El diario granadino EL CORREO (1913-1934), fué fundado por quien fuera su Director, Carlos Rocha Avellán y es sobre todo recordado por haber dado acogida a las publicaciones literarias del Movimiento de Vanguardia, "Rincón de Vanguardia" y "Página de Vanguardia", a cargo de Pablo Antonio Cuadra Cardenal y Octavio Rocha Bustamante, hijo éste último de don Carlos y padre de Luis Rocha Urtecho, quien, junto con su nieto Luis Javier Espinoza Rocha, retoman hoy "El Correo Nicaragüense"; un blog pluralista, que agradece la reproducción de su contenido.

jueves, 25 de noviembre de 2010

L.Q.Q.D. sobre la controversia Nicaragua-Costa Rica

Carlos A. Lucas |

Costa Rica clamó a los cuatro vientos, a partir del 21 de octubre 2010, que había sufrido una “invasión” de Nicaragua, una agresión grave contra su territorio, una vez que Nicaragua inició sus labores de dragado en los tramos finales del San Juan. Costa Rica acudió a la OEA, sin ningún pronunciamiento, protesta, nota diplomática, emplazamiento o gestión bilateral previa con Nicaragua.

Dijo Costa Rica que iba a convocar al TIAR y a pedir sanciones ejemplares contra Nicaragua. La OEA, especialmente Insulza, no dio curso ni motor a la acusación de invasión y procuró mediar salomónicamente en el asunto, en su informe ante la Asamblea de la OEA.

Costa Rica, viendo que la resolución de la OEA, sea como sea, no resultó en una condena explícita o en la caracterización de Nicaragua como país invasor o agresor, ni en una encerrona contra Nicaragua (que de previo le había desconocido a la OEA cualquier competencia de tribunal en ese debate), propuso de inicio, la convocatoria de la reunión de Ministros de Relaciones Exteriores, como preámbulo ya sea de la convocatoria del TIAR o del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.

Costa Rica, una vez aprobada por la Asamblea de la OEA, entre otras, la sugerencia de solicitar a las partes el retiro de tropas, retiró su moción de convocar a la reunión de Ministros, aparentemente satisfecha de haber logrado un éxito moral contra Nicaragua.

Costa Rica, viendo que Nicaragua no se daba por aludida por una conclusión no vinculante de la OEA, cambio de posición y decidió realizar de nuevo su convocatoria a la reunión de Ministros de la OEA, con vistas a convocar, a su vez, al Consejo de Seguridad de la ONU. Nicaragua reafirmó que plantearía el diferendo ante La Haya.

Costa Rica, viendo que no podría convocar al Consejo de Seguridad de la ONU cuando el órgano de Justicia de la ONU ya estaría viendo por la vía del Derecho ese mismo problema, decidió tomar la iniciativa y acusar a Nicaragua no de invasión, ni de violación de su soberanía, sino de estarle haciendo daño ecológico al Rio San Juan y a los últimos humedales que quedan en Centroamérica. Costa Rica pide entonces una medida cautelar para que la Haya declare la suspensión del dragado del Río San Juan.

Costa Rica deja claro, entonces, que llega al máximo Tribunal de Justicia de las Naciones Unidas, en La Haya, no siendo víctima de invasión, ni de agresión militar, ni de incursión en su territorio soberano, ni de ocupación militar, ni de violación de fronteras, que fueron las acusaciones mundiales que lanzó, ( logrando de primer momento una opinión pública mundial adversa a Nicaragua), sino con el interés de detener el dragado de un rio interno de Nicaragua, donde este país aplica su plena soberanía y sumo imperio sobre el manejo y administración de sus aguas.

Costa Rica deja a flor de evidencia entonces, que el fondo inmediato del asunto, ha sido y es, su interés en tratar de detener el impacto que indudablemente va a tener su hidrografía, especialmente en la cuenca del Rio Colorado hasta llegar al Tortuguero en el Caribe, por donde desde hace casi un siglo (producto de la haraganería, irresponsabilidad e incapacidad de los nicaragüenses) desembocan las aguas de la Cuenca de los grandes lagos de Nicaragua.

Ya no hay invasión, ni agresión militar, sus argumentos iniciales, sino daño ecológico. Ya no hay incursiones militares, sino lanzamiento (inevitable, pero amortiguable) de sedimentos y basuras de todo tipo, cuyo origen mayoritario costarricense es fácil y técnicamente, demostrable.

Costa Rica, al acudir a la Haya con esos argumentos, decidió de nuevo retirar su convocatoria a la Reunión de Ministros de Relaciones Exteriores de la OEA, dejando a esta organización mas mal parada que nunca, pues de alguna manera, se había estado dejando llevar y traer por las alharacas anti invasionistas de Costa Rica contra Nicaragua.

No hay tal invasión, ni agresión militar. Costa Rica ahora alega estar siendo agredida ecológicamente por los trabajos de dragado de Nicaragua sobre el rio (Costa Rica hizo labores de dragado del Rio Colorado, brazo del Rio San Juan que se adentra en territorio tico, a vista y paciencia de los apáticos nicaragüenses de diversas épocas, gobiernos e ideologías). Costa Rica quiere detener el dragado del San Juan.

Entonces, Costa Rica no está planteando que Nicaragua le está restando su soberanía territorial, sino, con estos últimos hechos, Costa Rica lo que está planteando es que tiene derechos de soberanía sobre las aguas del San Juan, hasta para decidir cuándo, quién (ha mandado detener y juzgar a Edén Pastora, nicaragüense delegado por el gobierno para el dragado), cómo y dónde se draga el rio.

Entonces es Nicaragua la que está enfrentando, con estas alharacas, movimientos y demandas de Costa Rica, una agresión y una presión sobre su soberanía y sumo imperio sobre un rio absoluta y completamente nacional, desde su salida desde el Lago Cocibolca, hasta el hito de Punta de Castilla.

Quizás esto convenza a algunos nicaragüenses que desde el inicio, se hicieron activistas internos de las tesis de Costa Rica, “demostrando” que Nicaragua, había invadido militarmente a Costa Rica, auxiliados por mapas de Google, de mano alzada y dibujos sin escala, sin firmas de las partes, como que los Tratados Internacionales se rigen por dibujitos y no por el texto de dichos tratados.

El problema, ahora, de Costa Rica, es cómo convencer en La Haya para lograr una medida cautelar (detener el dragado) que depende de la definición de las fronteras en el terreno, entre ambos países. Un asunto de forma que depende de uno de fondo.

La Haya entonces no puede referirse o decidir de esa manera indirecta sobre el fondo del asunto y como Costa Rica no es algo de fondo lo que ha planteado ante La Haya, ésta no tendrá más remedio que recomendar a Costa Rica, que con su vecino delimite físicamente sus fronteras (en base a Tratados y laudos ya reconocidos en la Corte de La Haya) antes de alegar daños ecológicos que dependen por donde pase la línea fronteriza para dilucidar de qué lado están esos daños.

Como se dice en las clases de matemáticas, l.q.q.d (lo que quería demostrar).

No hay comentarios:

Publicar un comentario