El diario granadino EL CORREO (1913-1934), fué fundado por quien fuera su Director, Carlos Rocha Avellán y es sobre todo recordado por haber dado acogida a las publicaciones literarias del Movimiento de Vanguardia, "Rincón de Vanguardia" y "Página de Vanguardia", a cargo de Pablo Antonio Cuadra Cardenal y Octavio Rocha Bustamante, hijo éste último de don Carlos y padre de Luis Rocha Urtecho, quien, junto con su nieto Luis Javier Espinoza Rocha, retoman hoy "El Correo Nicaragüense"; un blog pluralista, que agradece la reproducción de su contenido.

lunes, 1 de abril de 2013

MADURO NO ES CHÁVEZ


Definitivamente, Chávez no es Maduro, y Maduro lo sabe. Por eso, con todo el poder que Chávez le dejó y el partido le reconoce, trata de perpetuar más allá de lo imaginable y de la realidad, la existencia y la presencia de Chávez, como la de un poderoso ángel vigilante, protector e inspirador que lo defiende ostensiblemente y no deja que sus debilidades –que Maduro reconoce son muchas en comparación con las fortalezas de Chávez— afloren y lo traicionen a la faz pública. Lo que pasa es que en la Venezuela de hoy y en el chavismo la realidad se confunde totalmente con el emoción exaltada y la propaganda política, y a veces parece que nos quieren dar a sentir que Chávez sigue viviendo y que es el dios patrono de Venezuela que permanece visible aprobando todo lo que Maduro hace siguiendo la inspiración de ese dios.

No sé si en realidad Chávez murió en la fecha en que Maduro ha dicho que murió. Fuera de Venezuela, eso no constituye un gran problema. Pero dentro, decir que Chávez no murió el día en que Maduro declaró su muerte, es atentar contra la seguridad del estado, o, peor, es un enorme sacrilegio contra la imagen y la memoria del dios. Por eso, el opositor Capriles ha sido acusado de haber desecrado a Chávez y que debe pedir perdón y ofrecer reparación a la familia de Chávez por haber dicho que no cree que Chávez murió cuando el gobierno dice, y no mucho antes. En todo caso, a quien Capriles, si acaso, debería pedir perdón es a Maduro, por suponer que Maduro inventó la fecha en que se le dijo al pueblo. Pero ¿por qué? ¿Por qué la familia de Chávez puede sentirse insultada porque se dude de la fecha en que murió su familiar? Debería más bien sentirse insultada por la manipulación que Maduro ha hecho con la figura de su padre. 

Por lo demás, resulta tan verosímil que Chávez haya muerto antes, en enero, tal vez, y que el cadáver semimomificado se mantuviera hasta recientemente, cuando se lo declaró oficialmente ya muerto y listo para ser enterrado en Venezuela. La verdad es que si Chávez no murió entonces, desde entonces no tuvo ninguna paz, obligado a firmar decretos y dar anuncios de gobernante y tomar decisiones de gobierno cuando lo que su persona habría preferido era que lo dejaran morir en paz, al margen de toda obligación de gobernante. Eso ha sido manipulación de un moribundo para beneficio de Maduro, o simplemente farsa de que el hombre estuviera vivo cuando realmente ya había fallecido. Todo eso si puede catalogarse como sacrilegio, no decir  que se sospecha que Maduro y su gobierno están mintiendo.

No sabemos hasta cuándo le va a durar a Maduro el sostenerse en la memoria de Chávez. Pronto debe llegar el tiempo en que el pueblo venezolano caiga en la cuenta que el carisma, la visión en muchos aspectos certera que Chávez tenía de su país y de su pueblo, ya no existe, que Maduro no conduce tan bien el país como llegó a conducir el autobús con el que antes trabajó.
Dios proteja a Venezuela.
 
Iván García Marenco

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