Por Francis García
Robert Callahan, embajador de Estados Unidos en Nicaragua hasta el 19 de julio pasado manifestó en un artículo publicado por el Heritage Foundation que es seguro que Daniel Ortega sea el próximo presidente de Nicaragua en las elecciones del 6 de noviembre, aunque para ello sea necesario “utilizar al Consejo Supremo Electoral para manipular el proceso, y si es necesario los resultados”.
Callahan llamó al gobierno de EE. UU. a estar pendiente de un fraude electoral como las elecciones municipales de 2008 y le pidió “estar preparado para desafiar la legitimidad de las elecciones y potencialmente reducir la ayuda económica en el futuro”.
Según Callahan, Ortega se enfrentará a una pobre y fragmentada oposición y además cuenta con una sólida campaña gracias al respaldo de cerca de dos billones de dólares “otorgados en estos últimos cuatro años por su amigo el presidente de Venezuela, Hugo Chávez”. Además expresa la creciente influencia de Ortega gracias al control sobre la mayoría de los canales de televisión y la radio.
En su artículo Elecciones presidenciales en Nicaragua: Cómo Daniel Ortega puede avergonzar la democracia, Callahan manifiesta que el éxito de Ortega se debe al “corrupto Consejo Supremo Electoral” del que sus miembros sandinistas “ingeniaron el masivo y flagrante fraude en las elecciones municipales del 2008, con el robo de entre 40 y 50 alcaldías, entre ellas la de Managua. Afirma que no está claro si el término “acompañamiento” electoral en lugar de observación electoral se deba a “una mera diferencia semántica o un intento de limitar la vigilancia electoral” por parte del CSE “bajo el control de Ortega”. De hecho, algunos grupos de la sociedad civil, que han participado como observadores electorales en otras jornadas, no tuvieron el permiso en esta ocasión, entonces “¿por qué Ortega no permitirá una observación libre? después de todo las encuestas señalan que Ortega atraería entre el 38 y 48 por ciento de los votos, más que suficiente para darle la victoria en primera vuelta sobre la astillada y peleada oposición”.
Agrega en su artículo, publicado en el sitio www.heritage.org, que “la oposición carece de dinero” debido a que “miembros prominentes del sector privado han manifestado a menudo que la comunidad empresarial mantendrá su bolsa cerrada a menos que la oposición se una en torno a un solo candidato.
El diplomático hoy en retiro también menciona la ilegal e inconstitucional candidatura de Ortega y hace un recuento de cómo los magistrados sandinistas de la Corte Suprema de Justicia (CSJ), “que también está bajo el control de Ortega”, aprovecharon la ausencia de magistrados de la oposición para declarar inaplicable el artículo de la Constitución que prohíbe la reelección de un presidente de manera consecutiva o por más de dos mandatos.
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