Quién iba a imaginar que el Director Gerente del FMI [Dominique Strauss-Kahn] se desplomaría en un segundo como si un rayo lo hubiese fulminado. Una especie de nocaut que lo ha puesto fuera de combate, aún bajo el supuesto de que saliera libre de semejante desafuero. Verlo en la fotografía con las manos hacia atrás sujetado por “las esposas”, como un temible delincuente, causa: estupor y lástima. Qué ironía. El hombre poderoso que estaba por postularse como candidato presidencial a las elecciones francesas próximas y posible ganador y el que debería asistir a una importante reunión en Europa la siguiente semana, en un santiamén, explota como un globo. No voy a juzgar lo que hizo o no hizo, [solo él lo sabrá] cuya víctima es una humilde mujer inmigrante de Guinea, uno de los países más pobres del oeste africano. Lo que causa estupor es el drama humano, [para el acusado y para la afectada]. De la mujer no conocemos ni siquiera su nombre, pero sí sabemos que desde que sucedieron los hechos, [lo dice su abogado], no ha dejado de llorar. No está ni en su casa ni en el hotel, no puede ver a su hija menor, y la ocultan para que no la asechen los periodistas. El poderoso funcionario ya puso su renuncia a ese organismo internacional y por la cara que luce quiere enterrarse vivo. Qué explicación dará a su esposa e hija. No lo sabemos ni lo sabremos nunca. Las autoridades lo mantuvieron bajo vigilancia estricta por temor a que se suicidara y le quitaron los cordones de los zapatos para evitarlo. ¡Vaya!, ¡qué realidad más cruel”, un hombre que ocupaba su mente hasta hace poco en los ingentes problemas económicos del mundo, hoy podría estar mirando cabizbajo esos cordones cómplices como el último recurso para escapar a la vergüenza que le embarga. Ni la mejor novela de Vargas Llosa o de García Márquez se lo hubiese imaginado. Así es la vida y así paga. La justicia accedió por fin concederle la fianza que pedía, pero le puso un grillete electrónico en el tobillo para localizado. Pienso, qué noches pasarán este hombre ya maduro [62] y esa mujer todavía joven [32] frente a acontecimientos inesperados que sucedieron en un hotel de lujo en Nueva York , aquél mal sábado a la una de la tarde. Una humilde mujer golpea la puerta para anunciar que va a proceder al aseo rutinario de la lujosa suite y un hombre sale de repente del baño completamente desnudo y en aquél encuentro súbito el macho se abalanza sobre la hembra para poseerla. Ésta forcejea [y aunque hay puntos oscuros todavía no aclarados] logra escapar, pide auxilio, llaman al 911 y empiezan las pesquisas policiales a hacer su trabajo, no sin antes impedir que el indiciado escapase en un vuelo de Air France, ese mismo sábado por la tarde. Lo del acoso y abuso sexual lo tendrán que explicar los psiquiatras. Qué instintos reprimidos afloraron de repente como si fuese un primate [efectos genéticos]. Pueden éstos últimos sobreponerse a la cultura y dominarla. Todo queda abierto. Esperamos oír opiniones de los especialistas. Lo único cierto es que para DSK, éste fue, su último valse.
Manuel Obregón S.
Masatepe, 20-05-11
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