¿Quiénes fueron los primeros zancudos en Nicaragua? Todos los conservadores que siguieron al Dr. Carlos Cuadra Pasos, en el pacto que suscribió con el Gral. Anastasio Somoza García y que consiguieron una curul en el gobierno que salió de ese pacto. Zancudo era el Senador que representaba la minoría política en el senado. Lo era el Diputado que integraba la Cámara de Diputados por el partido que perdió las elecciones y quedó en segundo lugar. Los representantes por la minoría en las juntas directivas de los entes autónomos del Estado, también eran zancudos.
La participación del partido perdedor, que siempre era el partido Conservador, en las estructuras del Estado, fue una brillante idea del gran estadista conservador, Carlos Cuadra Pasos. Era una solución al descontento de haber perdido las elecciones y una manera de participar, ganadores y perdedores, en el gobierno de la Nación. Lo malo fue que su invento lo hizo en Nicaragua y para Somoza.
Con la forma de gobierno ideada por Cuadra Pasos, Somoza García se aseguraba unas elecciones legítimas con la participación del Partido Conservador, cuyos líderes sabían que no podían ganar, pero se aseguraban las curules y demás cargos, para los principales miembros del partido.
El verdadero origen de la corrupción política, fue el invento de buena fe de Don Carlos Cuadra Pasos.
Llegó a ser tan desprestigiado ser curulero, que Pedro J Chamorro C se jactaba de no haberlo sido jamás y como él, miles de buenos conservadores tampoco lo fueron.
Si mi conocimiento histórico-político no me falla, el último zancudo de Nicaragua fue el Dr. Fernando Agüero Rocha con su famoso pacto con Anastasio Somoza DeBayle en el año 1971 llamado, KUPIA-KUMI, que en misquito quiere decir, UN SOLO CORAZON.
¿Cómo se le podría llamar al multipacto del 2011? Si tomamos en cuenta que los pactistas de hoy no pactan con el que detenta el poder, sino con el que pactó con el que detenta el poder, ya no se puede hablar de un solo corazón, sino de UN SOLO ESTOMAGO
Alejandro Bolaños Davis, que por cierto se auto proclamó, José Venancio Berrios, que también se auto proclamó y Noel Vidaurre Arguello, que no sabemos quien lo va a proclamar, ni por cual partido va a correr, solo pueden tener en común la traición a la democracia. Ellos saben que no pueden ganar y también saben que con su actitud egoísta impiden que las esperanzas de triunfo del candidato de la esperanza, sean mayores.
Yo tengo un amigo que me dice que Nicaragua está perdida, que no tiene redención y que el pueblo ya se acostumbró a las barbaridades de nuestra clase política. No le acepto su pesimismo, pero cada día que pasa veo que lo de él no es pesimismo, sino realidad y lo mío no es optimismo, sino ilusión y para disgusto mío, siento que la ilusión se está perdiendo ante el realismo.
En declaraciones dadas ayer y repetidas hoy, Alejandro Bolaños Davis dijo enfáticamente que el candidato presidencial del Partido Conservador era él. Azalia, tan apegada a derecho y tan respetuosa de los estatutos del partido, debe haber caído en shock, si es la misma que yo conozco, o a lo mejor resulta siendo la fórmula de Alejandro.
El puesto de vicepresidente está abundante. Nadie de los futuros candidatos quiere decir nada, pero se puede apostar a quienes no lo serán.
Kalimán, no lo será jamás del Comandante Ortega. Le falta estilo.
Alfredo César, no lo será de Alejandro. No le tiene confianza.
Aguirre Sacasa, es una posibilidad que lo sea de Alemán. Pero el Sacasa lo inhibe.
José Venancio Berrios primero tiene que terminar de robarse la No. 13, para después pensar en su fórmula.
Noel Vidaurre, está más verde que Berrios, no por conservador porque no va corriendo por ellos, sino porque aun no ha logrado romper el cascarón de la dignidad que lo protege y lo diferencia del resto de usurpadores, vendidos y traidores que están tratando de hundir a Nicaragua en las tinieblas de una dictadura que va más allá de nuestro tiempo.
Haber sido zancudo en las décadas de los 50s, 60s y 70s, no es lo mismo que serlo en la segunda década del siglo XXI, porque ya ha pasado mucha agua bajo el puente y la corrupción está instituida, lo que quiere decir que no hay error posible en cuanto a las verdaderas razones para lanzar candidaturas que no tienen el propósito de ganar, sino de impedir el avance de la democracia colaborando con la dictadura Ortega-Murillo.
Edmundo Paguaga y Fernando Agüero, son los zancudos del pasado. Alejandro Bolaños Davis y Noel Vidaurre Arguello, serán los zancudos del nuevo siglo. ¿Les gusta esa deshonrosa distinción?
Jorge J Cuadra V
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