No
hay que olvidar el nombre de Jaqueline Guevara, de la comunidad del Pochote, al
sur de Nicaragua, cerca de las tierras en donde está construido GUACALITO DE LA
ISLA, que en el futuro será el mejor Resort de la región.
¿Por
qué no olvidar a Jaqueline? Porque habló claro, con nombres, sin miedo y
acusando hasta con ironía a quienes la están despojando de su vivienda.
Esa
mujer salió a denunciar lo que les están haciendo las autoridades del gobierno
del Presidente Ortega, para favorecer al Ejército Nacional. Dijo la moderna heroína
del sur que a sus viviendas llegó una camionada de militares, con pasa
montañas, apuntando con sus armas a la gente, a tomarse la propiedad que el
mismo gobierno les había donado hace treinta años. Y lo decía con un deje entre
irónico y terrorífico. “Aquí vinieron apoyados por Hernán Estrada, el
Procurador General de la República, a sacarnos de nuestras propiedades.” Dicen,
siguió denunciando la valiente campesina, “que vienen retiros de altos
militares y estos fueron donde el Procurador de la República para que los
ubicara en el lugar más conveniente a sus intereses.” Y Hernán Estrada los
colocó en donde ya había dueño, en donde la manzana de tierra vale, hoy por
hoy, CIEN MIL DOLARES, vecinos cercanos del millonario desarrollo ya citado.
A
alguien le quitaron al triunfo de la revolución esas mil ochocientas manzanas y
se las dieron a un grupo de campesinos en cumplimiento de lo que en ese
entonces habían prometido los dirigentes de la revolución. Ni la codicia, ni
GUACALITO habían hecho su aparición y la manzana de terreno se cotizaba en pocos
córdobas. Treinta años después, la codicia rige la vida de esos antiguos
dirigentes, hizo su aparición GUACALITO y la manzana de terreno se cotiza en
cien mil dólares.
“Nos
están acusando de cosas graves, como por ejemplo amenazar de muerte al Ejercito
Nacional. ¿Puede haber disparate más grande? Pero para el señor Procurador de
la República es la pieza fundamental para despojarnos de lo que legalmente nos
pertenece.”
No
nos olvidemos de esa mujer que se atrevió a denunciar a los sacrosantos
funcionarios de este gobierno corrupto y a los altos oficiales del Ejército
Nacional, que se quieren retirar con billetes a costa de los que se van a tener
que ir a Costa Rica a buscar en donde vivir y qué hacer para vivir.
La
Procuraduría General de la República fue creada para defender al Estado de los
tramposos que quieran estafarlo, pero terminó siendo la defensora de los altos
toma tierras de Nicaragua, que han resultado ser los mismos funcionarios del
gobierno.
El
Ejército Nacional tiene la misión de defender la soberanía nacional, la
integridad territorial y la seguridad ciudadana, pero sus altos oficiales se
convirtieron en grandes inversionistas que han dejado que sus armas se enzarren
y sus deberes se olviden. Si hay alguien culpable de que se pisotee la
Constitución de la república, de que se reelija quien no debe reelegirse, de
que se haya impuesto un dictador y una nueva dictadura, de que se tenga un
gobierno lleno de funcionarios de facto, de que la hayan declarado
inconstitucional, ese es el Ejército Nacional que falta al juramento que
hicieron sus oficiales de defenderla.
No
olvidemos a Jaqueline Guevara, de la comunidad del Pochote, al sur de
Nicaragua, por haberse atrevido a denunciar y a acusar a altos personeros del
gobierno y al Ejército Nacional. Ni se olviden de mí, de Chinandega, al
occidente de la República, por haberme atrevido a escribirlo. No nos olviden a
los dos, porque los dos estamos en precario.
Jorge
J Cuadra V
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