El diario granadino EL CORREO (1913-1934), fué fundado por quien fuera su Director, Carlos Rocha Avellán y es sobre todo recordado por haber dado acogida a las publicaciones literarias del Movimiento de Vanguardia, "Rincón de Vanguardia" y "Página de Vanguardia", a cargo de Pablo Antonio Cuadra Cardenal y Octavio Rocha Bustamante, hijo éste último de don Carlos y padre de Luis Rocha Urtecho, quien, junto con su nieto Luis Javier Espinoza Rocha, retoman hoy "El Correo Nicaragüense"; un blog pluralista, que agradece la reproducción de su contenido.

martes, 9 de abril de 2013

EL CERCO SE CIERRA…Y EL PUEBLO SIN DEFENSA


Los orteguistas son unos grandes planeadores. Sus jugadas las empiezan a armar con suficiente tiempo, de tal manera que nada es improvisado.
Desde la toma de posesión en 2007 Ortega ya sabía cómo se iban a ir desarrollando los planes de la nueva dictadura. No fue por casualidad la entrega de la institución de la Policía Nacional. Quizás porque siempre fue menos importante que el Ejército Nacional, su rendición fue relativamente rápida. La Comisionada mayor, Aminta Granera, estaba al tanto de su reelección y futura condición de facto. Ortega ya sabía que se iba a reelegir contra el mandato de la Constitución. Sabía de la claudicación de los poderes del Estado, del papel mafioso que iba a jugar el CSE, aunque para esa alturas solo se había cometido un fraude lectoral, el del ocho y medio por ciento que no se contabilizó en las elecciones de 2006, lo que evitó una segunda vuelta entre Ortega y Montealegre. Pero sabiendo lo que sabemos hoy, Ortega no hubiera perdido por nada del mundo esa segunda vuelta. Esas cosas no nos pertenecen, están en el terreno de lo posible. Lo que nos pertenece es lo que hemos vivido y estamos viviendo hoy.
Hay quienes aun preguntan si aquí hay una dictadura. Jamás vamos a creer que se trata de una duda bien intencionada, porque en Nicaragua nada se oculta. No se ocultan los fraudes electorales; no se oculta la dependencia total de todos los poderes del Estado de Daniel Ortega. No se ocultan los fallos escandalosos de la CSJ, la indiferencia de la CGR, la parcialidad de la PGR. No se oculta que los decretos presidenciales están por encima de los mandatos constitucionales. No se ocultó la aberración jurídica de haber fallado que la Constitución de la República es inconstitucional, solo porque le prohíbe ser presidente de nuevo a Daniel Ortega. No se ocultan las intenciones de monopolizar completamente el poder, lo prueba el decreto de Telcor, abiertamente inconstitucional, pero lo llevan adelante porque es la primera muestra de las intenciones del dictador de apoderarse de la voluntad de los empresarios privados.
Cuando Daniel Ortega le propuso al General en retiro, Omar Hallesleven que fuera su fórmula presidencial, estaba tirando el dado que le faltaba para cerrar el círculo del control absoluto de la República. Omar Hallesleven echó por la borda sus años de militar intachable por haberse mantenido dentro de la neutralidad del Ejército Nacional. Neutralidad que costó años, esfuerzo y paciencia, más la voluntad férrea de los generales que habían sido jefes de la institución de quedarse fuera de la esfera del poder. Eso hicieron Joaquín Cuadra Lacayo y Javier Carrión M. Se fueron a sus casas a ocuparse de sus negocios personales. No así el general Hallesleven que no dejó enfriar la silla del poder y aceptó ser cómplice de una acción ilegal, prohibida por la Constitución que juró defender. No sé como hace el señor vicepresidente para explicarse la ilegalidad del presidente al que acompaña y apoya, no sé como concilia el hecho de declarar inconstitucional la Constitución de la República, no sé como acepta la prioridad de los decretos presidenciales ante los mandatos constitucionales. Eso no lo apoya un militar orgulloso de su actuación pasada.
El ejército empezó a mostrar su entrega a la dictadura al aceptar la vice presidencia su ex comandante en jefe. Ahora ni se duda cuando vemos todos los beneficios que les regala Ortega cuando se van a la casual. Algo queda por dudar y es la participación del Ejército Nacional contra el pueblo nicaragüense cuando este se aburra de ser sacrificado.
Lo evidente no necesita demostración, sin embargo, siempre habrá quienes se pregunten: ¿Hay dictadura en Nicaragua?

Jorge J Cuadra V

No hay comentarios:

Publicar un comentario