El diario granadino EL CORREO (1913-1934), fué fundado por quien fuera su Director, Carlos Rocha Avellán y es sobre todo recordado por haber dado acogida a las publicaciones literarias del Movimiento de Vanguardia, "Rincón de Vanguardia" y "Página de Vanguardia", a cargo de Pablo Antonio Cuadra Cardenal y Octavio Rocha Bustamante, hijo éste último de don Carlos y padre de Luis Rocha Urtecho, quien, junto con su nieto Luis Javier Espinoza Rocha, retoman hoy "El Correo Nicaragüense"; un blog pluralista, que agradece la reproducción de su contenido.

viernes, 25 de marzo de 2011

"Carta abierta al Presidente Daniel Ortega (La autonomía regional costeña)".

Señor Presidente,

Antes que finalice su período de gobierno, quiero recordarle que ya son 23 años de existencia del Régimen de Autonomía para los pueblos indígenas y étnicos de la costa caribe de Nicaragua, el cual fue planificado en la década de los 80 durante su gobierno y gracias a este importante avance histórico, los costeños logramos, después de muchos siglos de conflictos, intervenciones con pretensiones integracionistas, coacción estatal y discriminación hacia los pueblos indígenas y comunidades étnicas de la costa caribe, al fin la aprobación de este, como un Estatuto de Autonomía.

Quiero acordarle que fue gracias a las comisiones de autonomía orientadas por su gobierno, programadas por organismos independientes y demandadas por los costeños, que se logró en enero de 1985 la movilización regional con cientos de voluntarios con el objetivo de hacer las consultas sobre autonomía en todas las comunidades indígenas, afro descendientes y mestizas de la región caribeña y no fue hasta junio de ese mismo año que la Comisión Nacional de Autonomía publicó el documento “Principios y políticas para el ejercicio de los derechos de autonomía de los pueblos indígenas y comunidades étnicas de la Costa Caribe de Nicaragua” el cual dio inicio a la consulta directa y organización autonómica con las comunidades en toda la región sur y norte del Caribe.

Ya en julio de 1986 se organizó el Simposio Internacional de Autonomía llamado “Estado, Autonomía y los derechos de los pueblos indígenas” del cual salieron los puntos medulares para la configuración de los derechos autonómicos de los pueblos indígenas y étnicos del caribe nicaragüense y lo más importante es que estos fueron integrados en la nueva reforma constitucional en enero de 1987 aprobada por la asamblea nacional, no obstante sin una validación constitucional legítima, imprecisa y sin reglamentación.

Señor presidente, para no seguirme extendiendo en estos datos técnicos, permítame hacerle unas preguntitas:

¿Por qué a su gobierno se le olvidó reglamentar el Estatuto de Autonomía después de ser aprobado por la asamblea nacional?

¿Por qué los pueblos costeños luego de vivir una cruenta guerra que duro más de 7 años, dónde pueblos indígenas enteros vivieron el doloroso éxodo, campos de concentración, el aprisionamiento sistemático, el exilio forzado y la incertidumbre latente de no volver a ver sus comunidades y hermanos, aún no tenían la confianza de/su gobierno y la garantía constitucional de que nuestra autonomía fuera reglamentada para su autentica práctica y ejercicio?

¿Por qué tuvimos que esperar más de 15 años?

Le recuerdo que fue hasta julio del 2003 que se reglamentó el Estatuto de Autonomía y no fue en el mismo clima que en el de su aprobación, pues en aquella época las razones de la validación del mismo venían a raíz de un enfrentamiento abiertamente armado y usted acordó sensatamente que era necesario llegar a un acuerdo de negociaciones en el marco de la tolerancia y la pacificación de ambas fuerzas armadas (Ejercito Popular Sandinista vs. Misurasata). Asimismo planificar el proceso autonómico para la región, cuestión que en 2003 ya era, en efecto, en un plano de negociación cívico-político.

Señor Presidente, insisto en que su gobierno, al igual que los últimos gobiernos centrales que estuvieron de turno desde 1990 hasta el 2006, tienen una lógica de Estado basada en el centralismo y por tanto, procuran ejercer el control directo sobre la jurisdicción y administración territorial dentro del mismo.

Pero como usted comprenderá, los costeños tenemos nuestra propia estructura autonómica reflejada en marcos como la ley 445 de la demarcación de tierras comunales indígenas y étnicas y los diferentes estatutos de la Ley 28 de Autonomía la cual debe acelerar lo más pronto posible su propia gestión jurídica en materia de recursos y competencias.

A nosotros no se nos ha dado siquiera la oportunidad de construir nuestras propias estructuras administrativas, autogestionarias y jurídicas ajustadas desde nuestra realidad y reguladas por, para y desde nuestras bases comunales, territoriales y desde nuestros gobiernos regionales autónomos y eso ha obstaculizado enormemente la movilización técnica y política desde nuestros propias entidades autonómicas, permitiendo la polarización centralista de los gobiernos nacionales dentro de nuestras estructuras autónomas, reproduciendo así la viciada dependencia Región Autónoma-Estado Nacional.

¿De que nos sirve nuestra autonomía?

¿Para que tenemos Gobiernos Comunales, Consejos Regionales y Gobiernos Regionales Autónomos si en 23 años de Autonomía aun no nos han transferido las competencias y recursos para nuestra auténtica autodeterminación regional?

El problema es muy complejo para abordarlo en esta misiva, pero le invito a que escuche tan solo un poco lo que tiene que decir la movilización regional costeña entorno a los vacíos y carencias que tiene la Ley 28 de Autonomía -Estatuto de Autonomía- a pesar de ser reglamentada en una coyuntura políticamente agitada en julio de 2003 y tras haberse aprobado sin considerar los ajustes y precisiones que le hicieron falta realizar en aquella estremecedora época, en abril de 1987.

Señor presidente, ya son 23 años de autonomía y aun no hemos concluido este pedregoso camino hacia nuestra auténtica autodeterminación regional.

En nombre del Movimiento Autonomista Pluriétnico de la Costa Caribe de Nicaragua, le invitamos a que reflexione sobre nuestras demandas antes que finalice su periodo gubernamental, pues, los giros, polarización, injerencias, intereses y turbulencias político-partidistas que dan los grupos de poder político mestizo-nacionales en las dinámicas estatales y los gobiernos centrales de turno han sido nocivos para nuestro proceso autonómico.

Háganos el favor de evitarnos repetir otra ronda interminable y extenuante en las espirales del poder central, le invitamos a que acuerde con los movimientos costeños y sectores políticos costeños los mecanismos jurídico-políticos correspondientes para que nos transfieran, de una buena vez, nuestros derechos regionales.

Movimiento Autonomista Pluriétnico de la Costa Caribe

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