El diario granadino EL CORREO (1913-1934), fué fundado por quien fuera su Director, Carlos Rocha Avellán y es sobre todo recordado por haber dado acogida a las publicaciones literarias del Movimiento de Vanguardia, "Rincón de Vanguardia" y "Página de Vanguardia", a cargo de Pablo Antonio Cuadra Cardenal y Octavio Rocha Bustamante, hijo éste último de don Carlos y padre de Luis Rocha Urtecho, quien, junto con su nieto Luis Javier Espinoza Rocha, retoman hoy "El Correo Nicaragüense"; un blog pluralista, que agradece la reproducción de su contenido.

lunes, 3 de octubre de 2011

EN GUATEMALA OTRA POLITICA ES POSIBLE Y NECESARIA


Por Juan Hernández Pico, SJ.

La sorpresa de la primera vuelta: el General no ganó en primera vuelta
La primera sorpresa en Guatemala fue que los resultados de la primera vuelta de las elecciones se apartaron no poco de las instantáneas estadísticas reflejadas en las encuestas. No sólo no ganó en primera vuelta las elecciones presidenciales el general en retiro Otto Pérez Molina, secretario general del Partido Patriota (PP), de algo más de 60 años, como lo hacían probable sus continuos aumentos de porcentaje favorable en la intención de voto, que traspasaban bastante el 40%, sino que su porcentaje de voto real descendió el día 11 de septiembre a poco más de un 36% y alrededor de 1,600,000 mil votos.
Su inmediato competidor, el abogado Manuel Baldizón, de 43 años, secretario general del Partido Libertad Democrática Renovada (LIDER), obtuvo alrededor del 23% de los votos, o un poco más de 1,000,000 de personas  votaron por él. En el curso de la campaña, y sobre todo después de la no inscripción como candidata por la Unión Nacional de la Esperanza y la Gran Alianza Nacional (UNE-GANA) de la Señora Sandra Torres Casanova,  el Doctor en derecho Manuel Baldizón,  sobrepasó en las encuestas y en el resultado real al Doctor en física Eduardo Suger Cofiño, de 72 años, (de padre suizo y madre guatemalteca).
Estos dos serán los contendientes en la segunda vuelta que se celebrará el domingo 6 de noviembre. Ningún segundo con esa diferencia frente al primero (13 %) ha ganado en Guatemala las elecciones. Jorge Serrano, segundo, las ganó contra Jorge Carpio, primero, en el año 1990, pero le separaban del primero solo 0.9%. 
¿Se equivocaron las encuestas?
De todas maneras algunos han hablado de una equivocación de las encuestas. El Periódico del domingo 18 de septiembre publicó un interesante análisis cuyo núcleo es que no se equivocaron las encuestas en el momento en que reflejaron la instantánea estadística de la intención de voto, sino que la situación política cambió de una manera tan fundamental con la exclusión de la inscripción de la Señora Sandra Torres como candidata presidencial, que no son de extrañar los distintos resultados finales.
Dejando de lado el seguimiento paso a paso del análisis de El Periódico, veamos aquello en que, a nuestro juicio, acierta. Las encuestas tuvieron como base de realidad política el probable enfrentamiento entre el General en retiro Otto Pérez Molina y la ex Primera Dama y ex Coordinadora de Cohesión Social del Gobierno de Alvaro Colom Caballeros, Señora Sandra Torres. Y fueron mostrando un cierto distanciamiento, en algunas bastante creciente, entre ambos posibles contendientes. Cuando la Señora Sandra Torres desapareció del cuadro político presidencial, impedida su inscripción a fin de cuentas por la sentencia inapelable de la Corte de Constitucionalidad, es cierto que el cuadro político real cambió bastante radicalmente.
¿Trabajó la Encuesta Libre sobre un perfil muestrario sesgado hacia lo superurbano?
