El diario granadino EL CORREO (1913-1934), fué fundado por quien fuera su Director, Carlos Rocha Avellán y es sobre todo recordado por haber dado acogida a las publicaciones literarias del Movimiento de Vanguardia, "Rincón de Vanguardia" y "Página de Vanguardia", a cargo de Pablo Antonio Cuadra Cardenal y Octavio Rocha Bustamante, hijo éste último de don Carlos y padre de Luis Rocha Urtecho, quien, junto con su nieto Luis Javier Espinoza Rocha, retoman hoy "El Correo Nicaragüense"; un blog pluralista, que agradece la reproducción de su contenido.

lunes, 21 de noviembre de 2011

GUATEMALA: HACIA EL DETERIORO DE LA DEMOCRACIA


Por Juan Hernández Pico, S.J.

Ganó Otto Pérez Molina la segunda vuelta, aunque no abrumadoramente
El 6 de noviembre de este año, al mismo tiempo que en Nicaragua, pero sin fraude ni violencia, tuvo lugar en Guatemala la segunda vuelta de las elecciones presidenciales. Ganó el general en situación de retiro Otto Pérez Molina (PP o Partido Patriota) con  el 53,76% de los votos válidos. Su contrincante, el abogado Manuel Baldizón (LIDER o Libertad Democrática Renovada) obtuvo la respetable cifra de algo más del 46,24% de los votos válidos. La diferencia entre ambos ha sido de un 7,52%. OPM aventajó notablemente en las grandes ciudades, especialmente la zona metropolitana de la Capital (66% vs. 34%), y Baldizón ganó bastantes departamentos del interior de la República y aun así perdió en el conjunto (51.65% vs 48.35%), aprovechándose del voto duro de Sandra Torres que se había quedado sin candidatura.  
En términos de participación la segunda vuelta hizo historia pues solo disminuyó un 8% respecto de la primera, habiendo ido a las urnas por primera vez un 60,82% de la población con derecho a voto y habiéndose abstenido un 39,18%. Un 4, 10% de los votantes emitió un voto en blanco (2,80%) o nulo (1,30%). Recuérdese que los porcentajes adjudicados a los competidores se calculan sobre el total de los votos válidos. Los votos en blanco y nulos son, en términos de resultados proclamados, sólo una estadística. En 2007 la participación en la primera vuelta fue del 60%, mientras que en la segunda vuelta fue solo del 48%.
En números absolutos, votaron por OPM 2,300,874  personas y por MB 1,980,819. La diferencia entre ambos ha llegado a 320,055 votos.  Los votos en blanco fueron 124,908 y los nulos 57,970. Los votos emitidos fueron 4,464,571 y las personas que se abstuvieron de votar alcanzan la cifra absoluta de 2,876,270 (39,18%).  
Teniendo en cuenta estos números, es preciso reconocer que OPM ha sido electo con el mayor número de votos válidos de los últimos 26 años de gobiernos civiles. El actual presidente Alvaro Colom fue electo con 1,449,153 votos. En cambio la diferencia entre los dos contendientes no ha sido mucho mayor que en 2007. Entonces fue de un 6, 64%, puesto que entonces OPM obtuvo 1,294,645 votos. La gran diferencia ha estado en el notable aumento de la participación de votantes en la elección. (68 % en primera vuelta y 60% en segunda vuelta). Y la más probable de las razones la enorme necesidad de la ciudadanía de que se haga frente a la inseguridad nuestra de cada día.
¿Hacia un deterioro de la democracia? La vuelta de un presidente militar 41 años después.
Quien haya leído los dos artículos anteriores que he publicado en envío sabe perfectamente por qué hablo, en el título de este, de un deterioro de la democracia en Guatemala. Haber elegido a un militar retirado nos vuelve a hace 41 años cuando fue electo –sin fraude- el Coronel Carlos Arana Osorio (1970-74). Los dos gobiernos siguientes con candidatura militar fueron fraudulentos. La historia ha reconocido lo que los militares no reconocieron entonces. Arana había sido el brazo armado que derrotó a la primera guerrilla guatemalteca al final de la década de los sesenta durante el Gobierno del civil Julio César Méndez Montenegro, que para poder ser presidente tuvo que pactar “manos libres” al Ejército. Arana era conocido como “el Carnicero de Zacapa”, y fue electo por su fama de eficacia contra la violencia guerrillera en el Oriente del país (la Sierra de las Minas sobre todo) y también en la Capital.
