El peso del voto hispano en Estados Unidos
El Censo de 2010 reveló un crecimiento del 111 % en la población hispana de Carolina del Norte, lo que demuestra su peso en las próximas elecciones.
Alexandra Vilchez
Charlotte.- El aumento del porcentaje de votantes latinos en Carolina del Norte (EE.UU.) podría decidir la batalla por el Estado entre el demócrata Barack Obama y el republicano Mitt Romney y, eventualmente, quién será el próximo ocupante de la Casa Blanca.
Un estudio del grupo no-partidista, Democracy North Carolina, indicó esta semana el potencial que tiene este bloque electoral en el estado "Tar Heel", donde las encuestas apuntan un virtual empate entre el presidente Obama (47 %) y el republicano Mitt Romney (48 %).
Por su parte un informe reciente del Centro de Estudios de Inmigración (CIS), clasificó a Carolina del Norte junto a Michigan, Pensilvania, Wisconsin, entre los estados que podrían inclinar la balanza para el Partido Republicano o el Demócrata.
El informe "Visión del Votante Latino en Carolina del Norte", se elaboró en colaboración con El Pueblo, la Coalición Latina de Carolina del Norte (NCLC), y la Coalición Latinoamericana de Charlotte (LAC), organizaciones que realizando extensas campañas de inscripción de votantes en el estado.
"Según el informe que produjimos con Democracy North Carolina, en el estado hay 115.000 votantes hispanos registrados, y que otros 100.00 hispanos son elegibles para inscribirse y sufragar en noviembre", afirmó a Efe Armando Bellmas, director de comunicaciones de LAC.
De acuerdo a las cifras de la Junta Electoral de Carolina del Norte, en 2008 había hasta el mes de mayo 44.719 hispanos registrados (0,8 % del padrón electoral) y para la misma fecha de este 2012 llegó a 91.554 (2 %). En 2006, había en total 41.897 y en 2004 sólo 10.112.
La diferencia de más de 23.000 votantes entre las cifras de la Junta Electoral y el estudio de Democracy North Carolina pueden deberse a que en este Estado sólo en 2002 se añadió la categoría de "hispano" en la identificación de grupos raciales o étnicos.
Hasta entonces las únicas clasificaciones eran "blanco", "negro" y "otros", de modo que los votantes hispanos no estaban registrados con una categoría específica.
El Censo de 2010 reveló un crecimiento del 111 % en la población hispana de Carolina del Norte durante la última década para llegar a 800.210 personas, lo que representa el 8,4 % de sus residentes, la población de mayor aumento del estado.
Otro factor a tomar en cuenta es que la población hispana de Carolina del Norte es relativamente joven, un promedio de 24 años, en contraste con los 37 años de las demás comunidades, al igual que sus votantes, cuyas edades oscilan entre 18 y 40.
Votantes como Johanna Rivera, de origen colombiano, quien decidió registrarse la semana pasada en la Coalición Latinoamericana para que en noviembre los políticos "escuchen mi voz".
"Deseo contribuir con mi granito de arena para que Carolina del Norte sepa cuántos votantes hispanos somos, que conozcan que somos bastantes, y podemos hacer la diferencia", declaró la colombiana a Efe.
Ésta no sería la primera que vez el voto latino se convierte en el factor decisivo en una contienda presidencial.
Al menos 26.000 latinos votaron en noviembre de 2008 cuando el entonces senador Obama ganó los 15 votos electorales de Carolina del Norte por apenas 14.77 sufragios. Ningún otro candidato presidencial demócrata había ganado el Estado desde la victoria de Jimmy Carter en 1976.
Un análisis postelectoral del Centro de Política de Inmigración (IPC), con sede en Washington DC, destacó que los hispanos que votaron en esa ocasión fueron "imprescindibles" para que Obama se llevara el estado y llegara a la Casa Blanca.
Según Steven Camarota, director de investigación del CIS, mientras que hispanos representan un porcentaje pequeño del electorado en estado como Carolina del Norte, "en una contienda cerrada, podrían decidir la elección".
En la actualidad, el 43,8 % de los hispanos se identifica con el Partido Demócrata, el 18,5 % con el Partido Republicano y el 37 % restante se dice independiente.
Sin embargo, para activistas demócratas como Germán De Castro, que por veinte años ha motivado a los hispanos de Carolina del Norte a registrarse y sufragar, el poder del "gigante dormido" que es el voto latino se conocerá el próximo 6 de noviembre.