 Sin embargo, una de las encuestas, la más publicitada, la llamada Encuesta Libre, encargada y realizada por la sección encuestadora del Grupo empresarial Prensa Libre, trabajó probablemente con una muestra sesgada a favor de la población urbana, e incluso a favor de la población metropolitana o conurbana (la Ciudad de Guatemala, y sus conurbes Mixco y Villanueva). A fin de cuentas, las encuestas son un arma política, me recordó otro analista. En esa población conurbana había ya ganado las elecciones presidenciales de 2007 Otto Pérez Molina –las perdió al final porque su contrincante, Alvaro Colom, lo superó notablemente en casi todo el resto del país, el país más rural. Ahora bien, en cualquier estrategia competitiva o bélica (Otto Pérez Molina, el candidato del “puño duro”, fue formado como militar y fue apoyado por una parte muy importante de la empresa privada),  mostrar que “nuestra” empresa o “nuestras” tropas van ganando en el mercado o en la guerra, es estratégicamente vital para terminar ganando en la realidad. El Grupo Prensa Libre cuenta con tres potentes focos (o “nodos” de red, en el lenguaje comunicativo-político de Manuel Castells) creadores de opinión pública: el diario Prensa Libre, el diario Nuestro Diario (el medio de prensa más difundido en Guatemala), y la emisora de televisión Guatevisión. Los tres trabajan como “nodos” de una red, y transmiten con sus nombres una imagen potente de creación de “verdad”: Libre, Nuestro y Guate. Se trata de la prensa libre (¿son libres los demás órganos de prensa?); de nuestro diario (¿son ajenos al pueblo los demás diarios?); y de la visión de Guatemala (¿de dónde viene la visión de las demás televisoras?). Para colmo también, la empresa encuestadora suya es La Encuesta Libre (¿son libres las demás empresas encuestadoras?). Pues bien, el Grupo empresarial Prensa Libre ha mostrado, durante casi todo el periodo presidencial de Alvaro Colom, una línea editorial en red contraria a la esposa de éste Sandra Torres, y a medida que avanzaba este periodo y se hacían más probables las intenciones de la Primera Dama de presentarse como candidata a la presidencia, una línea cada vez más visceralmente contraria.  Las demás empresas  encuestadoras (Cid Gallup, Vox Latina, Borge y Asociados, etc.) no mostraron en sus encuestas resultados tan fuertemente favorables a Otto Pérez Molina frente a Sandra Torres. ¿Será porque sus perfiles muestrarios cubrían más extensamente el país, incluyendo zonas más rurales? La pregunta queda abierta.
La segunda sorpresa: la fuerza política de la UNE-GANA en el próximo Congreso
La segunda sorpresa es la alta votación que ha conseguido la alianza UNE-GANA en la elección para el Congreso. Han obtenido 48 diputaciones, el mismo número de curules que consiguió la UNE sin alianzas en la elección de 2007. Ciertamente el PP de Otto Pérez Molina obtuvo 57 diputaciones, 27 más que en 2007. Pero la alianza UNE-GANA, con esos resultados, ha hecho imposible un Congreso con mayoría absoluta (80 diputaciones) del Partido Patriota. Por otro lado, el segundo contendiente presidencial no ha podido conseguir una bancada numerosa; se ha tenido que contentar con 14 diputaciones para el partido que lo proclamó candidato (LIDER).  El mismo número de curules ha  conseguido la Unión por el Cambio Nacional (UCN), del candidato Mario Estrada, que llegó en cuarto lugar en las presidenciales, y que representa muchos votos del ex presidente Alfonso Portillo, que está en espera de su probable extradición a los EE.UU. por lavado de dinero.  El candidato que llegó en tercer lugar, con alrededor de medio millón de votos, Eduardo Suger, solo pudo conseguir 12 curules para su partido Compromiso, Renovación y Orden (CREO). Visión y Valores (VIVA) –partido del ciudadano evangélico Harold Caballeros-, que corrió en alianza con Encuentro por Guatemala (EG) de la diputada Nineth Montenegro, quien fue reelecta, obtuvo 6 curules. El Frente Amplio (WINAQ-URNG-ANN), alianza indígena-izquierdista que llevó a Rigoberta Menchú como candidata consiguió 2 diputaciones –una por WINAQ en lista nacional y otra por URNG, distrital, en San Marcos-, al igual que el Partido Acción Nacional (PAN) que presentó como candidato a Juan Gutiérrez (no pertenecientes a Multiinversiones, S.A., sino pariente disidente de los otros Gutiérrez). Finalmente los partidos Unionista, del expresidente Arzú, FRG, de Zury Ríos Sosa, y VICTORIA, de Abraham Rivera –los dos últimos sin candidatura presidencial, sólo consiguieron una curul. Para un total de 158 diputaciones.
