CESAR CARACAS
Una valía de las riquezas de Nicaragua, de su valioso y extraordinario recurso humano. Una huella de la cultura de gran significado que habla por sí sola, en el gran maestro CESAR CARACAS.
Desde mi infancia conocí al ilustre artista, generoso educador nicaragüense. Fui uno de los miles de miles de testigos, de sus anhelos y su gran dinámica en la enseñanza; quien trabajando y compartiendo sus dotes con nuestra juventud, en sus trabajos reproducía también la sabiduría popular. Cómo explicaría Picasso una vez: “La inspiración existe, pero te encuentra trabajando”. A Cesar Caracas, la inspiración lo transportaba a todos lados, a las aulas, en los lugares de sus creaciones, en el flujo constante de sus obras… su inspiración compartida con los demás. La inspiración siempre lo encontraba trabajando.
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Además de ser un artista insigne, un maestro admirable, que con su trabajo exquisito y único, de distintivo propio, le heredó y le sumó a la tierra de Rubén Darío una vertiente cultural de colosal contribución para nuestra nicaraguanidad.
Un nicaragüense acreditado con su originalidad artística, presente en el empuje configurativo e histórico de una América Latina que ha plasmado su gran sello continental en la cultura de la civilización contemporánea mundial… ¡Que es donde se descifra nuestra identidad!
Un continuador en sus aportaciones del trabajo ejemplificativo del Gran Maestro Gabriel Morales Largaespada. Inspirado y entregado a la enseñanza pública con extraordinaria dedicación.
Cesar Caracas es una nota de nuestra nacionalidad, es en carne viva un reflejo de nuestra cultura, es una fuente de inspiración e invitación al desarrollo de las artes para los que quedaron impregnados con sus enseñanzas, para la nuevas generaciones de pintores que ya están también presentes y pujando, para los que vendrán y admirarán sus trabajos, y para otros maestros de maestros que en la historia de la educación de Nicaragua, revivirán y reproducirán sus ejemplos educativos, de entrega a su pintura, a su arte, pero también a la dinámica de su didáctica, de su elogioso y magnánimo esfuerzo de contribución perseverante, voluntarioso y desprendido.
Cesar Caracas no es una pérdida porque perdurará vivo en la historia y revivirá siempre en las memorias culturales de Nicaragua y en las memorias de todos los nicaragüenses, los del presente y los del futuro.
Al pintor, al muralista, al artista, al maestro, le ofrecemos con gran humildad un homenaje permanente, con un profundo sentimiento por su partida de esta tierra, en la que le decimos hasta luego. Pero que siempre lo conservaremos en el lugar que ocupan los grandes próceres de la cultura nicaragüense y latinoamericana.
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Sumado a sus honores, como nicaragüense a la más alta estima y consideración de su persona. Dr. Cesar N. Grijalva [Toronto, Canadá Marzo 8, 2011]
Una valía de las riquezas de Nicaragua, de su valioso y extraordinario recurso humano. Una huella de la cultura de gran significado que habla por sí sola, en el gran maestro CESAR CARACAS.
Desde mi infancia conocí al ilustre artista, generoso educador nicaragüense. Fui uno de los miles de miles de testigos, de sus anhelos y su gran dinámica en la enseñanza; quien trabajando y compartiendo sus dotes con nuestra juventud, en sus trabajos reproducía también la sabiduría popular. Cómo explicaría Picasso una vez: “La inspiración existe, pero te encuentra trabajando”. A Cesar Caracas, la inspiración lo transportaba a todos lados, a las aulas, en los lugares de sus creaciones, en el flujo constante de sus obras… su inspiración compartida con los demás. La inspiración siempre lo encontraba trabajando.
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Además de ser un artista insigne, un maestro admirable, que con su trabajo exquisito y único, de distintivo propio, le heredó y le sumó a la tierra de Rubén Darío una vertiente cultural de colosal contribución para nuestra nicaraguanidad.
Un nicaragüense acreditado con su originalidad artística, presente en el empuje configurativo e histórico de una América Latina que ha plasmado su gran sello continental en la cultura de la civilización contemporánea mundial… ¡Que es donde se descifra nuestra identidad!
Un continuador en sus aportaciones del trabajo ejemplificativo del Gran Maestro Gabriel Morales Largaespada. Inspirado y entregado a la enseñanza pública con extraordinaria dedicación.
Cesar Caracas es una nota de nuestra nacionalidad, es en carne viva un reflejo de nuestra cultura, es una fuente de inspiración e invitación al desarrollo de las artes para los que quedaron impregnados con sus enseñanzas, para la nuevas generaciones de pintores que ya están también presentes y pujando, para los que vendrán y admirarán sus trabajos, y para otros maestros de maestros que en la historia de la educación de Nicaragua, revivirán y reproducirán sus ejemplos educativos, de entrega a su pintura, a su arte, pero también a la dinámica de su didáctica, de su elogioso y magnánimo esfuerzo de contribución perseverante, voluntarioso y desprendido.
Cesar Caracas no es una pérdida porque perdurará vivo en la historia y revivirá siempre en las memorias culturales de Nicaragua y en las memorias de todos los nicaragüenses, los del presente y los del futuro.
Al pintor, al muralista, al artista, al maestro, le ofrecemos con gran humildad un homenaje permanente, con un profundo sentimiento por su partida de esta tierra, en la que le decimos hasta luego. Pero que siempre lo conservaremos en el lugar que ocupan los grandes próceres de la cultura nicaragüense y latinoamericana.
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Sumado a sus honores, como nicaragüense a la más alta estima y consideración de su persona. Dr. Cesar N. Grijalva [Toronto, Canadá Marzo 8, 2011]
El Prof. Caracas pintó una obra en mi colegio que quisiera conseguir para la memoria escolar. Dicha obra fue destruída en 1979. También quiero saber si quien escribe este artículo en homenaje al insigne Prof. Caracas es el ex profesor del Colegio César N. Grijalva Villalta? con el cual me desearía contactar por correo para solicitarle colaboración en la obra que escribo. Atte.
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