El diario granadino EL CORREO (1913-1934), fué fundado por quien fuera su Director, Carlos Rocha Avellán y es sobre todo recordado por haber dado acogida a las publicaciones literarias del Movimiento de Vanguardia, "Rincón de Vanguardia" y "Página de Vanguardia", a cargo de Pablo Antonio Cuadra Cardenal y Octavio Rocha Bustamante, hijo éste último de don Carlos y padre de Luis Rocha Urtecho, quien, junto con su nieto Luis Javier Espinoza Rocha, retoman hoy "El Correo Nicaragüense"; un blog pluralista, que agradece la reproducción de su contenido.

viernes, 25 de noviembre de 2011

Convocatoria


Marcha 3 de diciembre de 2011
Todos contra el fraude
 por unas nuevas elecciones libres y transparentes.
Cese a la represión

Organizaciones de la sociedad civil nos hemos pronunciado inmediatamente después de las elecciones declarando que no reconocemos las elecciones nacionales porque fueron un atropello a la voluntad ciudadana. A más de dos semanas de la realización de los comicios los hechos denunciados  en todo el territorio nacional evidencian sin lugar a dudas, que los resultados dados a conocer por el ilegal Consejo Supremo Electoral, no son creíbles y por el contrario cada vez hay más pruebas del enorme irrespeto perpetrado en contra de  la soberanía del pueblo.

La autodeterminación nacional es un derecho irrenunciable, fundamento de la nación que se configura a través del ejercicio de la soberanía nacional, la cual reside en el pueblo y se expresa a través de los diferentes instrumentos democráticos, entre ellos las elecciones.

El pueblo nicaragüense tiene derecho a participar y decidir en libertad y de forma transparente e inequívoca a sus representantes para dirigir y administrar el país, y nadie tiene el derecho de arrogarse el poder del pueblo y su representación.

A estas alturas, no existe la menor duda sobre la ilegalidad de estas elecciones nacionales. Diversas organizaciones nacionales e internacionales han señalado la opacidad y arbitrariedad ocurrida durante todo el proceso, la inconstitucionalidad de la candidatura del Presidente Ortega, la ilegalidad e ilegitimidad del CSE de facto, la  cedulación partidaria, la arbitrariedad y el abuso de poder en la integración de las juntas, la negativa de la observación nacional y de la fiscalización de los partidos políticos, las acciones para impedir el correcto ejercicio del sufragio y del escrutinio, entre otros, derivándose de ello unos resultados que no permiten de ninguna manera  garantizar la voluntad del soberano, que es el pueblo de Nicaragua y pretendiendo proclamar el triunfo de candidatos que no han recibido los votos necesarios para ser proclamados diputados o declarar presidente a un candidato inconstitucional con datos falseados y con votos obtenidos mediante acciones fraudulentas.

De los indicadores internacionales para medir la buena realización de una elección nacional, sólo se ha validado el referente a la participación de la ciudadanía, aun y cuando las condiciones no eran las mejores, destacándose en consecuencia la “determinación madura y cívica de los nicaragüense”.  Sin embargo el poder político que tiene a su cargo las instituciones estatales, en particular el Consejo Supremo Electoral, no ha estado a la altura del pueblo nicaragüense, a quien no se ha respetado “como es propio en un sistema democrático auténtico”.

Este Consejo Electoral de facto, espurio y cómplice del mayor atropello a la voluntad popular que se ha dado en Nicaragua en los últimos tiempos, ha pretendido proclamar ganador absoluto al partido de gobierno.  El partido de gobierno, en un acto de soberbia política, ha pretendido usar y abusar de todas las instituciones públicas para irrespetar al pueblo de Nicaragua con fraudes que iniciaron en las elecciones municipales de 2008 y que pretende ir perfeccionando impunemente en cada elección.

Como ha sido señalado por distintas organizaciones sociales, políticas y económicas, existe la voluntad ciudadana a  la resistencia y a la lucha cívica para hacer respetar y hacer valer la voluntad popular y para continuar movilizados en contra de la dictadura.  Hacemos nuestras las palabras de la Conferencia Episcopal,  “Si hay que exigir a las instituciones que cumplan con su deber y a los poderes del Estado que respondan a sus obligaciones, a través de todo tipo de manifestaciones públicas y privadas y en el marco de los derechos humanos, hay que hacerlo siempre en modo pacífico”.

Porque ya la intolerancia política, el abuso de poder y la falta de garantía de los derechos humanos ha producido víctimas fatales, heridos, y personas de todos los signos políticos huyendo de sus lugares por temor a la represión y la venganza.

Porque un futuro sin elecciones libres, honestas y transparentes, en que se respete la voluntad popular, es inaceptable y equivale al regreso del círculo vicioso de la dictadura,  violencia y la profundización de la pobreza material y ética de Nicargua..

Porque somos amantes de la paz y la convivencia pacífica, del respeto al derecho ajeno, queremos que se respete la voluntad del pueblo expresada en las urnas.

Porque estamos convencidos de que solamente la movilización general, la valiente lucha cívica, la unidad de todas las fuerzas democráticas, la acción vigorosa y decidida, podrá hacer retroceder a los enemigos de la libertad.

POR TODO ELLO, estamos dialogando y acercando posiciones con todos los sectores sociales, económicos y políticos, para luchar cívicamente porque se respete la voluntad del pueblo de Nicaragua..

CONVOCAMOS A TODA LA CIUDADANÍA A  la MOVILIZACION NACIONAL el próximo 3 de diciembre en Managua, para decir NO AL FRAUDE Y EXIGIR NUEVAS ELECCIONES EN LAS QUE SI SE RESPETE EL VOTO POPULAR.

Managua, 24 de noviembre de 2011

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