El diario granadino EL CORREO (1913-1934), fué fundado por quien fuera su Director, Carlos Rocha Avellán y es sobre todo recordado por haber dado acogida a las publicaciones literarias del Movimiento de Vanguardia, "Rincón de Vanguardia" y "Página de Vanguardia", a cargo de Pablo Antonio Cuadra Cardenal y Octavio Rocha Bustamante, hijo éste último de don Carlos y padre de Luis Rocha Urtecho, quien, junto con su nieto Luis Javier Espinoza Rocha, retoman hoy "El Correo Nicaragüense"; un blog pluralista, que agradece la reproducción de su contenido.

jueves, 10 de marzo de 2011

La conversión del corazón

¿A quién dirigimos el corazón? ¿Hacia quién me estoy dirigiendo yo?

P. Cipriano Sánchez LC

La conversión del corazón

Reflexionar es una conversión que no debe ser solamente una conversión exterior, sino
que debe ir sobre todo hacia la conversión del corazón. La conversión del corazón que
viene a ser el núcleo de toda la Cuaresma, es vista por la Escritura, como un momento
de elección por parte del hombre que debe dirigir a Alguien. La pregunta es: ¿A quién
dirigimos el corazón? ¿Hacia quién me estoy dirigiendo yo? En este período en el cual
la Iglesia nos invita a reflexionar más profundamente tenemos que preguntarnos:
¿Hacia dónde voy yo?
En la primera lectura Dios pone delante del pueblo de Israel el bien y el mal,
diciéndole que puede elegir, decir a quién quiere servir, qué quiere hacer de su vida.
Tú también vas a decidir si quieres vivir tu vida amando al Señor tu Dios, escuchando
su voz, adhiriéndote a Él, o vas a tener un corazón que se resiste. Es en lo profundo de
nuestra intimidad donde acabamos descubriendo hacia quién estamos orientando
nuestra vida.
La Escritura nos habla por un lado de un corazón que se resiste a Dios y por otro lado
de un corazón que se adhiere a Dios. Mi corazón se resiste a Dios cuando no quiero
ver su gracia, cuando no quiero ver su obra en mi vida, cuando no quiero ver su
camino sobre mi existencia. Mi corazón se adhiere a Dios, cuando en medio de mil
inquietudes, vicisitudes, en medio de mil circunstancias yo voy siendo capaz de
descubrir, de encontrar, de amar, de ponerme de delante de Él y decirle: “aquí estoy,
cuenta conmigo”.
Jesús en el Evangelio nos presenta esta elección, entre resistencia del corazón y la
adhesión del corazón como una adhesión por Él o contra Él: “El que quiera seguirme
que se niegue a sí mismo, cargue su cruz cada día y se venga conmigo.” Una
conversión que no es solamente el cambiar el comportamiento; una conversión que no
es simplemente el tener una doctrina diferente; una conversión que no es buscarse a sí
mismo, sino seguir a Jesucristo. Esta es la auténtica conversión del corazón.
Jesús pone como polo opuesto, como manifestación de la resistencia del corazón el
querer ganar todo el mundo. ¿Qué prefieres tú? ¿Cuál es la opción de tu vida, cuál es
el camino por el cual tu vida se orienta, ganar todo el mundo si no te ganas a ti
mismo?, pero si has perdido a base de la resistencia de tu corazón lo más importante
que eres tú mismo, ¿cómo te puedes encontrar?. Solamente te vas a encontrar
adhiriéndote a Dios.Deberíamos entrar en nuestra alma y ver que estamos ganando o qué estamos
perdiendo, a qué nos estamos resistiendo y a quién nos estamos adhiriendo. Este es el
doble juego que tenemos que hacer y no lo podemos evitar. Nuestra alma, de una
forma u otra, se va a orientar hacia adherirse a Dios, automáticamente está
construyendo en su interior la resistencia a Dios. El alma que no busca ganarse a sí
misma dándose a Dios, está automáticamente perdiéndose a sí misma.
Son dos caminos. A nosotros nos toca elegir: “Dichoso el hombre que confía en el
Señor, éste será dichoso; en cambio los malvados serán como paja barrida por el
viento. El Señor protege el camino del justo y al malo sus caminos acaban por
perderlo”: ¿Qué camino llevo en este inicio de Cuaresma? ¿Es un camino de
seguimiento? Me dice Nuestro Señor: ¿Eres de los que quieren estar conmigo, de los
que quieren adherirse a Mí? ¿O eres de los que se resisten?

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