El diario granadino EL CORREO (1913-1934), fué fundado por quien fuera su Director, Carlos Rocha Avellán y es sobre todo recordado por haber dado acogida a las publicaciones literarias del Movimiento de Vanguardia, "Rincón de Vanguardia" y "Página de Vanguardia", a cargo de Pablo Antonio Cuadra Cardenal y Octavio Rocha Bustamante, hijo éste último de don Carlos y padre de Luis Rocha Urtecho, quien, junto con su nieto Luis Javier Espinoza Rocha, retoman hoy "El Correo Nicaragüense"; un blog pluralista, que agradece la reproducción de su contenido.

jueves, 18 de noviembre de 2010

Daniel Ortega, ¿redentor de la modernidad?

Javier Padilla |
“Modernización” –es la palabra que ocupó el Presidente Daniel Ortega en su reiterativa semblanza del 14 de Noviembre sobre el conflicto entre Nicaragua y Costa Rica. Ortega—enérgico y envalentonado—acusó a los ticos de haber maltratado el delicado balance ecológico de la zona en litigio, ya que la han usado para “la agricultura, para la modernización.” No obstante, ¿cuál otra es la misión del dragado del Río San Juan sino la modernización del río en cuestión? El dragado del Comandante “0” convertiría el suampo en una vía navegable para el transporte humano. Es más, esta conquista sobre los elementos vendría a ser el símbolo de la refundación de la modernidad en Nicaragua. El propósito ideológico del dragado del río y el escalamiento del diferendo con Costa Rica, son evidencia plena de la solidificación de un proyecto nacionalista y la consecuente identificación de Daniel Ortega como guía y redentor de la modernidad en la historia nicaragüense.
En su libro La conquista de la naturaleza: agua, paisaje y la creación de la Alemania moderna, el historiador David Blackbourn traza la compleja mezcla de militarismo, nacionalismo e ingeniería que logró la unificación de Imperio Alemán en el siglo XIX. Para Blackbourn, estos “épicos” proyectos de dominio hidráulico sobre el agua son parte de los factores que fomentaron el crecimiento del partido Nacional Socialista en los años 20 y que condujeron a la primera y segunda guerra mundial. Las mismas ideas de los ingenieros militares del Kaiser inspirarían a las madres, los trabajadores y a la juventud alemana a apoyar al Partido Nacional Socialista. En otras palabras, el mismo nacionalismo que logró inmensos proyectos de modernización sobre el paisaje y la solidificación de la identidad alemana culmina en el ultranacionalismo de los desfiles de Nuremberg.
Y es que el contacto de la draga “Soberanía”—nótese la matriz simbólica del nombre—con el lodo acumulado de Harbour Head es el símbolo perfecto de la conquista de la naturaleza, el poder sobre los elementos y por ende la realización de Nicaragua como entidad soberana. Así como José Santos Zelaya (nuestro Bismarck) consolida el proyecto nacionalista con la incorporación de la Mosquitia, el Presidente Ortega se perfila como el redentor de la identidad nicaragüense. Que esta identidad tenga como horizonte el año 1979 vendría a reforzar no sólo el protagonismo de la persona que lidera los esfuerzos de dragado (el rimbombante Edén Pastora), pero también identificaría al cuerpo militar como centinela de esta ansiada identidad; un legado del liderazgo del Comandante Daniel Ortega. En fin, la draga “Soberanía” recoge todos los insultos de filibusteros, imperialistas, los desecha como al lodo mismo y al mismo tiempo labra el camino hacia el progreso, hacia el futuro: las implicaciones históricas son enormes.
De más está decir que el nacionalismo, cuyo código genético es el liberalismo Europeo, ha tenido efectos sumamente nocivos en la historia moderna. El libro de Blackbourn logra identificar la sorprendente relación entre la conquista moderna sobre el paisaje y la formación del estado nacionalista en Alemania. Lo que sorprende de la draga del río San Juan (perdón, San Juan de Nicaragua) es la evolución del nacionalismo en Nicaragua 31 años después de una revolución sumamente traumática y violenta, una revolución cuyo legado no deja de aquietar a una generación que vivió los estragos de la violencia en carne propia. Con el fervor patriótico de la draga del río San Juan, Daniel Ortega ha logrado consolidar un proyecto que empezó en 1979 y que cada día se centraliza más alrededor de su figura redentora. Con expectativa espero el día que la draga “Soberanía” logre la conquista del caudal, ya que ese día habremos cambiado no sólo el curso de nuestros límites, sino la identidad y dirección de nuestra propia historia.

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