La caducidad de los partidos políticos guatemaltecos y su falta de filosofía política
En un artículo para envío, de octubre de 2007 –“Sobreviviendo las elecciones”- reflexionábamos sobre la corta vida de los partidos políticos en Guatemala. Las elecciones de 2011 confirman esta visión. El PAN, que en 1995, bajo el liderazgo de Alvaro Arzú, obtuvo la mayoría absoluta en el Congreso, hoy apenas se ha podido salvar de la desaparición obteniendo 2 curules, bajo un liderazgo y un programa totalmente diferentes. El FRG que, bajo el liderazgo del general en retiro Efraín Ríos Montt, y llevando como candidato presidencial a Alfonso Portillo, obtuvo en el año 1999 la mayoría absoluta en el Congreso, en 2011 no ha podido presentar una candidatura presidencial –lo intentó la Señora Zury Ríos Sosa, hija de Efraín Ríos Montt, y se vio obligada a desistir. No ha desaparecido como partido porque aún ha conseguido una curul, única pero suficiente. El Partido Unionista (PU), grupo de Panistas separados del PAN cuando el entonces secretario general se lo arrebató al expresidente Arzú, y liderada por el mismo Alvaro Arzú Irigoyen, después de haber ladeado a su antiguo secretario privado presidencial Gustavo Porras Castejón, auténtico forjador del nuevo partido, apenas ha podido librarse de la debacle gracias a la reelección en lista nacional del diputado José Alejandro Arévalo, de gran prestigio personal por su talento y eficacia, pero reelecto por 50 votos de diferencia, es decir dejando pelos en la gatera. Mientras tanto, la Señora Patricia Escobar de Arzú, candidata a la presidencia de la República, no logró llegar al 3% de los votos.
Ya constatábamos en el artículo mencionado de octubre de 2007 la desaparición del partido hasta entonces más antiguo, la Democracia Cristiana Guatemalteca (DCG) fundada por René de León Schlotter, y que llevó a Vinicio Cerezo Arévalo a la Presidencia de la República en 1995, como primer presidente civil después de las terribles dictaduras militares de Seguridad Nacional, y además con mayoría absoluta de diputaciones. En fechas anteriores habían desaparecido el Movimiento de Liberación Nacional (MLN) de Mario Sandoval Alarcón, según él “el partido de la violencia organizada”, heredero del movimiento que acabó con la Década Revolucionaria (1944-54), y el Partido Revolucionario (PR) del ya fallecido ex presidente Julio César Méndez Montenegro, presunto heredero de la Revolución Democrática. Igualmente desaparecieron los partidos socialdemócratas Frente Unido para la Revolución (FUR) y PSD, por los asesinatos de sus líderes Manuel Colm Argueta y Alberto Fuentes Mohr.


El fraccionamiento interno, el transfuguismo y las alianzas en los partidos políticos de Guatemala    
Este panorama de impresionante caducidad partidaria, que agobia la política guatemalteca, se complica por el fraccionamiento de los partidos y por el transfuguismo de sus miembros. El partido LIDER, conducido hoy por Manuel Baldizón, es un desprendimiento de la Unidad Nacional de la Esperanza (UNE) liderada por Alvaro Colom Caballeros y luego por su ex esposa Sandra Torres Casanova. Diputados de renombre, hoy reelectos al Congreso, como Arístides Crespo, los hermanos Edgar e Iván Arévalo, y Haroldo Quej, antes figuras señeras del FRG de Ríos Montt, pertenecen hoy al Partido Patriota (PP) de Otto Pérez Molina.  Baudilio Hichos (hoy reelecto por la UCN), Mario Taracena y Leonel Soto (reelectos por la UNE), los tres han circulado por varios partidos. Ya expresamos en nuestro artículo anterior que es muy difícil esperar algo serio de un político como Manuel Baldizón, que abandonó a su propio partido (UNE) bajo cuya bandera había sido electo al Congreso, para formar primero una bancada y luego otro partido (LIDER).
Esta situación queda reafirmada por el rompimiento el viernes 30 de septiembre de la alianza UNE-GANA. La GANA afirmó públicamente el sábado 1 de octubre que había sido traicionada por la UNE en el reparto de curules. La UNE, por su parte, quitó hierro al rompimiento afirmando que la alianza perseguía únicamente apoyar la candidatura de Sandra Torres, y que de todas maneras “estaba pegada con chicle” (Mario Taracena, según la prensa del 1 de octubre). Indicó además que continuará el apoyo de ambos partidos a Manuel Baldizón y su voto con LIDER en el Congreso. La irresponsabilidad frente a un acontecimiento que augura tanta ligereza, indica cómo la política actual partidaria es en Guatemala profundamente banal –valga la paradoja- o con mayor precisión  absolutamente desprovista de principios programáticos, y de filosofía política.
