El diario granadino EL CORREO (1913-1934), fué fundado por quien fuera su Director, Carlos Rocha Avellán y es sobre todo recordado por haber dado acogida a las publicaciones literarias del Movimiento de Vanguardia, "Rincón de Vanguardia" y "Página de Vanguardia", a cargo de Pablo Antonio Cuadra Cardenal y Octavio Rocha Bustamante, hijo éste último de don Carlos y padre de Luis Rocha Urtecho, quien, junto con su nieto Luis Javier Espinoza Rocha, retoman hoy "El Correo Nicaragüense"; un blog pluralista, que agradece la reproducción de su contenido.

martes, 11 de septiembre de 2012

Lo “único y original”


El proceso político nicaragüense de los últimos años es, ciertamente, “único y original”, como jamás lo podrá ser Nicaragua en términos turísticos. Primero, porque, a diferencia de los paisajes naturales y las condiciones físicas artificiales creadas para atraer turistas envueltos en dólares –una actividad económica en competición con otros países con similares atractivos— los procesos políticos de cada país son muy propios y los condiciona el nivel de desarrollo histórico-político y económico-cultural. Eso sí, hace único y original a cada país.
En segundo lugar, porque la naturaleza, los paisajes y accidentes geográficos son más o menos similares en varios países, según la región del mundo donde estén ubicados. Nicaragua nunca podrá ofrecer montañas nevadas para esquiar al turismo internacional, si no playas, calor, sol y mar, comunes a todos los países tropicales, con diferencias en las condiciones creadas para atraer turistas.  Hoteles, restaurantes y otros centros destinados a la diversión, son servicios estandarizados en todas partes. No hay unicidad ni originalidad, solo diferencias formales.
Nuestra política, en cambio, es tan “única y original”, como los basureros en las calles, lo que seguramente no será objeto de envidia para ningún país.  En política electoral, sobre todo, somos un país sin atractivos que merezcan ser imitados, falsificados, clonados, porque  Nicaragua, en eso sí, es absolutamente irrepetible.
Si no, veamos cómo estas preguntas se contestan solas:
¿En qué país de Centro, Sur, Norteamérica y el Caribe, existe un tribunal electoral con magistrados no elegidos por un Congreso o una Asamblea legislativa, sino por decreto de una persona que ejerce el cargo de presidente no autorizado por la Constitución, elegido ilegalmente, además?
¿A cuál Constitución y de qué país, se le declara sin aplicación un precepto que prohíbe la reelección continua y por tercera vez del presidente, por magistrados oficialistas de una Sala Constitucional sin opositores y a exigencia de un señor que ya fue presidente dos veces y quería imponerse una vez más, como efectivamente lo hizo?
¿En qué país podría ser legal el hecho de que una sola parte minoritaria de la Corte Suprema anulara un artículo constitucional, una  función que le corresponde exclusivamente a la Asamblea Nacional, el Poder Legislativo de la república?
¿Qué Congreso o Asamblea legislativa, y de qué país, teniendo la facultad exclusiva por mandato constitucional de elegir a los magistrados del tribunal electoral, renuncia a ese derecho por complacer sumisamente a un presidente, aunque éste hubiese sido elegido legalmente?
¿No es “único y original” el hecho de que nuestra Asamblea Nacional, además de renunciar a su derecho y a su obligación de elegir a los magistrados de los demás poderes del Estado; teniendo una mayoría de diputados del partido oficialista, y a un año ocho meses de estar funcionando, no haya tomado la iniciativa de elegir a los nuevos magistrados? 
¿Puede alguien señalar con certeza, la existencia de un país donde su tribunal electoral, además de tener magistrados con plazos vencidos, haya practicado dos fraudes electorales seguidos, y que un presidente ilegal lo tiene listo para que ejecute un tercer fraude?
¿Hay algún país, donde exista una oposición masoquista que haya sido víctima de dos fraudes continuos por un tribunal electoral corrupto, y con magistrados ilegales, participando en un evento electoral sin ninguna garantía de que no va a ser objeto de otro fraude?
Bueno, eso de “masoquista” es un decir, pues en el español criollo se le llamaría con mayor propiedad, oportunista.  Ninguna de estas necesita respuestas, porque las tienen implícitas y se reflejan en la realidad, por su fuera poco.  Está bien demostrado que lo “único y original” que nuestro país puede ofrecer a los ciudadanos del mundo –no a los turistas que, además, no pagan para interesarse en política ajena—, es su sistema electoral.  Y como nuestra política, por viciada y corrupta, no tiene iguales en ninguna parte del mundo, es muy seguro que no exista gobierno que se interese en copiarla ni sociedad dispuesta a permitírselo.  
El defectuoso sistema electoral, es un problema original y únicamente nuestro. Por desgracia.

Onofre Guevara López

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