Por Luis Rocha
Se dice que nunca pasa nada en
Masatepe, pero pasa a pesar de la modorra matutina que poco a poco desaparece
enterrada por el estruendo de gallos más gallos y tabernáculos que claman a
Dios como si estuviera sordo. Hace poco pasaron los setenta años del escritor
masatepino Sergio Ramírez Mercado, uno de los más grandes por universal, nacido
aquí un 5 de agosto de 1942, y quien cuando estudiante de secundaria ganara el
honroso premio de ser el autor de la letra del Himno del Instituto Nacional de
Masatepe, la cual prevalece.
La música de “Los Ramírez” deambula
por viejas calles y almas nostálgicas, y como se acercan las Fiestas Patrias,
los tambores redoblan en interminables prácticas, que hoy celebran el que la
Patria se vista de gala, pues una de las más representativas hijas de esta
mitológica “tierra de venados”, ganó el día de hoy, viernes 6 de septiembre, a
base de tenacidad, entrega, estudio y espíritu de servicio, el título de Mejor
Maestra de Nicaragua. Se trata de Clarita Blanco Con solo el hecho de ser
maestra a tiempo completo, podría ser declarada ciudadana ejemplar, pues todo
nuestro pueblo sabe el enorme sacrificio que significa enseñar: Ser maestra.
Ser magistral en la humildad y en el verdadero amor al prójimo.
Ojalá las autoridades municipales no
pasen por alto un hecho que dignifica a este querido pueblo de Masatepe, y lo
pone en el contexto y a la misma altura de estas fiestas Patrias que nos hacen
conmemorar nuestra Independencia y la Guerra Nacional contra el filibusterismo.
Un maestro es un héroe y una maestra una heroína. Un maestro, como Andrés
Castro, el día de hoy lanza la piedra contra la incultura, al igual que una
maestra, en El Castillo de la Inmaculada Concepción, lucha el día de hoy, al
mejor estilo de Rafaela Herrera, contra la ignorancia. Eso es también el
significado de ser el mejor maestro de Nicaragua. Porque nuestra verdadera
independencia, es con el estudio y la lectura, para conquistar la verdad que
nos hace auténticamente libres.
Los escritores nicaragüenses también,
junto con los maestros, estamos de pláceme. Muchos hemos asistido con gusto,
apoyados por la Dirección del Instituto y sobre todo con la coordinación de la
profesora Clarita Blanco y de su marido el profesor Emilio Pérez, a dictar
conferencias, dar lecturas y establecer diálogos con los estudiantes sobre
nuestra cultura. La cultura que nos hace soñar con una patria grande, pues como
dijo Rubén Darío: “Si pequeña es la patria una grande la sueña”. Esa Patria que
es un corazón a la hora de albergarnos como hermanos. En esta Patria hoy nos
vestimos de azul y blanco por nuestra mejor maestra de Nicaragua, Clarita
Blanco, la que enseña por servicio y que hace fraternidad de la cultura.
“Extremadura”, Masatepe, 6 de
septiembre de 2012.
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