Por otro lado, ya el partido VIVA ha anunciado que recomienda a sus votantes votar por Otto Pérez Molina en segunda vuelta. Mientras tanto, la UNE-GANA, la UNC y Rigoberta Menchú se han decantado por Manuel Baldizón. En una entrevista realizada por Juan Luis Font en Canal Antigua a Rigoberta Menchú, esta indicó que esa decisión es parte de un proyecto indígena de ir conociendo por dentro al Estado, para que, si un día el movimiento indígena (WINAQ se llama su partido, que quiere decir la gente, las personas) llega al Gobierno, no le tomen por sorpresa los engranajes del Estado. Evidentemente, todo ello tiene sentido dentro de un sistema como el actual y no con alguna intención de cambios fundamentales en ese sistema.
El rostro de la política en las Alcaldías
Otro podría ser el rostro de la política a nivel municipal. Los alcaldes electos pertenecen en su mayoría a tres partidos: el partido Patriota (126); la alianza UNE-GANA (124), y LIDER (21), en total 271, o el 81% de un conjunto de 333 alcaldías cuyos resultados están ya proclamados. Sin embargo, en 5 municipios, donde hubo incidentes violentos de irrespeto de las actas o los votos, se van a repetir las elecciones por mandato del Tribunal Supremo Electoral (TSE). Evidentemente hay algunos resultados que discrepan de las apariencias que dan estos resultados. En el municipio de la capital, la Ciudad de Guatemala, ganó las elecciones por tercera vez consecutiva el actual alcalde Alvaro Arzú, con alrededor del 36% de los votos, un descenso notable respecto de 2007 cuando ganó con el 55%. Tendrá que gobernar con un Concejo partidista plural. En Villanueva, municipio contiguo a la Ciudad Capital y tercero con más población en el país, las elecciones fueron ganadas por el candidato del partido CREO de Eduardo Suger. Sin embargo, en el segundo municipio más poblado del país, Mixco, también contiguo a la Ciudad Capital, ganó la alcaldía un hijo de Otto Pérez Molina, que corría por el PP.
¿Con qué resultado nos encontraremos el 6 de noviembre?
¿Qué pasará el 6 de noviembre, cuando se celebre la segunda vuelta electoral? Obviamente, no lo sabemos. Se dice en medios bien informados que las encuestas muestran que Manuel Baldizón ha estrechado ya la diferencia con Otto Pérez Molina de manera que este le lleva actualmente solo un 2% de la intención de voto. Mientras esas encuestas no se hagan públicas no podremos constatarlo.  La impresión que uno recibe al acercarse a la capital, más o menos desde 30 kilómetros antes de llegar, es que la propaganda de Manuel Baldizón supera en una proporción de alrededor de 10 a 1 a la de Otto Pérez Molina. Una causa puede radicar en que la Señora Roxana Baldetti, candidata a la Vicepresidencia, increpó de tal manera a Alejandro Sinibaldi, candidato a la alcaldía de la Ciudad Capital, que llegó en tercer lugar, acusándole de haber perdido los votos necesarios para que Otto Pérez Molina ganara en primera vuelta, que Sinibaldi retiró toda su propaganda, la mayor parte de la cual era de vallas donde aparecía junto con Pérez Molina. Roxana Baldetti puede llegar a ser un poder tras del trono más incontrolable que el que fue Sandra Torres tras Alvaro Colom. La impresión ineludible que el observador tiene es que la campaña del Partido Patriota tiene hoy menos dinero que la de LIDER.
