El diario granadino EL CORREO (1913-1934), fué fundado por quien fuera su Director, Carlos Rocha Avellán y es sobre todo recordado por haber dado acogida a las publicaciones literarias del Movimiento de Vanguardia, "Rincón de Vanguardia" y "Página de Vanguardia", a cargo de Pablo Antonio Cuadra Cardenal y Octavio Rocha Bustamante, hijo éste último de don Carlos y padre de Luis Rocha Urtecho, quien, junto con su nieto Luis Javier Espinoza Rocha, retoman hoy "El Correo Nicaragüense"; un blog pluralista, que agradece la reproducción de su contenido.

sábado, 4 de junio de 2011

De la agenda a la acción

MAURICE STRONG


Muchas organizaciones e individuos están comprometidos con el objetivo del desarrollo sostenible, lanzado durante la Cumbre de la Tierra (Rio de Janeiro,
1992). Muchos alrededor del globo están conscientes de la n
ecesidad de encontrar maneras innovadoras de reducir la contaminación y utilizar nuestros recursos naturales más inteligentemente.

Se registra un considerable progreso, en particular a nivel local, donde se lleva a cabo gran parte del trabajo básico. Pero muchos gobiernos, compañías, instituciones,
comunidades
y ciudadanos aún no han tomado las decisiones ni han emprendido los cambios necesarios para avanzar hacia las metas del desarrollo sostenible.

Es por ello que se emprendió a mediados de marzo de 1997 la campaña y el foro Río + 5 en Río de Janeiro, Brasil, coordinados por el Consejo de la Tierra, junto con un grupo ampliamente representativo de otras organizaciones de la sociedad civil y un comité brasileño "anfitrión"

Organización internacional no gubernamental con sede en San José, Costa Rica, el Consejo de la Tierra se formó como resultado de la Cumbre de Rio para promover, a nivel
mundial, la ejecución de los acuerdos establecidos allí.

El Consejo intenta promover la conciencia social sobre el desarrollo sostenible, facilitar la participación pública en la toma de decisiones y construir la necesaria cooperación
entre gobiernos y representantes de la sociedad civil, quienes deben participar directamente en todos los aspectos de este esfuerzo.

En ninguna otra parte es esto más importante que en América Latina, donde la dinámica de la economía y el crecimiento urbano están generando nueva riqueza
acompañada de deterioro ambiental y disparidades sociales crecientes.

El objetivo clave de Río + 5 fue forjar nuevas alianzas y echar a andar iniciativas para poner en práctica los compromisos por el desarrollo sostenible efectuados en Río
en 1992 y sintetizados en
Desde la agenda hasta la acción.

Con el fin de forjar nuevas alianzas, el foro Rio+ 5 se propuso sugerir recomendaciones para la conducción regional y global del desarrollo sostenible que se
presentarían ante la Com
isión de las Naciones Unidas para el Desarrollo Sostenible (CNUDS), en abril, y en la subsecuente sesión especial de la Asamblea General de la Naciones Unidas en junio de 1997.

Río + 5 también buscó valores operacionales para una próxima Carta de la Tierra, la cual deberá ser remitida a la Asamblea General de la ONU antes del año 2000. Rio+ 5 fue diseñado específicamente como una oportunidad para que instituciones Y actores de la sociedad civil proporcionen aportaciones para el proceso de revisión paralelo de las Naciones Unidas.

De manera similar, miles de organizaciones no gubernamentales participaron en la cumbre de "los pueblos" , el foro global, durante la Cumbre de la Tierra de las Naciones Unidas en 1992.

Todas las organizaciones que tomaron parte en este esfuerzo comparten la preocupación fundamental de que el mundo no ha logrado suficiente progreso en cuanto a la propuesta de la Cumbre de la Tierra: una economía ambientalmente sostenible y socialmente equitativa.

