Víctor
M. Tirado.
Nicaragua vive una crisis política continua producto de la violación de los principios fundamentales de la Constitución, entre ellos No Reelección, en el pasado y presente, la centralización del Estado, además anoto el fin del movimiento sindical como independiente por su lealtad a organismos gubernamentales y otros más que trazan un desenlace desfavorable al Estado de Derecho. Los actuales gobernantes del ex-sandinista Daniel Ortega que dirigen el Estado y Gobierno acentúan de esa manera el desenlace y rompen con el primer y segundo programa de lo que fue la revolución, en todo caso se constituye la fuerza del derecho reaccionario por medios arbitrarios y le da continuación al pasado somocista; no sólo esto, sino que al mismo tiempo lo supera y cae en una historia clásica de los movimientos políticos relacionados con la crisis política al calor de las interpretaciones de los escritores de esa época. Es difícil a mi modo de ver cambiar la historia sin conocerla, y esto es lo que enfocan los actuales gobernantes: el pasado como continuación y reconstruido a su manera. Porqué se preguntan, por la sencilla razón de que las fuerza democráticas fueron eliminadas del panorama político aplastando la revolución sandinista del 19 de julio de 1979 a través de los mecanismos de elecciones fraudalentos. Es difícil reconquistar el pasado para transformarlo en revolucionario por medio de los actuales gobernantes, que no son sandinistas, son parias del sandinismo. La revolución del 19 de julio fue una revolución tan importante que lo países europeos le dieron su apoyo ya no digamos los gobierno de América latina, además organismos sindicales y campesinos.
Nicaragua vive una crisis política continua producto de la violación de los principios fundamentales de la Constitución, entre ellos No Reelección, en el pasado y presente, la centralización del Estado, además anoto el fin del movimiento sindical como independiente por su lealtad a organismos gubernamentales y otros más que trazan un desenlace desfavorable al Estado de Derecho. Los actuales gobernantes del ex-sandinista Daniel Ortega que dirigen el Estado y Gobierno acentúan de esa manera el desenlace y rompen con el primer y segundo programa de lo que fue la revolución, en todo caso se constituye la fuerza del derecho reaccionario por medios arbitrarios y le da continuación al pasado somocista; no sólo esto, sino que al mismo tiempo lo supera y cae en una historia clásica de los movimientos políticos relacionados con la crisis política al calor de las interpretaciones de los escritores de esa época. Es difícil a mi modo de ver cambiar la historia sin conocerla, y esto es lo que enfocan los actuales gobernantes: el pasado como continuación y reconstruido a su manera. Porqué se preguntan, por la sencilla razón de que las fuerza democráticas fueron eliminadas del panorama político aplastando la revolución sandinista del 19 de julio de 1979 a través de los mecanismos de elecciones fraudalentos. Es difícil reconquistar el pasado para transformarlo en revolucionario por medio de los actuales gobernantes, que no son sandinistas, son parias del sandinismo. La revolución del 19 de julio fue una revolución tan importante que lo países europeos le dieron su apoyo ya no digamos los gobierno de América latina, además organismos sindicales y campesinos.
La revolución del 19 de julio de 1979 fue una de la más importante epopeyas
como dicen los Chinos, América
Latina de ese momento, no dio pasos
grandes pero sí rompió con el pasado en
lo económico , lo político, con algunos
principios del latifundio, pero no total; en consecuencia no democratizó la vida
electoral y pesa sobre Nicaragua la
crisis del sistema de la dependencia política, se puede reconocer algunos aspectos en sus
inicios de la revolución de julio de
1979 el fin del sistema somocista; aunque posteriormente lo hayan recuperado los actuales gobernantes.
Nicaragua no es ajena a lo que ocurre
en el mundo, pues a partir de
ahí, es decir de la revolución sandinista el país se incorporó al tercer mundo de los países africanos,
asiáticos y latinoamericanos, y además jugó con el capitalismo europeo y
estadounidense, por lo tanto tiene una responsabilidad no solo nicaragüense,
sino latinoamericana por no decir internacional-
Que fue lo
más importante del proyecto de la
revolución sandinista: transformar la
economía, levantar el sector agropecuario, mejorar la infraestructura, aumentar
la riqueza nacional, sin embargo esto fue obra de los sectores que hicieron la
revolución como los obreros y campesinos, pero mismo tiempo recae la responsabilidad
de todas las clases del país; es esto no se entendió . En consecuencia, no pienso si acaso existe un nuevo programa
revolucionario a como lo elaboró el Frente Sandinista en la década del 60, que ha esta alturas es incapaz de reformular un nuevo
programa revolucionario o por lo menos capaz de hacer incomodar la situación nacional e internacional.
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