-- Lo que más conmueve de la jerigonza ideológica que Rosario transmitió a sus secretarios políticos, Procopió, es su apasionada lucha por desterrar de sus conciencias el amor al dinero y a los bienes materiales…
-- Yo creo, Procopiá, que vos has leído algún discurso rosarino de antes de que su familia fuera dueña de tanto dinero y tantas propiedades…
-- Pues no, Procopió; su mensaje contra la ambición, lo transmitió hace pocos días, con estas palabras: “cuando estamos esperando ganar 20 mil, 30 mil, 40 mil pesos para sentirnos dignos… ¡no estamos viendo la película como es”!
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-- Si ella cree que los orteguistas no están “viendo la películas como es”, porque quieren ganar mucho, Procopiá, que les enseñen a ver “como es” la película que la cúpula está viendo para “ser como los Santos”… ¡millonariamente “infelices!
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-- Pero en vez de enseñarles a ver bien la película, Procopió, y conociendo sus deslices, Rosario les previno “cristianamente” contra… ¡“el pecado capital (de) tomar los recursos que son del pueblo y distribuirlos personalmente”!
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-- Eso de “distribuirlos personalmente” puede interpretarse de varios modos, Procopiá; 1) que es un eufemismo por “no decir robárselos”; 2) que mejor es colectivamente: y 3) que ella pensaba… ¡en lo de Waler Porras y Lenin Cerna!
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-- Del discurso de Rosario, lo que más parece una dramática excitativa a que los orteguistas sean honestos, es que se quiten las máscaras, Procopió…
-- ¿Cómo es eso de “las máscaras”, Procopiá?
-- Pues ella se lo planteó así, Procopió: “…yo les decía a los compañeros, que cada uno de nosotros anda con una máscara…la máscara de alcalde, la de secretario político, la máscara de diputad@s... ¡¿y cuándo somos personas que hablamos con personas…?”!
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-- Me gusta que Rosario comience a darse cuenta de que con el poder los orteguistas se sienten y actúan como dueños del país y de la gente, Procopiá… ¡usando las máscaras de funcionarios públicos!
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-- Es difícil, Procopió, que el presidente y la copresidente de facto, al ver el mal comportamiento enmascarado de sus seguidores, se den cuenta de que en sus propias máscaras… ¡están las señales de su propio endiosamiento!
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-- Con eso, Procopiá, basta para conocer la mascarada del orteguismo…
-- Pero no es todo, Procopió; Rosario se refirió a Daniel Ortega y el Cardenal Obando (de éste de hablo mañana)…
-- Dale viaje, pues, Procopiá…
-- De Daniel, dijo porqué llega demorado (aunque se vista de blanco), Procopió: “cada recorrido que hace, dura una hora (¿?) a veces, para llegar a un lugar, porque se va parando en cada casa, golpea y platica con la gente…”
-- Debería de salir “una hora” antes, Procopiá; así no molesta a la gente en su casa… ¡ni jode a la que lo espera!
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