Firmas para Constituyente evidencian el deseo de hondureños por mejores derechos
El vocero del Frente Nacional para la Resistencia Hondureña (FNRH), Rasel Tome, confirmó este miércoles que se han recolectado un millón 269 mil firmas para la creación de una Asamblea Nacional Constituyente, lo que se traduce en la necesidad que tiene el pueblo de una nueva Carta Magna que garantice todos los derechos de los ciudadanos.
"En este proceso que estamos realizando como FNRH superamos la meta, teníamos un millón 250 mil declaraciones soberanas. Hoy el pueblo, en cada comunidad (...) se ha volcado y hemos superado esa meta, tenemos un millón 269 mil", anunció Tome en declaraciones exclusivas ofrecidas a teleSUR.
Tal logro "significa un mandato de hacer una nueva Constitución", sentenció el vocero.
"La Asamblea Nacional Constituyente por la que nosotros luchamos es para que en primer lugar, logremos desmontar este sistema de inequidad, neoliberal, que genera marginación (en el país)", indicó.
Deploró que en Honduras, existan "jóvenes graduándose y no tienen posibilidades de un trabajo, una marginación para las mujeres, para las etnias, excluidos, pobreza, estamos en el 75 por ciento de nuestra población en pobreza extrema".
"Somos el segundo país con más violencia de América, eso no lo queremos, queremos un nuevo sistema, un sistema de justicia social, de equidad", dijo, para luego señalar que la única vía de alcanzar esas metas es con la Asamblea Nacional Constituyente.
El Frente Nacional para la Resistencia Hondureña (FNRH) además realiza este miércoles una marcha en Tegucigalpa en apoyo a la iniciativa.
El pasado domingo se conoció que el movimiento logró superar la meta de firmas requeridas para la Asamblea Nacional Constituyente.
Rasel Tome remarcó que la cantidad de rúbricas recogidas también son "un mandato para que retorne de manera segura José Manuel Zelaya Rosales (ex presidente hondureño)".
El ex presidente Manuel Zelaya impulsaba en la nación en el 2009 una convocatoria a una consulta popular no vinculante, en la que los hondureños dirían si estaban de acuerdo o no con la colocación de una cuarta urna en las elecciones presidenciales de noviembre de ese año, para votar por la instalación de una Asamblea Constituyente en la nación centroamericana.
Esta iniciativa fue rechazada por el Parlamento de la nación y a partir de ese momento comenzaron movimientos golpistas. El mandatario Zelaya fue secuestrado y obligado a abandonar el país. Fuerzas Militares lo trasladaron a Costa Rica y se instauró un Gobierno liderado por Roberto Micheletti, quien hasta ese momento ejercía la presidencia del Congreso.
La resistencia de Honduras, no reconoce como legítimo al Gobierno de Porfirio Lobo Sosa, quien fue electo como mandatario en un proceso electoral convocado por el entonces régimen de facto.
Desde entonces han persistido en la nación innumerables denuncias de violación a los Derechos Humanos (DDHH).
La resistencia hondureña exige al Gobierno central la creación de una Asamblea "que garantice los derechos fundamentales, individuales y colectivos, de manera efectiva y democratice de manera participativa la vida del país".
teleSUR /ld-PR
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