El diario granadino EL CORREO (1913-1934), fué fundado por quien fuera su Director, Carlos Rocha Avellán y es sobre todo recordado por haber dado acogida a las publicaciones literarias del Movimiento de Vanguardia, "Rincón de Vanguardia" y "Página de Vanguardia", a cargo de Pablo Antonio Cuadra Cardenal y Octavio Rocha Bustamante, hijo éste último de don Carlos y padre de Luis Rocha Urtecho, quien, junto con su nieto Luis Javier Espinoza Rocha, retoman hoy "El Correo Nicaragüense"; un blog pluralista, que agradece la reproducción de su contenido.

domingo, 16 de octubre de 2011

COMUNICADO AL HERMANO PUEBLO DE NICARAGUA


Si hay una estadística oprobiosa, para un país., esa es sin lugar a dudas, la cantidad de ciudadanos que se ven obligados a buscar mejores horizontes de trabajo y progreso material fuera de las fronteras de su patria y esto se convierte en sacrilegio cuando esa patria es inmensa en recursos naturales y tenemos que emigrar a otras naciones porque tienen un mejor estándar y calidad de vida que el que nosotros ofrecemos a nuestros connacionales.
Daniel Ortega, en su doble rol de Secretario General del FSLN y Presidente de la República, intervino recientemente en el Foro de Sao Pablo, actividad que se celebro en la ciudad de Managua. Las palabras del gobernante estuvieron dirigidas  a cuestionar el modelo democrático que impera en casi todos los países civilizados del mundo, atacó sistemas, diciendo que convocar a  elecciones generales no es sinónimo de democracia. Manifestó que el modelo democrático es un invento del imperialismo norteamericano, por lo cual exhortó a  buscar nuevas formas de democracia en el cual se garantice la amplia participación  del pueblo.

Es deleznable que Ortega ataque y cuestione el modelo político del cual se sirvió en bandeja de plata para llegar al poder, cualquier otro político con sentido común estaría elogiando y no atacando el actual  modelo, no se concibe que quien se bebe la leche, maldiga a la vaca, y precisamente Ortega es lo que está haciendo, tengan la certeza que si el Presidente de la República, llega a  tener el suficiente poder, sin duda alguna cambiaría el modelo democrático, instalando otro  que se ajuste a sus caprichos e intereses muy personales.

Pareciera que en Nicaragua se están cerrando los caminos que llevan a la democracia y al ejercicio de los derechos de la ciudadanía. Una serie de medidas y actuaciones del poder conducen a percibir, cada vez con mayor claridad, la decisión de control de todas las instituciones del Estado, con el propósito de impedir que la sociedad ejerza los derechos que le corresponden en un sistema democrático regido por el imperio de la Constitución, la subordinación del poder a la ley, el principio de legalidad, que es la condición para la existencia del Estado de Derecho, y el principio de legitimidad, que es lo único que autoriza y justifica la existencia del poder regulado por la ley y las instituciones que provienen de la voluntad general.

Lo cierto es que los resentimientos, con los gobernantes abusivos, se van acumulando poco a poco, hasta que llega el momento en el cual se produce un choque de conciencia individual y colectiva y la gente estalla en diversas acciones de rebeldía. A veces tiene que pasar mucho tiempo a fin de que se acumule la ira, suficiente para hacer estallar la rebeldía popular. Y cuando llega ese momento “una chispa puede incendiar toda la pradera”.

