Carla Graciela Rutila Artés vivió situaciones muy duras a lo largo de los años que pasó capturada por Ruffo. (Foto: Télam)
TeleSUR _ Hace: 04 horas
Carla Graciela Rutila Artés, la primera nieta recuperada por las Abuelas de Plaza de Mayo, identificó en Buenos Aires a varios miembros de la Alianza Anticomunista Argentina (Triple A) que administraba una cárcel clandestina durante la última dictadura militar (1976 -1983), en el juicio que se le sigue a Eduardo Ruffo, uno de sus captores.
Luego de residir en España por 23 años, Rutila retornó a su país para declarar ante la justicia argentina los vejámenes a los que fue sometida por parte de Ruffo, su padre adoptivo, y a quien se le abrió un juicio por su responsabilidad en crímenes de lesa humanidad cometidos en una cárcel clandestina en esa época.
En sus declaraciones, dijo que no abandonó su "mirada fija" sobre Eduardo Ruffo, que la secuestró y separó de sus padres naturales durante la dictadura y quien abusó de ella sexualmente desde que tenía tres años.
"El hecho de haberme podido enfrentar físicamente, visualmente a Ruffo, y el haberme dado cuenta que él era incapaz de mirarme a la cara, eso para mí realmente ha sido una reparación que nadie lo puede imaginar", sostuvo en una conferencia de prensa en la sede de las Abuelas de Plaza de Mayo.
Carla Graciela identificó, mediante una ronda fotográfica, a Aníbal Gordon y al hijo de éste, al fallecido general Otto Paladino y al ex agente civil de inteligencia del Ejército Raúl Guglielminetti, entre otros, como miembros de la Triple A.
La primera nieta recuperada prestó declaración ante el tribunal Oral Número 1 de Buenos Aires que lleva adelante el juicio por el centro ilegal de detención Automotores Orletti.
Carla, nacida el 28 de junio de 1975, y su madre, Graciela Rutila Artes, fueron trasladadas en agosto del año siguiente desde Bolivia a Argentina, donde fueron llevadas por las autoridades militares a Automotores Orletti.
Su padre, el uruguayo Enrique Luca López, militante de MNL-Tupamaros, fue asesinado en la ciudad boliviana de Cochabamba (centro) poco después, en septiembre de 1976.
Contó en el tribunal "haber visto un arsenal de armas en casa (de Ruffo), haber visto muchísimo dinero, inclusive cosas robadas de algunos operativos a los camioneros. En ese momento asaltaban camiones y se llevaban el material. El material pasaba por casa".
Añadió en su relato que sus captores le cambiaban el aspecto con frecuencia para que nadie se diera cuenta que se trataba de la pequeña de la foto que su abuela materna había comenzado a divulgar junto a una campaña de la asociación humanitaria para hallar a niños robados a sus padres desaparecidos.
Eduardo Ruffo, miembro de la organización terrorista de ultraderecha Triple A, es uno de los cinco acusados en el juicio por delitos de lesa humanidad cometidos en el centro clandestino de detención Automotores Orletti durante la dictadura argentina.
Luego de residir en España por 23 años, Rutila retornó a su país para declarar ante la justicia argentina los vejámenes a los que fue sometida por parte de Ruffo, su padre adoptivo, y a quien se le abrió un juicio por su responsabilidad en crímenes de lesa humanidad cometidos en una cárcel clandestina en esa época.
En sus declaraciones, dijo que no abandonó su "mirada fija" sobre Eduardo Ruffo, que la secuestró y separó de sus padres naturales durante la dictadura y quien abusó de ella sexualmente desde que tenía tres años.
"El hecho de haberme podido enfrentar físicamente, visualmente a Ruffo, y el haberme dado cuenta que él era incapaz de mirarme a la cara, eso para mí realmente ha sido una reparación que nadie lo puede imaginar", sostuvo en una conferencia de prensa en la sede de las Abuelas de Plaza de Mayo.
Carla Graciela identificó, mediante una ronda fotográfica, a Aníbal Gordon y al hijo de éste, al fallecido general Otto Paladino y al ex agente civil de inteligencia del Ejército Raúl Guglielminetti, entre otros, como miembros de la Triple A.
La primera nieta recuperada prestó declaración ante el tribunal Oral Número 1 de Buenos Aires que lleva adelante el juicio por el centro ilegal de detención Automotores Orletti.
Carla, nacida el 28 de junio de 1975, y su madre, Graciela Rutila Artes, fueron trasladadas en agosto del año siguiente desde Bolivia a Argentina, donde fueron llevadas por las autoridades militares a Automotores Orletti.
Su padre, el uruguayo Enrique Luca López, militante de MNL-Tupamaros, fue asesinado en la ciudad boliviana de Cochabamba (centro) poco después, en septiembre de 1976.
Contó en el tribunal "haber visto un arsenal de armas en casa (de Ruffo), haber visto muchísimo dinero, inclusive cosas robadas de algunos operativos a los camioneros. En ese momento asaltaban camiones y se llevaban el material. El material pasaba por casa".
Añadió en su relato que sus captores le cambiaban el aspecto con frecuencia para que nadie se diera cuenta que se trataba de la pequeña de la foto que su abuela materna había comenzado a divulgar junto a una campaña de la asociación humanitaria para hallar a niños robados a sus padres desaparecidos.
Eduardo Ruffo, miembro de la organización terrorista de ultraderecha Triple A, es uno de los cinco acusados en el juicio por delitos de lesa humanidad cometidos en el centro clandestino de detención Automotores Orletti durante la dictadura argentina.
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