"Si nosotros salimos a votar podemos hacer la diferencia y hacer que nos cuenten, que nos tengan en cuenta, que sepan que los hispanos valemos políticamente", apuntó De Castro, expresidente de los Votantes Hispanos Demócratas del condado Mecklenburg.
Un estudio del grupo no-partidista, Democracy North Carolina, indicó esta semana el potencial que tiene este bloque electoral en el estado "Tar Heel", donde las encuestas apuntan un virtual empate entre el presidente Obama (47 %) y el republicano Mitt Romney (48 %).
Por su parte un informe reciente del Centro de Estudios de Inmigración (CIS), clasificó a Carolina del Norte junto a Michigan, Pensilvania, Wisconsin, entre los estados que podrían inclinar la balanza para el Partido Republicano o el Demócrata.
El informe "Visión del Votante Latino en Carolina del Norte", se elaboró en colaboración con El Pueblo, la Coalición Latina de Carolina del Norte (NCLC), y la Coalición Latinoamericana de Charlotte (LAC), organizaciones que realizando extensas campañas de inscripción de votantes en el estado.
"Según el informe que produjimos con Democracy North Carolina, en el estado hay 115.000 votantes hispanos registrados, y que otros 100.00 hispanos son elegibles para inscribirse y sufragar en noviembre", afirmó a Efe Armando Bellmas, director de comunicaciones de LAC.
De acuerdo a las cifras de la Junta Electoral de Carolina del Norte, en 2008 había hasta el mes de mayo 44.719 hispanos registrados (0,8 % del padrón electoral) y para la misma fecha de este 2012 llegó a 91.554 (2 %). En 2006, había en total 41.897 y en 2004 sólo 10.112.
La diferencia de más de 23.000 votantes entre las cifras de la Junta Electoral y el estudio de Democracy North Carolina pueden deberse a que en este Estado sólo en 2002 se añadió la categoría de "hispano" en la identificación de grupos raciales o étnicos.
Hasta entonces las únicas clasificaciones eran "blanco", "negro" y "otros", de modo que los votantes hispanos no estaban registrados con una categoría específica.
El Censo de 2010 reveló un crecimiento del 111 % en la población hispana de Carolina del Norte durante la última década para llegar a 800.210 personas, lo que representa el 8,4 % de sus residentes, la población de mayor aumento del estado.
Otro factor a tomar en cuenta es que la población hispana de Carolina del Norte es relativamente joven, un promedio de 24 años, en contraste con los 37 años de las demás comunidades, al igual que sus votantes, cuyas edades oscilan entre 18 y 40.
Votantes como Johanna Rivera, de origen colombiano, quien decidió registrarse la semana pasada en la Coalición Latinoamericana para que en noviembre los políticos "escuchen mi voz".
"Deseo contribuir con mi granito de arena para que Carolina del Norte sepa cuántos votantes hispanos somos, que conozcan que somos bastantes, y podemos hacer la diferencia", declaró la colombiana a Efe.
Ésta no sería la primera que vez el voto latino se convierte en el factor decisivo en una contienda presidencial.
Al menos 26.000 latinos votaron en noviembre de 2008 cuando el entonces senador Obama ganó los 15 votos electorales de Carolina del Norte por apenas 14.77 sufragios. Ningún otro candidato presidencial demócrata había ganado el Estado desde la victoria de Jimmy Carter en 1976.
Un análisis postelectoral del Centro de Política de Inmigración (IPC), con sede en Washington DC, destacó que los hispanos que votaron en esa ocasión fueron "imprescindibles" para que Obama se llevara el estado y llegara a la Casa Blanca.
Según Steven Camarota, director de investigación del CIS, mientras que hispanos representan un porcentaje pequeño del electorado en estado como Carolina del Norte, "en una contienda cerrada, podrían decidir la elección".
En la actualidad, el 43,8 % de los hispanos se identifica con el Partido Demócrata, el 18,5 % con el Partido Republicano y el 37 % restante se dice independiente.
Sin embargo, para activistas demócratas como Germán De Castro, que por veinte años ha motivado a los hispanos de Carolina del Norte a registrarse y sufragar, el poder del "gigante dormido" que es el voto latino se conocerá el próximo 6 de noviembre.
"Si nosotros salimos a votar podemos hacer la diferencia y hacer que nos cuenten, que nos tengan en cuenta, que sepan que los hispanos valemos políticamente", apuntó De Castro, expresidente de los Votantes Hispanos Demócratas del condado Mecklenburg.
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