La Acampada de Jóvenes en la Puerta del Sol de Madrid ya entra en su quinto día. Han sido días emocionantes. Tras ser desalojadxs por la fuerza la primera noche, ganaron su derecho a permanecer acampadxs. La concentración convocada para demostrar apoyo a estxs jóvenes también fue prohibida, pero miles de personas nos acercamos hasta la plaza y celebramos con ellos y ellas.
Día a día he visto como el campamento ha ido creciendo y esta noche se supone que debe ser su última noche. Si embargo lxs organizadores han convocado a una concentración para esperar las campanadas de medianoche. Allí estaré para demostrar mi apoyo a todos y todas estos jóvenes que han dado un enorme ejemplo a la sociedad. Con su forma de hacer han logrado incentivar a muchos y muchas más a tomar una parte activa en la reivindicación de sus derechos y han devuelto la ilusión a muchas personas mayores que lucharon en otras épocas.
Les dejo una breve crónica que publiqué en Kaos en la Red tras mi vista al campamento el primer día. Al final hay un vídeo con fotos y grabaciones que he ido recogiendo a lo largo de tres días. Tal vez soy una nostálgica, pero como chilena me ha conmovido enormemente escuchar a miles de personas jóvenes entonando algunas canciones como “El pueblo unido jamás será vencido” y el “No nos moverán”, que en su día popularizó aquel emblemático grupo musical llamado Quilapayún.
Día a día he visto como el campamento ha ido creciendo y esta noche se supone que debe ser su última noche. Si embargo lxs organizadores han convocado a una concentración para esperar las campanadas de medianoche. Allí estaré para demostrar mi apoyo a todos y todas estos jóvenes que han dado un enorme ejemplo a la sociedad. Con su forma de hacer han logrado incentivar a muchos y muchas más a tomar una parte activa en la reivindicación de sus derechos y han devuelto la ilusión a muchas personas mayores que lucharon en otras épocas.
Les dejo una breve crónica que publiqué en Kaos en la Red tras mi vista al campamento el primer día. Al final hay un vídeo con fotos y grabaciones que he ido recogiendo a lo largo de tres días. Tal vez soy una nostálgica, pero como chilena me ha conmovido enormemente escuchar a miles de personas jóvenes entonando algunas canciones como “El pueblo unido jamás será vencido” y el “No nos moverán”, que en su día popularizó aquel emblemático grupo musical llamado Quilapayún.
Hace unos días regresé a casa afónica, de tanto gritar en la Plaza de Lavapiés tras la provocación del PP, pero hoy regreso con un nudo en la garganta. Un nudo de contener la emoción, la alegría, la ilusión. Cientos de jóvenes han tomado la Puerta del Sol, de forma organizada y pacifica. Tras el desalojo de la primera noche, que las fuerzas “del orden” realizaron a las 2.30 de la madrugada para pillarlos desprevenidos y para asegurarse de que ningún transeúnte los increparía, los jóvenes han ganado su derecho a seguir acampados hasta las elecciones.
Desde lejos cualquier turista podría pensar que se trata de un concierto de rock pero al acercarse se darán cuenta de que es un grupo combativo que ya está harto de que los ninguneen, que los gobiernos de turno piensen que son unos estúpidos que se tragan cualquier mentira. No, aunque los medios de derechas los tilden de okupas, muchos son jóvenes preparados, estudiantes universitarios, que quieren de esta forma demostrar su descontento con los representantes de esta tan mentada “democracia”.
Los chicos y chicas se han organizado muy bien, con zonas de información, comida, y en muchas pancartas, se lee que animan a los y las simpatizantes a no convertirlo en un botellón. Eso sería darles en bandeja el titular a los periódicos de derechas. No, están allí para debatir, para exigir cambios, y por solidaridad con los que no pueden estar allí.
Ha sido emocionante ver como pequeños grupos debaten diversos temas, como las personas que se han acercado hasta allí conversan con ellos, personas mayores, hombres y mujeres que se acercan a darles su mensaje de solidaridad. Ver la luz de la ilusión en los ojos de algún que otro anciano que seguramente revive emociones de antiguas luchas y que se puede sentir compensado por el dolor sufrido al constatar que este país tiene una juventud que no está dispuesta a rendirse.
Un verdadero ejemplo de lo que debe ser la democracia, y un gran ejemplo para contradecir esos comentarios de que la juventud de este país son unos pasmados. NO lo son. Son jóvenes con sueños, con dignidad, y que están preparados a luchar de forma pacífica para remover las conciencias, para despertar del letargo a tantos ciudadanos que hace tiempo se quedaron dormidos, para dar un ejemplo de que otro mundo es posible cuando las personas se involucran activamente en las luchas sociales.
Hola compañeros/as, gracias por reproducir mi escrito que originalmente publiqué en mi blog: http.//www.silviacuevas-morales.blogspot.com
ResponderEliminarUn abrazo desde Madrid,
Silvia Cuevas-Morales