El mercado ha decidido darle un voto de confianza al presidente electo de Perú, Ollanta Humala. Tras un batacazo histórico de la Bolsa de Lima el día después de conocerse la victoria electoral del político nacionalista, las agencias de calificación de solvencia financiera confirmaron las buenas perspectivas de la economía y un grupo de empresas mineras potentes informaron de que mantendrán sus proyectos de inversiones. El mercado de valores despegó de inmediato y en Lima comenzó a darse por hecho que la política económica de Humala continuará, en líneas generales, el modelo que ha hecho crecer a Perú a uno de los mejores ritmos del mundo en los últimos años.
"Reconocemos que la retórica política de la campaña incluyó elementos que podrían ser percibidos como negativos para la solvencia. Sin embargo, también hubo un mensaje de apoyo para las actuales políticas macroeconómicas", señaló la agencia Standard & Poor's. Por su parte, Patrick Esterueles, de Moody's, sostuvo que "Perú tiene el potencial de crecimiento económico más alto de la región, la situación fiscal más saneada y equilibrada, y una de las deudas más bajas, con lo que tendría que producirse un deterioro muy fuerte de la economía para poner en peligro las perspectivas de inversión". Fitch, cuya evaluación es a más largo plazo, sostuvo que los cimientos de la economía peruana son todavía muy sólidos.
Las agencias Standard & Poor's, Moody's y Fitch descartaron una revisión a la baja de la solvencia financiera de Perú a medio plazo, después de que tanto Humala como el portavoz económico del bloque nacionalista y posible ministro de Economía, Kurt Burneo, salieran a la palestra para pedir calma a los mercados y asegurar que el Gobierno que asumirá el próximo 28 de julio mantendrá una política macroeconómica ortodoxa, una política fiscal responsable, la autonomía del Banco Central, y las garantías para que el país siga siendo atractivo para las inversiones internacionales. Humala tenía previsto iniciar anoche una gira por Brasil -donde el partido gobernante dio todo su apoyo al nacionalista durante la campaña-, Argentina, Uruguay y Chile.
Los inversores ya dan por descontado que el equipo económico del futuro Gobierno será de corte moderado. La mayoría de los técnicos que rodean a Humala, como Óscar Dancourt o el propio Burneo, surgieron durante el mandato del expresidente Alejandro Toledo (2001-2006). Para el Banco Central, el mandatario electo adelantó que conversará con el actual presidente, Julio Velarde, para saber si le interesa seguir en el cargo. Velarde es un reputado gestor financiero que supo mantener a raya la inflación durante el Gobierno saliente de Alan García. "No habrá sorpresas", insisten los nacionalistas. Habrá una mayor presencia del Estado en la economía, pero como socio o promotor de la inversión privada. Habrá más planes sociales, pero sin disparar el déficit público. Esto es lo que han asegurado Humala y sus colaboradores desde que ganaron en las urnas el domingo.
Las grandes empresas del sector minero, motor del crecimiento, también confirmaron que mantienen sus planes de inversión. Empresas como Xstrata, que explotará grandes yacimientos de cobre y oro, y Buenaventura, la principal productora de metales preciosos, desembolsarán en Perú casi 9.000 millones de dólares (6.130 millones de euros) entre las dos. Respecto al anuncio de Humala de que revisará al alza los impuestos de explotación que pagan las mineras, varias empresas afirmaron estar dispuestas a negociar con el Gobierno electo esta cuestión. Ayer, los nacionalistas insistieron en que solo revisarán la fiscalidad del sector minero, pero que no aumentarán otros impuestos ni crearán nuevos gravámenes. Perú es el segundo mayor exportador de cobre, el primero de plata y el quinto de oro del mundo.
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