances y límites.


A su vez, su vigencia y temporalidad, estuvo determinada, no solo por los factores externos, como la mal llamada guerra de “baja intensidad” y la derrota electoral de 1990. No menos relevante fue el factor interno, la metamorfosis del sujeto colectivo que la impulsaba y conducía, el FSLN. Fuerza revolucionaria -que en los tiempos de nuestro relato-, estremecía y convocaba, por su coraje, su ideario y la integridad de sus valores.


La lucha del pueblo sandinista contra la dictadura fue lucha revolucionaria, como revolucionario fue su resultado inmediato. No solo por el incuestionable y masivo involucramiento del pueblo, sino por el resultado directo que extinguió de una sola vez del escenario político, al dictador y toda su camarilla, comenzando por sus aparatos represivos y asesinos, la guardia y la OSN. Fue revolución porque el desmantelamiento de todo el aparato y la institucionalidad de la dictadura dio paso a una nueva institucionalidad, como la del ejército nacional, que aún sobrevive.


Fue revolución, porque Nicaragua, por primera vez tuvo una política exterior independiente, recuperando soberanía, y porque inició transformaciones importantes en la distribución de la propiedad y la tierra, reivindicó la igualdad de la mujer, el derecho a la vida, a la educación y la salud de todo el pueblo, así como reclamó la libertad de organización y de pensamiento, el pluralismo político, y la promoción de la solidaridad.


Cierto, al final de ese tramo la revolución fue derrotada. Y a decir verdad no en las urnas en 1990, sino cuando los objetivos y programática de su fuerza impulsora, fueron de facto desvirtuados. Fue un complejo proceso- que tenemos el deber y el desafío de desentrañar - que condujo a una escalofriante concentración del poder y que en lo político, tuvo su punto culminante, en la perversión de la política misma, ahora concebida como ordinario reparto, que fue lo que representó el pacto de 1999.


Proceso de Restauración que se desplegó y continúa desplegándose con fuerza, aparejado con la contrarreforma neoliberal, en esta nueva sociedad de mercado y del mercado y del favoritismo a los capitales financieros y transnacionales. Regresión acompañada además, de caudillismo, patrimonialismo, continuismo, fraude, estado confesional y la negación de facto de libertades conquistadas.


Pero ello y muchas cosas más, no pueden negar la calidad, la esencia, la naturaleza y el potencial de cambio revolucionario que se abrió en Julio de 1979. Así como el engendro del imperialismo napoleónico no puede negar la revolución francesa y su influencia decisiva en el desarrollo de las ideas de libertad, justicia y democracia.


Lo que actualmente vivimos tampoco niega la heroicidad y la grandeza de la lucha contra la dictadura, y sobre todo de sus luchadores, entrañables compañeros y compañeras, cuyos ejemplos, el vacío del presente, evoca y agiganta.


Nuestro empeño por impedir que se borre de la historia esta epopeya, tiene también un sentido de justicia. Hay quienes afirman desde las tarimas de la academia y la intelectualidad, que la sangre derramada por miles de jóvenes en la lucha contra la dictadura, fue un desperdicio, que no valió la pena. Que recordarlo es aferrarse al pasado, es necrofilia, es el culto a los muertos, a una especie de heroísmo mítico. Ignoran que la tiranía del olvido solo puede favorecer el autoritarismo del presente.


Esta obra tiene la pretensión de enfrentar resueltamente la manipulación de la historia. El abuso utilitario de los héroes y sus símbolos. Enfrentar con la verdad histórica a quienes solo persiguen el mezquino interés de favorecer proyectos de poder personal y endiosar a ídolos con pies de barro.


Eduardo Galeano en 1991 se interrogaba:. Nicaragua… que viene de una década de asombrosa grandeza, ¿podrá olvidar lo que aprendió en materia de dignidad, justicia y democracia? ¿Termina el sandinismo en algunos dirigentes que no han sabido estar a la altura de su propia gesta?,… Seguramente el sandinismo es bastante más que esos sandinistas que habían sido capaces de perder la vida en la guerra, y que ahora, en la paz, no han sido capaces de perder las cosas”.




Y más tarde pensando en toda nuestra América Latina, escribió: “guerrilleros y luchadores de ayer, que fueron capaces de arriesgar la vida y ahora tienen terror de perder un puesto”.



No se necesita la estéril inteligencia de realistas y pragmáticos, apologistas abiertos o encubiertos del sistema, para darnos cuenta en qué sociedad vivimos. Tiempos en que lo que tiene valor son las cosas, y no las personas. Tiempos en los que solo existe el individuo, y no la sociedad. Tiempo de pánico a perder los trabajos, las humillantes pensiones, a que nos corten la luz o nos agredan en las calles. Tiempos de de violencia y abusos contra las mujeres, violaciones a niños y niñas. Tiempos en que la pobreza real – no la estadística - se sigue expandiendo, mientras la riqueza se sigue concentrando en unas pocas manos que todo lo privatizan, tal como en el pasado que combatimos. Tiempos en que el espejismo de ver construidos nuevos centros comerciales, inaccesibles para el ciudadano promedio nicaragüense, nos hacen creer que ahora vivimos “en otro país”. En los que las privatizaciones arrebatan todo a su paso, nuestros mejores recursos y riquezas naturales son entregados bajo concesiones onerosas a grandes empresas extranjeras… Y son solo algunos ejemplos para no referirme a la perversión institucional y la prostitución de la política.


