Jacobo Árbenz fue derrocado el 17 de junio de 1954,
por Estados Unidos
Hijo del exmandatario dice que Washington tiene deuda
con país
Guatemala.ACAN-EFE El presidente Álvaro Colom pidió ayer perdón en nombre
del Estado guatemalteco a la familia del exmandatario Jacobo Árbenz Guzmán,
derrocado por Estados Unidos el 17 de junio de 1954, en cumplimiento de un
acuerdo amistoso al que llegaron en la Comisión Interamericana de Derechos
Humanos.
“Como jefe de Estado y comandante general del
Ejército, quiero pedir perdón por ese gran crimen cometido”, dijo el dignatario
durante un acto celebrado en el Patio de la Paz del Palacio Nacional de la
Cultura, al que asistió el hijo del expresidente, Jacobo Árbenz Vilanova, y su
familia.
Colom señaló
que la agresión de Estados Unidos no fue solo en contra de Árbenz, llamado “el
Soldado del Pueblo”, sino también contra el Gobierno y contra Guatemala.
“Los
intereses que derrocaron al “Soldado del Pueblo” están allí, ya no son
bananeras sino corporaciones”, recordó el mandatario en referencia a la
invasión estadounidense que depuso a Árbenz del poder debido a su reforma
agraria.
Insistió en
que el derrocamiento de Árbenz y los vejámenes que sufrió, constituyen “un
crimen histórico” del que Guatemala no se ha “recuperado todavía”.
La sociedad
guatemalteca no vive en paz y persiste la polarización pese a que en diciembre
de 1996 se firmaron los Acuerdos que pusieron fin a los 36 años de conflicto
armado interno que dejaron más de 250.000 víctimas, expresó el jefe de Estado.
“La familia
se merece este pequeño reconocimiento moral”, anotó Colom y subrayó que la
Revolución de 1944 y el derrocamiento de Árbenz “tienen que ser las piedras que
construyan una nueva Guatemala con justicia social”.
El hijo del
depuesto presidente, Jacobo Árbenz Vilanova, recordó durante el acto que su
“familia sufrió mucho en el exilio por una injusticia de la CIA (Central de
Inteligencia de EE. UU.) movida por intereses particulares”.
Fue el
primer episodio de la Guerra Fría en América Latina, que no dejaría a salvo
ningún país del área en los 40 años siguientes.
“Jacobo
Árbenz era un ciudadano más de Guatemala, pero tenía fervor de hacer mucho por
el país. Impulsó la reforma agraria, el ferrocarril y la hidroeléctrica Jurun
Marinalá”, apuntó.
Con esas
medidas, “que no eran comunistas”, aseguró, Árbenz quitó el monopolio a las
empresas estadounidenses.
Su mayor
logró fue la reforma agraria, que consistió en expropiar tierras en desuso para
otorgarlas a los agricultores y propiciar el desarrollo rural, acción que
provocó el malestar de la United Fruit Company y de la Casa Blanca.
La titular
de la Comisión Presidencial de Derechos Humanos, Ruth del Valle, explicó que el
pedido de perdón forma parte de un acuerdo amistoso al que el Estado llegó con
la familia del expresidente en mayo en la Comisión Interamericana de Derechos
Humanos, en Washington, e incluye varios reconocimientos.
Árbenz
Guzmán, quien era originario de la ciudad occidental de Quetzaltenango,
participó en el derrocamiento de la dictadura de Jorge Ubico, el 20 de octubre
de 1944.
En 1950 ganó
las elecciones y tomó posesión de la Presidencia el 15 de marzo de 1951, y tres
años, tres meses y tres días después, fue derrocado por Estados Unidos, según
recordó su hijo.
“Estados
Unidos tiene esa deuda moral de pedir perdón, pero no solo moralmente sino
económicamente ayudar a Guatemala. Si causaron perjuicios deben ayudar”,
sostuvo Árbenz Vilanova, en una entrevista brindada en el hotel donde se
hospeda en Guatemala.
Acompañado
por tres hijas y dos nietas que residen en Costa Rica al igual que él, Arbenz
considera que Estados Unidos tiene la “obligación de pedir perdón” a todos los
países latinoamericanos afectados durante la Guerra Fría.
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