El diario granadino EL CORREO (1913-1934), fué fundado por quien fuera su Director, Carlos Rocha Avellán y es sobre todo recordado por haber dado acogida a las publicaciones literarias del Movimiento de Vanguardia, "Rincón de Vanguardia" y "Página de Vanguardia", a cargo de Pablo Antonio Cuadra Cardenal y Octavio Rocha Bustamante, hijo éste último de don Carlos y padre de Luis Rocha Urtecho, quien, junto con su nieto Luis Javier Espinoza Rocha, retoman hoy "El Correo Nicaragüense"; un blog pluralista, que agradece la reproducción de su contenido.

jueves, 9 de septiembre de 2010

Mi arrogancia

Cornelius Hopmann

A mi criterio, experiencia y práctica de ahora más que 25 años, para las/los que vivan en Nicaragua hay exactamente 3 alternativas

(1) hacer lo que sea a su alcance y capacidad para inicidir en el desarrollo del país, tanto para el bién de este como el propio.

(2) irse de Nicaragua con honor, es decir diciendo "para mi no, pues veo para mi mejores horizontes por otros lares"

(3) conformarse pero con honor, es decir diciendo "no puedo ni quiero por tanto me conformo, tal como Nicaragua está y como yo estoy".

Como expresado, para cada una de las decisiones hay mil y una razón, cada una es un asunto muy particular y personal ni estoy para valorar las decisiones de otras/otros. Hay que respetarlas y punto. Esto no impide, al contrario, que tengo mis ideas y análisis cuales circunstancias posiblemente haya incido.

Pero hay algo que no soporto ni acepto: que alguien tomó su decisión de irse o de conformarse y ahora, en lugar de asumirla como de propia responsabilidad, intenta a cargar ésta a otros, intentando a convencer a otros que NADIE puede hacer NADA en Nicaragua para así quitarle el peso de lo propio, personal de la decisión de haberse ido o de haberse conformado.

Estoy más que consciente que para desarrollar auto-estima y auto-confianza se necesita -cuando niño o joven aún- que alguien transmita estima y confianza, más se sabe que cuando esto hizo falta en la familia o la escuela, la persona como adulta tendrá muy probablemente problemas serios en estos aspectos.

Sin embargo del adulto espero -precisamente por respetarlo como adulto- otra cosa. En ese sentido podría ser actitud apropiada para curas, charlatanes, psicoterapeutas o vendedores de andar reconstruyendo auto-estima y auto-confianza de otros motivándolos o entusiasmándolos, pero no para mi en mis relaciones de día a día, puesto tratarlo como si necesitaría terapia conmigo como terapeuta -a mi entender- expresa falta de respeto por lado mío.

Por tanto -en cuanto de las/los que se conformaron- soy categórico y arrogante: quien se haya conformado, pierde el derecho a pedirles compasión por su miseria a otros. ¡Que se conforme y que se calle pues!

Al otro lado, siempre he intentado de actuar solidario y con mucha compasión con aquellos en condiciones adversas y difíciles, a veces luchando sin mucha perspectiva de salir del hoyo. Comparto con Camus la idea que tal vez la grandeza humana no esté en lo terminantemente alcanzado sino en comenzar como Sísifo a subir la piedra que vez de nuevo. (o más prosaico: lo importante no es cuantas ves te caíste, sino que cuantas veces de levantaste de nuevo)

No hay comentarios:

Publicar un comentario