El diario granadino EL CORREO (1913-1934), fué fundado por quien fuera su Director, Carlos Rocha Avellán y es sobre todo recordado por haber dado acogida a las publicaciones literarias del Movimiento de Vanguardia, "Rincón de Vanguardia" y "Página de Vanguardia", a cargo de Pablo Antonio Cuadra Cardenal y Octavio Rocha Bustamante, hijo éste último de don Carlos y padre de Luis Rocha Urtecho, quien, junto con su nieto Luis Javier Espinoza Rocha, retoman hoy "El Correo Nicaragüense"; un blog pluralista, que agradece la reproducción de su contenido.

lunes, 31 de enero de 2011

Cuidado: ¡ Inflamable!


Luis Rocha

Este recién pasado jueves 9 de diciembre de 2010, dejé de publicar durante casi dos meses mi columna “Me quema la palabra”, pues mi tiempo fue absorbido por el período de transición que significó, ¡por fin!, dejar de ser Presidente del Centro Nicaragüense de Escritores con hincapié en la NO REELECCIÓN; propiciar unas elecciones libres y democráticas dentro del seno de nuestra organización; celebrar el Día Nacional del Escritor, el 18 de enero fecha del natalicio de Rubén Darío, para en esa fecha tan emblemática entregar formalmente mi cargo a nuestra actual Presidenta Vidaluz Meneses, y de esa manera “pasar a mejor vida” como Presidente Honorario, lo que en mi caso equivale a ser, junto con Ernesto Cardenal y Carlos Tünnermann, el más joven de los tres integrantes de nuestro venerable Consejo de Ancianos.

Repondré con creces esas ocho entregas pendientes de pago –cuatro de diciembre del 2010 y cuatro de lo que va de enero del 2011- con la modalidad de en ocasiones tener mayor brevedad y a la vez mayor frecuencia de artículos durante la semana. Porque el país está que quema palabras y conciencias. Lo digo una vez más, la palabra que me queda, me quema, y estoy dispuesto a morir por ella. Como dijimos en el primer artículo de ésta columna el 22 de abril de 2010, “Arde Nicaragua”. Arde camino de la reelección donde no pocos libertadores acaban por graduarse de los tiranos que en el fondo siempre fueron. Magistrados y diputados –todos venales sin excepción-, van contra corriente. Van contra la mismísima Historia que no se cansa de repetirnos que el final es siempre el mismo: Una tragedia para pueblos y gobernantes.

En el partido antisandinista del actual gobierno creen que el pueblo es un cadáver. Un cuerpo inanimado sin valores y sin derechos humanos. Un cuerpo sin vida, en el sentido anatómico y espiritual de la palabra. Ecce Homo. Homo Sapiens. Pero lo ven como un ser incapaz de pensar y discernir. Lo colocan en su quirófano y proceden a hacerle una macabra disección partiéndolo por la mitad, separando brutalmente sus entrañas y extrayéndole, palpitante y sangrienta, toda su dignidad. Entonces, ya militante, obediente y seguidor de sus consignas, lo despiertan a esa única y despiadada realidad. La realidad de ésta Nicaragua socialista, cristiana y solidaria.

¿Por un plato de lentejas? ¿Perderemos nuestra primogenitura por un plato de lentejas? La primogenitura de todo ciudadano es tener conciencia de que el pueblo es primero. Que está muy por encima de sus servidores: quienes gobiernan. Aunque aquí en Nicaragua no es gobernar la palabra, sino usufructuar el poder y usar al pueblo como esclavo, para perpetuarse en ese poder. Para que no tenga conciencia de esta verdad, le acondicionan al ciudadano la seguridad de sus empleos. Les truecan libertad por servilismo. Le ofrecen aliviarle su miseria a cambio de votos. Le atosigan la garganta con promesas. Lo enceguecen y asfixian con mentiras: Ya los ciudadanos son el Poder Ciudadano. El pueblo Presidente. Zombis, mientras los jerarcas del partido –con la complicidad de pactistas, testaferros y vendidos- violan reiteradamente la Constitución. Se la acomodan como un Kotex. Ven la incertidumbre y la angustia del pueblo, como una vacilación aprovechable. ¡Claro que la ven! Y si no la pueden instrumentalizar, le tiran combustible para apagarla.

luisrochaurtecho@yahoo.com

“Extremadura”, Masatepe, 31 de enero de 2011. (“Me quema la palabra”).

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