El diario granadino EL CORREO (1913-1934), fué fundado por quien fuera su Director, Carlos Rocha Avellán y es sobre todo recordado por haber dado acogida a las publicaciones literarias del Movimiento de Vanguardia, "Rincón de Vanguardia" y "Página de Vanguardia", a cargo de Pablo Antonio Cuadra Cardenal y Octavio Rocha Bustamante, hijo éste último de don Carlos y padre de Luis Rocha Urtecho, quien, junto con su nieto Luis Javier Espinoza Rocha, retoman hoy "El Correo Nicaragüense"; un blog pluralista, que agradece la reproducción de su contenido.

domingo, 13 de noviembre de 2011

LA COBARDIA DE LA CONFERENCIA EPISCOPAL


Siempre he pensado que ser católico es lo más cómodo de la vida. El católico tiene licencia indefinida para hacer los males habidos y por haber, porque tiene a mano el sacramento de la confesión, que deja de ser sacramento cuando no hay propósito de enmienda.
¿Que autenticidad puede tener una religión que perdona sin tomar en cuenta el propósito de enmienda, ni el deseo de arrepentimiento? En los comulgadores de la clase política no se ve ese deseo de arrepentimiento, ni mucho menos ese propósito de enmienda y sin embargo, abren la boca para recibir la ostia consagrada y cometen sacrilegio al usar la comunión para engañar al pueblo, de manos de curas vendidos a la dictadura corrupta.
Estoy escuchando y por desgracia viendo a través de la televisión a un exponente de nuestra religión católica. A un sacerdote mentiroso, hipócrita y corrupto por los cuatro costados, alabar en medio de un silencio electoral a uno de los candidatos a la presidencia. Es el mismo que le dijo al  candidato de siempre serpiente venenosa e hipócrita, que muerde la mano de quien le ayuda. Ahora, para dar testimonio de su falsedad, alaba a la serpiente, recomienda su reelección inconstitucional, engaña a los católicos incautos para que voten por el mal y lo apoya para presidente vitalicio.
Son las acciones de alguien que actúa en forma personal y no como representante de la iglesia, es lo que dirán los miembros de la conferencia episcopal y no se equivocan, pero fallan cuando callan y dejan que el escándalo invada las almas de quienes creen en ellos.
El sacramento más sagrado de la iglesia católica, es el de la consagración. El momento sublime cuando con el poder de Dios, el sacerdote convierte el pan en el cuerpo de Cristo y el vino en Su sangre derramada por el perdón de los pecados de toda la humanidad. Pero en verdad los dirigentes de la Iglesia Católica se ponen en entre dicho cuando permiten que curas corruptos y escandalosos repartan la ostia consagrada como quien reparte un confite de menta.
El cura disfrazado de cardenal y los demás que lo siguen en su labor escandalosa y dañina, deberían ser sancionados por las altas autoridades de la iglesia con el castigo mayor que reservan para los que ofenden y escandalizan a los fieles. ¿Pero qué es lo que obtenemos a cambio? Unas declaraciones blandengues y hasta cómplices del Arzobispo de Managua y presidente de la Conferencia Episcopal.  Allí es cuando pensamos que puede más el culto al maestro, al obispo que lo consagró como sacerdotes, al arzobispo que lo consagró obispo, que los derechos violados  de los fieles católicos.
Con esas actitudes negativas que tiene el Obispo Brenes, de nada sirven las posturas opositoras a este régimen corrupto del obispo Mata, lo mismo que las elegantes homilías del obispo Báez, porque no es capaz de castigar a sus colegas serviles que se venden al poder mal habido por unas cuantas migajas, o se rinden ante el chantaje oficial del orteguismo.
Así como la caridad empieza por casa, también el castigo debe de empezar por la iglesia católica para proyectar un recio mensaje de autenticidad ante los fieles católicos y la sociedad entera, pero no se le puede pedir peras al olmo, o mejor aún: Del café negro, no se pueden obtener cuajadas.
Cuando el Arzobispo Brenes lea el breviario, que le pida a Dios que le de fuerzas para poner en orden a los curas renegados, porque mientras no actúe así, el Arzobispo Emérito y los sacerdotes al servicio de la dictadura seguirán dañando a la Iglesia Católica, Apostólica y Romana, en un festín babilónico.

Jorge J Cuadra V

No hay comentarios:

Publicar un comentario