El diario granadino EL CORREO (1913-1934), fué fundado por quien fuera su Director, Carlos Rocha Avellán y es sobre todo recordado por haber dado acogida a las publicaciones literarias del Movimiento de Vanguardia, "Rincón de Vanguardia" y "Página de Vanguardia", a cargo de Pablo Antonio Cuadra Cardenal y Octavio Rocha Bustamante, hijo éste último de don Carlos y padre de Luis Rocha Urtecho, quien, junto con su nieto Luis Javier Espinoza Rocha, retoman hoy "El Correo Nicaragüense"; un blog pluralista, que agradece la reproducción de su contenido.

viernes, 12 de noviembre de 2010

LA UTOPIA DE LA UNIDAD PARTIDARIA

A través de nuestra historia, los nicaragüenses hemos demostrado que no es por el manejo de la política que nos unimos para combatir una dictadura. Lo que hemos observado es que son las catástrofes nacionales lo que nos une. Nos unimos contra Walker, en la tragedia de los terremotos y en la desgracia del Micht y como única excepción, se unió la totalidad de las fuerzas opositoras para las elecciones de 1990, que dio como resultado el triunfo absoluto de Dña. Violeta Barrios de Chamorro sobre el candidato del FSLN, único caso en que los nicaragüenses nos unimos por intereses políticos. Antes se había dado la crisis ficticia de Mokorón en la que se dijo que estaba en juego la soberanía nacional, todo para tapar el sol con un dedo con el propósito de desviar la atención de la candidatura a un nuevo período presidencial de Luís Somoza D en 1957, pero nos unimos y nos pusimos en pie de guerra.
Ahora nuevamente, ante una jugada digna del “genio tenebroso,” José Fouché, nos estamos aglutinando alrededor del gobierno de turno, el cual por esta vez está manejando bien el conflicto limítrofe con Costa Rica, conflicto que ya cansa de parte de Costa Rica, puesto que a esa nación no se le quita la obsesión de adueñarse del Rio San Juan, no por ser el rio lo que es, sino para tener pleno acceso a nuestra gigantesca reserva de agua, el lago Cocibolca. Existe un estudio hidrográfico sobre la meseta central del vecino país del sur, que revela que en un futuro no tan lejano esa meseta va a carecer del suficiente líquido vital para cubrir las necesidades del sesenta por ciento de la población nacional, puesto que ese alto porcentaje se encuentra concentrado en la mencionada meseta central.
Ante este hecho devastador, las intenciones de apoderarse de esa gran masa de agua, para no pagar por ella a quien por ley le pertenece, se ha venido intensificando desde la primera vez que intentaron hacerlo, lo que sucedió inmediatamente después de terminada la guerra contra Walker. Las tropas costarricenses en su avanzada para luchar contra Walker, se internaron en el rio para defenderlo de los ataque del filibustero y lo lograron al hundirle una buena cantidad de embarcaciones que transportaban sus tropas, sin embargo, una vez finalizada la guerra con la derrota de Walker en la batalla de Rivas, los costarricenses no querían abandonar el rio, demostrando quizás por primera vez el deseo de apoderarse del mismo.
Con el tiempo la importancia del Rio San Juan fue creciendo por la aparición de sistemas de riego. Después apareció el turismo ecológico, hasta llegar a verlo como la única tabla de salvación para no quedarse sin agua y para lograrlo están dispuestos a robárselo aunque las consecuencias sean desastrosas, no solo para Nicaragua y Costa Rica, sino para toda Centro América.
En esta ocasión Costa Rica no acudió a la CIJ en La Haya, porque allí siempre ha perdido. Acudieron a la OEA, organismo sin jurisdicción alguna para dirimir conflictos de esa clase. Acudieron con toda la mala voluntad de los malignos, a sabiendas que allí solo iban a obtener notoriedad y simpatías de ciertas naciones y para tener el pretexto de acudir, después del fallo adverso del organismo regional, al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. ¿En busca de que? En busca de los cascos azules, los cuales invadirían Nicaragua porque para la ONU nuestro país sería el invasor.
Si Costa Rica cree que va a ver los toros de largo y de que va a salir ilesa de esta agresión, está completamente equivocada. Ya verán sus ojos y sentirán sus cuerpos todo el rigor de la guerra y toda la tragedia de la destrucción. Costa Rica no sabe lo que es un conflicto bélico en su suelo desde 1948, año en que Dn José Figueres Ferrer, padre de la nación y triunfador de la revolución, optó por el camino de la paz y del progreso, poniendo las bases de la Costa Rica que hoy conocemos.
Pero ese grandioso trabajo se puede venir abajo en un segundo, todo por las ambiciones de políticos inescrupulosos y llenos de ambición que son una vergüenza para los principios democráticos que caracterizan a la nación del sur, llamada con todo derecho, la Suiza centroamericana. Para muestra un botón: la Presidenta Chinchilla, que con todo lujo de arrogancia, nos da 48 horas para que retiremos nuestro Ejército Nacional de nuestra propia casa; que sin ningún rubor, irrespeta a la OEA al decirle que no acepta una solución adversa a sus intereses y que promueve la guerra al acudir como víctima al Consejo de Seguridad de la ONU, para que se nos vengan encima los cascos azules en una invasión sangrienta y de incalculables daños. Pero repito, Costa Rica no se va ilesa.
Acepten la realidad incuestionable de que el Rio San Juan es nuestro, demuestren un poco de humildad y si necesitan agua, como así parece ser, a mediano plazo o en un futuro inmediato, se la regalamos en nombre de esa generosidad que caracteriza a Nicaragua y a la gran mayoría de sus habitantes, pero no hagan rugir el cañón, ni rieguen con sangre nuestros suelos patrios.
A pesar de que ustedes fusilaron al gran unionista centroamericano, Francisco Morazán, invoquen su nombre y desistan de la barbarie que están a punto de cometer. De no ser así, vendrán los lamentos y el chirriar de dientes, pero ya será demasiado tarde para todos.

Jorge J Cuadra V

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