En Letra Pequeña

Por: Fabián Medina

REJUDINES

El caso de estos muchachos rejudines es interesante. Son cuatro, pero ponen loco al Frente Sandinista. Es una pequeña guerrilla que los obliga a desplegar toda su parafernalia cada vez que ellos anuncian una marcha o un plantón. “Impiden marcha de Rejudin”, dirán mañana los titulares, pero todos sabremos que quienes ganaron otra vez fueron los cuatro que obligaron al Frente a sacar su naturaleza violenta y desalmada, de garrotazos y morteros, que suele usar para acallar al contrario y que ahora, solo por estrategias electorales, quiere cubrir con lemas de “paz y amor”. Los desnudan cada vez que quieren.

LIBERTAD

Los rejudines están ahí recordándonos que el Frente Sandinista es un partido que no permite voces contrarias, que tampoco respeta las leyes y el derecho que todos tenemos de expresarnos y circular libremente. Que podrán estar regalando láminas de zinc, casas y comida a algunos, pero no están dispuestos a permitir a nadie, ni siquiera a sus mismos partidarios, algo por lo que en este país han corrido ríos de sangre: la libertad. Y vale la pena hacerse la pregunta cuando se esté frente a la urna: ¿estoy dispuesto a vivir sin libertad, sometido, a cambio de que me dejen tranquilo? ¿Tengo alma de esclavo o de hombre libre? Toca escoger.

PRUEBA DE FUEGO

Hagamos la prueba. Si usted, sea liberal, conservador, sandinista o lo que sea, cree que es libre, trate de hacer lo que hacen estos muchachos rejudines, y verá qué sucede. ¿Por qué no se puede manifestar una idea contraria? ¿Quién les dio el derecho a unos de agredir a los que piensen diferente? Ese es el mérito de estos muchachos: sin quebrantar ninguna ley, exponen cada día su propio pellejo para demostrar algo que con frecuencia se nos olvida: no hay libertad en Nicaragua.

TIRO POR LA CULATA

A la alcaldesa Daysi Torres y a Fidel Moreno el tiro les puede salir por la culata con el juicio que han entablado contra los concejales Leonel Teller, del PLC, y Luciano García, de UNE-PLI. No hay que ser muy inteligente para saber que, por esas rarezas de nuestra política criolla, los acusadores llevan las de perder ante los acusados. En primer lugar, porque le han armado a estos dos una tarima para despacharse hermoso, con cobertura total de medios. Si a Torres y a Moreno les pagaran por ser relacionistas públicos de Teller y García, no lo habrían podido hacer mejor. Y en segundo lugar, aunque los acusados fuesen condenados, nadie con dos dedos de frente va a creer que estos son culpables y aquellos inocentes, porque lo diga un juez sandinista que no tiene más opción que fallar como le “oriente” el partido.

COLABORACIONISTA

Arnoldo Alemán quiere jugar a ser oposición sin renunciar a su papel colaboracionista. Ni siquiera simuló una ruptura con el Frente Sandinista para cubrir las apariencias en estos tiempos electorales. Si no es así, ¿cómo se explica que todos los funcionarios que nombró el PLC en las instituciones del Estado, muchos de los cuales se precian de la íntima amistad que los une a Alemán, estén trabajando en función de la reelección de Ortega con el mismo empeño con que lo hacen los nombrados por el otro caudillo, Ortega? ¡Es el colmo! Por lo menos disimulen.