El diario granadino EL CORREO (1913-1934), fué fundado por quien fuera su Director, Carlos Rocha Avellán y es sobre todo recordado por haber dado acogida a las publicaciones literarias del Movimiento de Vanguardia, "Rincón de Vanguardia" y "Página de Vanguardia", a cargo de Pablo Antonio Cuadra Cardenal y Octavio Rocha Bustamante, hijo éste último de don Carlos y padre de Luis Rocha Urtecho, quien, junto con su nieto Luis Javier Espinoza Rocha, retoman hoy "El Correo Nicaragüense"; un blog pluralista, que agradece la reproducción de su contenido.

martes, 24 de mayo de 2011

Periplo mediterráneo

Carlos Chamorro Coronel
 
 
“Magna  ista vis est memoriae… nec ego ipse capio totum, quod sum”…Grande
es este poder de la memoria pero ni así capto todo lo que soy. Confesiones, San Agustín.*
 
*¡Ah!, el mar. Emily Dickinson*
 
* *
 
*Nada ha fascinado más al ser humano que la contemplación del mar incluso más
que la de las mismas estrellas por las que se orienta en el mar como sabemos por
primera vez en la literatura mundial en la Odisea Canto V cuando la ninfa Calipso
le aconseja que se rija por ellas: “las Pléyades, el Bootes (Boyero), que
se pone muy tarde, y la Osa, llamada el Carro por sobrenombre, la cual
gira siempre en el mismo lugar, acecha a Orión y es la única que no se
baña en el océano; pues habíale ordenado Calipso la divina que tuviera la
Osa a la mano izquierda durante la travesía”*
 
*Este es un momento crucial y realmente culminante porque nunca antes que sepamos
había un hombre aunque fuera un personaje de ficción como Ulises u Odiseos en griego
levantado su mirada al cielo para contemplar las estrellas y guiarse por ellas.
Muy probablemente muchos otros lo hicieron pero no dejaron nada escrito. En cuanto
a la escritura que según parece es una invención de origen fenicio muy diestro
en la navegación, comercio e
industria coincide con el surgimiento de la gran civilización egea. El
primer indicio de escritura lo encontramos en la Ilíada de Homero Cantos VI en el que
se menciona el mensaje que envía un rey a otro rey en una tablita que se doblaba y
contenía en griego “grafas” o sea letras. Presumiblemente los hebreos escribieron lo
s primeros libros de la Biblia por el mismo tiempo.*
 
*El pasaje primero al que me refiero de Ulises que se guía por las estrellas
en la historia de la humanidad es muy importante pues como digo también por primera
vez el hombre empieza a utilizar el conocimiento en su propio
beneficio. Este hombre, Ulises u Odiseos en griego se ubica por decirlo así
ante el Universo entero, el Cosmos y emprende la gran aventura que lo
llevará de vuelta a su hogar en Itaca. Atrás ha quedado la loca aventura de
juventud en búsqueda de la gloria en la conquista de la antigua ciudad de
Ilion (Troya). Se desprende pues del mito representado por la Ninfa Calipso y se
entrega al conocimiento y la razón, y por ende la cordura al volver a su hogar sin
olvidar tampoco que es la Ninfa Calipso la que en una forma primigenia
representa el Numen divino que lo inspira y aconseja.*
 
Como digo es un momento culminante en la historia del hombre sobre la
Tierra y sobre el agua que es un elemento al que no está acostumbrado pero
que lo atrae con fuerza irresistible. También culminante en la historia del
pensamiento. Sobre este tema el premio Nobel Steven Weinberg escribe en el
The New York Review of Books, octubre 22 2009 un enjundioso artículo sobre
astronomía y en una erudita nota dice lo siguiente: “Podría sorprender que Calipso
no le dijera a Ulises mantener a la Estrella del Norte a su izquierda. La razón es que
en tiempo de Homero la Estrella Polar que es ahora la Estrella del Norte no estaba
entonces en el Polo Norte. Esto se debe no a que la Estrella Polar se mueva sino
por un fenómeno conocido como la precesión de los equinoxios descubiertos por
Hiparco. En términos modernos el eje de la rotación no mantiene una dirección fija
en el cielo sino que se balancea como el eje de un trompo que gira completando e
l círculo cada 25,000 años.
 
