El diario granadino EL CORREO (1913-1934), fué fundado por quien fuera su Director, Carlos Rocha Avellán y es sobre todo recordado por haber dado acogida a las publicaciones literarias del Movimiento de Vanguardia, "Rincón de Vanguardia" y "Página de Vanguardia", a cargo de Pablo Antonio Cuadra Cardenal y Octavio Rocha Bustamante, hijo éste último de don Carlos y padre de Luis Rocha Urtecho, quien, junto con su nieto Luis Javier Espinoza Rocha, retoman hoy "El Correo Nicaragüense"; un blog pluralista, que agradece la reproducción de su contenido.

sábado, 12 de marzo de 2011

Contra la aridez del alma

TANIA LIBERTAD

Zaña es un pueblo de la costa norte del Perú donde los españoles pensaron construir alguna vez la capital del país. Hoyes un poblado en ruinas, con casas de adobe, desértico
y sin nada verde. Es la tierra, el viento, son los niños pobres llenos de polvo, niños grises. Allí nací y viví hasta el año y medio de edad.
Luego fuimos a Chiclayo, también árido, donde vivíamos en un barrio marginal a la salida de la ciudad. Mi casa estaba a media cuadra de una gasolinera y de la carretera,
por donde los camiones pasaban con la caña de azúcar hacia los trapiches. El suelo quedaba alfombrado de caña seca, pero también de un amasijo de aceite, queroseno y llantas viejas… era la desolación misma, terrible, como un paisaje de posguerra.
Tengo una foto de esa niña gris y mocosa. No calzo zapatos y llevo un vestido descuidado con la bastilla rota, las trencitas peinadas con hilo porque tenía muy poco pelo. Mi padre, quien era guardia civil, trabajaba hasta la noche; igual que mi madre, quien laboraba en el Hospital Obrero. Mis siete hermanos hombres y yo andábamos como salvajitos. Siempre enterrados, con la cara sucia y jugando con amigos sin nombre, como los hijos del carpintero o los de la cocinera. Nosotros éramos los hijos de la enfermera; en mi barrio no se necesita saber más. Ése es el medio ambiente donde viví. La aridez era de todo tipo: desde paisajística hasta afectiva. Una muchacha de la sierra era la encargada de mal cuidarnos; me enviaba a recoger puchos de cigarro; del suelo para fumárselos. Entonces, pensaba que todo el mundo era así, que ningún niño tenía zapatos, que el verde no existía y que había algunas malas muchachas que fumaban.
A los 16 años ya era conocida como cantante; en mi familia todo giraba a mi alrededor. Fuimos a Lima donde, aparte de cantar, estudié ingeniería pesquera por imposición
paterna. Recuerdo los viajes con los pescadores de Chorrillos. Estudiábamos los recursos marinos, sus propiedades, las diversas especies. Ése fue mi primer contacto con la esencia de una parte de la naturaleza. Faltando meses para terminar la carrera, la dejé, me fui de
casa y me dediqué de lleno al arte. Tenía 21 años.
Mi niñez tan árida me impulsó a construir un fecundo mundo interno que ahora yo lo traspaso incluso a los espacios exteriores, como mi casa, toda rodeada de plantas,
de verde. También soy muy afectuosa. Yo creo que la biodiversidad abarca todos los aspectos de la vida de una persona. Porque si estamos contaminados de espíritu y de alma, naturalmente vamos a contaminar afuera.
La inconciencia provoca a veces falta de respeto por nuestro medio ambiente, las calles están llenas de basura, de ruido, de violencia… Estamos echando a perder nuestros
países con una ambición desmedida. Porque la crisis ambiental tiene que ver con el poder y la soberbia humana: esa creencia de que no nos vamos a morir por nada; se pueden morir los demás -decimos- pero nosotros no. El respeto a la naturaleza debe aprenderse. Quienes ostentan el poder deberían preocuparse por cambiar la cultura del dinero que invade las sociedades actuales. Me preocupa que se hable tanto a los pobres de democracia. ¿Para qué? Si no puedes comer, ni viajar a donde quieras o comprarte la ropa
que te gusta. N o digo que tengamos que vivir en mía dictadura, no, pero la democracia sin beneficios económicos, sin cultura, educación, salud y justicia, ¿para qué la
queremos? Nuestras aspiraciones son más altas: deseamos la libertad.



Nota: "La América que queremos" es una nueva sección sabatina de EL CORREO. Los ensayos "en defensa de la vida" -de autores de primera línea- son tomados del libro con igual título, publicado por el Fondo de Cultura Económica en 1998, en el contexto del Programa de las Naciones Unidad para el Medio Ambiente.

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