41 años después una mayoría de los votantes vuelve a elegir a un militar (esta vez no en servicio, sino en retiro). Es una reacción contra la falta de voluntad política y de capacidad o la  impotencia de los tres gobiernos anteriores –desde Alfonso Portillo en el año 2000 hasta Oscar Berger en 2004 y Alvaro Colom en 2008- para detener el curso creciente de la violencia, que además se ha complicado gravemente con la apertura en Guatemala de una retaguardia para los hostigados narconegociantes mexicanos, y especialmente para los desalmados “Zetas”, procedentes ellos mismos del Ejército y la Policía mexicanos y también del grupo especial kaibil del Ejército de Guatemala. Alvaro Colom especialmente prometió enfrentar la violencia con “inteligencia” y no –como ya en 2007 prometía OPM- con “mano dura”. No tuvo éxito, aunque no pocos narcotraficantes fueron capturados y algunos extraditados a los Estados Unidos, en gran parte con la ayuda de la estadounidense DEA.
Triunfo de un militar cuestionado en la guerra
Hoy aproximadamente un 31% de la ciudadanía con derecho a voto (2,300,874 de 7,340,841 personas) ha vuelto, después de 41 años a elegir sin fraude a un militar que sigue prometiendo “mano dura”, si bien la ha suavizado en esta campaña con otra consigna de “corazón compasivo” (contrarrestar la pobreza y generar empleo). Un militar cuestionado por su participación en las ofensivas más duras de la guerra que trajeron consigo las políticas genocidas y de tierra arrasada (1978-85). OPM fue oficial en servicio en zonas tocadas gravemente por esas políticas, especialmente en el Triángulo Ixil del Quiché. Participó además como instructor de kaibiles, cuerpo especial militar de los más duros ejecutores de esas políticas de violaciones del derecho humanitario de la guerra. Francisco Goldman, en su obra “El arte del asesinato político”, señala que, según sus investigaciones, OPM estuvo presente la noche del asesinato del obispo Juan José Gerardi en una cantina cercana. Ya hemos dicho en otros artículos que OPM participó también en el bloqueo del intento de Golpe de Estado del entonces Presidente Serrano (1992) y fue uno de los negociadores de los Acuerdos de Paz de parte del Ejército.
La imprudente oferta de Manuel Baldizón   
Evidentemente su adversario en la justa electoral, Manuel Baldizón, representante de una clase pudiente emergente, que trata de arrebatar a la élite, tradicional y moderna, de la riqueza guatemalteca su vinculación con el poder del Estado, no significaba una alternativa más prudente. Sus promesas de Santa Klaus –ejecución de la pena de muerte y bono del 15º mes como las más notables e irrealizables de todas ellas- bordeaban la locura: suponían denunciar el Protolo de San José sobre la pena de muerte y endeudar brutalmente al Estado. Su bonanza en un departamento tan vinculado con los narconegociantes como el norteño Petén, fronterizo con México, arrojaba, además, interrogantes serios e irresueltos sobre sus vinculaciones o pactos con estos.
El único debate entre los dos contendientes no proporcionó claves programáticas auténticas, es decir realistas, y se centró en cambio en una pelea que más parecía de vecinos enemistados que de candidatos a la Presidencia de Guatemala. Las encuestas siempre favorecieron a OPM, más o menos por 55% a 45%, aunque el resultado final fue más estrecho.
¿Baldizón dentro de 4 años?
¿Indica esto que dentro de cuatro años veremos de nuevo a Baldizón como candidato a la Presidencia y que, como derrotado hoy alcanzará entonces el triunfo, como ha sido la tradición, con alguna excepción, en las últimas décadas en Guatemala? La opinión generalizada se inclina más bien por la negativa. Primeramente porque la bancada de Baldizón al Congreso (13 curules) es demasiado débil para proporcionarle una plataforma de lucha y puede además volteársele en cualquier momento en todo o en parte. Y en segundo lugar porque el partido del Presidente Colom (UNE) pretende ser liderado por su exesposa, Sandra Torres, con ambiciones presidenciales, y ahí sí hay una plataforma fuerte en el Congreso, al menos 20 diputaciones. En realidad la Alianza UNE-GANA obtuvo 48 escaños, pero un grupo de 7 u 8 se ha retirado de UNE y ha formado una bancada independiente bajo el liderazgo del actual presidente del Congreso, Roberto Alejos, también con aspiraciones presidenciales. Y los escaños de GANA no están seguros, pues sus más importantes ocupantes han afirmado ya que la Alianza UNE-GANA era para la campaña presidencial y que en adelante votarán normalmente con UNE, aunque no siempre. La  fragmentación de las bancadas y el transfuguismo sigue siendo un rasgo inherente de la política guatemalteca en el Congreso.
