El diario granadino EL CORREO (1913-1934), fué fundado por quien fuera su Director, Carlos Rocha Avellán y es sobre todo recordado por haber dado acogida a las publicaciones literarias del Movimiento de Vanguardia, "Rincón de Vanguardia" y "Página de Vanguardia", a cargo de Pablo Antonio Cuadra Cardenal y Octavio Rocha Bustamante, hijo éste último de don Carlos y padre de Luis Rocha Urtecho, quien, junto con su nieto Luis Javier Espinoza Rocha, retoman hoy "El Correo Nicaragüense"; un blog pluralista, que agradece la reproducción de su contenido.
lunes, 13 de abril de 2015
Eduardo Galeano, la pluma en el corazón
Llegué a pensar que nunca moriría tal ha sido y es mi devoción por él. Creía que era sencillamente inmortal, al igual que su obra. Recuerdo en esta hora cuando lo conocí, en casa del comandante sandinista Tomás Borge, un día de julio de 1987 en la ciudad de Managua. Entrevisté a ambos para la publicación de un libro sobre la figura del Che Guevara. Tener ante mí, sujeto a mi interrogatorio, al autor de “Las venas abiertas de América Latina” (1971) fue un lujo. Y recuerdo sus respuestas mucho más inteligentes que mis preguntas. Mago de las palabras que nos ha dejado el maravilloso monumento que es “Memorias del fuego” (1982-1986), Eduardo Galeano era incapaz de transmitir una idea o un sentimiento si primero no lo veía cerrando los ojos. Escribía con imágenes con ese estilo único sentipensante que hacía pasar cada palabra por la razón y por el corazón. Capturador de historias de vida, inventor de sintaxis y de fábulas, Eduardo era emoción hecha literatura y uno de los escritores más integrales de la historia americana.
Eduardo Germán María Hughes Galeano, nació en Montevideo el 3 de septiembre de 1940, en el seno de una familia de clase alta y ascendencia italiana. Ganador de numerosos premios e investido numerosas veces doctor honoris causa, su verdadero orgullo era el saber que su obra era y es leída en más de veinte idiomas por una juventud deseosa de crear un mundo nuevo. Precisamente en próximos días verá la luz su última obra experimental “Mujeres”. Referente mundial de los movimientos alterglobalización ha sido un animador incansable de los movimientos sociales alternativos en quienes se inspiró para decir: La utopía está en el horizonte. Camino dos pasos, ella se aleja dos pasos y el horizonte se corre diez pasos más allá. ¿Entonces para qué sirve la utopía? Para eso, sirve para caminar.
Su obra, amplia y siempre celebrada por sus innumerable seguidores son más de cuarenta libros y cientos y cientos de artículos. Muy conocidos son: Vagamundo (1973), Días y noches de amor y de guerra (1978), El libro de los abrazos (1989), Las palabras andantes (1993) El fútbol a sol y sombra (1995). Por cierto que era un futbolero impenitente, “el fútbol es la única religión que tiene ateos” escribió. Hubiera querido ser futbolista pero reconoce que nunca pudo entenderse con la pelota, “era un pata dura terrible”. Con su muerte el fútbol uruguayo llora a uno de los suyos, el mismo que dijo: “Todos los uruguayos nacemos gritando gol y por eso hay tanto ruido en las maternidades, hay un estrépito tremendo”.
Si en Julio Cortázar encontramos un inaudito imaginario, en García Márquez el realismo mágico y en Mario Benedetti la poesía en todos sus secretos, en Eduardo Galeano encontramos un diálogo permanente con la realidad del mundo y sus actores. Su literatura siempre sentida era un retrato de la vida latinoamericana, contribuyendo a las luchas libertarias de los pueblos dando a conocer sus pobrezas y sus derrotas, pero también sus alegrías y victorias. Su arma secreta, escribir y hablar –hablaba como escribía- cuidando las palabras de tal manera que nos conquistaba por la hermosura de su peculiar prosa.
Iosu Perales
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