El diario granadino EL CORREO (1913-1934), fué fundado por quien fuera su Director, Carlos Rocha Avellán y es sobre todo recordado por haber dado acogida a las publicaciones literarias del Movimiento de Vanguardia, "Rincón de Vanguardia" y "Página de Vanguardia", a cargo de Pablo Antonio Cuadra Cardenal y Octavio Rocha Bustamante, hijo éste último de don Carlos y padre de Luis Rocha Urtecho, quien, junto con su nieto Luis Javier Espinoza Rocha, retoman hoy "El Correo Nicaragüense"; un blog pluralista, que agradece la reproducción de su contenido.

lunes, 22 de noviembre de 2010

El 20 de noviembre se cumplieron cien años de la muerte de Tolstoi.

Hijo de un noble propietario y de una acaudalada princesa, quedó huérfano en su niñez. Fracasó en el estudio formal de las letras y las leyes, y se volcó a una forma muy personal de autodidactismo. En los albores de su adultez, abandonó todo y se mudó al campo, donde residió durante años. Antes de irse dejó escrita una carta a su esposa Sofía:

" Lamento que mi partida te ponga triste, pero entiéndeme y créeme que no podía actuar de otra manera. Mi situación en la casa se ha vuelto insoportable, lo es desde hace mucho. Más allá de todo lo demás, me resulta insoportable seguir viviendo en este entorno lujoso y hago ahora lo que la gente de mi edad hace habitualmente, abandono esta vida mundana para pasar mis últimos dias en aislamiento y silencio"

Sufrió una profunda crisis espiritual que lo llevó a convertirse en un pacifista radical. Falleció en una estación de trenes el 20 de noviembre de 1910

" Son las tres y se ponen en marcha (.....) Una vez en el tren, Tolstoi pide a su hija que tome nota de lo que le va diciendo, reflexiones sobre Dios y los hombres. Hacia el mediodía cambian de tren, pero sus acompañantes se dan cuenta de que Tolstoi está temblando y deciden bajarlo en la siguiente parada, una estación perdida: Astapovo. Le había subido fiebre. El jefe de estación les ofreció entonces su casa (....) No sabía que la estación estaba llena de periodistas, que Sofía ya lo sabía y se había sentado en un tren negro interrumpiendo las vías. ( ...) Tolstoi seguía dictando. "
Mariana Dimopulos.

" Pero qué diferentes de los que él había imaginado eran los sentimientos que le inspiraba aquel pequeño ser! En lugar de la alegría prevista, Lievin no experimentaba más que una angustiosa piedad. De allí en adelante habría en su vida un nuevo punto vulnerable. Y el temor de ver sufrir a aquella pequeña criatura indefensa, le impidió notar el movimiento de necio orgullo que se le había escapado al oírla estornudar!
(...)
Entonces Lievin comprendió claramente, por primera vez, lo que no había podido captar bien después de la bendición nupcial: que el límite que les separaba era intangible, y que nunca podría saber dónde comenzaba y dónde terminaba su propia personalidad. Aquella riña le produjo un doloroso sentimiento de escisión interior. A punto de ofuscarse, comprendió enseguida que Kiti no podía ofenderle de ninguna manera, desde el momento que ella formaba parte de su propio yo. " fragmento de Anna Karenina

FUENTE: REVISTA Ñ, CLARIN CULTURA, nº373

No hay comentarios:

Publicar un comentario