La
Organización de Estados Americanos, conocida por sus siglas como OEA, tiene su
residencia en la ciudad de Washington. Es el equivalente, en alcances y metas,
de la ONU y tan inútil como ella.
Es
la organización regional más antigua del continente americano, ya que se
remonta a la primera Conferencia Internacional de Estados Americanos, celebrada
en Washington D C en Octubre de 1889 a Abril de 1890. Allí se aprobó la
creación de la Unión Internacional de Repúblicas Americanas. La carta de la OEA
se suscribió en Bogotá en 1948 y entró en vigor en Diciembre de 1951.
La
Carta de la OEA contiene muchos propósitos, siendo los más importantes: La
preservación de la paz en el continente. Organizar la acción solidaria entre
los Estados Miembros en caso de agresión. Promover y consolidar la democracia
representativa, dentro del respeto al principio de no intervención.
El
propósito que más interesa es el tocante a promover la democracia
representativa en los Estados Miembros. Ahora bien, desde que la Constitución o Carta Magna es lo más sagrado en toda
democracia, el apego y el respeto a esta es parte primordial de los propósitos
de la OEA.
Pero
últimamente, bajo el mando del Secretario General, José Miguel Insulza, la
promoción y la consolidación de la democracia se ha puesto en precario debido a
la dualidad del Secretario General, que interpreta el cumplimiento de la
Constitución según su muy particular punto de vista y no a los artículos que la
Constitución contiene.
Recordemos
su actuación de Honduras, cuando patriotas preocupados por el futuro de su
país, no dudaron en derrocar al Presidente Zelaya porque estaba violentando la
Constitución de su país al promover acciones prohibidas por la misma que
comprometían seriamente el futuro de la democracia en Honduras. Civiles del
Congreso Nacional unidos a militares con poder derrocaron a Zelaya y el señor
Insulza se le vino encima al gobierno de Micheletti, al extremo de comparar a
Honduras con la Cuba dictatorial de Fidel Castro al expulsarla del seno de la
OEA. Allí vimos a un Insulza fanático contra el incumplimiento de la
Constitución de Honduras, porque según él se dio un golpe de estado al poder
constitucional y eso es imperdonable. Honduras sufrió y soportó el rechazo de prácticamente
todo el mundo occidental.
José
Miguel Insulza arribó a Nicaragua el día de hoy e inmediatamente suscribió
acuerdos con el Presidente Ortega que tienen que ver con el “acompañamiento” de
las elecciones del 6 de Noviembre del corriente año. En ese momento quedó
plasmada la dualidad del Secretario General. Quedó plasmada la poca importancia
que en realidad tiene con el cumplimiento de la Constitución. En esta farsa de
elecciones que nace viciada por el hecho indiscutible de la
inconstitucionalidad de la reelección del Presidente Ortega porque el artículo
147 se la prohíbe por partida doble, queda expuesto el camaleonismo de José
Miguel Insulza. Para él en Honduras se violó la Constitución y había que
castigar a los que la violaron, pero en Nicaragua para el señor Insulza no hay
Constitución que violar y se presta a hacer la comedia de vigilar unas
elecciones que nunca debieron existir.
Insulza
llegó a Honduras a reprochar a los que actuaron según su conciencia en defensa
de su patria. Insulza llegó a Nicaragua a abrazarse con el infractor de la
Carta Magna y a hacerle el favorcito de legitimar una reelección
inconstitucional, ilegítima e ilegal. Insulza llegó a Honduras a cooperar con
la implantación de la dictadura del socialismo del siglo XXI y vino a Nicaragua
a promover la primera dictadura, de consecuencias impredecibles, del siglo XXI.
José
Miguel Insulza en un CAMALEON que desprestigia más a la OEA. ¿Merece ser su
Secretario General? Para lo poco que ahora significa la OEA, creo que sí.
Jorge
J Cuadra V
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