El diario granadino EL CORREO (1913-1934), fué fundado por quien fuera su Director, Carlos Rocha Avellán y es sobre todo recordado por haber dado acogida a las publicaciones literarias del Movimiento de Vanguardia, "Rincón de Vanguardia" y "Página de Vanguardia", a cargo de Pablo Antonio Cuadra Cardenal y Octavio Rocha Bustamante, hijo éste último de don Carlos y padre de Luis Rocha Urtecho, quien, junto con su nieto Luis Javier Espinoza Rocha, retoman hoy "El Correo Nicaragüense"; un blog pluralista, que agradece la reproducción de su contenido.

sábado, 28 de mayo de 2011

LOS ÚLTIMOS LUGARES SAGRADOS

MARCELA SERRANO

Como la vida es un azar, de no mediar un par de horas en el aeropuerto de la ciudad de México y haber conocido allí a un sajón de esos que andan tras lugares que le aquieten el alma, no me habría enterado de cuán rápido corren los aterrantes pasos de la depredación. Me contó que vivía en Guatemala, en la ciudad de Antigua. Uno de los latidos fuertes de mi corazón latinoamericano es guatemalteco, por lo que de inmediato me interesé por ese espacio en el continente que me ha regalado tanta belleza: intimidad, silencio y hasta una novela. Me pregunta cuánto hace que no voy por allí; le contesto que dos años. “Ya no es lo mismo de antes”, me dice con aire triste. Él vive hace 18 años en Antigua y siente que el último año y medio se la están robando. Que los autos ya no permiten las dulces caminatas por esas calles adoquinadas que los fines de semana se repletan de “gente mala” con armas y ruido delictivo.

Que los precios han subido descomunalmente, que cada día se abren nuevas tiendas, más extravagantes y más ajenas al espíritu de sus habitantes. En fin, mientras sigue su descripción, algo se me anuda cerca de la garganta. Antigua, mi Antigua, está perdiendo su carácter. Una vez más, me están quitando uno de los pocos lugares sagrados que restan en este pedazo del mundo.

No es que los escritores estemos contra el progreso. Al revés, solemos preciarnos de ser parte --- de alguna forma u otra --- de las vanguardias y de abrazar toda causa progresista. Pero también sucede que los escritores seres solitarios. La literatura es un acto de gran intimidad. Como el amor, difícil resulta hacerlo en medio de la calle. O a la vista. ¿Cuáles son los lugares de un escritor?

La paradoja es que hoy, cuando la soledad es probablemente más avasalladora que nunca en la historia, resulta impensable lograr la soledad física donde ejecutar esta acción. Los espacios se han atiborrado de tal modo que este don nos es escamoteado. La ciudad se nos vuelve en contra, la estética de la gran urbe impide la limpidez del corazón: lo acelera, lo estimula sólo para dejarlo cansado y acezante. El cemento no enjuga las lágrimas.

¿Pero es que el único concepto de refugio que nos queda es el de la naturaleza? ¿Sólo allí podremos desvestirnos de las sombras inquietas? ¿Ella nos hará pasar de las tinieblas pavimentadas a la subjetiva luz del bosque? ¿Entonces la mirada descansará de absorber la melodía más melancólica?

Los lugares son para poder asirse.

Pero si ya nos están quitando Antigua, mañana nos quitarán Machu Picchu o el Hospicio Cabañas en Guadalajara o las casas de madera en los lagos del sur de Chile.

Entonces, los voraces decretarán la prohibición de todo lugar sagrado y mirarán codiciosos a los acantilados. Y los escritores, derrotados por los avaros, aceptarán que los únicos ligares son los internos y creerán que --- de seguir el mundo como va --- llegará un tiempo donde ya no exista nada sino la literatura.

Nota: "La América que queremos" es una nueva sección sabatina de EL CORREO. Los ensayos "en defensa de la vida" -de autores de primera línea- son tomados del libro con igual título, publicado por el Fondo de Cultura Económica en 1998, en el contexto del Programa de las Naciones Unidad para el Medio Ambiente.

No hay comentarios:

Publicar un comentario