*Antes de seguir adelante una observación pertinente sobre la nomenclatura
utilizada por Homero en la Odisea porque existe una pequeña discrepancia con
la nomenclatura que utiliza en la Ilíada, Canto XVIII como veremos
enseguida. En la Odisea menciona a las Pléyades, el Bootes que es el Boyero
pero que en español conserva también el nombre original griego; luego la Osa
llamada El Carro y por último Orión. Pero en la Ilíada en la edición que
tengo a mano de la famosa Loeb Classical Library en lugar de el Boyero
menciona a otra constelación: Hiadas, que según la enciclopedia es un cúmulo
estelar abierto en la constelación de Tauro. Como mis conocimientos de
astronomía son muy limitados no podría explicar a ciencia cierta esta
discrepancia y en cuanto a las Hiadas como dato relevante histórico
literario son mencionadas por el poeta latino Horacio en la Oda Tercera
libro primero donde las llama “tristes” porque parecen llorar por la
abundancia de lluvias que provocan; Virgilio, por su parte las menciona más
directamente en la Eneida III, 516 “pluviasque Hyadas”. Por último el gran
poeta inglés Tennyson las llama también lluviosas “rainy”. El verso completo
del poema dedicado precisamente a Ulises dice así: “when | Thro’ scudding
drifts the rainy Hyades |  Vext the dim sea. ‘”*
 
*Recopilando, pues el cúmulo de estrellas que describe Homero en las dos
obras tenemos que las pléyades son un conjunto estelar en la constelación de
toro. En la mitología son las siete hijas de Atlas que perseguidas por Orion
fueron convertidas en estrellas; el Boyero es una gran constelación boreal
próxima a la Osa mayor, que es una constelación boreal siempre visible y
fácil de reconocer por el brillo de siete de sus estrellas que adoptan las
formas de un carro sin ruedas. Ignoro si estas siete estrellas corresponden
a las que de niño llamábamos mirando al cielo precisamente en el mar las
Siete Cabritas. La Osa Menor es una constelación boreal de forma semejante a
la Osa Mayor. Su estrella principal es la Polar, que dista menos de grado y
medio del Polo Norte celeste por lo que se toma como punto de orientación en
el hemisferio septentrional. Orión es una constelación ecuatorial situada al
este del Toro y al oeste del Can Menor. En la mitología era un gigante y
cazador que intentó violar a Artemisa por lo que fue castigado por la diosa
quien le envió un escorpión en el talón produciéndole la muerte. Tanto el
escorpión como Orión fueron transformados en constelaciones. Y en cuanto a
las Hyadas que Homero menciona en la Ilíada se refiere al pasaje en que el
dios herrero Vulcano o Hefestos en griego graba en la coraza de Aquiles por
encargo de su madre Tetis estas constelaciones para vengarse de la muerte de
su amigo Patroclo.*
 
*Como dato interesante hay que mencionar que en la Biblia y más en concreto
en el libro de Job cuando Jahvéh interviene al final son tres las
constelaciones citadas: Las Pléyades, Orión y añade Las Coronas que son dos
constelaciones de los hemisferios celestes, Norte y Sur, respectivamente:
Corona Boreal y Corona Austral. Menciono esto porque el tema no es baladí.
No conozco el texto hebreo si es que existe pues el libro de Job fue escrito
presumiblemente después del destierro a Babilonia y concuerda con libros de
otras literaturas contemporáneas. Habría que ver si hay discrepancia en los
nombres de las estrellas. Si no hay discrepancia es señal de que ya estaba
presente la influencia de la civilización griega. En otro texto, el
Eclesiástico se alaba al sol, la luna y las estrellas, el arcoíris pero en
general. Sobre la luna en concreto señala el texto: “De la luna procede la
señal de las fiestas, astro que mengua, después del plenilunio. Lleva el mes
su nombre.” En las notas al pie de la página se dice que las dos grandes
fiestas judías, La Pascua y la de las tiendas, cf. Ex 23 14, comenzaban el
día del plenilunio (el 14 del mes) y duraban ocho días.*
 
