Hace unos momentos vi en TV la agresión de danielistas en contra de manifestantes del Movimiento por el Rescate del Sandinismo, frente a un hotel donde se realiza el Foro de Sao Paulo, en Managua.
Me recuerdan a la tropa de Nicolasa Sevilla, una anciana somocista, que agredía con piedras, garrotes, y armas a quienes de oponían al dictador.
No existe otro método de Daniel Ortega, siempre envía a sus seguidores a impedir con golpes la manifestación de protesta. Pero, lo lamentable no es que Daniel desconozca otro método para mantenerse en el poder, sino que sus seguidores, cegados y sesgados, se pueden convertir en represores y criminales impunes, alimentando una tradición de intolerancia, imposición, y dictadura.
Aun con el riesgo, la lucha por la libertad y el derecho debe continuar en nuestro país. Seguir protestando por todos los medios cívicos, con argumentos y presencia, para ejercer presión y evidenciar que Daniel Ortega no es la persona idonea para gobernar al país y conducirlo hacia la democracia y el desarrollo, donde todos tengamos derechos y progreso.
Daniel tampoco es capaz de aglutinar al sandinismo, pues ha cerrado los espacios de participación a miles de sandinistas que lucharon en contra de la dictadura y defendieron la revolución.
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