Extraños encargados del periodo de transición
Mientras tanto ha comenzado ya el periodo de transición, que culminará el 14 de enero con la toma de posesión de OPM. De parte del Gobierno ha sido nombrado para manejar la transición el señor Arnoldo Noriega. Este nombramiento es notable, pues recae en una persona que fue juzgado y sentenciado por abuso sexual y cumplió condena en prisión. Sin embargo, es persona inteligente, que goza de toda la confianza política de Alvaro Colom. De parte del Partido Patriota, el nombrado ha sido el exvicepresidente de la República, Eduardo Stein. No sabemos que Stein pertenezca al Partido Patriota ni lo creemos. Su capacidad para mediar es indiscutible y últimamente ha sido comprobada al frente de la Comisión de la Verdad, que en Honduras ha esclarecido con gran precisión y apego a la realidad los hechos que llevaron al derrocamiento del entonces presidente Zelaya y al gobierno de facto de Micheletti. No sabiendo los motivos del exvicepresidente Stein para aceptar esta tarea en la transición, suspendo mi juicio, aunque me asombra tanto su designación como su aceptación.
El equipo de gobierno de OPM: Gobernación, Finanzas y Comunicaciones
Son notables los primeros nombramientos de OPM. Los dos más importantes han sido el del teniente coronel en retiro Mauricio López Bonilla como próximo Ministro de Gobernación y el del señor Pavel Centeno como próximo Ministro de Finanzas. López Bonilla participó como militar en el conflicto armado interno, especialmente desde el Departamento de Inteligencia del Ejército. Abandonó la carrera militar y se dedicó al estudio de las Ciencias Políticas, y ha estado entre los colaboradores más estrechos de OPM desde la fundación del Partido Patriota. Ha dirigido la campaña electoral de OPM. Hombre serio y muy inteligente, ha mostrado su capacidad organizativa y su disponibilidad al diálogo.
OPM se ha comprometido con la continuación de la reforma policial (de la PCN), a cuyo cargo ha estado durante estos dos últimos años Helen Mack. En entrevista con OPM Helen Mack ha notificado ya al presidente electo que no continuará en ese puesto más allá de los meses necesarios (con tope en fines de marzo) para una transición eficaz. OPM ha anunciado ya que este puesto será cubierto por la exministra de Gobernación en el último año y medio del Gobierno de Berger, y en esta campaña candidata a la presidencia de la República, Adela Camacho de Torrebiarte. En el periodo de esta comenzó el interés por una reforma de la PCN, que incluya sobre todo una auténtica academia de comisarios y una doctrina policial auténtica, distinta de la doctrina militar.
Pavel Centeno, que proviene de la militancia política socialdemócrata, es un economista serio, que tiene la confianza de la élite de la iniciativa privada.
Prioridades: Seguridad, Reforma Fiscal y Aprobación del Presupuesto
Lo primer que ha anunciado OPM, de hecho, es que en su agenda tienen prioridad tres asuntos: el primero la seguridad, y de ahí el nombramiento en Gobernación de un experto en inteligencia; el segundo y el tercero la aprobación del presupuesto y la reforma fiscal. No está dispuesto a pasar por los abruptos caminos por los que, en parte gracias a la labor en el Congreso de la ahora vicepresidenta electa Roxana Baldetti, todavía diputada, tuvo que pasar el Gobierno de Alvaro Colom, donde por dos años consecutivos (2010 y 2011) ha tenido que trabajar con el presupuesto anterior (de 2009) y donde el Partido Patriota ha hecho lo posible por frenar –con el pretexto de impedir la corrupción- la reforma fiscal, que eleve la carga tributaria del país al menos al 12% del PIB, como querían los Acuerdos de Paz que se hiciera para el año 2000, si no más arriba. Actualmente pasa poco del 9%, principalmente porque la élite económica guatemalteca siempre se ha opuesto a un Estado financiado seriamente y, en consecuencia, fuerte inversor público en educación, salud y obras públicas para la Guatemala profunda, indígena y ladina pobre, rural y urbana marginada. De todos modos nadie puede pedir coherencia política a los partidos representados en el Congreso de Guatemala.
En esta línea, Plaza Pública, la revista digital de la Universidad Rafael Landívar, cree poder apoyar la opinión, expresada por varios columnistas guatemaltecos, de que el Gobierno de OPM será más estatal-desarrollista que “libertario”. Así como intentaron serlo presuntamente los gobiernos presididos por militares de la década de los 70.    
