Onofre Guevara López
La política exterior de los Estados Unidos hacia Latinoamérica, ha sido de injerencia política e intervenciones armadas desde sus días imperialistas inaugurales del Siglo XIX. Y en “saludo” a la llegada del Siglo XX intervino sobre Cuba, Puerto Rico –quedándose con la isla hasta día de hoy—, México y Nicaragua, donde sus tropas se quedaron durante 22 años. Desde mediados del XX en adelante, y en curso hacia el Siglo XXI siguió en perenne promoción de golpes de Estado, el reforzamiento de su influencia a través de dictaduras militares, alternándolo con invasiones armadas directas y mercenarias en Guatemala, Cuba, República Dominicana, Panamá, Granada.
Del lobo imperial “son incontables sus muertes y daños” en el resto del mundo. Ahora mismo, mantiene guerras contra dos países e incursiona con licencia de la ONU en Libia. Por ello, queda fuera de toda sorpresa que el Foro de Sao Paulo en Managua haya reiterado acusaciones contra la política exterior euro-estadounidense en Libia. Exonerar de crítica a Kadhafi, y solidarizarse con él, más su apoyo a Ortega en su violación constitucional, tampoco es sorpresa, sino complicidad.
El imperio gringo, es un “blanco” gigante al cual, desde donde se le dispare se le dará en el centro, aun sin ser un buen tirador. Y un mal tirador, es Daniel Ortega, a la vez que cazador nada furtivo de los derechos democráticos de los nicaragüenses.
Ortega cocina su caza con demagogia, usando gorro de “chef” de izquierda, aparentando garantizarle alimentos al pueblo nicaragüense, pero sólo ofrece platillos amargos, los cuales no son del agrado de mayoritarios sectores. Si otros “chef” del Foro con gorros de izquierda hacen igual o algo parecido en sus países, son sus pueblos los que tienen que aceptarlos o rechazarlos.
Por el secretismo que ordenó Ortega en el Foro antes del acto de su clausura, no se sabe si los delegados pudieron conocer los platillos orteguistas o si, por simple observación de políticos avezados que son, pudieron advertir que nuestro país está alejado del socialismo como puede estarlo quien adereza su discurso demagógico con ese principio, sin utilizar ningún condimento que se le parezca. Pero ahí están los resultados, de los cuales observarían algo de lo que el “chef” anfitrión está cocinando y talvez pudieron descubrir que:
* No es ni puede ser creíble, quien, junto a los oscurantistas de la derecha –sus iglesias incluidas—, en octubre de 2006 marchó contra el aborto terapéutico y lo penalizó con sus votos en el parlamento. (El aborto terapéutico, estuvo vigente por más de un siglo, aprobado y respetado por gobiernes conservadores). Lo de Ortega, es reaccionario, no socialista.
* No es ni puede ser creíble, quien se apropia de los recursos de las cooperación venezolana, y los esconde del control de la ciudadanía si estuvieran dentro del Presupuesto General de la República. Con esos recursos funciona una maquinaria de hacer capital, utilizando el poder del Estado y métodos ilegales; y tiene en proceso de construcción un imperio mediático con muchas televisoras y muchas radios. Esto es ser capitalista salvaje, no socialista.
* No es ni puede ser creíble, quien ha concentrado todos los poderes del Estado y de las instituciones, como el Consejo Supremo Electoral, administrado a través de burócratas corruptos –nunca antes afines al sandinismo, sino al somocismo— y quienes ya le han montado un fraude y el otro va en camino. Otro manejo dañino lo ha hace en la Corte Suprema de Justicia, donde una minoría de sus incondicionales, emitió un fallo espurio, declarando inconstitucional la Constitución para permitirle a Ortega la reelección (doblemente prohibida). Eso es gangsterismo político, no socialismo.
* No es ni puede ser creíble, quien compra votos en la Asamblea Nacional de diputados seudo opositores para elevar a más de cincuenta su bancada que al inicio –como resultado de las elecciones— sólo era de 38 miembros. La bancada orteguista, es ahora un híbrido de tránsfugas, oportunistas y ex sandinistas, a la cual Ortega quiere reelegir. Eso es aventurerismo político, no socialismo.
* No es ni puede ser creíble, quien comparte el 50% del control del Estado y –a aún más— del partido orteguista con su cónyuge, al margen de la ley, y sin haber sido ella electa para ningún cargo en el que fue Frente Sandinista. Eso es monarquismo de patio, no socialismo.
* No es ni puede ser creíble, quien llega al poder con el 38% de los votos, por medio de un pacto político con uno de los más corruptos gobernantes que hemos soportado para repartirse el poder, y negocia con él a cambio de ayudarlo a burlar la justicia y de liberarlo de condenas hasta de 20 años de cárcel por sus delitos contra las finanzas del Estado. Ese es gangsterismo político, no socialismo.
* Los votos de Ortega en el 2006 no llegaron a 900 mil, pero ahora, bajo amenaza de quitarle el trabajo y la dignidad a los empleados públicos, les hizo aceptar carnés de su partido para sumar un millón de nuevos “militantes”. No son sus votantes seguros, pero es su recurso para cuando se efectúe el fraude electoral que prepara, alegar que teniendo más de un millón miembros no necesita hacer nada ilegal para “ganar” elecciones. Esa es una acción fraudulenta, no socialista.
* No es ni puede ser creíble, quien se proclama antiimperialista y acepta todas las imposiciones del FMI, incluso su proyecto de subir a 65 años la edad de la jubilación y elevar el número de cotizaciones al Seguro Social, de 750 a 1.500, o sea, alargar de quince a treinta los años trabajados para tener derecho a jubilarse. Siendo 70 años las esperanzas de vida en nuestro país, significa que no habrá seguridad social, sino explotación de los trabajadores. Eso es ser anti-obrero, no socialista.
Es probable que si los delegados al Foro sólo vinieron a hacer turismo político, no se hayan enterado de nada; o no les interesara, porque su plan era darle su respaldo a Daniel en ilegal candidatura a la reelección. ¿Ignorarían que su evento no tuvo la presencia –por censura oficial— de los medios de comunicación no orteguistas? ¿No sabrían que Ortega, en más de cuatro años en la presidencia no ha tenido ninguna conferencia de prensa, sino sólo monólogos radiotelevisados en cadenas obligatorias?
Talvez se enterarían de que frente al hotel donde ellos estaban, las turbas orteguistas, con la complicidad de la Policía, reprimieron a sandinistas no orteguistas, por querer hacer uso del derecho de manifestarse y ser escuchados, dado que, siendo en verdad de izquierdas, no les admiten representación en el Foro de Sao Paulo. Buena parte de los miembros de ese Foro son tiradores contra el dinosaurio imperial, y a la vez cazadores de oportunidades en sus respectivos países.
Si se enteraron de lo que es el orteguismo y por encima de eso se solidarizaron con Ortega, no estuvo bien. Pero es bueno que al 62% de los nicaragüenses Ortega les siga pareciendo muy mal.
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