El diario granadino EL CORREO (1913-1934), fué fundado por quien fuera su Director, Carlos Rocha Avellán y es sobre todo recordado por haber dado acogida a las publicaciones literarias del Movimiento de Vanguardia, "Rincón de Vanguardia" y "Página de Vanguardia", a cargo de Pablo Antonio Cuadra Cardenal y Octavio Rocha Bustamante, hijo éste último de don Carlos y padre de Luis Rocha Urtecho, quien, junto con su nieto Luis Javier Espinoza Rocha, retoman hoy "El Correo Nicaragüense"; un blog pluralista, que agradece la reproducción de su contenido.

lunes, 10 de octubre de 2011

La iglesia de Daniel Ortega


Por Octavio Enríquez

A pocas semanas de las elecciones, el 6 de noviembre, el padre Neguib Eslaquit viste de blanco, mientras una decena de chimbombas de colores se agitan a su espalda para darle vida a esta tarde de cielo gris en La Concepción, Masaya.

Los campesinos oyen entre aplausos el discurso del religioso que toca guitarra sobre las tarimas y quien destaca esta vez entre calcomanías con el rostro de una sonriente pareja presidencial.

Eslaquit fue en un tiempo crítico del Frente Sandinista de Liberación Nacional que dirigen Daniel Ortega y Rosario Murillo, y se exilió en los años ochenta a consecuencia de la revolución, pero este lunes entra en un estado frenético a favor del oficialismo.

No luce el pasado como un fardo pesado en su boca.

—Si queremos una patria justa y fraterna... ¡seamos cristianos, socialistas y solidarios! —alecciona, esperando que lo repitan los campesinos que esperan sus láminas de zinc.

—¿Qué pasó concheños y de las comarcas? —pregunta gesticulando porque voces bajas, de apenas unos cuantos, lo siguieron.

—Si queremos más educación... —invita.

—¡Seamos cristianos, socialistas y solidarios! —grita la gente. Él les devuelve una sonrisa en este día en que ruega por la salud del mandatario e insiste en explicar qué significa ser “cristiano, socialista y solidario”, el lema del partido de gobierno.

Minutos más tarde, quienes lo ven ahora en Canal 4 a las 7:15 de la mañana, se encontrarán a un personaje conocido. Tiene 84 años y el cardenal Miguel Obando, arzobispo emérito de Managua, antiguo enemigo de los sandinistas, se hace cargo de la entrega de láminas de zinc a los pobres.

Otro día aparece Eslaquit, Eddy Montenegro, el segundo del cardenal en el pasado, o Bismarck Carballo, exhibido desnudo por la Seguridad del Estado en los años ochenta y hoy defensor de la administración Ortega.

Estos religiosos son los rostros más visibles de quienes apoyan la reelección de Ortega en las parroquias, incluso en marcada oposición a la Conferencia Episcopal que pide la no reelección debido a las consecuencias que ha tenido en la historia del país. Pese a la división de la Iglesia, cabe preguntarse qué tan común en el pasado del país es ver sentado en una misma mesa al presidente y al jerarca católico.

EL MODELO DE CONSTANTINO


Según el padre Rafael Aragón, de la orden de los Predicadores, lo que se ha impuesto es la continuidad del “modelo de cristiandad” en que la Iglesia dialoga de “tú a tú” con el poder, una tradición que se remonta a la época del emperador Constantino.

“Recuerdo bien que cuando llegué a Nicaragua en 1978 se celebraban en todas las parroquias del país 200 misas por la salud de Somoza, porque le había dado un infarto. Y eso no significa que todos apoyaban a Somoza o que fueran somocistas. Esas misas expresaban que la Iglesia Católica vivía según el modelo de cristiandad que había sido el modelo tradicional”, dice Aragón en un análisis publicado en abril pasado en la revista Envío de la Universidad Centroamericana (UCA).

En la revolución hubo confrontación con la jerarquía eclesial, lo que se notó en la expulsión de religiosos que no compartían la visión gubernamental.

De acuerdo con Aragón, la ruptura entre Iglesia y sandinismo ocurrió cuando Violeta Barrios y Alfonso Robelo, de la clase empresarial del país, dejaron la Junta de Gobierno de Reconstrucción Nacional en mayo de 1980. Entonces la Iglesia volvió sus pasos hacia “el modelo de cristiandad”.

Pasado el primer gobierno sandinista, el cardenal Miguel Obando siguió en la misma línea en el gobierno de Violeta Barrios, Arnoldo Alemán y Enrique Bolaños.

Para el sacerdote, Juan Pablo II respaldó este modelo histórico de Iglesia cuando nombró cardenal a Obando en 1985.

