La crisis de confianza en los políticos y en la política
Dicho esto, tampoco se puede olvidar que no se puede hablar de economía sin hablar de política, porque la autonomía de la economía es solo relativa. También la política tiene una vida autónoma. Responde al realismo de la ambición por el poder dominador y a la utopía del poder al servicio del bien común. Y al responder de una u otra manera se incide siempre en la economía, dejándola casi totalmente libre o regulándola con leyes coherentes. Los impuestos con que se gravan las rentas, bien gananciales bien salariales, de la gente, conducen a un estado fuerte o a otro débil para la inversión social. Los tipos de interés que los bancos centrales señalan son decisiones políticas que responden a las amenazas de inflación, de estabilidad de precios o de deflación, y a la importancia o la conveniencia de encarecer o abaratar el precio del dinero y, por consiguiente, el precio del crédito para los mismos bancos, para los inversores y para los consumidores. La calidad, la cobertura y la profundidad de la regulación financiera dependen de políticas públicas que creen en la capacidad de autorregulación del mercado o que desconfían del carácter de casino o casa de apuestas global que el mercado ha estado adquiriendo durante la globalización financiera. Las tasas de desempleo aceptables o inaceptables dependen de que la economía se abandone a su funcionamiento autónomo o de que el Estado asuma un papel importante en estimular la economía con la inversión pública, con el manejo de los impuestos, con mayores exigencias de productividad, con políticas educacionales y de salud pública de mayor calidad y cobertura, con pisos salariales más elevados, con una protección mejor para el desempleo y con la búsqueda y el fomento de un diálogo que acerque a un consenso entre empresarios, sindicatos, partidos políticos, grandes universidades y centros de investigación, países cooperantes e instituciones multilaterales. Y especialmente, en nuestro medio centroamericano, con el planteamiento de una alianza entre los gobiernos cuyos países envían inmigrantes sobre todo a los Estados Unidos para llegar a un diálogo pluralista, relativamente transparente y humanitario con el gobierno de ese país, en el que tengan también una palabra democrática que decir los inmigrantes latinos ya asentados en los Estados Unidos.
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IGLESIA VIVA: Sección ecuménica de EL CORREO, con selección de textos de cristianos comprometidos con el Evangelio, y por ello con la esperanza, la justicia y la libertad.
El texto de hoy es tomado con la autorización de su autor del libro “NO SEA ASÍ ENTRE USTEDES: ensayo sobre política y esperanza”, de Juan Hernández Pico, S.J. UCA Editores, San Salvador, El Salvador, 2010.
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