Algunas notas sobre programas de los candidatos y la falta de alternativas razonables
Mientras tanto  Otto Pérez Molina sigue enfatizando su capacidad para afianzar la seguridad de los ciudadanos manu militari. Añade otros dos énfasis: programas sociales y, especialmente, becas para la educación. Manuel  Baldizón ofrece, por su parte, un abanico de promesas extremadamente dispersas: un Bono 15 (salario para empleados públicos por un décimo quinto mes; existe ya el Bono 14), la instauración de la pena de muerte, un fondo de becas para que todo el mundo infantil y juvenil cumpla sus aspiraciones en la educación, el aumento de creación de empleo y por supuesto el afianzamiento de la seguridad pública. Algunos expertos indican que solo el Bono 15 supondría un aumento de 12 mil millones de quetzales en el presupuesto de salarios de los empleados del Estado. Para el tema de la pena de muerte Baldizón tendría que denunciar el Protocolo de San José, al que Guatemala se ha adherido, y, si lo hiciera, perdería todo el apoyo de la Unión Europea. No admira el que haya gente ya que apoden a MB “Bucarán”, recordando al ex presidente de Ecuador y a las locuras que lo llevaron a su destitución golpista. En esa candidatura hay talvez un valor de  sensatez y de bondad; se trata de una mujer, la candidata a la Vicepresidencia de la República, Raquel Blandón, ex primera Dama en tiempos del Presidente Vinicio Cerezo (1986-1990), de quien acabó separándose, y profesora de derecho de Manuel Baldizón en la USAC . Una mujer que ha dicho de sí misma que le fascina la política.
Como ya escribimos en nuestro anterior artículo, frente a tales candidatos, el drama del electorado se plantea como la decisión entre la vuelta a los peligrosos procedimientos militares si se elige a OPM, y la entrega en manos de ciertos financiadores secretos, si se elige a MB. Sobre OPM planea la sombra de los brutales modos de proceder del Ejército durante el conflicto armado interno. Sobre MB, la sombra del narcotráfico, no tanto porque se le acuse de narcotraficante, sino por los pactos que con estos negocios hay que hacer talvez inevitablemente para vivir con tranquilidad en Petén y ganar dinero en abundancia.  Para ser honestos, hay que admitir que mucha gente piensa que OPM puede ser un mejor administrador público que MB. Pero también hay mucha gente que, recordando su especialización en “inteligencia” militar (procura de información y uso de ella), tema que Guatemala se vuelva un país infiltrado por expertos en tal disciplina, y que no tengamos reposo ni paz en cualquier ámbito de la vida nacional: un país atacado de la paranoia de los gobernantes.
No tengo por quién votar
En el artículo anterior escribí que el voto lúcido para la primera vuelta era un voto nulo. Me hicieron ver enseguida que los votos nulos o en blanco son, según la ley electoral guatemalteca, solo datos estadísticos, que sin embargo no se cuentan a la hora de adjudicar porcentajes a los candidatos; y que, por tanto, si no se lograba un número de votos nulos o en blanco enorme, como símbolo de protesta ciudadana, lo único que se conseguiría es favorecer al que quedara en primer lugar aumentando su porcentaje. De hecho en la primera vuelta hubo casi medio millón de votos nulos o en blanco, es decir alrededor de un 10% del 68% de personas que acudieron a votar (alrededor de 8% más que en 2007, que fue del 60%). Ahora, sin embargo, para la segunda vuelta, realmente yo no tengo por quién votar. No puedo votar por alguien que, habiendo participado en masacres durante el conflicto armado interno, lo justifica recurriendo a que en su terreno de combate dominaba el EGP, el cual hacía de toda la población simplemente combatientes. Yo no puedo entender cómo fetos humanos, como los que fueron arrancados de los vientres abiertos de sus madres, según los resultados de la investigación de la Comisión de Esclarecimiento Histórico, pudieron ser considerados combatientes. No puedo votar tampoco por alguien que me da la impresión de ser un desaprensivo que promete todo lo que cabe en un costal de Santa Claus, sin que pueda razonablemente llevar a cabo sus promesas, y cuyo financiamiento me resulta un enorme interrogante.   
Radicalizar la democracia: transformar la democracia represntativa en particicipativa también
¿Cómo se justifica entonces el título de este breve artículo? Cuando una sociedad llega al fondo es cuando más cerca está del deseo de volver a respirar aire puro. Y en Guatemala estamos tocando fondo después de 6 periodos presidenciales constitucionales y 7 presidentes civiles. Hemos recibido recientemente –y firmado- una propuesta titulada “Radicalizar la democracia”. La presencia en las firmas al pie del documento de personas para mí totalmente confiables como Clara Arenas Bianchi, Edelberto Torres Rivas o Tania Palencia, entre unas cuantas decenas de otros nombres de parecida categoría, me animaron a firmar también el pronunciamiento.  Lo entendí como una lucha desde la sociedad civil por crear un movimiento social nuevo que intente formar una coalición para transformar la democracia únicamente representativa o procedimental en democracia también, y sobre todo, participativa, programáticamente novedosa, que intente cambiar no solo el rostro, la cara, sino también el corazón del sistema económico, político, cultural y experiencial en que nos movemos.