“El Gobierno actual ha hecho alianzas con los obispos y con el clero. Negocian con ellos, hacen pactos con ellos, les ayudan financieramente para sus proyectos. Y como en el modelo clásico de cristiandad la Iglesia se siente bien cuando es reconocida y tomada en cuenta por el poder, obispos y clero aceptan esto. Si medio año antes de la caída de Somoza se celebraron 200 misas por su salud, ¿por qué no quedar bien con un gobierno del Frente Sandinista celebrándole misas, presidiéndole los actos públicos de gobierno?”, pregunta Aragón.

Pero en las actuales circunstancias hay resistencia entre los obispos. La Conferencia Episcopal, presidida por monseñor Leopoldo Brenes, el sucesor de Obando en el Arzobispado, no comparte el lineamiento gubernamental y se ha expresado contra la reelección de Ortega, ya que viola la Constitución Política de Nicaragua.

EL FACTOR DEL OBISPO BÁEZ


En la defensa del Estado de derecho la voz más escuchada es un religioso de prestigio enviado por el Vaticano después de vivir 30 años fuera del país.

Otro teólogo consultado dice sobre el obispo Silvio Báez: “Ha roto el estilo del resto de los obispos que tienden a ser muy simples. El discurso de él es más complejo, más moderno, más europeo, es de la institucionalidad y el Frente no sabe cómo afrontar eso. El FSLN desde los años ochenta no ha sabido manejar el fenómeno religioso. Ahora atrae a curas que viven del erario y eso tiene que ver con el concepto que manejan desde el poder: todos tenemos un precio”.

Para este experto, la estrategia gubernamental de división de la Iglesia usando la figura de Obando es incorrecta. “El fuerte de la religión no es exactamente el de la política, es más simbólico. ¿Será agradable diríamos a una persona de religiosidad ver a Neguib Eslaquit bailando El gallo ennavajado ? Creo que choca. (Los gobernantes) Están tratando de resolver el problema de la misma manera que buscan resolverlo con los opositores políticos y buscan dividir a la Iglesia”, opina.

Reportes periodísticos indican que la alianza de Obando con Ortega nació en octubre de 2002 cuando, gracias a los oficios del caudillo sandinista, el entonces presidente del Consejo Supremo Electoral, Roberto Rivas, cercano al religioso, se salvó de una sanción en la Contraloría .

VISITA DE HALLESLEVENS


El 6 de octubre pasado, nuevamente Eslaquit se coloca frente a los medios oficialistas. Esta vez lo visita el candidato a vicepresidente de Ortega, Omar Halleslevens.

“Estoy con este hombre tan extraordinario”, dice Eslaquit mientras caminan en el Centro Betania, en Dolores, Carazo.

Sobre los proyectos de Ortega, el sacerdote añade: “Nosotros vemos que este proyecto tiene valores profundamente cristianos. Se está cumpliendo con aquella palabra del Señor cuando en el Evangelio de San Mateo al final de los tiempos, se dice que el Señor apartará a los buenos y malos. Y a los buenos les dirá: Tengan benditos de mi padre porque tuve hambre y me diste de comer. Hoy pudiéramos decir bendito de mi padre porque estaba sin techo y me diste techo”, dice en alusión a la entrega de láminas de zinc.

Más tarde, Eslaquit se niega a ofrecer explicaciones cuando nuevamente visita La Concepción, en Masaya. “Con LA PRENSA no quiero nada, después de todas aquellas injurias”, dice en referencia a las publicaciones cuando se dijo que había pasado de ser opositor a Ortega a ser un personaje cercano. Lo oyen cuatro mujeres en un pequeño auditorio cerca del Parque Central, niega con la cabeza y se apura acompañado de estas damas.

Eslaquit no responde a las dudas sobre su participación en actividades políticas y tampoco al fondo del asunto: ¿Es realmente esta Administración cristiana?

El sacerdote Rafael Aragón en su ensayo dice: “A mí me duele mucho el uso oficial que de la religión hace el actual Gobierno, en esos discursos impregnados de una inspiración religiosa, donde aparece mezclada la consigna de la ‘Nicaragua socialista, cristiana y solidaria’ con las consignas de la revolución francesa —libertad, igualdad y fraternidad—, con la consigna del bien común, que es de tradición tomista, un concepto promovido por Santo Tomás de Aquino, a la vez que escuchamos que el Gobierno es de reconciliación y habla del perdón, palabras que tienen claras connotaciones cristianas”, sostiene.

“La tradición profética de la Biblia y el Evangelio considera que es idolatría querer legitimar con el nombre de Dios cualquier proyecto de poder que no es justo, que no promueve la justicia, que no promueve a los pobres”. He ahí la tesis del sacerdote.

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