Ahora que hay tantos cambios por los que luchar, tantas resistencias que hacer, tantas causas nobles por las que combatir, es momento de desentrañar y desplegar las banderas, los valores e ideales de aquellos, que lo dieron todo por la justicia y la libertad.


El rescate de la memoria histórica es, sin duda, fundamental en la forja de la identidad para la lucha por la transformación progresista de Nicaragua. Ya sabemos que si no estudiamos nuestra historia estaremos condenados a repetirla. O mejor:” La única manera para que la historia no se repita es manteniéndola viva"


Estoy convencida de que no existe posibilidad alguna de construir una nueva historia, sino somos capaces de desentrañar las influencias del pasado que condicionan los valores y contravalores, las motivaciones y desmotivaciones, las esperanzas y las frustraciones que constituyen hoy, parte de la conciencia de las fuerzas populares de nuestro país.


Amigos y amigos: viene una parte difícil: la hora de los agradecimientos… ¡tengo a tantos y tantas que agradecer!, y esta obra está en deuda con muchos.

En la trilogía menciono, con sus propios nombres, a más de un centenar de personas, pero quiero expresar esta noche mi agradecimiento especial al compañero de mi vida, Julio López Campos quien ha sido mi cómplice y aliado en las más osadas aventuras, y esta obra fue una de ellas.


A Margarita Vannini y al Instituto de Historia de Nicaragua y Centroamérica; a la Fundación Rosa Luxemburgo y a los compañeros de la Fundación Popol Na y, también de manera especial, a mi hija Mónica Augusta quien se encargó, en agotadoras jornadas de trabajo, de la Edición General de toda la obra.


Por supuesto, agradecer la confianza de todos mis entrevistados, verdaderos coautores de esta trilogía. Una parte importante de ellos, algunos venidos desde lejos, nos acompañan esta noche: están aquí, ¡hombres y mujeres, verdaderos héroes y heroínas de esta historia…!



Victor Tirado López, Bayardo Altamirano, ambos fundadores del FSLN, Henry Ruiz, Luis Carrión, comandantes guerrilleros, Dora Maria Tellez, René Vivas, Hugo Torres; Mauricio Valenzuela, Elías Noguera, Javier Pichardo. Extraordinarias mujeres como Rosi López Huelva, amigas de la cárcel como Rosa Argentina Ortiz, Margine Gutierrez. Jefes intermedios en las insurrecciones como Guillermo Sanchez, Mario Lopez, Sergio Lira Muchachos y muchachas combatientes como Danelia Lanzas, Rolando Lopez, Jose Ángel Vindell, Cesar Sediles, Armando Acuña, Dirigentes obreros e intelectuales como Onofre Guevara, dirigentes estudiantiles de finales de los setenta como Irving Dávila, dirigentes magisteriales como Alejandrino Perera, Periodistas de catacumbas como Carlos Garcia, el gran cronista deportivo Edgard Tijerino, el Grupo Pancasan: Marlene Alvarez, Francisco Cedeño, Martín Fonseca.


Una de nuestras glorias nacionales, el cantor Luis Enrique Mejia Godoy, la poetisa Vida Luz Meneses, grandes luchadoras desde distintas tareas como la Dra. Vilma Núñez, Marlen Chow, Dorotea Wilson. Eva Sacasa, Edmundo “Mundo” Icaza, periodista fundador de radio Venceremos y una heroica mujer hondureña y centroamericanista: Quxabel Cardenas, vino desde Costa Rica a esta presentación. También están Pedro Rivas Guatemala, Elías Lopez Mercado, combatiente monimboseño, Modesto Rojas, piloto que abasteció a los frentes de combate, Victor Manuel Urbina, uno de los últimos chanes de Carlos Fonseca y José Francisco Mendieta, combatiente en la montaña cuyo testimonio sobre los valores fue un aporte importante para nuestra obra.

Para finalizar quiero decir que esta obra tiene para nosotros un declarado propósito subversivo: impedir que se borre, que se oculte el Archivo, es decir la memoria, de esta lucha heroica. Levantar obstáculos a las vanas pretensiones de desvirtuarla. Que nadie pueda apropiarse de la obra de todo un pueblo, para acomodarla a sus ambiciones particulares. En fin, para que resplandezca la verdad. Y sobre todo, contar, en especial a los muchachos y muchachas de hoy, lo que tuvimos que hacer los muchachos y muchachas de ayer. Decirles en las Memorias de la Lucha Sandinista encontraran enseñanzas y pistas para las apremiantes batallas que a las generaciones venideras les tocará librar, para darle continuidad a aquellos patrióticos propósitos – sin duda inconclusos- del contingente revolucionario que soñó Carlos Fonseca.