*Y ya sea porque la misma palabra hebrea (yerá) sirve para designar la luna
y el mes, ya porque la otra palabra que designa el mes (hodes) significa
novedad, o sea luna nueva.*
 
*Por último para cerrar el capítulo un dato relevante literario-anecdótico
personal. La Pléiade fue un grupo de poetas franceses del siglo XVI
integrado entre otros por Ronsard, Joaquím du Bellay. En 1549 se publicó su
manifiesto, Defensa e Ilustración de la lengua francesa que defendía en tono
apasionado la escritura en francés y el conocimiento de los clásicos. Su
actividad contribuyó decisivamente a la implantación del Renacimiento en
Francia. Estando yo en ese país entre 1968 y 1969 acudí como simple oyente a
un seminario de expertos en la materia sobre la gran figura de Erasmo de
Rotterdamn entre los que descollaba el más eminente de ellos, Marcel
Batallión autor de la célebre obra: Erasmo en España. Lo recuerdo muy bien
pues se mostró especialmente amable conmigo al enterarse de que yo era el
único latinoamericano en el simposio y hasta me invitó a que trabajara con
él en París sobre este mismo tema, pero “malgré lui” tuve que declinar
porque ya tenía que volver a mi Ítaca tan pedregosa y áspera sobre todo como
la de Ulises aunque tampoco falta de dulzura. Todavía conservo entre mis
papeles el pedazo de periódico local de la ciudad de Tours en la Loire en el
que aparecemos los que acudimos a esa memorable cita al menos para mí. Yo
estoy al lado del rosal del jardín del poeta Ronsard, uno cuyos versos me
sirvió cuando nació mi primer hijo Carlos: “Allons voire, mignone, si la
rose cette matín…” Foto que se la mostré a mi buen **amigo literato y ahora pintor,
el inefable Julio Valle Castillo. **Por supuesto que después de ese acto lírico fuimos
a visitar la casa del gran Rabelais donde nos invitaron a un convite digno del mismo
Pantagruel.**
 
 
*Capítulo II*
 
*Pero volvamos al mar de donde venimos. Rubén Darío se refiere ampliamente a
este tema en varios de sus poemas. Por ejemplo, en Marina dice así:
“Mar armonioso, mar maravilloso
     tu salada fragancia,
     tus colores y música sonoras
     me dan la sensación divina de mi infancia
     en que suave las horas
     venían en un paso de danza reposada
     a dejarme un ensueño o regalo de hada”*
 
*Así mismo se refiere al mar en su famoso El Viaje a Citeres:
“Como al fletar mi barca con destino a Citeres
saludar a las olas, contestaron las olas…”*
 
*Y en el mismo poema dice:
“Fijo de la sur en lo infinito,
para olvidar del todo las amarguras viejas,
como Aquiles un día, me tapé las orejas.
Y les dije a las brisas: 
soplad hacia las costas de la isla de la Vida>.
Y en la playa quedaba, desolada y perdida,
una ilusión que aullaba como un perro a la Muerte.”.*
 
*Y en Caracol:
“En la playa he encontrado un caracol de oro
     macizo y recamado de las perlas más finas;
     Europa le ha tocado con sus manos divinas
     cuando cruzó las ondas por el celeste toro*
 
*He llevado a mis labios el caracol sonoro
    y he suscitado el eco de las dianas marinas,
    le acerqué a mis oídos y las azules minas
    me han contado en voz baja su secreto tesoro.*
 
*Así la sal me llega de los vientos amargos
    que en sus hinchadas velas sintió la nave Argos
    cuando amaron los astros el sueño de Jasón;*
 
* *
 
*y oigo un rumor de olas y un incógnito acento
    y un profundo oleaje y un misterioso viento…
   (El caracol la forma tiene de un corazón). *

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