El paso de casi cinco años ha mostrado la disminución en el entusiasmo e ímpetu inicialmente generados por la Cumbre de la Tierra. A través del foro y de la campaña

Rio + 5, Y en el periodo inmediatamente posterior, el Consejo de la Tierra reforzará y revitalizará el compromiso con los acuerdos alcanzados en la Cumbre de la Tierra, ya
que las cuestiones que surgieron en Rio y los desafíos que promovió se han vuelto aún más críticos en los pasados cinco años.

Sin embargo, cinco años es realmente muy poco tiempo para emitir un juicio final sobre las repercusiones de la Cumbre de la Tierra. Aunque el progreso ha sido decepcionante en muchos aspectos, y ha habido cierta "recaída", muchas de las semillas que fueron sembradas en Rio ya han dado fruto. Por ejemplo, cinco años después

de Rio, 103 gobiernos han establecido instituciones nacionales responsables de la integración de los conceptos de desarrollo sostenible en la legislación y en la política
internas.

Los programas locales de la Agenda 21 han sido ahora establecidos en aproximadamente 1600 ciudades y pueblos en todo el mundo. En formas diferentes, numerosas naciones y comunidades están progresando hacia el cumplimiento de las metas de la Cumbre de la Tierra.

Hoy en día, las fuerzas demográficas, sociales y económicas que impulsan el desarrollo no sostenible todavía son dominantes. El enfoque convencional respecto del desarrollo ha sido altamente exitoso en expandir la actividad económica, pero no ha demostrado ser una panacea para toda la población mundial o para la generación de un futuro sostenible para el planeta. Todavía tiene que beneficiar a muchos países.

Aunque el desarrollo económico permanece en primer lugar en la agenda política de la mayoría de las naciones, no ha logrado reducir las diferencias en ingreso o satisfacer las
necesidades básicas de los más pobres del mundo, que suman mil millones de personas. Efectuar una diferencia real en la vida de estas personas requiere un compromiso revitalizado con la Agenda
21 y la visión de la Cumbre de la Tierra: un desafío formidable, sí, pero todavía dentro del alcance.

Si podemos comenzar a enfocar nuestros esfuerzos colectivos en la próxima fase de trabajo -"operacionalizar”el desarrollo sostenible, particularmente a nivel de la sociedad civil--- podríamos visualizar un mundo muy diferente en sólo diez años a partir de ahora.

Lograr esta visn requerirá el desarrollo y fortalecimiento de indicadores, herramientas, políticas operacionales, prácticas comerciales, arreglos institucionales, entendimiento y compromisos públicos. Afortunadamente, no tenemos que comenzar de cero. Las organizaciones científicas y tecnológicas están generando
tecnologías más sostenibles;
institutos de investigación están proporcionando importante información Y análisis, y las asociaciones comerciales están adoptando códigos voluntarios de sustentabilidad.

Muchas ciudades han emprendido iniciativas ambientales locales o procesos de planeación más ambiciosos para guiar su desarrollo futuro. Los mejores de estos esfuerzos son promotores de participación en su diseño y acción, involucrando a los ciudadanos, a las organizaciones civiles y a los gobiernos, a las ONG, empresas, sindicatos y'otros depositarios.

Al construir el desarrollo sostenible desde el principio, todos los sectores de la sociedad civil, así como los empresarios y el gobierno, tienen papeles esenciales que
desempeñar en la aplicación de sus principios.

Es sólo a través de un seguimiento y aplicación rigurosos que la percepción de la Cumbre de la Tierra --con tanto entusiasmo proclamada y bienvenida en todo el mundo- puede ser cumplida.

Nota: "La América que queremos" es una nueva sección sabatina de EL CORREO. Los ensayos "en defensa de la vida" -de autores de primera línea- son tomados del libro con igual título, publicado por el Fondo de Cultura Económica en 1998, en el contexto del Programa de las Naciones Unidad para el Medio Ambiente.

No hay comentarios:

Publicar un comentario