Una declaración escrita enviada a ACAN-EFE por el poeta sacerdote nicaragüense, Ernesto Cardenal, y publicada el 10 de abril por La Prensa, ha sido interpretada tergiversadamente.
Mi amigo, el poeta Ernesto, con quien he tenido la oportunidad de conversar hoy y confirmar el sentido positivo a favor del Papa Francisco y la Iglesia de su declaración de hace unos días, escribió entonces varias frases de admiración en simpatía con el Papa Francisco y la Iglesia que lo acaba de elegir, utilizando comparaciones muy originales para subrayar la novedad inesperada que la elección del nuevo Papa ha significado para el mundo y la Iglesia en su propia opinión.
Cardenal, de acuerdo a la declaración que anexo, expresó que la elección de una figura rememorativa de San Francisco de Asís en el siglo XXI pareciera “una novela extravagante”, un “desarreglo de la máquina del tiempo”, o, lo dice también en estas palabras, como si “el Vaticano se ha vuelto loco”. Para él nadie en nuestra época se hubiera podido imaginar que San Francisco de Asís hubiera sido electo Papa ni tampoco que el propio Jesús llegara al Vaticano. Pero Cardenal sugiere que algo semejante es lo que ha sucedido con la elección del Cardenal Bergoglio.
De forma que, en el sentido original de las expresiones de Ernesto Cardenal, no hay ningún reproche a la figura del Papa Francisco, ni hay ninguna insinuación de que los fieles que se han alegrado con su elección hayan estado exagerando en sus apreciaciones sobre el nuevo Obispo de Roma.
No es pues, el sentido de las comparaciones de Cardenal, que quien diga que el Papa Francisco recuerda a San Francisco de Asís llegando a ocupar el puesto de Papa está loco, sino que, para la forma en que hemos estado acostumbrados a pensar del Vaticano y el papado en los últimos tiempos, estas semejanzas parecen locura. Y no está en nada sustanciado que se afirme que él quiso decir lo primero que se dice en este párrado en revancha o en desquite por la persecución que él sufrió en el pasado durante el pontificado de Juan Pablo II.
Sin embargo, han circulado en internet comentarios muy insultantes y odiosos contra Ernesto Cardenal afirmando lo anterior. Uno de esos comentarios hostiles expresa que él “hoy se desquita con alquien que nada tuvo que ver cuando otro PAPA en su propia tierra ( Nicaragua ) en 1983 lo humilló en público”.
Creo que si simplemente se leen las declaraciones publicadas por ACAN-EFE sin un ánimo hostil previo contra Ernesto Cardenal, no puede inferirse que la intención suya fuera realizar un desquite en el Papa actual contra agravios recibidos de un Papa anterior. Hacer esto es interpretar, e interpretar sesgadamente, sin una base objetiva, y con mucha más razón si no se cree en la propia interpretación del poeta sobre el sentido de sus comparaciones.
Iván García Marenco
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