Aunque
la frase en francés, laissez faire, laissez passer, tuvo su origen en la
revolución industrial inglesa del siglo XVIII, popularizada por Adan Smith y
que propugnaba porque el Estado no se inmiscuyera en los asuntos económicos,
con el tiempo fue adquiriendo otras connotaciones.
“Dejad
hacer, dejad pasar, que el mundo va solo,” es la frase completa, la cual fue
usada por primera vez por, Jean-Claude Marie Vicent de Gournay, contra el
intervencionismo del gobierno en la Economía.
Pero
el mundo siguió girando y el recurso del laissez fair…invadió los terrenos de
la política y la religión, para terminar en el siglo XXI sirviendo de base para
la liberación religiosa y el credo de los gobiernos populistas, que siempre son
dictatoriales.
Esa
doctrina del dejar pasar fue adoptada tanto por los apologistas de la
liberación religiosa (nada es malo, nada es inmoral) como por los del
socialismo del siglo XXI (el ingerencismo
es de derecha, la izquierda todo lo puede) o sea, los países que integran la
iniciativa del Alba.
Los
católicos que quieren cambios, piden democracia dentro de la iglesia, como que
si se puede jugar a la democracia con Dios. En la democracia plena todos somos
iguales, pero en la doctrina cristiana, es imposible ser iguales a Dios. Los
socialistas que pregonan el cambio, se constituyen en gobiernos vitalicios. Cuando
el cristianismo y la civilización occidental se defienden construyendo bases
militares para contener el avance del terrorismo, los socialistas del siglo XXI
pegan el grito al cielo y dicen que las construyen para amenazar a los vecinos.
Pero cuando Venezuela y todos sus aliados convierten sus países en bases
terroristas del Irán, dicen que eso es lo correcto. Hipócritas, falsos,
sepulcros blanqueados empeñados en hacer desaparecer los principios cristianos
de la faz de la tierra.
Vemos
como los reyes de la intriga, del chantaje y de las imposiciones de decretos
presidenciales, lo resuelven todo con el ejercicio del laissez faire, obligando
a los supuestos poderes del Estado independientes, a ponerse a sus pies para
dar resoluciones que no solo son una vergüenza para la nación, sino para la
esencia misma de los que conforman esos poderes, como el fallo insólito que dio
la CSJ al proclamar que: “LA CONSTITUCION DE LA REPUBLICA ES INCONSTITUCIONAL,”
porque lesiona el derecho del Presidente de la República a ser reelecto cuando
la misma Constitución lo prohíbe.
En
Venezuela estamos siendo testigos de cosas insólitas que rebasan cualquier
tolerancia partidaria. El señor Maduro, que por desgracia tiene la posibilidad
de llegar a ser presidente de esa gran nación, se tiene ganado uno de los
primeros lugares en la galería de los serviles blasfemos, la encarnación absoluta
de la serpiente maligna. “Somos los apóstoles del presidente Chávez.” “El 14 de
Abril se dará el gran acontecimiento de la resurrección de nuestro amado líder,
el inmortal comandante Chávez.” El chavismo representa lo más profundo del
laissez passer, por el cual llegan hasta el endiosamiento de un ser que
representó el mal en sus peores facetas.
Esa
mecánica impuesta a base de mantener hambrientos e ignorantes a los miserables
y contentos y prósperos a los poderosos, es contaminante y peligraba regarse
por toda América Latina. Pero Dios actúa cuando lo debe hacer y el mensaje que
nos envió no puede ser más claro: La muerte para el blasfemo y la llegada del
guerrero de Dios, el Papa Francisco, a la cuna de los malignos.
La
lucha en los dos frentes está planteada. Contamos con el gran capitán. ¿Le
vamos a ayudar nosotros?
Jorge
J Cuadra V
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