Primero nos encontramos con un alza fuera de toda razón en la factura de la energía eléctrica. 41% injustificado y fuera de toda comprensión, sin hablar de lo letal para el bolsillo escuálido de los nicaragüenses. Quisiera saber de otro país en el que le suben a la energía eléctrica de la noche a la mañana sin una aprobación legislativa y sin ningún estudio previamente divulgado. Lo que pasa es que Nicaragua no es un país en el verdadero sentido de la palabra. Es una hacienda que siempre ha tenido dueño, mandadores y peones emplanillados, sujeta a los caprichos de una familia que por derecho sanguíneo hacen lo que les da la gana. No hay presidente, hay propietario; no hay ministros, hay mandadores; no hay funcionarios, hay mozos y no hay constitución sino ordenes del jefe.
La aflicción del pueblo fue pasajera porque inmediatamente después del trancaso, vino el alivio de saber que como siempre, nuestro chapulín colorado salió al rescate bajo la consigna conocida: Siganme los buenos y la tragedia tuvo un final feliz. Razones desconocidas hicieron que la energía eléctrica diera un salto brutal, pero la generosidad sin limites de nuestro benefactor, convirtió el llanto en risa al hacer saber que ese 41% lo iba a asumir los negocios del ALBA, que es lo mismo que decir sus negocios particulares.
Llama la atención lo oportuno de la medida: la campana electoral y llama mas la atención la duración del generoso obsequio. Termina en Diciembre, cuando ya el Presidente Ortega va a ser el Presidente reelecto de Nicaragua. Para Enero será el rechinar de dientes, porque en Nicaragua se rompen las leyes de la gravedad y lo que sube nunca baja.
Al hacer una simple exploración hacia el futuro inmediato, es fácil prever la dependencia energética total de los nicaragüenses con el empresario y dictador, porque da la casualidad que la familia gobernante es la dueña de un alto porcentaje de las fuentes de energía eléctrica.
En un escrito reciente yo decía que la reelección del Presidente Ortega era irrelevante, porque no es ese el peligro mayor, sino la situación de monopolio que sus inversiones están creando a vista y paciencia de una empresa privada que hoy esta postrada y adormecida por el hecho que no es blanco de la codicia, ni de la represión de este gobierno dictatorial. No le tocan el bolsillo, no le confiscan sus propiedades, no le aplican el chantaje fiscal y están en continua comunicación amistosa, al extremo que el COSEP ha dejado de ser el enemigo ideologico para ser el socio de intereses comunes.
Cuanto va a durar esa luna de miel? Ojala que para siempre, porque asi Nicaragua derrotaría un izquierdismo falso que cayo
ante el encanto de ser empresario.
¿Qué puede hacer el pueblo de la llanura para salir de este estado de indefensión? Realmente nada porque los llamados a luchar por los intereses populares están perdidos en el síndrome de Babel, puesto que no hay poder humano que los haga pensar y actuar de una forma coordinada, amarrados por una meta común, como es conseguir implantar la democracia y lograr el progreso.
Al pueblo hebreo lo mantuvieron vagando por el desierto durante cuarenta anos para que se murieran todos los que adoraron al becerro de oro. A nosotros nos tienen que mantener en otro desierto perdidos hasta que mueran todos los que hicieron posible este estado de cosas, lo que quiere decir que nos mantendremos en esta zozobra el tiempo que le queda al siglo XXI.
Jorge J Cuadra V
A pasado a ser un socio
Lsillo escualido
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