Ya hemos dado noticia sobre él, y publicado la presentación de José Luis Rocha Gómez.Dice en su contraportada: "Este libro brota de la convicción de que es posible desenmascarar a quienes, al hacer política, «oprimen a la gente y se hacen pasar por sus bienhechores». Y brota también de esa otra convicción de que «no debe ser así» entre quienes quieren comprometerse a partir de su fe, sino que es posible una nueva manera de hacer política y que por la esperanza que encierra vale la pena apostar por ella."
Es para mí el libro que mayor esperanza me ha producido en estos tiempos de desesperanza y frustración. Infunde vitalidad, que es lo mismo que decir espiritualidad, e induce a comulgar con el sacerdote y poeta Pedro Casaldáliga, citado en su primera página: «Y, en todo caso, hermanos, yo me atengo a lo dicho: ¡la esperanza!» Un libro respaldado por los testimonios de profetas modernos, y de mártires, que vivieron en la esperanza - en sus momentos más dificiles- y murieron en ella. La lección de salir triunfante frente a la adversidad política, por distorsionada. Un libro que es por lo mismo la recapitulación de los himnos de vida y esperanza que no dejan de provenir de lo profundo de las almas de esos profetas, la mayoría entrañables amigos nuestros, cuya fraternidad es aquí renovada. Un libro para recuperar fuerzas en momentos de desfallecimiento, y para no claudicar.
De este libro es que seleccionamos para IGLESIA VIVA, con la autorización de su autor, los textos, que publicamos hoy, y que publicaremos próximos fines de semana.
Luis Rocha
"Extremadura", Masatepe, 25 de septiembre de 2010.
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