Doña Julia está muerta, me parece.
No.
Sólo parece, nada más,
que ella está de cierto muerta.
Voy a tocar entonces a Doña Julia sólo
para ver si es verdad
que está muerta Doña Julia.
No.
Tibio y dulce está su cuerpo tibio y por
sus arterias elásticas aún corre
su
sangre todavía
como un río
de jugo dulce de naranjas tibias.
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