Una coalición transgeneracional novedosa
Personalmente creo que esa coalición ha de ser transgeneracional. Que ha de armarse alrededor de gente con la sabiduría de la experiencia, que la inteligencia y el corazón, amasados durante décadas, decantan y, a los que la ciencia de saber que no tienen ya nada que perder, concede también audacia propositiva. Que ha de armarse también tejiendo esa sabiduría con la gran responsabilidad de las personas que, estando en una edad media de la vida, con fuerza aún entera para recrear, pueden ofrecerla para cargar éticamente con el peso de la realidad como es, hecha de “trigo y cizaña”, de grano bueno y mala hierba, y encargarse prácticamente de poner en movimiento una forma nueva de hacer política, una política servicial, responsable con el poder que tienen y con el fin del poder para ponerlo a disposición de las necesidades de las grandes mayorías inmersas en la pobreza y la miseria. Y que ha de armarse también, finalmente, tejiendo esa sabiduría y esa capacidad servicialmente creativa con una juventud impetuosa, que sueñe ágil y radicalmente con una Guatemala distinta, otra, no racista sino igualitaria en la diferencia de sus valores, no idólatra del dinero y de sus ganancias sino fiscalmente solidaria, no ambiciosa del poder por el poder de tener a los demás a sus pies, sino ambiciosa de poner toda su gran potencialidad al servicio de esa otra patria posible y necesaria con la que sueñan, principalmente porque les duele ver cómo tantos jóvenes se quitan la vida mutuamente y la quitan a otras personas en un afán desviado de encontrar sentido a la dura vida en que les ha tocado nacer y mal vivir.
Creo que luchar por este tipo de coalición auténtica de generaciones, que empiece siendo un nuevo movimiento social, distinto, diferente y que, al menos parcialmente, desemboque también en un movimiento político nuevo, con vocación de perdurar, de constancia y de fidelidad, es un objetivo humanizador. Unas personas con su capacidad de analizar, otras con su capacidad de proponer, otras con su capacidad para discernir lo posible de lo solo idealista, otras con su capacidad de hacer prácticas las propuestas, otras con su capacitar de auditar la realización, otras con su capacidad de evaluar y volver a analizar, a proponer, a discernir, a practicar, a auditar, a evaluar y a mejorar sin dejar de soñar. Dando un paso tras otro, sin dejar nunca de caminar. Dando un paso tras otro sin dormirse sobre los posibles laureles ni aterrarse por las consecuencias de sus actos. Dando un paso tras otro con los brazos entrelazados, mujeres y hombres, de todas las edades, dispuestos a radicalizar la democracia, sin permitir que sea un instrumento más de un capitalismo informacional, que convierte al mundo, a través de la globalización financiera sin corazón, en un casino global, y lleva a las grandes mayorías a crisis tras crisis de desempleo, de hambre, de embargo de viviendas, de valores humanos, de guerras financiadas para conseguir el monopolio de materias primas cruciales para un mercado sin restricción alguna, donde los mismos Estados se reducen a marcas degradables de mercado.


En Guatemala es posible y necesaria otra clase de política social y experiencialmente enraizada hasta crear una civilización más del trabajo que del capital
Creo que luchar por este tipo de coalición intergeneracional es una tarea social y política nueva, posible y necesaria, si no queremos seguir asistiendo a la descomposición y a la pudrición de la Guatemala a que tanto amamos. Creo que es posible y necesaria otra política en Guatemala. Creo que es posible y necesario otro movimiento sociopolítico en Guatemala. Y creo que es posible y necesaria otra experiencia interpersonal que se apoye en personas con valores nuevos, con experiencias nuevas, mutuamente respetuosas. Creo que en Guatemala es posible y necesaria otra clase de política social y experiencialmente enraizada hasta empezar a crear una civilización más del trabajo que del capital. Creo que todo esto es posible y necesario más allá de los resultados del 6 de noviembre de 2011. Juan Alberto Fuentes Knight, hijo del asesinado Alberto Fuentes Mohr, con su libro “Rendición de Cuentas” sobre su frustrante experiencia durante su ejercicio como Ministro de Finanzas en el Gobierno de Alvaro Colom Caballeros, lo ha mostrado en un a militar cto valiente de notable honradez y pericia.         
   
Guatemala, 2 de octubre de 2011.

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