El presidente electo ha nombrado también en el Ministerio de Comunicaciones a Alejandro Sinibaldi, candidato perdedor a la alcaldía de Guatemala. No pocas personas piensan que ese ha sido su mayor error hasta el momento, y temen que se vuelva un nido de “intereses creados”, es decir de corrupción.
La señora Lucy Lainfiesta ha sido nombrada como Ministra de Desarrollo Social, un ministerio nuevo que, obviamente, pretende arrebatar a Sandra Torres la bandera de la lucha contra la pobreza.
El resto del Gabinete, aún incompleto: amigos de segunda vuelta y algunas personalidades competentes
El Doctor Francisco Arredondo, escogido, uno de los primeros, como ministro de Salud, es un médico capaz, que ya fue candidato presidencial por partidos menores.
El expastor Harold Caballeros, fundador de la Iglesia El Shaddai de Guatemala, con títulos universitarios en Harvard, tanto de teología como de sociología, ha sido nombrado canciller de la República. Caballeros pretendió que todo el caudal de votos que consiguió como candidato a la presidencia, se decantara por OPM para la segunda vuelta. En cambio, Ninette Montenegrono, aliada de Caballeros en la campaña presidencial, no comprometió en la segunda vuelta a su partido “Encuentro por Guatemala”.
El exrector de la Universidad de San Carlos, Efraín Medina, que iba de candidato a la vicepresidencia por VIVA, con Harold Caballeros, ha sido escogido para el Ministerio de Agricultura.
El asesor laboral de ANACAFE, Carlos Contreras ha sido escogido para el Ministerio de Trabajo.
Para el Ministerio de Economía ha sido escogido un conocido empresario, Sergio de la Torre, director del CACIF en 2006 y anuncia que sus prioridades son crear empleo (medio millón de puestos de trabajo) y dar confianza a los empresarios.
Para Energía y Minas, Erick Archila, ingeniero, actual director de Canal Antigua (TV), puesto al que ha renunciado.
Para Cultura y Deportes ha sido escogido Carlos Batzín, representante de pueblos indígenas en el equipo de OPM. Con este son ya tres indígenas que consecutivamente han sido escogidos como ministros para este ministerio.
De los últimos ministerios en ser adjudicados han sido el de Educación a cargo de Cynthia Del Águila, egresada de la Universidad del Valle, y el de Medio Ambiente a cargo de Roxanna Sobenes, también egresada de la Universidad del Valle y especialista en derecho medioambiental, así como cofundadora de la Fundación para la Selva y delegada de la Alianza Trinacional para la Conservación del Golfo de Honduras.
Al frente de la Secreatría de la Paz, encargada de la implementación de los Acuerdos de Paz, estará Martha Estrada.
Queda por escoger el Ministro de  Defensa.
Y sobre todo la Secretaría Privada y la Gerencia General de la Presidencia, así como la Secretaría de Asuntos Estratégicos, puestos cercanísimos al Presidente y, por ello, con gran influencia.
Se habla también del diputado electo Valentín Gramajo, de ascendencia social demócrata, como candidato del PP a la Presidencia del Congreso. Recordamos que la del PP es por ahora la bancada más numerosa con 58 curules, faltándole 21 crules para la mayoría absoluta.
¿Gobierno “militar” o Gobierno civil, democrático, de un militar retirado?
Sobre el Presidente electo, Otto Pérez Molina, recae el onus probandi (la carga de convencer en la práctica) de que Guatemala no vaya a despeñarse por un camino militarista de deterioro de la democracia. Sus declaraciones a El Universal, de México, en el sentido de que empleará a los kaibiles para combatir el narconegocio en las fronteras de Guatemala, podrían ser presagio de una estrategia de guerra al estilo mexicano, precisamente. ¿A dónde nos llevaría esa estrategia?
El gran desafío: realizar otra política posible desde abajo con gente nueva
Sigo pensando que el gran desafío para la ciudadanía guatemalteca pasa por la fundación de un movimiento social nuevo, intergeneracional e intergénero, profundamente honesto y, por consiguiente, con una capacidad a toda prueba en sus integrantes, puesto que la primera fuente de corrupción es precisamente la incapacidad para la administración pública. Un movimiento social nuevo, que desde abajo juegue, apueste, movilice y organice a largo plazo para ir generando un movimiento político que se comprometa con una nueva política posible. Para esto es preciso formarse en todas las disciplinas que tocan a lo público y en particular al buen gobierno –no a la gobernabilidad neoliberal que rehúye los conflictos, sino a la gobernanza, al arte de gobernar bien, es decir humanamente, un país cuyo pueblo, tantas veces sacrificado como carne de lucro y dominio, se lo merece. de la Presidencia.   

No hay comentarios:

Publicar un comentario