El próximo 6 de noviembre se realizarán las elecciones nacionales en las que Daniel Ortega pretende imponer su reelección presidencial a pesar de que está prohibida por la Constitución y por lo tanto su candidatura es ilegal e ilegítima. Esto representa no solo la continuidad del actual régimen, sino también la amenaza de un siguiente período de gobierno de Daniel Ortega en el cual lo más probable es que empeoren las condiciones de vida de la mayoría de los nicaragüenses y se haga más cruda la dictadura que de hecho ya se ha instaurado en el país.
Las amenazas, la campaña de miedo, los carnavales y la toma de las plazas con gente pagada con el dinero de Chávez y el dinero robado al pueblo de Nicaragua, la manipulación y partidización de la Policía Nacional, las mentiras de Daniel Ortega para impedirnos salir a las calles a expresar nuestra repulsa a su reelección inconstitucional, no han servido de nada. La ciudadanía nicaragüense ha demostrado una vez más que es capaz de vencer el miedo y las dificultades y que no hay poder capaz de silenciarla. Con esas acciones Ortega no limpiará la mancha de su candidatura ilegítima e ilegal, no ocultará los trapos sucios de un Consejo Supremo Electoral corrupto, ocupado por usurpadores y mercenarios a su servicio. Lo único que ha demostrado Daniel Ortega con su prepotencia e irresponsabilidad es que le tiene terror al pueblo de Nicaragua, hoy más que nunca decidido a poner fin a sus pretensiones dictatoriales.
No podemos ceder a la amenaza y el chantaje de Ortega de reelegirse a como dé lugar, por las buenas o por las malas. Ninguna sentencia de la Corte Suprema de Justicia, con magistrados de facto y obedientes a Ortega, ninguna patraña legal, ninguna infamia jurídica, es capaz de reformar la Constitución y legitimar su candidatura. A Ortega, y sus comparsas del pacto, por tanto le decimos: Señor, usted no es dueño de Nicaragua, el destino de la nación no lo decide nadie más que nosotros los ciudadanos, su obsesión de poder y sus corruptos negocios no están por encima de la voluntad del pueblo de tener una patria digna y soberana; usted no tiene derecho a burlarse de la sangre derramada por  miles de hermanos y hermanas que lucharon por una Nicaragua libre en la que todos y todas debemos ser iguales ante la Ley y tener iguales oportunidades. Nuestro voto ciudadano nos otorga el derecho de elegir libremente un gobierno que respete nuestra bandera azul y blanco, defienda la soberanía nacional y dignifique a la Patria.
Por esta razón, promovemos y apoyamos movilizaciones y marchas, nuestro grito de protesta, nuestra denuncia incansable ante los medios de prensa y los foros internacionales, para impedir la reforma anticonstitucional con la que quiere legitimar su ilegal candidatura. Esto demuestra que nuestra lucha no debe ser en balde, que unidos somos un poder capaz de vencer a  los dictadores y corruptos y a quienes atentan contra la República democrática.
Al igual que Anastasio Somoza, Daniel Ortega ha logrando hacer que la Policía Nacional y el Ejército pierdan la incipiente neutralidad que estaban consiguiendo, al “alinearlos” al partido que ha convertido en propiedad suya y de su familia, y ha transformando a estas dos instituciones en cómplices de los abusos de su gobierno y de sus “ turbas” que son utilizadas como “grupos de choque” para atemorizar y desanimar, por medio del terror y la violencia  cualquier movimiento de protesta o manifestación pública que la ciudadanía intente realizar en su contra.
El Presidente Ortega está legal y expresamente inhibido por el Artículo 147 de nuestra Constitución  para participar en las próximas elecciones. Por esa razón es que él y sus secuaces se las han arreglado para hacer mil y una reformas a nuestra Carta Magna de modo que pueda salirse con la suya y reelegirse para otro quinquenio, en lo que claramente seria la entronización de una nueva dictadura: La de la familia Ortega-Murillo, o como ellos la llaman, “El Pueblo Presidente” o “El Gobierno de los Pobres”.  Esto último está cobrando mucho más sentido ahora, ya que este gobierno nefasto y corrupto ha convertido en pobres a todos los nicaragüenses.
Es por todas estas razones que un grupo de nicaragüenses residentes en diferentes países, incluida Nicaragua, pero con un sentimiento en común, nuestro amor por nuestro país, decidimos conformar un grupo dedicado exclusivamente a preservar, defender y promover la democracia, el respeto a las leyes y a la Constitución de Nicaragua, y le llamamos “EL TIGRE AZUL Y BLANCO.
En este grupo no nos anima ni perseguimos ningún tipo de recompensa, únicamente el deseo inmenso de ver a Nicaragua progresar, ver a su pueblo contento trabajando por el bien común.  No buscamos ni prebendas ni posiciones, solo la satisfacción del deber cumplido.
Hemos trabajado ardua y constantemente desde hace tres anos hasta solidificarnos y creemos que ha llegado el momento de presentarnos ante nuestros hermanos para animarlos públicamente a que despierten, se sacudan esa indiferencia o apatía que los hace aceptar la situación como algo sin remedio.
Hermanos, ha llegado el momento en que como hace 32 anos, digamos BASTA YA! El futuro de nuestra patria, de nuestros hijos y de los hijos de nuestros hijos esta nuevamente en peligro y esta vez el enemigo es más cruel y sin escrúpulos y no vacilara ante nada para mantenerse en el poder indefinidamente.

POR UNA PATRIA VERDADERAMENTE LIBRE Y DEMOCRATICA

EL TIGRE AZUL Y BLANCO

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